Partida Rol por web

Una jabalina pasa cerca mia, por suerte, no le da a Yago, tense el arco mirando por donde había venido la jabalina, mire por toda la zona, sería dificil disparar contra algo que no se veia

- Quedaos atras, nos atacan desde las alturas- dije a los demás, si nos agrupabamos muy cerca los unos de los otros, seríamos un objetivo muy facil

Rápidamente hago Sarth hace caso a Tara y se retira un poco, dejando hueco a los guerreros

Ayur sujeta con fuerza su lanza, no le apetece ser el centro de los ataques enemigos.

Vankaard maldijo para sus adentros. Desde la distancia, no podía ayudar.

Sarth, ¿no posees ningún conjuro que pueda darnos cobertura para acercarnos? Si no, tendré que acercarme y exponerme al ataque

Sarth repasó rápidamente los conjuros memorizados...Ummm, lo siento pero no, necesito verlos para usar mis conjuros

Al ver que los atacan Quentin trata de ponerse a cubierto junto a una de las paredes de la cueva. si no lograban ver al enemigo era difícil poder hacer algo.

Zhirkan se abrio paso hasta lal inea del al frente, pero guardo distancia con Tara. Se agazapó tratando de ocultarse pegado a las rocas y miró al lugar de procedencia de la jabalina.

Entonces tomó el jarro de aceite que traia y le introdujo un trozo de tela que encendió y lo lanzó en dirección al punto de ataque enemigo, si fallaba al menos conseguiri iluminar la estancia.

Zhirkan falla al tratar de acertar con el aceite prendido pero al menos consigue que la zona quede algo más iluminada de lo que estaba ya. Ahora es más fácil ver a la criatura que les está atacando, parece un gran trasgo que está escondido tras un risco de la zona. Ayur, Vankaard y Yago se colocan en estado de defensa y Quentin sigue a Zhirkan al lugar de la cueva que les da más cobertura y se esconden allí.

Gracias a que Zhirkan ha logrado iluminar algo la zona, Tara consigue ver donde se esconde el trasgo, apunta con su arco y dispara una flecha que se clava en el costado de la víctima. La puntería ha sido extraordinaria y el daño ha tenido que ser bastante grave a juzgar por el grito de dolor que emite la criatura.

Por suerte, esta vez parece que vuestro enemigo no os ataca.

Es el momento pensó Vankaard al ver que el trasgo no atacaba.

Salió de donde estaba y se puso a correr, dirección al gran trasgo

¡Tara, Quentin! ¡Cubridme! soltó mientras se disponía a cargar contra el enemigo

Me alegraba de que mi punteria no me abandonase cuando más la necesitaba, cogi una nueva flecha y apunte hacia el trasgo, esperando que nuevamente mi puntería hiciese que acabase con la amenaza que tenía delante

- No useis hechizos, guardadlo para una ocasion mejor

Después de esas palabrar solte la cuerda del arco dejando que la flecha viajase hacia el trasgo

La estategia de Yago de poner separado de sus compañeros habia fallado porque el enemigo no habia atacado.  Asi pues, cargo contra el trasgo e intento noquearlo con una rafaga de golpes. No lo mateis, quiza pueda sernos útil.

sin perder tiempo Quentin sale de las sombras al ver que el trasgo ha quedado al descubierto, haciendo caso a Vankaard lanza un ataque para tratar de acabar con el enemigo.

Tengo que hacerme con un arco.- el mago se sentía inútil con su bastón en la mano.

Procuró esconderse hasta que pudieran entrar, no fuera que otra lanza de esa volara hasta su desprotegido cuerpo.

Aunque falló el tiro, al menos la iluminacion de las llamas les dio cierta ayuda. Vio como Vaankard se dirige a donde se encontraban los enemigos, y él hace lo mismo, pero con movimientos mas sigilosos y buscando cobertura.
Tenia su ballesta lista para enfrentar lo que se encontrará en el camino...

Ayur ataca con su lanza larga al trasgo hiriendolo justo entre los ojos.

Zhirkan aprovechó el momento que el trasgo estaba escondido y no atacaba para deslizarse con sigilo y tomar una posición adecuada para poder lanzar sus ataques furtivos con la ballesta. Cruzó la caverna y se escondió tras una roca, desde allí podría disparar sus virotes sin que fuesen conscientes de su presencia.

Vankaard gritó a sus compañeros para que le cubriesen y le sirviesen de protección en su ataque pero cuando apenas dio unos pasos tropezó con una de las piedras que había en el suelo y calló al suelo doblándose el tobillo. Por suerte no había sido nada grave.

Ayur finalmente fue el primero en acercarse a su enemigo, el primero en clavarle su lanza y en herirle con tanta gravedad que lo dejó inconsciente en el suelo.

Cuando cae vuestro enemigo una luz ilumina la caverna al fondo de esta y de allí podéis ver como cuatro trasgos entran por la puerta y atacan directamente a Ayur que sin darse cuenta se había colocado en primera línea de combate. 

El primer trasgo que se le acerca no es consciente del alcance de la lanza del sanador que con un hábil gesto le hace una herida mortal dejandolo inconsciente. Pero lo que no logra hacer ya es nada contra los otros tres trasgos que se le vienen encima. Uno de ellos golpea de manera brutal su cabeza y comienza a sangrar su boca de manera exagerada, el siguiente en entrar no le ataca pero el último lo vuelve a golpear dejándolo en un estado casi crítico.

Quentin sale de su escondite y lanza su explosión arcana, lo que pasa es que al esperar encontrarse con el gran trasgo ve que sus enemigos se han multiplicado que se pone tan nervioso que finalmente a quien hiere es a su compañero Ayur de tal manera que el pobre sanador cae al suelo inconsciente por los daños sufridos.

Yago al ver que su compañero Ayur cae al suelo sale corriendo para acabar con sus agresores pero logran esquivar su ataque.

Sarth por su parte se queda al margen de la lucha ya que se ve incapaz de poder hacer algo para colaborar, así que se esconde tras un saliente para que no puedan atacarle. 

El punto final del asalto lo pone Tara lanzando una de sus saetas que falla pues no quería golpear a su compañero el monje.

Sarth desde su escondite se dio cuenta que la situación había cambiado. Tanto la de sus enemigos, como la de sus compañeros, como la suya propia. Ante esto sí que podía echar una mano.

metió la mano en su saquillo de componentes y sacó lo necesario, una pizca de arena y unos pétalos de rosa, para realizar un conjuro que dejara a sus enemigos sumidos en el más profundo sueño

Recitó las palabras mágicas y esperó que el conjuro surtiera efecto

Yago tenia delante a 3 trasgos que habia derribado a su compañero. Tenia que conseguir que centrasen su atencion en él. Cerro los ojos un instante, se concentro y cuando volvió ha abrirlos una luz brillante salia de él. Las malvadas criaturas como vosotras no pueden tocarme. Soy un campeón del bien, derrotadme si podeis. Y dicho esto lanzó una ráfaga de golpes contra uno de los trasgos.

Ayur logra estabiolizar sus heridas, su esperanza esta en sus compañeros.

Desde su posicion ve como Ayuer es herido gravemente. Aunque su impulso inicial es salir a defender al sanador, decide seguir escondido para atacar con mayor ventaja...