Partida Rol por web

Sue aún estaba al teléfono con el periódico, en el momento de colgar fue cuando se produjo la tremenda explosión. Cae al suelo, golpeándose la cara y rapaspandose brazos y piernas contra el asfalto caliente. Le pitan los oídos le cuesta enfocar la vista y se siente un poco mareada. Cuando se levanta tiene un arañazo que sangra un poco en el pómulo derecho, pero con la desubicación ni siquiera se da cuenta. Agarra el teléfono móvil con más fuerza y, de rodillas mira a su alrededor, algo confusa:

-Bo...Bobby, ven campeón...ven vamos...¡Walter!-​​​​​​ Lo llama mientras se incorpora con la bandolera del portátil- agarra fuerte mi mano Bobby, no la sueltes ¿Vale?- dice mientras camina renqueante al maletero del coche donde tiene una pequeña mochila con las cosas justas para la acampadacampada. No soltaría a Bobby mientras que no viera aparecer a Walter.

Todos en pie. Desafortunadamente, todos los aparatos han quedado inservibles: móviles, cámaras y portátiles. Tan sólo linterna y el arma de Walter están en disposición de seguir usándose después del accidente y la explosión.

El humo negro llega a vosotros y os envuelve. El olor es indescriptible, hace que vomitéis en menos de un minuto y que no paréis de toser y escupir. Plástico, combustible, carne chamuscada, volvéis a vomitar una segunda vez todos y cada uno de vosotros.

Con todo el humo, primero: no se ve nada. Segundo: os vais a acabar asifixiando como no os mováis.

-¡NOS VAMOS! ¡TODO EL MUNDO FUERA DE LA CARRETERA!- grito, dejandome los pulmones.

Si veo a Bobby vacilar, le cojo en brazos y me lo llevo.

En cuanto gritó Walter, comprobando que mis compañeros estaban más o menos bien (a pesar de los golpes), eché a correr aun lado de la carretera, por donde el policía indicó. Asique, traté de coger mis pocas pertenecias que había llevado al encuentro scout y puse pies en polvorosa. ¡Venga Bobby, Sue! -les grité-. ¡Salgamos del asfalto! ¡Menudo Domingo!, ¡Vamos, vamos! -aquello pintaba peor que el primer día de campamento scout en Agosto: doscientos niños revoltosos y cuarenta grados a la sombra.

Sue agarra fuerte de la mano a Bobby y prácticamente lo arrastra hasta salir de la carretera y llegar donde está Walter.

El problema con el que os encontráis es que la mediana que separa ambos carriles, situada a vuestra izquierda es un muro de aproximadamente 1,40 m metros que hay que escalar. Muy complicado y por el otro lado de la autopista, hacia la derecha hay un terraplén que acaba en una valla de alambre más alta aún que la mediana. Tenéis complicado el huir hacia los lados.

Ahora al fondo entre el humo, veis siluetas de color oscuro que se van aclarando conforme salen de la nube, delante vuesta a poco más de cien metros, veis gente que viene corriendo en vuestra dirección. Corren de manera atropellada, empujándose unos a otros, tropezando, chocando contra todo, os recuerda a una manada de ñus de la sabana africana.

Miro al otro lado del muro a nuestra izquierda, para asegurarme de que es seguro pasar.

-Saltad, chicos. Yo subire a Bobby después. Coff hhhhfff- toso.

Les hago gestos de premura con las manos y agarro una mano del pequeño.

Corrí en la dirección que Walter señaló. Sue agarró a Bobby y lo llevó con Walter, que también lo agarró. Entonces traté de juntarme con ellos tras salir corriendo casi sin sentido. Seguro que el pequeño Scout no se enteraba de mucho, pero yo había visto películas al respecto, había leído comics sobre ello y hasta me había disfrazo en algún Halloween de... 

¡... Por todos los Santos! ¿Eso de ahí son... ZOMBIES? -No podía creer lo que estaba viendo. Era una gran coreografía grupal, el rodaje de una película o una situación tan escabrosa e irreal que parecía real... Era lo último y era bien real. Asi que, al igual que trataba de plantear el policía, traté de saltar el murete de la mediana una vez llegara a él. El primero fue Bobby. Venga Sue, ¡luego vas tú! ¡HAY QUE LARGARSE CUANTO ANTES DE AQUÍ! -entrelazó los dedos para que la mujer pudiera pisar las palmas de mis manos y su novio la empujara hacia arriba.

Bobby abre los ojos como platos al escuchar la palabra zombie. Su respiración se acelera todavía más, y mezclado con el horroroso humo casi irrespirable de goma y gasolina, empieza a costarle respirar.

Aunque siempre ha fingido que le gustan los zombies y las cosas de miedo, no es así. «Pero a Sarah Miller sí le gustan y ella es una chica. Si le gustan a una chica no me pueden dar miedo, a las chicas no les gustan las cosas de miedo», repite constantemente en su cabeza. 

Haciendo un esfuerzo, trata de trepar el muro como le ha enseñado Ian que debe treparse por la corteza de un árbol cuando hay que sobrevivir en el bosque. Ian sabe mucho, a Ian se le dan bien estas cosas. Me está mirando, tengo que hacerlo bien.

maldito Ian y sus gilipolleces...piensa Sue para sí mientras aúpa con las manos al pequeño Bobby y luego ella misma intenta trepar el muro tan rápido como puede. Si Walter le ofrece la mano, la cogerá sin dudarlo pero si no pues se las arregla sola sin problema.

-¡No digas tonterias! Eso no existe, solo estan asustados.

Apremio a todo el mundo a saltar haciendoles piecito antes de que el humo nos ahogue, y finalmente salto yo.

Ahora que Bobby esta a salvo deberia ayudar a los demás.

Os pegáis a la mediana para trepar al otro lado. En principio no deberíais tener problema en con cuidado saltar al otro lado, al margen de que os cuesta respirar, os duele la cabeza, no veis bien, no paráis de toser y tenéis el estómago como si hubiéseis estado en la noria a toda velocidad un par de horas...

El problema más inmediato es que la gente que viene corriendo hacia vosotros vienen como cabestros, huyendo de algo, van directos hacia vosotros y no parece que vayan a apartarse o cambiar de dirección, tenéis que esquivarles con cuidado u os llevarán por delante.

Sue tenía buenos reflejos y una buena dosis de suerte por lo que pudo esquivar a la muchedumbre que iba a arrollar la subiéndose de nuevo a la mediana para que la gente pasara por debajo de ella. Si podía trataría de ayudar a subir a quien pudiera.

​​​​​

Bobby está demasiado agobiado y es demasiado pequeño como para poder esquivar a tanta gente grande. Bastante tiene con que no le pisen, así que trata de alcanzar a Sue, que parece que está desenvolviéndose bien, pero con mucha dificultad. En una de estas, es arrollado por la multitud y cae al suelo de nuevo. Su cucu empieza a lastimarse, pero no es momento de llorar otra vez.

Noté que mis compañeros me miraban algo mal cuando puse en tensión su tranquilidad. ¿Zombies? Debía estar loco por haber pensado eso un instante. Entonces vi que un tumulto venía hacia nosotros, un terrible tumulto que ni con las mejores clases de un Scout podríamos sortear... ¿O tal vez sí? Entonces me arrolló la multitud al ver que también lo hacían en Bobby... "¡Bobby!" fue lo último que exclamé antes de ser pisoteado en la mediana. Traté de protegerme en el suelo como pude.

La gente viene corriendo como loca, haciendo aspavientos y gritando cosas sin sentido -¡ESTÁN VIVOS! HIJOS DE PUTAAAA LE HAN MORDIDO ¡ ME CAGO EN SU PUTA MADRE! ¡SALID DE AHÍ! - no tienen ningún respeto por nada ni por nadie. Es más, mientras Sue logra alzarse hasta lo alto de la mediana y evitar a la gente, los demás no tenéis tanta suerte.

El mejor parado es Walter, al que dan un golpe pero no logran tirar al suelo, la gente pasa a sus lados sin más. A Ian le tiran al suelo y se golpea contra la mediana, pero el pobre Bobby desaparece literamente entre la gente, es engullido por la gente que viene desquiciada.

Cuando la "manada" desaparece, milagrosamente, veis a Bobby acurrucado entre la mediana y uno de los coches del arcén,hecho un ovillo. Llorando de dolor y miedo pero al menos vivo y sin nada roto. Es un auténtico milagro.

A lo lejos ves que viene más gente, ves salir de la nube de humo negro por lo menos una veintena de personas: hombres y mujeres, pero deben venir heridos porque vienen tambaleándose, muy despacio. Tienen que estar en problemas. Deberíais ir a ayudarles... ¡Se van a asfixiar!

Justo tras levantarme, sin atender demasiado a mis heridas, comprendí que me debía a mi sentido Scout del socorro. No sabía muy bien qué estaba pasando, a qué venía toda esa locura. Miré hacia el punto de la mediana donde había desaparecido Bobby, entre la gente. Cuando ésta pasó, me levanté como pude y corrí hacia él. Estaba hecho un ovillo, pero estaba vivo. Aquel milagro era increíble. Una vez a su lado, traté de levantarle, cogiéndole en brazos.

¡Venga chaval! ¡Aún tenemos que salir de aquí! -le dije-. Atiende, despierta, tenemos que largarnos.

Entonces traté de devolverlo al punto donde estaba su hermano y Sue, ya arriba del muro.

-¡MALDITA SEA!- grito, furioso.

Corro hacia Bobby y ayudo a Ian a que Bobby pase al otro lado, con Sue. Una vez mi hermano ha pasado, le pongo las manos a Ian para que pueda saltar comodamente, y salto yo tambien.