-Entonces te avisaré cuando te necesite, de momento actúa con normalidad.-
Mis manos pasan a su pecho, acariciándolo.
-Mi puerta siempre estará abierta para ti, para lo que quieras.- tomo un sorbo de vino y le ofrezco a ella.
Taylor se levanta lentamente, estirando su esbelto cuerpo. Bebe un sorbo de la copa, para empezar a alejarse de ti.
-Si, mi señor.- dice mirándote con picardía. Se viste lentamente, dejando que la mires. -Entonces usaré esa puerta.- dice acercándose para darte un último beso. -Y esperaré esas órdenes.- susurra discretamente.
La atraigo para un ardoroso beso final.
-¿Por qué te marchas? ¿No quieres dormir con tu señor? ¿Y despertar con él?-
Mantengo la puerta cerrada con un brazo mientras aprieto mi cuerpo desnudo contra el suyo, vestido. No puede escapar.
Gime excitada ante tu beso.
-Debo servir el desayuno en los aposentos de mi señora, John. Pero puede que vuelva otro día.- dice sonriendo.
Te aparta el brazo, arañándolo un poco, haciendo que te recorra un pequeño escalofrío de placar. Sale por la puerta, dejándote solo en el cuarto.
Me tumbo en la cama a dormir.
-No ha estado nada mal, no señor. Y ahí tengo una posible aliada.-
Al despertar ordeno que me preparen un baño caliente, tras tomarlo me visto, no con mis mejores galas, las cuales reservo, y me dirijo a la oficina de Jonh.
La mañana en Avalon despierta húmeda. Como dicen los dichos populares "si en Avalon no llueve, espera cinco minutos".
Cuando atraviesas los pasillos del castillo, te das cuenta de que el ambiente está enrarecido. Los emisarios corren de un lado a otro y, extrañamente, o ves gente con el rostro lleno de felicidad, u otros con la preocupación marcada en ello.John está sentado en su despacho, con dos concubinas sirviéndole el desayuno.
-¿Tan pronto por aquí?.- dice sorprendido cuando te ve.
-Necesito información de tres personas. Anna, una dama Montaignesa. Françoise, un hombre también de allí. Y Taylor, una sirvienta de la corte.-
-Como dato extra puedo aportar que esta última, es buena en la cama.-
Espero sus respuestas.
Tu superior ríe divertido.
-Entonces tendré que buscar esa información por mi propia mano.- despide a las meretrices con un ligero gesto de la mano -Nos pondremos en marcha, y tendrás los informes esta tarde. ¿Qué sabes sobre ellos?.-
Te ofrece asiento. -¿Quieres desayunar algo?.-
-Claro, cualquier cosa servirá.-
-De él no tengo idea, pero ha leido los informes sobre mi, además parece una especie de "líder". Ella es hija de un terrateniente, noble, que la quiere desposar con alguien rico e influyente, para afianzar su posición en Avalon. La sirvienta, es muy guapa,y sirve directamente a una señora en su alcoba, por lo que tiene..mmm...cierto "estatus". Vengo a ti para saber más.-
Te mira atento, escuchando tus explicaciones.
-Entonces le daré prioridad a la investigación de esos tres. Conozco a Lady Anna, tiene fama de ser una persona muy pura e íntegra. Su familia es rica y noble, pero les faltan aliados dentro de Avalon. Y eso podría hacer que entregasen su dinero a Montaigne. Combiene tenerlos vigilados. Empezaré a buscar un marido que nos convenga a nosotros para esa chica. Pena que ya esté casado.- dice con una sonrisa - Tendrás un informe completo de los tres antes de la cena, pásate por aquí. Puedes dedicarte a crear "lazos" con ellas... y con el claro.-
-Le he puesto la guinda en la boca a Taylor, depende de lo que me digas de ella, tiraré más del sedal, hasta hacerla mía, una espía a mi servicio, o no lo haré. Así pues poned especial empeño en todo sobre ella.-
Le saludo con la cabeza y marcho en busca de Françoise.
-Disfruta de la doncella.- se despide tu superior.
Regresas al castillo a través de las calles de la ciudad. Una vez dentro, tardas bastante en dar con Françoise y su séquito. Están en una pequeña sala de té, de decoración recargada, muy del gusto montaignes. Están jugando a un juego de tablero, con complicadas piezas. Tu objetivo está sentado en una butaca, cerca del fuego, leyendo tranquilamente.
Los saludo a todos y me acerco a él.
-Buenos días Françoise. ¿Estás ocupado? Creo que te gustaría oír cosas de tu tierra de primera mano, así como a mi de la mía. Y a mi parecer la mejor forma de conocer a un hombre, es batirse con él. ¿Te apetece un combate de entrenamiento?-
Françoise deja a un lado un libro de geografía de las islas, agradecido por tu incursión. Se levanta al momento.
-Me parece que,si sigo sin hacer ejercicio, me voy a oxidar. ¿Dentro de media hora en el campo de esgrima?.- propone.
Por la forma gracil que tiene de moverse, y por su anatomía, te das cuenta de que no va a ser un rival fácil. Su séquito os observa un poco alarmado.
-De acuerdo, pero no abuses de mi, lo mío son las mujeres, no la espada.-
Voy a mi habitación a prepararme con ropa más adecuada y coger mis armas.
Al llegar a la pista caliento un poco, una de als enseñanzas de ossian, no pelees en frío.
Françoise aparece puntual, vestido de un banco impoluto. Viene con dos de sus hombres, que se acercan a tí buscando tu arma.
-Mis hombres comprobarán tu espada, podrás hacer lo mismo con la mía.* Ningún problema, supongo.-
El tono que están tomando las cosas, te recuerda a los duelos entre caballeros que presenciastes en MOntaigne, algo que no tiene muy buena pinta.
* ¿Seguro que no a los chicos? Françoise es atractivo...
Tiendo mi espada mientras rechazo comprobar la suya.
-No es necesario.-
-Voy a hacer el ridículo me temo...¿Cómo era?..mmm..."el bueno de Jeremiah nunca se equivoca, y si lo hace, no importa, pues nadie nunca lo nota" si, eso era, mejor tenerlo preparado por si acaso...-
-No me mates, que no tengo testigos.- bromeo.
-A primera sangre o ser desarmado.-
Me pongo en guardia en cuanto me devuelven mi espada.
seguro...yo no me veo liandome con un tio...asi que dudo que pudiera interpretarlo bien.
-Desarme, no quiere dejar cicatrices a un hombre tan atractivo, las mujeres de la corte se sentirían decepcionadas.- dice tu rival.
Los hombres ríen ante la broma. Un grupo de personas empieza an acercarse para comprobar el expectáculo.
-Ahí tienes tus testigos. ¡On garde!- exclama el montaignés, adelantándose en una posición de lucha.
Tira donaire para la iniciativa.^^
Tirada: 3d10
Motivo: donaire
Resultados: 10, 10, 3
Tirada: 5d10
Motivo: Iniciativa
Resultados: 1, 8, 3, 4, 5