Partida Rol por web

Ataque a los Titanes

Capítulo 2 - Los cinco del patíbulo

Cargando editor
15/07/2020, 18:13
Sir Efrain Autumshield

Al volver a quedarse solo en la celda Efrain se concentró un momento en el hechizo de verdad, pues todo lo acontecido con la rastreadora no habría valido de nada si se hubiera agotado durante la conversación. Sin embargo pudo comprobar que aún seguía ahí aunque bastante debilitado. Sin duda no aguantaría otro asalto, así que tomando de nuevo su símbolo sagrado el paladín volvió a musitar las palabras que lo reactivarían para una nueva ronda de preguntas.

Satisfecho con el resultado y viendo que aún estaba solo en la sala, decidió estudiar cómo enfocar su próxima conversación. Lo cierto era que no tenía ya mucho interés en el tema puesto que los miembros potencialmente más útiles ya estaban dispuestos a ayudarle, no por miedo a la muerte (como habría hecho el señor Stedman) sino por auténtica y genuina voluntad de ayudar. Sabía que el hecho de que la alternativa que les esperara fuera una muerte cierta había ayudado en gran medida, pero eso no quitaba la pequeña victoria conseguida: no podía enfrentarse a unos gigantes secuestradores mientras dividía su atención y sus fuerzas intentando mantener unido a su equipo. Ahora al menos tendrían una oportunidad, por pequeña que fuese, de salir con vida.

La cuestión ahora era averiguar si el misterioso músico de buen corazón podía serles útil o si, por el contrario, sería una carga capaz de poner al grupo en peligro de muerte. Por un lado estaba el hecho de que el mismísimo señor Stedman lo había elegido para la misión, lo que significaba que en esa extraña carpeta suya había información sobre las habilidades del señor Banjo que tal vez debiera tener en cuenta; no conocía bien al androide, pero ya intuía que no era de los que daban "puntada sin hilo". Y por otro lado resultaba que ese tal William parecía ser el único de los cinco reclusos que prefería seguir cumpliendo condena a jugarse la libertad y la vida en una misión suicida.
Efrain se colocó de nuevo el guante y la armadura y se pasó distraídamente la mano por el pelo. No soportaba estar en esta situación: Él era un lobo solitario… había descubierto hace mucho que era la única manera de no poner a inocentes en peligro, ¡y lo había descubierto por las malas! Las imágenes de lo ocurrido en el castillo de Strahd volvieron a sucederse a modo de rápidos flashback en su mente, acompañadas de un agudo dolor bajo el parche de su ojo izquierdo. Acostumbrado como estaba a la extraña sensación, apretó los puños y los dientes y esperó a que pasara.

Por supuesto, el paladín ya sabía que todo esto no acabaría bien por una sencilla razón: Ella ¿Por qué, de todo Ferün, había tenido que encontrarla de nuevo aquí? Y ahora volvía a repetirse la historia: se enfrentaban juntos a algo que les quedaba grande. La última vez que eso pasó a Efrain le costó mucho más que un simple ojo o un corazón roto. Había manchado su alma y lo había hecho solo para poder protegerla. ¿Qué esperaba ahora de él? Solo había una cosa en esta ocasión que difería de la anterior: no estaba Hamleen. El bardo se había erigido como el mejor amigo del paladín, apesar de su comportamiento mujeriego y despreocupado. Sin embargo, o tal vez por eso, Efrain siempre fue consciente del profundo amor que el músico sentía por la dama de Aguas Profundas… lo que convertía a sus propios sentimientos en algo prohibido. Y a pesar de ello…

El caballero dio un puñetazo en la dura pared de piedra y apoyó la frente en su fría superficie.

- ¿Dónde estás, viejo amigo? ¿Podrás algún día perdonarme?- musitó en voz apenas audible. Un profundo pesar calló entonces sobre él al comprender que, hasta donde sabía, su amigo podría haber muerto hacía tiempo, abandonado en cualquier cuneta o callejón de mala muerte. 

Una sensación de cosquilleo frío y humedo resbalando por su mejilla derecha hizo volver al veterano justiciero al presente. Rápidamente se limpió la cara con un pañuelo y carraspeó para despejar la voz y salir de su aturdimiento momentáneo, mientras el eco de unos pasos que se acercaban le indicaban que su cita de las 22h estaba a punto de llegar.

Cargando editor
15/07/2020, 19:22
"Billy Banjo" / Hamleen

Entro al ruedo rápido pero sin ganas. Me siento en un pequeñó taburete sin apenas dejar al paladín iniciar conversación, estiro las piernas apoyando la espalda a la pared. Mantengo mi sombrero ceñido para que la sombra del ala del mismo oculte mis ojos. Es evidente que le he cogido entretenido, pues he detectado el pequeño respingo que ha hecho al entrar yo por la puerta. Las dos ratas amigas de Chafee siguen fornicando en el camastro, muy cerca de Efrain. Eso es realmente gracioso e irónico. Pienso mientras Harry se revuelve dentro del sombrero.

- La verdad es que no recuerdo su nombre Sir... Pero no importa, porque seré breve. Me he dedicado los últimos años a vagar por diversas ciudades en busca de la buenaventura y algo para llevarme al estómago, entre otros menesteres. Aquí en Pallisade me detuvieron por practicar el noble arte de mendigar* unas monedas. Pese a que el bueno de Cecil ha sido siempre escueto en explicaciones para con migo, presupongo que un delito así no puede llevar una condena demasiado larga y una posterior expulsión del país. Así que, sinceramente, no estoy nada interesado en su loable misión. - Harry se mueve más en mi sombrero y, mientras sigo hablando, trato de ajustármelo, dándole un pequeño y sutil golpe para advertirle de que se esté quieto.-  Utilizo mi música para aliviar las almas de aquellos que lo necesitan, aquellos que les cuesta soportar su día a día, ofreciendo un rato de evasión a cambio de unas monedas. - Señalo a mi banjo que está apoyado en la pared. - No tengo el cuerpo para aventuras, ni honorables misiones, con riesgo de muerte elevada. Así que, como por lo visto ya ha convencido a la mitad de mis compañeros de mazmorra, le pediría que me dejase aquí con mis penas. No sin antes desearles buena suerte en la gesta que tienen por delante.

Tras mi retaila de evasivas a declarar mis auténticas razones por las que no deseo acompañarles, me acomodo todavía más en mi taburete, dando a entender lo a gusto que me encuentro en mi celda. Las ratas que copulan han empezado a revolverse en frenesí de éxtasis y una de ellas suelta un gritito justo al terminar yo de hablar, cosa que hace que Harry vuelve a revolverse en su hueco.

Mientras espero una respuesta del Caballero del Zodíaco, saco de mi gabardina mugrienta un saquito con tabaco y papel. Empiezo a trabajar en un nuevo cigarrillo tratando que no se me note que me tiembla ligeramente el pulso.

 

Notas de juego

*Dí por sentado, por la explicación que diste sobre Pallisade y su pleno empleo. Que mi detención fué por el simple hecho de pedir en la calle a cambio de música.

Cargando editor
15/07/2020, 20:21
Director

Notas de juego

Es correcto, Billy. Proseguid hasta culminar el interrogatorio. No pienso intervenir hasta entonces ^^

Está la cosa poniéndose difícil, Ser Autumnshield. A ver cómo se las ingenia... ;D

Me voy a partir de risa mañana cuando le escriba a Mikeala... xDDDDDDD

¡QUÉ GRUPAZO, COPÓN!

Cargando editor
16/07/2020, 11:46
Sir Efrain Autumshield

Al sentir la presencia de "número cinco" en la celda, Efrain se giró hacia él dispuesto a recitarle las ya seguramente conocidas por todos reglas del interrogatorio. Sin embargo no tuvo la oportunidad: como si se tratara de su propia celda, el recluso se puso cómodo y le soltó un discurso sobre por qué era tiempo perdido tratar de convencerle de que les acompañara en su misión. Sorprendido por su comportamiento, el caballero miraba atónito a su entrevistado sin saber bien qué decir. Por un momento, miró hacia la puerta planteándose si debía irse ya y dejar a ese "buen hombre" en su celda, ¿qué se lo impedía? 

Él mismo. Todos sus instintos le decían que se iban a enfrentar a una misión muy peligrosa y que necesitarían toda la ayuda posible. Por algún motivo, el señor Cécil había retenido a este mendigo encerrado en el interior de unas instalaciones de máxima seguridad en lugar de simplemente expulsarlo de Pallisade y además lo había seleccionado para la tarea que tenían entre manos. Nadie conocía la naturaleza de esa tarea mejor que el forjado, así que debía haber algo más…

Sin embargo el caballero tenía una cosa más que clara: No iba a arrastrar a nadie a una muerte más que probable en contra su voluntad. Así pues, derrotado por su propia moral, tomó aire y empezó a hablar como si nada hubiera pasado.

- Buenas noches, señor William Banjo. Mi nombre es Efrain Autumnshield y estoy aquí a petición del señor Stedman para tomar en custidia a unos presos a los que, según él nos ha explicado, ha conmutado una pena de muerte por la posibilidad de expiar todas sus faltas para con la ciudad en una peligrosa y posiblemente mortal misión de rescate.

>> Como seguramente ya le habrán explicado sus compañeros, he encantado esta celda para que durante los próximos minutos no pueda mentirse en su interior. Si no está dispuesto a hablar en estas condiciones puede abandonar la sala. Además, si se resiste al encantamiento lo notaré y podrá abandonar la sala. Por último, si no me convencen sus respuestas podrá abandonar la sala. 

Normalmente le dejaría al preso unos segundos para asimilar las condiciones del interrogatorio, pero en este caso consideró que corria un gran riesgo de fuga y decidió continuar sin la requerida pausa.

- Está aquí porque el señor Stedman considera que usted dispone de habilidades que podrían ser de utilidad en nuestra tarea. Sin embargo, no voy a arrastrar a nadie a una misión potencialmente mortal en contra de su voluntad, así como no voy a aceptar a nadie cuyas habilidades no estén a la altura dado el riesgo que implicaría para el resto de miembros del grupo. Por esos motivos no voy a tratar de convencerlo para que nos acompañe. Como bien ha dicho usted, el resto de sus compañeros ya se han unido, así que yo le pregunto: ¿Desea usted acompañarnos? Y si es así, ¿qué podría aportar al grupo que no tengamos ya? Por favor, no sea parco en palabras y recuerde que no puede mentir. 

Bien, ya estaba hecho. Si quería participar, tendría su oportunidad. Y si realmente quería quedarse al margen, podría hacerlo. Fuera cual fuera su decisión, no le impediría al paladín conciliar el sueño en el futuro.

Notas de juego

Último aviso al treeeen…

Efrain va ha hacer como que no ha oído nada y va a dejar que nuestro amigo se reitere en su decisión. Después, si quiere, llegará el momento Lolita xD

Cargando editor
16/07/2020, 12:46
Cécil Stedman

-¿Dime querido, has puesto alguna clausula confusa, alguna omisión o algún vacío legal que Cécil pudiera aprovechar en su favor?, y de ser así, cuales son?. Me dejarías muy contenta si me respondieras con total sinceridad y las explicaras detalladamente una por una.

Los ojos de Donaldson, castaños por naturaleza, parecieron imbuidos de un halo azulado sobrenatural un breve segundo.

El mayordomo respondió con la mayor cortesía de la que es capaz la orden de la hechicera.

-Mi señora, todos los contratos los redacta engalanados por una excelsa caligrafía mi nunca suficientemente alabado jefe, el señor Stedman. Si el contrato concreto tiene alguna cláusula confusa, ambigua u oscura, lo desconozco, mi señora. Aunque sería razonable sospecharlo, mi señora. Es el señor Stedman. No hay documentos más retorcidos que los redactados por el señor Stedman.

Donaldson tenía razón. No cualquiera puede mantener los párpados abiertos ante la tediosa lectura de un documento legal cuidadosamente redactado por Cécil Stedman.

Los redactaba como churros bañados en chocolate caliente con nata montada y un topping de galletas

Se digieren a la misma velocidad.

Cécil reía a espaldas de Donaldson. Risa modelo sarcasmo. A este paso, las luciría todas antes de que amaneciese.

-Incluso vos tenéis debilidades, milady. Al igual que los hombres tienen sus particulares hilos de los que tirar, todos los aristócratas aborrecéis la burocracia. Sin excepción.

Stedman lanzó una estocada rápida con la punta de su bastón en la corva a su mayordomo.

-Mediocre.

Donaldson se sonrojó y agachó la cabeza, sin dar réplica. Asumía su deshonra.

Por raro que pareciese, Cécil no parecía molesto.

-Entiendo comprensibles sus recelos, Lady Edevane, mas no hay motivo para tal desvelo. El documento alberga las exactas condiciones que demandásteis, además del generoso ofrecimiento que os hice para recompensar vuestra activa participación en esta misión. No debéis temer nada. Estáis en buenas manos.

Las palabras, al reverberar pronunciadas por su voz mecánica, permitirían albergar dudas. En todo caso, era muy difícil saber qué tramaba Cécil, motivo por el cual Mikeala siempre le había considerado un astuto adversario.

-Vuestro padre y hermano serán trasladados en calidad de invitados a Palacio para contemplar vuestro triunfal regreso, como solicitásteis. Por lo demás, no temáis la urgencia que aqueja esta velada, pues podréis descansar con toda comodidad… bajo las estrellas.

Cécil volvió a emplear esa risa sarcástica. A qué se refería exactamente era un misterio que no parecía querer desvelar a la hechicera.

-Quizás eso os ayude a decidir vuestra respuesta a mi pregunta… Y ahora, milady, firmemos.

Extendió una hábil y veloz rúbrica en el documento con una pluma mojada en tinta que le tendió el aún avergonzado Donaldson y luego la ofreció a Mikeala. Era uno de los pocos actos que le causaban una sombra de placer: firmar documentos.

Acto seguido, giró su inexpresiva máscara facial hacia la celda número cinco y el repicar de su dedo metálico en el cabezal del bastón incrementó su velocidad.

-Definitivamente, el preso número cinco necesita un estímulo-. Tendió el brazo a Mikeala con galantería. –Milady, ¿tendréis a bien entrar en contacto con el vulgo? Veamos qué está pasando ahí abajo…

Notas de juego

Buen intento, Lady Edevane. Pero "The Man in Charge" es, de hecho, Cécil Stedman ;D. Imagino que lo suponías, pero, con todo, bien jugado.

Aclaración: Cécil no sabe que has empleado magia. Nadie podría saberlo... Salvo Donaldson. Cécil sabe que has intentado sonsacarle a Donaldson algo del documento. Y le ha dado exactamente igual.

Me gustan a mí estas sanas rivalidades entre PJs y PNJs ^^

Cécil empieza a bajar las escaleras para arrojar más leña al fuego. Tardará un turno -un intercambio de mensajes más entre Efrain y Billy- en llegar a la celda número cinco. Lady Edevane puede decidir si le acompaña. O no ;D

Cargando editor
16/07/2020, 13:51
Lady Mikeala Edevane

"Acaso hay multiples Stedmans en Pallisade?, quien escribió este documento si todo el tiempo estuvo aqui, conmigo". Mikeala pensaba, y repensaba.

Con un chasquido de dedos la pluma saltó de la mano de Donalson y garabateó en el documento la delicada y elaborada firma de Mikeala, y luego volvió a posicionarse frente al mayordomo como si pidiera que la sujetara nuevamente. 

-Cuando volvamos a Pallisade, probablemente me encuentre con alguna sorpresa. No tengo pruebas, pero tampoco dudas- Dicho esto, Mikeala tomo el brazo de Donalson y bajaron lentamente por la escalera.

-¿Se supone que el estímulo lo darás tu o me toca a mi?

Cargando editor
16/07/2020, 14:04
Cécil Stedman

-¿Se supone que el estímulo lo darás tu o me toca a mi?

-Milady...-. Cécil emitió una tenue risa modelo complicidad. -Habría de ser cadáver para no sentir estímulo en vuestra presencia.

O autómata, pensó.

Notas de juego

"Acaso hay multiples Stedmans en Pallisade?, quien escribió este documento si todo el tiempo estuvo aqui, conmigo". Mikeala pensaba, y repensaba.

CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN CHAN... ^^ 

No me he podido resistir a rematar la fantástica conversación de Mikeala ;)

Cargando editor
16/07/2020, 14:11
Lady Mikeala Edevane

Notas de juego

Estúpido Dewey, has creado a mi Némesis............. Buen trabajo señor, buen trabajo.

Veremos ahora que pasa entonce en el turno de Billi y Efrain y luego Mikeala entra a escena

Cargando editor
16/07/2020, 14:31
"Billy Banjo" / Hamleen

...ha conmutado una pena de muerte por la posibilidad de expiar todas sus faltas para con la ciudad...

Estoy dando una calada cuando pronuncia esas palabras y el humo se me atraganta. Mientras Efrain sigue hablando me entra una tos que lanza mi cigarrillo al suelo y tengo que incorporarme un poco. El sombrero se me mueve ligeramente reduciendo el area de sombra de mis ojos.

Por favor, no sea parco en palabras y recuerde que no puede mentir. 

Las ratas siguen dale que te pego muy cerca del paladin, mientras yo retomo el aliento y mi sombrero, claramente, se ha movido más de la cuenta. Estoy jadeando ya ligeramente y mi posición ha revelado la tensión y el nerviosismo que trataba de disimular. Estoy sentado sobre el taburete pero he bajado las piernas y no apoyo mi espalda en la pared. 

- Un momento ¿ha dicho usted pena de muerte? - En ese momento mi sombrero se levanta y sale de él un hurón blanco, algo sucio, que salta de mi cabeza al camastro y ataca al macho rata que no paraba de embestir a la hembra. Se enzarzan en una pelea épica por encima del camastro mientras la pobre ratilla se escabulle detrás de Efrain. - ¡Quieto Har... hurón! - Me abalanzo sobre la pelea pero éstos caen al suelo y siguen con su refriega.

Estoy sobre el camastro, justo al lado del Paladín, despojado de mi sombrero. Mi pelo se ve sucio y oscuro, al igual que mi barba mal recortada, pero hay algunos destellos pelirrojos allí donde el sudor ha retirado parte de la mugre, revelando su verdadero color. Las orejas picudas asoman entre los mechones, decoradas con pendientes en forma de anillitos que recorren todo el perímetro de la oreja izquierda y un aro bastante grande, de madera, en la derecha. Giro mi rostro hacia Efrain con una clara expresión de preocupación en los ojos, y éste puede ver ese color verde tan característico.

Notas de juego

Creo que es el momento de que Efrain haga su tirada, incluso yo le daría ventaja. Me gustaría que esto ocurriese mientras Cecil y Mikeala están bajando, de modo que no han podido ver la acción. No se si la pifia de Sor Celestina le permitirá estar atenta a esa última exclamación, lo que no habra podido es verlo. Ha llegado el momento Sir Perfecto.

Quería un win win, y prácticamente lo había logrado, me doy por satisfecho como jugador y no quería entreteneros en un eterno cara a cara de preguntas incisivas y respuestas evasivas que no llevasen a ningún sitio.

Os dejo aquí la imagen original de Hamleen

Cargando editor
16/07/2020, 21:45
Sir Efrain Autumshield

Mientras había estado exponiendo los detalles de la entrevista, Efrain había estado parcialmente atento al preso número cinco. Sí, solo parcialmente ya que en el fondo no pensaba que Billy fuera a querer salir de su celda.

Aún así, fue consciente del efecto que causaron en su interlocutor las palabras "pena de muerte". Tal y como había supuesto, número cinco no era consciente de cuáles eran los planes del señor Stedman para con su persona pues, de otra forma, no habría estado tan deseoso de permanecer encerrado.

A menos que realmente quiera que le ejecuten, había pensado cuando se le ocurrió la idea. ¿Qué clase de secretos guardaría alguien así? Con todo, jamás creyó que el músico mendigo fuera ese tipo de persona. Lo más probable era que no supiera exactamente dónde (o con quién) se había metido.

Mientras continuaba exponiendo su discurso el estado de Billy fue empeorando visiblemente, poniéndose más y más nervioso por momentos. A pesar de lo cómico de la situación solo podía sentir lástima por un tipo así. Billy es un pobre vagabundo… pero tiene buen corazón, había sido la descripción de Comadreja. Pobre hombre, sentenciado a muerte por pedir unas monedas. Tendría que hablar con Stedman para intentar convencerlo de cambiar la condena de este desafortunado músico.

Y en ese preciso momento, todo cambió: el sombrero de Billy saltó de su cabeza y un extraño roedor blanco salió despedido de su interior y se enzarzó en un singular combate con una rata que había sobre el jergón.

¿Qué es eso? ¡¿Un hurón?!- se preguntó extrañado, sorprendido y sobresaltado a partes iguales, dando un paso atrás a modo de defensa por lo inesperado del suceso.

¿"Har"? ¿Ha llamado "Har" al hurón?- la sorpresa iba en aumento. 

¿Y qué es eso, una oreja picuda? ¿Es un semielfo?- dio otro paso atrás.

¿Y qué color se dislumbra bajo la suciedad de su pelo? ¿Es… pelirrojo?- Una tras otra, las piezas iban encajando en la mente de Efrain. Pero no podía ser… ¡Era imposible! ¿Un músico semielfo de pelo rojo con un hurón blanco de mascota? ¿Que clase de broma era esta? Pero, ¿Cuántas posibilidades había de encontrar a alguien así? La tez del caballero se había vuelto blanca como la luna y sus piernas temblorosas le hicieron buscar apoyo en la pared cercana para no caer al suelo. Fue en ese momento cuando vio sus ojos, de un profundo verde esmeralda.

Siendo apenas consciente de lo que sucedía, Efrain se incorporó arrastrándo su espalda por la pared, dio unos dubitativos pasos hacia el bardo y le envolvió en un fuerte, caluroso y sentido abrazo entre sollozos.

- No puede ser…- decía con voz entrecortada.- Estás aquí, estás vivo…

Incapáz de creer que fuera cierto, se separó unos centímetros de su reencontrado compañero y le miró fijamente a la cara examinando sus facciones, reconociendo los rasgos del rostro de Hamleen bajo la poblada barba y toda esa suciedad. Era él, pero ¿por qué no había dicho nada? ¿Realmente prefería quedarse encerrado en esa apestosa celda que reunirse con sus antiguos amigos? Aunque tal vez…

Puede que haya perdido la memoria, o que lo hayan hechizado. Tal vez esté siendo chantajeado por Cécil o ve tu a saber quién…- razonaba velozmente.

Incapaz de mantenerse en pie por más tiempo, cayó pesadamente sobre la cama sin dejar de observar al bardo, como si se tratara de una aparición.

- ¿Por qué no nos has dicho que eras tu?- Su voz sonaba débil y cascada por la emoción.- ¿No nos reconoces? ¿Acaso estás en problemas?- Recordó entonces el motivo de la reunión y se dio cuenta que su compañero tenía un problema real.

- Maldita sea, ¡no tenemos tiempo! Hay que sacarte de aquí- exclamó al tiempo que el miedo a perder de nuevo a su amigo le daba nuevas fuerzas. Se levantó del camastro, recogió el sombrero del suelo y se lo devolvió a su dueño- ¡Escucha! Ahora saldrás por esa puerta y dirás que te he aceptado en el grupo. Cuando hayamos salido de la ciudad te procuraré un caballo y provisiones para que te pongas a salvo. Dirígete hacia el Sur, encontrarás una ciudad llamada Kestia. Espérame allí, iré a buscarte en cuando acabe con los gigantes que tienen apresada a la princesa Megan y podremos hablar tranquilamente.

Mientras le daba las instrucciones le fue acompañando a la salida de la celda. No permitiría que siguiera obstinado en quedarse allí encerrado. Sin embargo, estando ya casi en la salida, agarró su brazo y tiró de él para que se encararan:

- No te dejaré esta vez- le aseguró, volviendo a abrazarlo durante un segundo para separarse de nuevo de él, invitándole a salir y girándose para recomponer su rostro y sus emociones en la medida de lo posible. Si todo salía bien ya tendrían tiempo de ponerse al día y podría pedirle perdón por no haber estado con él cuando le había necesitado.

Cargando editor
16/07/2020, 22:46
"Billy Banjo" / Hamleen

Efrain me había reconocido, y reaccionó de manera muy distinta a la que me esperaba, la verdad. Después de mi último encuentro cara a cara con él, había terminado por partirmela y dejarme sangrado en el suelo. Culpa mía, por supuesto, le provoqué demasiado y durante demasiado tiempo. Pero creía que seguiria enfadado conmigo por ello, almenos yo lo estaría. Empezó a abrazarme y a tratarme como el amigo que antaño era para él. Mientras me hacía preguntas seguía yo como aturdido.

- N... no te preocupes, estoy bien. Shhhh... - Le hago el gesto con los dedos y me acerco a él para susurrar. - Si, soy yo ¿Vale? Estaba bien hasta que me dijiste que me espera la pena de muerte en este lugar. Escucha, no me apetece demasiado revelarme ante Mikeala y Celestina, y que vean en quién me he convertido. Ayúdame.

- Maldita sea, ¡no tenemos tiempo! Hay que sacarte de aquí- exclamó al tiempo que el miedo a perder de nuevo a su amigo le daba nuevas fuerzas. Se levantó del camastro, recogió el sombrero del suelo y se lo devolvió a su dueño- ¡Escucha! Ahora saldrás por esa puerta y dirás que te he aceptado en el grupo. Cuando hayamos salido de la ciudad te procuraré un caballo y provisiones para que te pongas a salvo. Dirígete hacia el Sur, encontrarás una ciudad llamada Kestia. Espérame allí, iré a buscarte en cuando acabe con los gigantes que tienen apresada a la princesa Megan y podremos hablar tranquilamente.

 - Shhhhh... Vale, vale. Salgamos de esta prisión y os acompaño un trecho hasta salir del país. Pero, manten el secreto por mi.

Me ajusto el sombrero, agarrando a Harry con mas fuerza de lo que haría falta para meterlo debajo de él. Recojo mi cigarro que sigue encendido y le doy una calada mientras mis ojos vuelven a la sombra. Agarro mi banjo y me dispongo a salir.

- No te dejaré esta vez- le aseguró, volviendo a abrazarlo durante un segundo para separarse de nuevo de él, invitándole a salir y girándose para recomponer su rostro y sus emociones en la medida de lo posible. Si todo salía bien ya tendrían tiempo de ponerse al día y podría pedirle perdón por no haber estado con él cuando le había necesitado.

- Tú no me dejaste, idiota, todo fué culpa mía. Ahora disimula, por lo que mas quieras.

Mientras nos disponíamos a salir, finalmente, Cécil y Mikeala se habían plantado delante de la puerta. Trato de adoptar mi postura de pasotismo ilustrado y discreto e intento pasar por su lado sin mediar palabra.

Cargando editor
17/07/2020, 02:17
Lady Mikeala Edevane

Mikeala estaba pisando los últimos escalones tomada del Brazo de Cécil, cuando n°5 parecía estar saliendo del interrogatorio.

-Bueno, parece que Sir Autumshield ha logrado el suficiente incentivo con, Ben Banjo. O era Brad?. En fin, no va a necesitar mi ayuda para convencerlo-Dijo en vos alta, pero dirigiéndose a Cécil. 

-Creo que no has podido confraternizar con el sujeto de hocico-Le dijo a Efraín cuando salió de la celda-, pero me parece que no va a haber tiempo. Cécil olvido decirnos que partiremos esta misma noche, ni bien reunamos nuestras cosas. Celestina, nos arruinaron la noche de copas entre chicas, una pena-.

Se dirigió a los ex presidiarios y alzó aún más la vos.

-Señores, y señorita. Espero que se muestren agradecidos por haberlos salvado de una muerte segura, y aunque Sir Autumshield debe haberlo dejado claro en todos los interrogatorios, lo repito yo para que quede aún más claro:

-En el momento que causen más problemas que soluciones tendremos la amabilidad de hacerles elegir si quieren morir decapitados por la espada de Sir Automshield, Incinerados por Sor Celestina, o que yo les hurgue tanto el cerebro que termine hecho un puré sanguinolento, no sin antes haber expuesto todos y cada uno de los secretos más privados que intenten guardar. Parece que alguien ya está a punto de ganarse la ficha de Sor Celestina por lo que pude ver desde allí arriba- Lo último era claro que se dirigía a Chafee.

-Además, y esta es una cláusula que acabo de poner en el contrato en el mismísimo instante que bajé por esa escalera. Van a tomar un baño antes de salir. Apéstan, no los quiero cerca mío en ese estado- En realidad Mikeala sabía que, en poco tiempo, todos apestarían igual después de unos días en las montañas. Pero era preferible al menos empezar limpios. -Cécil, antes que digas que el tiempo apremia, el éxito o fracaso de la misión no va a cambiar por 30 minutos más que tarden en ducharse

-Bueno, el Intendente nos espera ¿cierto Cecil? Capitán- le dijo a Efraín – partimos cuando disponga- Lo de ser subordinada no le agradaba en lo absoluto, pero era cierto que, si querían mantener a raya a los nuevos y forzados acompañantes, había que tener una figura de autoridad. Efraín era el mejor candidato en este momento, por el tipo de misión, y no iba a menoscabar esa autoridad frente a los demás

Notas de juego

Ey Efraín..... Me parece que nos queda bien el juego de "Policia bueno", "policia malo" :P jajajajaja
 

Cargando editor
17/07/2020, 09:28
Laureena

El reencuentro entre Hamleen, alias Billy Banjo, y Efrain pasó desapercibido para todos.

Para todos… Menos para una persona.

La Leona Roja.

Custodiando la puerta de la celda con su rictus esculpido en hielo, su presencia se justificaba por el único objetivo de disuadir a los reclusos de cometer cualquier estupidez como, por ejemplo, intentar agredir a Ser Autumnshield.

De hecho, el abrazo entre Billy y Efrain fue interpretado por Laureena al inicio como un intento de estrangulamiento, lo que la hizo hacer amago de desenvainar su acero. Fue lo que vino después lo que la sumió en un bien disimulado desconcierto.

Aquellos dos se conocían, por extraño que pareciese.

Guardó silencio marcial, sin perder de vista a Billy a su salida.

Notas de juego

CHAAAAAN CHAN

;D

Cargando editor
17/07/2020, 09:29
Cécil Stedman

Al bajar las escaleras, Stedman reparó en la afilada mirada que le dedicó Comadreja. Una mirada de desprecio, de saber sentirse utilizada sin poder hacer nada para remediarlo.

“Ahora empiezas a entender, jovencita…” -, rió para sus adentros.

Cécil pareció satisfecho con el desenlace del interrogatorio con “número cinco”, pero nada comparado con el discurso intimidante y avasallador de Mikeala.

Alguna gente nace para liderar al vulgo. Es bien sabido”, pensó.

-Justo a tiempo, Ser Autumnshield. No tenemos tiempo que perder y aún debo reunirle con otros dos valiosos activos para su misión. Síganme, si son tan amables.

Dedicó una inexpresiva mirada a los presos. Nadie podía saber la oscura diversión que generaba en el autómata su siguiente orden.

-Guardias, ya han oído a la señora. Dúchenlos. A los cinco. No olviden emplear enjuague bucal sabor eucalipto con el roedor. Y al señor Banjo préstenle especial atención. Necesita un afeitado y un corte de pelo. Está en un estado francamente lamentable.

Aquella declaración pareció afectar sobre todo a Comadreja, su rostro congelado en una mueca de horror y vergüenza.

Cécil le dedicó un inclemente gesto de afirmación. No iba a tener piedad con ella.

-Sin privilegios, señorita Comadreja. Usted es una más en este, su grupo… Los Cinco del Patíbulo.

Mientras ascendía las escaleras acompañado por Mikeala, Cécil lució su risa favorita.

Modelo Dark & Gritty.

Notas de juego

FIN DEL CAPÍTULO II