Partida Rol por web

Aullidos en el Bosque de Velar

[02] Las Piedras Ensangrentadas

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13/05/2021, 10:39
Felinal

Felinal te dijo que conocían el territorio de caza de un dragón, en el corazón del bosque, pero que él y su amigo lo eludían.

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13/05/2021, 14:44
Galatea

El lobo emitió un aullido suave y una serie de gruñidos como respuesta a la pregunta de Galatea.

Dice que conocen el territorio de caza de un dragón, en el corazón del bosque, pero que él y su compañero lo eludían.

Se cruzó de brazos frunciendo el ceño con gesto pensativo.

Antes de que lo preguntéis: Sí, ese río está en el corazón del bosque. Coincide.

El cómo demonios aquellos tipos, fueran quienes fueran, habían logrado ubicar su guarida en el territorio de un dragón se le escapaba. ¿Tenían algo para eludirlo? O peor aun ¿no lo necesitaban? Si el dragón resultaba ser un guardián... ¿quién demonios era aquella gente? Los únicos dragones que custodiasen cosas ajenas a su propio tesoro de los que ella supiese custodiaban templos enteros.

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13/05/2021, 17:29
Rya Shaleel-Balthus

Tenemos que ir, dijo Rya. No podían dejar un crimen semejante sin castigo, ni permitir que esos rufianes siguieran cometiendo fechorías a placer, ni dejar el Bosque de Velar a merced de fuerzas malignas. Si Selune puede guiarnos hasta la caverna sin alertar al dragón, pregúntale, por favor. Si no puede ser, tendremos que prepararnos esta noche para lo que pueda venir mañana.

Nadie dijo jamás que la vida de aventurero fuese segura. Rya no quería ver caer a más compañeros, y desde luego, tampoco quería morir. Pero había consagrado su magia, sus armas y su propia vida al servicio de unos ideales irrenunciables.

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13/05/2021, 22:54
Berenice

Berenice asintió con lentitud mientras reflexionaba sobre los acontecimientos.

-Está bien, le preguntaré a Selûne de qué manera podemos entrar en la guardia y evitar al dragón.

Aunque estaba familiarizada con los augurios y las profecias, no solía realizar rituales adivinatorios, pues eran dones que había recibido hacía relativamente poco tiempo. En las escrituras sagradas del clero de la Dama de Plata se exponían diversas maneras de realizar los sagrados rituales para la comunión con la diosa, de modo que Berenice los había aprendido, pero sería la primera vez que lo hiciese para sus compañeros.

De la mochila sacó un frasco de incienso, un cuenco, dos pequeñas jarras y una ramita de yesca. Se despojó de la armadura y casi todas las protecciones hasta quedar únicamente vestida con la fina túnica que usaba debajo de todo, haciendo caso omiso del frío nocturno que le erizó la piel de inmediato.

Se quitó también cualquier joya que llevase encima y se descalzó. Buscó un hueco entre los árboles por los que un rayo de luna se filtraba sobre la hierba, donde tuviera espacio para moverse. Depositó el cuenco en el suelo y abrió el frasco de incienso, que prendió con la ramita yesquera. El intenso aroma impregnó el aire, momento en el cual, Berenice comenzó a recitar las palabras sagradas, mientras en el cuenco vertía el contenido de las jarras. Primero llenó el cuenco de leche, le dio vueltas, bebió un sorbo y lo alzó al cielo para que los rayos lunares lo bañaran, mientras recitaba las palabras.

-Busco la guía de las siete estrellas, oh, Dama de Plata, Luna Resplandeciente. Buscamos tu consejo y tu sabiduria. Brilla, dulce Luna, sobre todos nosotros. Brilla, intensa Luna, sobre tus hijos más devotos. Un dragón acecha, nuestra meta es peligrosa, Señora, ¿cuál es tu advertencia? ¿Cómo podemos llegar hasta nuestro objetivo, la guarida de los siervos del mal que han profanado Velar, y a su vez evitar a la Gran Sierpe que merodea por el corazón de este bosque?

Berenice sintió entonces el calor en el cuenco, la luna había calentado la leche. Bebió un sorbo y después lo dejó caer sobre su frente, derramando la leche por su rostro, sus hombros y su pecho, que se deslizó cálida por toda su piel. En ese momento, sus ojos refulgieron plateados cuando entró en trance. El corazón comenzó a latirle con fuerza, dejó de escuchar los sonidos del bosque, sus entrañas entraron en calor y sintió la llamada de la diosa dentro de su ser. Estaba lista para recibir la respuesta de Selune.

Sin embargo, ésta no llegó. Cuando se dio cuenta de que su ritual había fracasado, no pudo evitar una oleada de tristeza y aunque trató de impedirlo, las lágrimas empezaron a brotar. Se llevó las manos a los labios y trató de ahogar el llanto, pero con todo lo que había pasado, el torrente de emociones se desbordó. Sus alas se plegaron y, arrodillada como estaba, comenzó a hipar y a estremecerse.

-Lo siento -fue lo único que pudo decir.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gasto 1 expulsión para aumentar mi NL con una prueba de expulsión. +10 (5 Car, +3 especial, +2 por rangos en saber (religión)). Total 18, +2 a mi NL.

Prueba de Adivinación: 70 + 6 NL + 2 NL poder de conjuro divino +2 NL dominio oráculo + 1 NL dominio saber = 81%

Expulsiones diarias: 14/15

Fallo.

Nivel 3: (D) Adivinación, círculo mágico contra el mal, convicción en masa, hablar con los muertos
Nivel 2: (D) espacio, silencio, cerrar heridas (2), elation, *espacio
Nivel 1: (D) Faerie Fire, escudo de la fe, rayo de esperanza, sirviente invisible, *espacio, *espacio
Nivel 0: Crear agua (2), Detectar magia (2), Luz

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14/05/2021, 07:58
Savinian

Savinian siempre ofrecía un hombro en el que llorar a sus amigas, y esta no fue una excepción. El drow se adelantó y se arrodilló junto a Berenice.

Enjuga tu llanto, angelito, ya se han derramado suficientes lágrimas hoy aquí —le dijo a la celestial—. Las artes de la adivinación son las más inexactas de las artes mágicas. Lo sé, he dedicado buena parte de mi vida a su estudio. A veces ese tipo de conjuros falla, sin nada que podamos hacer para evitarlo. Eso no menoscaba tu habilidad como lanzadora, ni tu vínculo con Selûne.

Savinian la estrechó por los hombros, le regaló una sonrisa y se levantó ofreciéndole una mano para que hiciera lo propio.

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14/05/2021, 16:57
Rya Shaleel-Balthus

Rya observó con fascinación cómo Berenice preparaba el ritual. Como había tenido ocasión de comprobar a menudo, su comunión con Mystra tenía bien poco que ver con la de una sacerdotisa, sin importar a qué deidad sirviera. Rya oraba cada día, como le habían inculcado cuando era una aprendiza en la orden, y pagaba diezmo en el templo, que bien lo necesitaba Llewan en aquella tierra de escépticos irredentos, pero era con la magia que chisporroteaba en sus dedos y corría por el interior de su cuerpo como un torrente encabritado, y con la fuerza de sus brazos, con lo que expresaba su devoción.

Contemplaba el ritual en silencio, con los ojos muy abiertos, hasta que Berenice se derramó la leche caliente sobre la frente y, al descender por su piel, empapó la fina túnica de la sacerdotisa la fina túnica, haciendo que se quedara pegada a sus pechos, casi invisible. Rya recordó la chanza sobre sacerdotisas bailando desnudas bajo la luz de la luna y se estremeció. Por un instante, se le cortó la respiración y un rubor ardiente le pintó las mejillas. Trató de tragar saliva, pero se quedó atorada en su garganta. Bebió un sorbo de agua de su odre, tragando más aire que agua, y estuvo a punto de atragantarse. Avergonzada, se alejó del pequeño claro conteniendo la tos para no perturbar la oración de la celestial.

Regresó unos minutos más tarde, para encontrar a Berenice llorando y a Savinian consolándola. Puede que Rya no fuera la más inteligente de las servidoras de Mystra, o que no hubiera estudiado las artes adivinatorias como el elfo oscuro, pero no le hacía falta para imaginar lo que había sucedido.

Somos fuertes aventureras, Bere, dijo. Se acercó a la sacerdotisa y le tendió un pañuelo para que se secara las lágrimas. Selûne puede ver todo desde ahí arriba, pero Faerûn es un lugar más enorme de lo que podemos entender. Hay muchos otros que necesitan su favor esta noche más que nosotras.

Al día siguiente, tendrían que extremar las precauciones para evitar toparse con ese dragón a toda costa. Y prepararse por si no era suficiente.

Iros a dormir. Sésperis y yo podemos hacer la primera guardia.

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15/05/2021, 18:02
Berenice

Berenice agradeció las palabras de Savinian y aceptó su mano para ponerse en pie. Había sido un fracaso absoluto, todo el esfuerzo que había puesto por ser de utilidad en esa situación y no estaban más orientados que al principio. Luego aceptó el pañuelo de Rya y lloró un poco más, lamentando estar dando un espectáculo, lagrimeando como si fuese una chiquilla. En parte seguía sintiéndose así, desorientada cuando no le salían las cosas o cuando perdía la guía de Selûne.

-Gracias -dijo tras beber un poco de agua-. No he conseguido ver nada sobre ese dragón, lo lamento.

En silencio, recogió los ingredientes del ritual y los guardó en la mochila. Se lavó un poco la cara y el cuerpo con el agua de su cantimplora para no tener leche pegajosa por todas partes, se limpió la túnica y, finalmente, volvió a ponerse el resto de la ropa, depositando la armadura junto a su petate.

-Gracias, Rya. Despiértame después y haré la segunda ronda.

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16/05/2021, 13:29
Galatea

Áscalon se acercó a Berenice y se puso a lamerle una mejilla aunque no quedó muy claro si era por limpiar la leche o las lágrimas para animarla. Probablemente por ambas cosas porque tras unos segundos de lametones se la quedó mirando moviendo la cola como quien pregunta "¿Lo he arreglado?".

Galatea por su parte negó con la cabeza e hizo un ligero gesto de restarle importancia al asunto con la mano. Era un fallo desafortunado pero no era culpa de ella a fin de cuentas. ¿De qué la iba a culpar?

Savi... —dijo con tono pensativo, aunque entonces añadió:—. Rya, ¿qué sabéis sobre dragones?

Se mordió el labio inferior disimuladamente con una mezcla de fastidio y preocupación. Ella sabía de dragones... la parte que no tenía que ver con la hostilidad de los dragones. Nunca había sentido la necesidad de preguntar aquello. Lo que sí tenía claro era que se trataban de unas criaturas formidables y no quería ver cómo se extrapolaba aquello al combate.

Quería hacer pagar a los desgraciados que habían masacrado el Círculo pero no quería poner en peligro a todo el mundo. Tenía que haber algún modo de lidiar con aquello.

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17/05/2021, 12:47
Rya Shaleel-Balthus

Son lagartos enormes, con alas, muy viejos y muy poderosos, dijo Rya, encogiéndose de hombre. ¿Era necesario saber más?

- Tiradas (1)
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18/05/2021, 08:25
Savinian

—Rya ha cubierto admirablemente las bases, así que yo solo desarrollaré los detalles —carraspeó diplomáticamente el drow—. Si nos enfrentamos a un dragón verde es conveniente ir protegidos contra el ácido, puesto que su aliento es un gas corrosivo muy peligroso. También es inmune al ácido, así que no contéis con que mi ataque habitual le haga daño alguno. Debemos tener cuidado de no enfrentarnos a él bajo el agua, pues puede respirar tan bien como en el aire.

Savinian se encogió de hombros.

—¿Me dejo algo, Kora?

- Tiradas (1)
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21/05/2021, 23:48
Kora "Silver Melody"

-Mmm...

La muchacha se quedó pensativa, lo que sabía de dragones eran cuentos, historias, mitos y leyendas.

-Poco más de lo que has dicho ya, Savi. Me pareció oír escuchar una vez a un mago en Puerta de Baldur que dijo que a los dragones verdes más viejos les afectan menos las armas mundanas. Pero ya está.

Se encogió de hombros.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Saber (arcano) 28.

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21/05/2021, 23:52
Berenice

-Será mejor que vayamos a dormir -sugirió Berenice. Todavía tenía los ojos y la nariz enrojecidos por el llanto, pero se había desahogado y estaba más calmada. Seguía sintiéndose apenada por no haber podido ayudar más-. Tenemos que estar descansados, sea lo que sea que haya en la guarida que buscamos, vamos a enfrentarnos a algo poderoso.

Pensó en decir que podía volver a pedirle consejo y guía a Selûne, pero tras el fracaso de su conjuro, no estaba segura de volver a intentarlo tan pronto.

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22/05/2021, 16:32
Rya Shaleel-Balthus

Mientras los demás se iban a dormir, Rya buscó un buen árbol en el que apoyar la espalda. No quería sentarse; muchos años de aventurera errante la habían habituado a dormir sentada cuando era necesario, y prefería no arriesgarse a que en el transcurso de un parpadeo, se hiciera de día.

Ella no disponía de los agudos sentidos de varios de sus amigos, así que, con una palabra de mando, activó la magia subyacente en el pasador con el que se sujetaba la melena, y que le permitía ver en la oscuridad, tal vez no tan bien como una drow, pero al menos como una enana.

Sésperis, por su parte, reposaba sobre la hierba fresca con un ojo cerrado y otro abierto. Rya podía haberse quedado dormida; la dragonnel era capaz de vigilar por las dos.

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22/05/2021, 18:49
Galatea

«Las que podáis hacerlo, sí... »

Jamás lo habría imaginado—resopló con la respuesta de Rya. Aunque luego añadió:—. Gracias, Savinian.

El elfo oscuro parecía haber sido el único que se había tomado en serio su pregunta a la hora de responderla. Y de hecho, no había preguntado con intención combativa, pero daba igual; repentinamente se encontró con que se le había quitado cualquier ánimo o ganas de explicar nada.

Si vemos un dragón, yo no me enfrentaría a él—fue todo lo que añadió en su lugar.

No quería poner a nadie en peligro. Ni quería pasar por lo mismo otra vez. Por tercera vez. Pero a veces tenía la sensación de ser la voz que clamaba en el desierto cuando llegaba el momento de pensar una solución a algo que no fuera embestirlo con la cabeza. Y la suya ya no podía más aquel día; estaba agotada emocional y mentalmente.

Se acercó a Áscalon, el cual se había tumbado enroscado a los pies del árbol donde ella había estirado en su momento el petate, y se sentó junto a él, usando el lomo del lobo de mullido respaldo al apoyar la cabeza y medio hombro encima. El animal se ovilló aun más tratando de abarcarla con la cola (cosa que era materialmente imposible, pero la intención era lo que contaba) y emitió una serie de gañidos olfateándola.

La elfa acarició el suave pelaje blanco y pensó lo mucho que le gustaría poder hacer lo mismo. Poder hacerse un ovillo y que todo aquello fuera una pesadilla que desapareciese con cerrar y volver a abrir los ojos.