Partida Rol por web

Aullidos en el Bosque de Velar

[03] Las Cavernas de la Catarata

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23/09/2021, 14:16
Galatea

«¿Entonces para qué preguntas?»

Berenice no dijo nada que no supieran o no se hubieran planteado ya con su primer discurso, aunque tampoco es que Galatea pensara culparla por lo de haberse adelantado; lo hecho, hecho estaba, y ninguno de ellos era perfecto allí.

Escuchó sin embargo la explicación que pedía Rya, aunque no desfrunció el ceño. Creía a la oráculo cuando decía que en su día se había enamorado de un buen hombre, pero discrepaba enormemente en cuanto a que siguiera siéndolo; no le había dado una sola razón para pensar tal cosa. Para Galatea era evidente que algo había cambiado para mal, pero no iba a resaltar lo obvio.

Lo que necesito saber no puedes decírmelo tú—terminó por suspirar.

Y aun le costaba digerir lo que había visto. ¿Qué clase de druida empleaba términos como "cacería" cuando se trataba de pelear? ¿Y qué llevaba a una dríada a convertirse en alguien como Cilantro? Aquellas criaturas no solían ser así... pero esta se había vuelto una manzana tan podrida como la que más. La sola idea le provocaba un regusto a hiel de lo más desagradable y a la vez la hacía sentir triste; las dríadas eran unas de las fatas mas hermosas del bosque, tan unidas a él que literalmente sus vidas estaban ligadas a la de un árbol.

Y por cierto, Aedelwulf no "despertó" a su "verdadero" nada—añadió haciendo un esfuerzo por ponerse de pie y seguir a Rya—. Contrajo la maldición.

Era un detalle relevante en algunas cosas, aunque lo que a ella más le extrañaba era que simplemente hubiera salido con su séquito de la cueva, aparentemente "dejando ahí" a Kazok. Era lo suficientemente raro como para hacerla desconfiar.

A diferencia de la paladina, a Galatea no le quedaban fuerzas ni en el cuerpo ni en el alma. Independientemente de no mostrarlo, sentía el corazón roto, no podía dejar de preocuparse por Felinal, y el no poder volver a por él sólo añadía más leña al iracundo fuego de la frustración. Pero al menos, aquel fuego también servía a veces para generar de las primeras fuerzas.

Asumo que Berenice se quedó con la dirección hacia la que los vio irse, aunque Galatea puede intentar rastrearlos también por si ayuda, que imagino que se ha podido quedar con el olor.

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23/09/2021, 18:38
Berenice

Le dio un abrazo a Rya antes de que se separase de ella, pero fue breve, porque de lo contrario se echaría a llorar, y no estaban para perder el tiempo con sensiblerías. Ya pensaría en todo lo sucedido cuando lograsen acabar con la amenaza del druida y sus infames seguidores.

-Gracias.

Se recompuso un poco el aspecto y la ropa, tenía las piernas llenas de sangre y la túnica mordisqueada.

-Si me dais unos minutos, rezaré las pocas plegarias que me quedan para que Selûne nos dé fuerzas.

Después, Berenice tomó la direcció en la que Aedelwulf y los suyos habían desaparecido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Empleo 10 minutos para llenar los huecos que me quedaban.

Nivel 3: (D) Adivinación, círculo mágico contra el mal, convicción en masa, hablar con los muertos
Nivel 2: (D) Detectar pensamientos, silencio, cerrar heridas (2), elation,  cerrar heridas
Nivel 1: (D) Faerie Fire, escudo de la fe, rayo de esperanza, sirviente invisible, escudo de la fe, rayo de esperanza
Nivel 0: Crear agua (2), Detectar magia (2), Luz

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24/09/2021, 10:54
Rya Shaleel-Balthus

El abrazo fue breve, pero Rya seesforzó por expresar con con el apretón el cariño que sentía por su amiga. Pensaba la hechicera que bastaba con sentir con fuerza una emoción para que esta se derramara por los poros de su cuerpo y envolviera a Berenice. Cómo pensar de otra forma, si ese era el fundamento de su magia. Emoción que brotaba de su corazón y sus tripas, tocaba la Divina Urdimbre y transformaba a ella y al mundo a su alrededor.

¿Maldición? preguntó, ya separada de Bere. Conocía bien poco sobre la naturaleza de Galatea y los licántropos, pero entendía que su amiga no estaba maldita por la licatropía, sino que era una licántropa. No es como tú, ¿no? ¿Es por eso que se comporta así? ¿Puede la maldición haberlo vuelto malvado?

Era inevitable preguntarse si la condición de Berenice era también fruto de una extraña aflicción. Mas qué aflicción podía ser tan maravillosa. La oráculo estaba imbuida hasta lo más hondo de la bendición de Selûne.

Al partir, Rya se encaramó a la grupa de Sésperis. Incluso por tierra, la dragonnel era más rápida que ella. Si querían acortar distancias, debían avanzar con toda la presteza de que fueran capaces.

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24/09/2021, 11:26
Berenice

Berenice se sintió un poco más reconfortada.

-Durante mi estancia con él, nunca se manifestó como un licántropo -declaró-. Si lo era antes, no lo sé. No hablamos de ello. Yo era una celestial por nacimiento propio, pero mi poder estaba latente. No sé el suyo. Cuando escapamos de ese lugar y aterrizamos en Cormanthor, a mí me crecieron las alas y él se transformó en lobo. Me atacó sin mediar palabra.

Se estremeció al recordarlo, le causaba mucha más tristeza que terror. Volvió a suspirar. Si Aedelwulf era un infectado, tendría sentido que fuese violento y malvado. O eso esperaba ella, desde luego.

-Pudo haberme matado en ese momento -comentó después de un silencio-. Sin embargo, no lo hizo. Huyó después de atacarme.

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24/09/2021, 17:44
Galatea

Galatea negó con la cabeza cuando Rya le preguntó.

No, no es como yo. Yo nací así, quienes contraen la maldición debido al mordisco de un licántropo son diferentes... entre otras cosas, más blandos: Áscalon no habría podido hacerle sangre por muy fuerte que le mordiese si hubiera sido un licántropo nacido.

El lobo ladeó la cabeza y movió suavemente la cola. No sabía si aquello había sido un cumplido pero que mencionaran sus esfuerzos por ayudar lo hacía sentir contento.

Cuando Berenice teorizó sobre la maldición, sin embargo, Galatea apretó los dientes imperceptiblemente. De por sí era reacia a hablar de cómo funcionaban los licántropos... y sabía que lo que tenía que decir al respecto no iba a gustarle, pero tampoco quería darle falsas esperanzas.

A diferencia de los nacidos que podemos hacerlo a voluntad y no perdemos el control, si eres un mordido las transformaciones pueden desatarse solas y son difíciles de controlar—dijo—. La primera noche de... luna llena se les desata la primera sí o sí. Algunos pueden mantener su identidad cuando esto sucede, otros no y actúan por instinto sin recordar nada de lo que hacen después. Por lo que dices parece que Aedelwulf fue de los primeros y por eso salió corriendo en lugar de matarte. Ya lo habéis visto: él es bien consciente de sus actos.

Se cruzó de brazos.

La cosa... es que no es lo mismo un licántropo de Sêlune que uno de Malar—masculló aplanando las orejas hacia atrás con desagrado al mencionar al Cazador Salvaje—. Selûne respeta tu libre albedrío, pero Malar ejerce una influencia maligna sobre quienes son mordidos por sus licántropos; si estos sucumben a la bestia, que es justo lo que le ha pasado a Aedelwulf, serán malvados para siempre. 

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24/09/2021, 20:56
Rya Shaleel-Balthus

Pero... lo que sucedió en Cormanthor, ¿no fue obra de Selûne? preguntó Rya, consternada. Cómo pudo arrebatarle Malar a Aedelwulf.

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24/09/2021, 21:35
Berenice

Berenice se estaba desesperando por momento, no tenía argumentos sobre los que sostener su teoría, más que sus propios sentimientos y emociones puestos de manifiesto. Tragó saliva.

-No puedo saber si lo que sucedió en Cormanthor fue por obra y gracia de Selûne. En mi caso personal sí lo fue, mi madre estaba encerrada allí y la rescatamos. Si Aedelwulf era un villano antes de que yo le conociera, tampoco puedo saberlo, pero... si eso es posible... -se le quebró la voz, angustiada-. Siempre he creído que perdió el control sobre su transformación al salir del plano y me atacó, pero después se dio cuenta de lo que iba a hacer y me dejo vivir. Y huyó. Y desde entonces no me ha buscado por vergüenza. Sé que es un pensamiento demasiado romántico e infantil y no tengo más teorías que esa. Si es malvado no sé qué voy a hacer al respecto... Pero no puede serlo, Selûne me lo habría advertido de alguna manera -hizo una pausa-. ¿No?

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24/09/2021, 23:31
Galatea

Selûne puede señalarnos el camino de vez en cuando pero no puede vivir nuestra vida por nosotros, Bere. A mí tampoco me avisó de... —tensó el músculo de la mandíbula. No, no quería hablar de aquello otra vez. Y le estaba costando mucho ser amable y contener la tormenta que se desataba en su interior al mismo tiempo... pero no quería desatar su rabia contra sus compañeros. Dejó ir el aire—. Lo mejor es que dejemos de suponer y empecemos a averiguar cosas. De lo contrario no llegaremos a ninguna parte. Puedo intentar seguir el rastro de los mercenarios, pero cuanto más dejemos que se enfríe, peor será.

Si la masacre del Círculo de los Cedros fuera la única desgracia de la que Selûne no la había avisado... pero su amor por la madre luna no había mermado nunca, y no iba a hacerlo ahora. La diosa no siempre podía evitar que se hiciera daño al tropezar y caerse, pero siempre estaba a su lado para ayudarla a levantarse.

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25/09/2021, 14:12
Rya Shaleel-Balthus

Vayamos entonces, dijo Rya, acariciando el cuello de Sésperis para indicarle que siguiera a Berenice, sin más demora.

Cuando estuvo a la altura de la sacerdotisa, se inclinó en la grupa para hablarle: Haré todo lo que esté en mis manos para salvaguardar la vida de Aedelwulf, dijo. Pero debes preparar el espíritu para lo que pueda pasar, pues acabar con este mal es prioritario.

Rya se lanza falsa vida del bastón rúnica. Tiene 19 pg temporales durante 9 horas.

- Tiradas (1)
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26/09/2021, 10:56
Savinian

Savinian, por lo general parlanchín y risueño, se había mantenido en un silencio circunspecto. No dejaba de darle vueltas a la cabeza a lo que acababa de suceder en las Cavernas de la Catarata, pensando si podía haber hecho las cosas de otro modo para asegurar la victoria. Todas sus amigas habían resultado heridas en la contienda, y Kora había estado a punto de morir. Él, que había resultado ileso, se sentía en cierto modo avergonzado de ello. Asistió a la conversación con un gesto grave, asintiendo con la cabeza de tanto en cuanto, y cuando decidisteis poneros de nuevo en marcha se colocó para caminar junto a Berenice. Le dio un suave apretón en el hombro: el drow siempre buscaba el contacto físico en momentos tristes como aquel.

Eilistraee nos enseña que hay esperanza incluso en nuestras horas más oscuras —dijo el mago, que no solía hablar tan seriamente acerca de su fe en la Señora del Baile muy a menudo—. Fíjate si ha guiado a los drow por el camino de la redención, y no es que sea un pueblo al que le quede mucho que pueda redimirse. Aunque Malar haya manchado su alma aún puede curarse, y redimirse cuando se haya curado. No pierdas la fe.

Ensayó una sonrisa deslustrada antes de avanzar y ponerse a la altura de Rya. La armadura luminosa de la paladina era tan reluciente que era incapaz de mirarla incluso con sus anteojos oscuros.

Ten cuidado si las cosas se ponen feas, ¿vale? No voy a poder parar a Aedelwulf esta vez. Me he quedado seco de conjuros ahí dentro.

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26/09/2021, 10:56
Troll de la Chatarra

Berenice pronto descubrió que no era nada fácil orientarse en un bosque. Anduvieron durante más de una hora en la dirección que ella pensaba que habían tomado los mercenarios, pero a Galatea no le llegaba el olor de Adelwulf. Estuvieron a punto de cejar en su empeño, parar para comer y retomar la búsqueda más tarde cuando, súbitamente Galatea captó un hedor que le hizo arrugar la trufa.

La maleza se agitó delante de los Escudos de la Rastra, ¡y de ella emergieron cuatro trolls! Iban pertrechados con piezas de metal sucias, pertenecientes a una docena de armaduras distintas. A sus espaldas cargaban grandes montones de chatarra, unidas con cuerdas y cosas por el estilo. Todos ellos iban armados con garrotes de madera con clavos oxidados.

Los trolls se sorprendieron tanto de veros como vosotros y detuvieron la conversación que estaban teniendo. Uno de ellos dirigió un cabeceo en vuestra dirección y os soltó una parrafada en un idioma que ninguna de vosotras entendía. Al menos no os habían atacado inmediatamente…

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26/09/2021, 15:51
Rya Shaleel-Balthus

Al notar la incomodidad de Savinian, Rya se dio cuenta de que su armadura santificada seguía descubierta. Desplegó la capa y se envolvió en ella, amortiguando el hiriente resplandor del conjuro.

Lo tendré, respondió. De nada sirvo a Mi Señora y a la Rastra si entrego la vida. Si entrego la vida antes de liberar el Bosque de Velar, se dijo. Sacrificarse para purgar el mal de Kazok era digno, aunque haría todo lo posible para salir con vida y seguir sirviendo, y para abrazar de nuevo a Morann. Para que todas siguieran vivas, y volvieran a aventurarse y deshacer los males que se enseñoreaban con los Valles.

La infructuosa búsqueda estaba acabando con la paciencia de Rya. No había pasado mucho tiempo ni se habían alejado tanto como para que les llevaran una ventaja que no pudieran deshacer en unas horas. Sin embargo, ni siquiera los poderosos olfatos de Gala y Áscalon encontraban el rastro de Aedelwulf y los mercenarios. Si tenían que detenerse, propondría seguir la búsqueda desde el aire, aunque tuvieran que dejar atrás a la mitad de sus compañeros. Era eso, o arriesgarse a perder el rastro.

El encontronazo con los monstruos fue tan repentino que no espoleó a Sésperis para que cargara. Y una vez el líder habló, aunque no pudieran entenderle, era demasiado tarde. No había conocido troll que no fuera un vil depredador, pero incluso ellos merecían el beneficio de la duda.

¿Hablas la lengua franca? preguntó. O cualquier lengua que podamos entender.

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28/09/2021, 10:12
Galatea

Galatea estaba de un humor terrible, y cuanto más oía, de peor humor se ponía. O esa sensación le daba porque ni si quiera tenía claro si estaba furiosa o triste; probablemente ambas cosas.

De pronto parecía que Aedelwulf había pasado de ser cómplice del mal que asolaba Velar, de los ataques a Velarburgo, y la mano ejecutora de una matanza contra el Círculo de los Cedros (y posiblemente contra la única familia que le quedaba) a alguien a quien salvar porque podía redimirse. Y porque Berenice lo conocía, que estaba bastante segura de que, de no ser así, a nadie se le habría ni pasado por la cabeza.

Es más, había una recóndita pequeña parte de ella, la más emocional, que se sentía algo traicionada. Y a menos que Aedelwulf tuviera el poder de volver atrás en el tiempo, resucitar a los muertos, y restaurar lo arrebatado, la única "redención" de la que quería oír hablar era de la que terminaba su vil cabeza rodando por el suelo. Pero esa pequeña parte se peleaba con otra, más racional, que entendía e intentaba por todos los medios ponerse en el lugar de la oráculo, solo que hasta ahora la pelea estaba siendo un bucle eterno en el que ninguna conseguía imponerse a la otra.

No quería hablar. No quería decir nada porque sabía que sólo empeoraría las cosas, o le haría daño a alguien. Claro que guardándolo a quien hacía daño era a si misma, pero tampoco es que tuviera más opciones que esas dos. Simplemente no sabía que hacer con aquella vorágine interior. Y que la búsqueda estuviera resultando infructuosa sólo añadía más leña al fuego; llevaba un buen rato caminando con las orejas perennemente planas hacia atrás.

Al menos hasta que la oleada de hedor abofeteó su fino sentido del olfato y la hizo hasta soltar algo a medio camino entre un resoplido y un estornudo por la nariz. 

Por supuesto, estaban en Velar, no podían encontrarse un grupo conejitos esponjosos saltando por la hierba, tenían que ser trolls. Bueno, trolls... ¿chatarreros? Era la primera vez que veía tal cosa.

No tenía nada bueno decir así que no lo hizo y esperó con no muchas esperanzas de éxito el resultado de la pregunta de Rya. Por una parte se aliviaba de que la primera reacción no hubiera sido que cargasen contra ellos, era toda una novedad, pero a la vez no hacía menos extraña la situación, así que se mantuvo alerta.

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30/09/2021, 09:41
Berenice

Berenice agradeció los ánimos de Savinian. En el fondo tenía esperanza de que Aedelwulf hubiese cometido un terrible error, pero sabía que era un pensamiento infantil. La Berenice de hace unos años había vivido con él y sabía lo maravilloso que podía ser, eso no podía cambiar. Se aferraba a un recuerdo del pasado, un recuerdo emborronado por las distorsiones de un plano que no era el suyo, lleno de magia que probablemente los había convertido a los dos en personas diferentes. Puede que ella misma no se hubiese comportado como lo haría de forma normal, o que su caracter fuese opuesto al de ahora. ¿Cómo podía saber si en vez de una muchacha enamorada no había sido una pelandrusca con Aedelwulf? Prefería bloquear ese pensamiento.

La frustración fue haciendo mella en el ánimo de la celestial. Estaba convencida de la dirección por la que se habían marchado los mercenarios, pero no aparecían por ningún sitio. La llegada de los trolls fue tan sorprendente para ellos como para los propios trolls. Berenice retrocedió un poco y luego se asomó por un lado de Rya para ver lo que las bestias estaban arrastrando. ¿Desde cuando los trolls hacían esas cosas?

-Jolín, no puedo entender lo que dicen -murmuró, aún más frustrada-. Ah, un momento.

De su mochila extrajo un estuche con forma ciliíndrica y lo abrió, rebuscando entre los pergaminos que guardaba hasta dar con uno.

-Bien, tengo un pergamino que me permite entender lo que dicen. Pero ellos no me van a entender a mí -gimió y se aclaró la voz-. Y además, los tengo que tocar. ¿Creéis que me dejaran acercarme?

Berenice sacó el pergamino, susurró una letanía y el pergamino se consumió. Después se aproximó poco a poco a los trolls. Antes de hacerlo, de la mochila sacó todas las cosas que se habían quedado alguna vez al fondo y que nunca recordaba que estaban, como horquillas dobladas para el cabello, la hebilla rota de un cinturón antiguo o el corcho de una poción que ya había utilizado con anterioridad. Lo juntó todo en un montón y se lo ofreció al troll como regalo. Seguramente se lo tiraría a la cara porque no valía de nada, y el garrote de Rya era mucho más interesante que todo eso.

-(Enano) Hola, soy Berenice -levantó la mano y señaló el brazo del troll, luego puso la mano sobre su propio brazo para indicarle que quería tocarle y que no sucedería nada-. (Enano) ¿Puedo tocar? Entenderte así...

Tenía el idioma un poco desentrenado.

Notas de juego

Elijo 10 en Saber, naturaleza, para un total de 16. Son trolls...

Elijo 10 en persuasión, para un total de 18, para ser amistosa con los trolls y que me dejen tocarle la mano para entenderle.

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30/09/2021, 11:38
Troll de la Chatarra

Los trolls dejaron que Berenice se acercara a ellos con la tranquilidad del que deja que un gatito se acerque, y se asomaron a ver lo que les ofrecía Berenice. Uno de ellos cogió la hebilla del cinturón, escupió en ella y la frotó en sus manos para limpiarla. La observó en gesto crítico y se la devolvió a Berenice. La miraron de forma rara, sin entender ni una palabra de lo que la sacerdotisa les decía, pero el troll dejó que le tocaran. 

Ni corto ni perezoso, el troll cogió a Berenice de un pellizco de su túnica, por la espalda, y la alzó en volandas para examinarla de cerca. La olfateó con su nariz larga y ganchuda.

(Gigante) Huele bien —declaró en un comentario coloquial—. (Gigante) Yo creo que debe tener muchas cosas bonitas1 en la mochila.

(Gigante) ¿Tú has visto la mierda que nos ha enseñado? —le preguntó un segundo.

(Gigante) Pero tienen toda la pinta de aventureros —terció otro, señalando a Rya—. (Gigante) Seguro que tienen más cosas. Si no quieren comerciar, siempre podemos robárselas y comérnoslos. Hoy solo he comido un jabalí.

(Gigante) Nada de pelear con aventureros —se negó en rotundo el que había hablado primero—. (Gigante) Eso nunca termina bien.

El troll dio la vuelta a Berenice y metió la mano en su mochila.

1: la palabra bonito no existe en el idioma de los gigantes. Ha sido una traducción liberal de un servidor.

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01/10/2021, 11:08
Rya Shaleel-Balthus

Aunque no entendía ni una palabra de lo que decían los trolls, ni Berenice, desde que explicó la utilidad del pergamino, Rya se envaró cuando el troll agarró a su amiga y la levantó en el aire. Mas Berenice necesitaba tocarle para comprenderle, y la forma de comportarse de los trolls no era hostil, así que la paladina no se movió hasta que la manaza del troll desapareció en la mochila de la celestial.

De dos zancadas, Rya estaba frente al monstruo, cara a torso, y le agarraba la muñeca, hasta donde se lo permitía la envergadura de su mano.

Ni se te ocurra, dijo, clavando la mirada en pos ojos del troll, sin un ápice de miedo o duda. 

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01/10/2021, 18:07
Berenice

-No, ¡parad! ¿Qué hacéis? -protestó la oráculo de Selûne zarandeando las piernas en el aire. Al cabo de un rato, desistió y se quedó colgando de la mano del troll. Soltó un bufido y un mechó de su pelo se elevó. Levantó las manos para calmar a sus compañeros-. Dicen que a lo mejor tenemos algo para negociar con ellos porque tenemos aspecto de aventureros -dijo, traduciendo la conversación del troll-. Pero otro dice que nos comerá  si no lo hacemos. Y ese de ahí dice que no quiere pelear con aventureros porque la cosa siempre termina mal.

Se encogió de hombros.

-No puedo negociar porque no sé hablar vuestro idioma -protestó, enfurruñada, cruzándose de brazos-. No sé como hacerme entender con ellos. ¿Alguno de vosotros tiene dinero? A lo mejor les vale con unas cuantas monedas, vete a saber lo que para ellos es mucho o poco, pero bueno, por intentarlo. ¡No toques eso! -le dijo al troll cuando le metió la mano en la mochila y trató de girar para apartarle la mano, sin demasiado éxito-. ¡Son mis cosas! Si quieres algo lo pides por favor. ¿Sabéis hablar algo más que no sea eso? (infracomún) ¿Me entendéis con esto? (Élfico) ¿Y así? (Dracónico) Dudo que sepáis lo que estoy diciendo.

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03/10/2021, 14:26
Galatea

¿Para qué quieres negociar ahora con ellos y el qué?—preguntó Galatea intentando disimular diplomáticamente el ribete de fastidio—. Si perdemos más el tiempo terminará de ser imposible dar con el rastro.

«Suponiendo que no lo hayamos perdido ya»

A decir verdad, era justo lo que pensaba. Pero decirlo en voz alta sólo la frustraba más; no tenía ni idea de cómo era posible que simplemente parecieran haberse esfumado de la faz de Faerûn hasta el punto de que no pudiera captarlos con su fino olfato. A menos que Berenice se hubiera equivocado señalando la dirección pero no era de la opinión de que su amiga fuera tan torpe.

Cogió aire intentando apartar de un empujón la desalentadora sensación de que nada había salido bien desde que habían pisado aquella cueva. Intelectualmente sabía que era un escollo innecesario que no la dejaba pensar con claridad, pero emocionalmente no es como si nadie pudiera decidir cómo sentirse.

«Como un estanque... » repitió en su interior las palabras que tantas veces le había oído a Ornthalas y que tanto le habían servido tantas veces «Como un junco»

Oh, ¡como echaba de menos su vasta sabiduría en aquel momento! El anciano era casi clarividente, como una rama nudosa, fuerte, y segura. A su lado ella se sentía como un pequeño brotecito verde del gran Roble que era Sylvanus.

Dejó ir el aire alzando los hombros y volviéndolos a dejar caer.

¿Conocéis alguno algún conjuro que nos permitiera localizar a Aedelwulf?—preguntó volviéndose hacia los demás—. Es decir, entiendo que quizá no pueda lanzarse ahora, pero a este paso será lo único que nos pueda ayudar.

Volvió a mirar a Berenice que seguía jugando (involuntariamente) con los trolls, muy a pesar de la oráculo.

Les diría que si han visto por ahí a un grupo de mercenarios drow y humanos, tienen un montón de armaduras bonitas de esas que parece gustarles coleccionar. Y que podrían quedárselas después de aporrearlos un rato. Pero el caso es que no podemos decírselo porque no nos entienden—dijo—. Me conformo con que no se pongan agresivos.

Si una de las partes no entendía no había comunicación posible, y ni si quieran contaban con alguna palabra de referencia en... en lo que sea que estuvieran hablando aquellas criaturas. La aliviaba un poco que uno pareciera pensar que no era recomendable pelearse con aventureros. De hecho, ella pensaba lo mismo. Y no estaba por la labor ni de humor para tener que lidiar ahora con trolls; no resultaban seres precisamente amenos con los que pelearse.

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03/10/2021, 16:50
Savinian

Savinian negó con la cabeza.

Conozco varios conjuros de adivinación, pero ninguno que sirva para encontrar a Aedelwulf —le dijo a Galatea antes de señalar a Berenice con la cabeza—. Pero seguro que nuestro angelito sí tiene algo que pueda servirnos. Ella es una profetisa, ¿no?

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03/10/2021, 16:52
Troll de la Chatarra

(Gigante) ¡Ah, un lobo que habla!

Los trolls se rieron.

(Gigante) Pero mira que eres tonto, Grósnath. Anda que no hemos visto licántropos de estos por el bosque.

—(Gigante) Mira la enana esta qué huevos tiene —dijo uno de ellos señalando a Rya.

— (Gigante) No es una enana, ¿no ves que no tiene barba? Pero mirad qué garrote más majo tiene. Me pregunto si lo querrá cambiar por algo que tengamos.

— (Gigante) Era una forma de hablar, idiota. Yo no confiaría en que te entendieran, no parecen muy listos.

El troll dejó a Berenice en el suelo y señaló el garrote de Rya y a sí mismo. Después señaló el montón de basura que llevaba a la espalda, el suyo y el de sus compañeros y señaló a la paladina. Se encogió de hombros y ensayó una sonrisa llena de dientes afilados y llenos de sarro.