Partida Rol por web

El túmulo habia estado revuelto estos ultimos días, se habia anunciado la existencia de nuevos cachorros y los más expertos habian ido a su encuentro. No quedabais más que Duncan y tu. Bueno, y los de New York... pero como si no estuvieran, ya se podian haber quedado allí... sobretodo el cachorro...ese niño, odiabas a ese Ragabash... ¿que habias hecho mal en la vida para tener que soportarlo?

Ducan se acercó a ti al verte obsevando a lo lejos a la manada de NY.

- ¿En que piensas? - casi en un susurro

Le miro

- Confío en ti Duncan, siempre lo he hecho, pero.... - le miro a los ojos - ¿porqué has aceptado esa manada?

Sigo sin dejar de observar a los "nuevos" de Nueva York. Hay algo en ellos que no comprendo.

- Aqui... estamos como quien dice al borde de la extinción, necesitamos sangre nueva y al menos tres de ellos son garous experimentados. Todavia no estan del todo aceptados, pero confio en que pronto me traerán pruebas de su lealtad a Gaia

Sabias que posiblemente viniendo de otro, sus palabras se las habria tomado como un desafio, pero contigo tenia cierta confianza... habia un pacto no escrito entre vosotros.

- Confio en tu criterio y si es lo mejor para la manada, sea - le miro - ¿Son ciertos los rumores?

Mi voz no vacila. Sigo observando de lejos ese Ragabash "no se porqué, no me gusta" pienso.

-  He oido que tuvieron problemas en el pasado y que hay algo turbio con ellos. Pero prefiero saber de tí, lo que haya que saber.

- No lo se, ni quiero saberlo... prefiero darles una segunda oportunidad y juzgar yo mismo, ¿tu que opinas de ellos? como garous... independientemente de lo que haya podido pasar.

Sabias que aquella pregunta era importante, Ducan tendria en cuenta tus respuestas.

- No me ha dado tiempo  a conocerlos - gruño un poco - Aunque ese ragabash.... - no termino la frase - Hay algo que me resulta extraño, Duncan - le miro directamente.

EL sol da a mis espaldas y sigo observando de lejos a esos intrusos. O nuevos compañeros como se llamarán ahora

- El muchacho, el ragabash y la mujer, son muy jóvenes.

- Ya tendrías que saber que a veces nuestros camaradas caen... y antes o después deben ser reemplazados - te aclaró - si los cachorros pasan el rito, necesitarán un ahroun a su lado - te sugiere

- En tal caso, cuenta conmigo - de repente, mis pensamientos van por otros derroteros - Echo de menos a Louis - comento de pasada - Si pillo a quienes lo mataron... - dentro de mi comienza a arder algo poderoso que me quema.

Pienso en lo que les espera a esos niños y en lo que vamos a necesitar todos. Y en Duncan

- Y ¿qué pasara con ellos? - señalo a la manada maldita.

- ¿Tu lo sabes? Yo todavia no....

Dejó una mano sobre tu hombro tranquilizandote cuando hablaste de Louis, sabia que todavia te afectaba. Quizá en otra forma te habría lamido, o habría dado alguna muestra más de cercania, pero sabias que los roces le molestaban especialmente en su forma humana... apenas soporta el contacto de otros.

Sigo enfilando a ese grupo. Hay algo en lo que desconfío y Duncan lo sabe, por eso quizás me pregunto. "No creo en las segundas oportunidades, si no conozco la primera"

Miro a mi mentor agradada por el gesto de afecto que sé que le cuesta. Es un detalle grande.

- ¿Necesitas que les ayude en algo?

- Estudialos por mi, cuando estoy cerca no suelen estar muy comodos, supongo que tienen miedo a volver a ser juzgados.

Esperó tu respuesta, sabias por su tono poco autoritario que eras libre a negarte si querias. No te lo estaba imponiendo. No era la voz del alpha del clan quien te hablaba... sino la de tu mentor.

- Por supuesto. Si van a estar cerca - miro con el ceño fruncido - más vale saber de que pata cojean - sonrio a Duncan - Tienes que reconocer que impones.

Asiento a su oferta y comienzo a caminar

- Avísame cuando los cachorros abandonen el refugio - refiriendose a los nuevos. Me giro sobre la marcha mientas le digo eso, luego me vuelvo  y voy hacia la manada.

- ¿Piensas acompañarles en su rito? - te preguntó extrañado

Sin girarse hace un gesto como un saludo de espaldas, mientras grita algo asi como

- ¡Ni de coñas, Duncan! Prefiero esperarles al final del camino, si sobreviven - paso a paso me acerco a la manada - Será mas divertido. Pero avisame cuando vayan a llegar, no quiero perderme sus caras.

En la lejania dejo a Duncan quizás riéndose. Quien sabe. Ahora, prefiero cumplir con lo que me ha pedido. Paso a paso. "Uggg ese crio"  lo veo desde lejos.

El único que faltaba era ese tal Hank, que habia ido a por uno de los cachorros, junto con Jack y Albert... compañeros de manada de Duncan, todos más jovenes que él.

Ahi estaban los 4 restantes, discutiendo sobre algo. El pequeño ragabash les alertó y todos te miraron mientras callaban. El lider te esperaba, quizá intuyendo que pudieras ir a llevarles algun mensaje.

Me acerco cautelosa. No era algo que me sorprendiera, por tanto, mientras ellos me miraban a mí, esto se convertía en recíproco. Yo les estudiaba a ellos.

"Como no, el niño" un pensamiento despectivo cruza por mi mente.

Al llegar todos están esperándome por asi decirlo.

- Hola - más bien seco pero cordial

Le miro con profundidad  y le estudio. Es un pulso de miradas, la suya y la mía. Su lider y ... yo. Mi propia lider mi propia alpha. Curioso. Una pulsación electrica fluye de los ojos de él a mi. Midiendonos. "Quien eres" parecen querer decir mis formas "quienes sois" Muchos me dijeron, que una manada se mide por su jefe. "Como eres" es lo ultimo que me pasa por la cabeza mientras espero una reaccion enfrentada.

- Buenas tardes, Adrienne - al menos, se habia molestado en aprenderse tu nombre

Su mirada era firme y su tono era cordial

- ¿te apetece unirte? - ofreciendote un hueco entre ellos - ¿o ha ocurrido algo?

Le miro "un punto a su favor"

- Buenas tardes - saludo - Si no os importa - aceptando la invitación  - No ha ocurrido nada, simplemente, estoy esperando que los cachorros terminen el rito. Mientras debo hacer algo, la inactividad no va comigo - le mira con firmeza.