Partida Rol por web

Te despiertas, en Avalon esta vez. Después de años al servicio en Montaigne, te han requerido aquí. Lo extraño es la forma de hacerlo. No hay rey en Avalon, nadie gobierna estas tierras, pero el ejército mantiene parte de su extructura, protegiendo el pais en la medida de lo posible.

Aún no te han dicho nada pero, lo más posible es que debas mezclarte con las familias nobles montaignesas. Son un peligro para la frágil estabilidad del país. Son poderosas, ricas, y estarían encantadas de que el trono fuese para un montaignes. No dudarán en hacer lo que sea para conseguirlo.

Desde la ventana de tu cuarto, puedes ver como el enfurecido mar de Avalon ataca la costa una y otra vez.

Alguien peta en tu puerta de una forma que no te es desconocida, un viejo amigo ha venido a verte. Tu druida y tu guía, Ossian.

Empieza tu nueva vida en Avalon.

Nada más abrir la puerta le tiro ropa apestosa del viaje a la cara.

-Jajaja viejo amigo, esta vez te pillé yo a ti.-

-Esto iguala el tanteo de bromas.-

Después lo abrazo, le echaba de menos.

-¿Qué has echo estos años viejo verde? Aparte de perseguir jovencitas...-

Tu amigo entra en el cuarto ayudado por un bastón. Parece haber envejecido veinte años en los cinco que habeis estado separados.

-Ah, amigo mío, han sido años intensos. Pero pronto veremos el fruto de nuestro trabajo y de nuestro desgaste. Los tiempos venideros nos sonríen.- dice mientras camina para sentarse en el afeizar de piedra de la ventana -Y tú, ¿qué has hecho a parte de ponerte las ridículas ropas de los  "hombres" de Montaigne.-

La ironía con la que dice hombres te hace sonreir. Como a muchos avaloneses, nunca ha apreciado mucho el estilo recargado y ostentoso del pais vecino.

-Quitar las ridículas ropas de las mujeres de los hombres de Montaigne.- río -Pero no hay mucho movimiento en la corte, aparte de algún duelo por el honor de la hija de este...o la hermana de aquel...-

-Pero cuéntame, pareces mucho mayor, amigo mío. Debes haberte esforzado mucho...¿Pero en qué?-

-Querido amigo, he estado en un lugar del que no muchos han vuelto, allá donde el tiempo es diferente. Y he regresado. He enseñado a quien nos guiará al resto. Ten paciencia.-

En tus primeros tiempos como aprendiz, eso era lo que más te exasperaba de Ossian, nunca contestaba a las preguntas, si no era con otra. Con el tiempo, educastes tu paciencia. Te mira de arriba a abajo.

-Jhon, deberías dejar de perseguir mujeres y buscarte una buena esposa. Tu linaje no deberia perderse. Al menos, no en la rama legítima.-

Cita:

Escuchar eso me ensombrece el carácter unos instantes, me recuerda a Isabella y nuestros planes de futuro.

-No amigo, no creo que llegue a sentar la cabeza.-

Estás en Avalon, en Luthon. Dentro del mismo castillo en el que os conocisteis, en la misma corte. Todo este tiempo ausente ha hecho que  Isabelle sea casi como un recuerdo. Uno muy doloroso, perolejano. Pero ahora sabes que te le encontrarás de nuevo, y la cara de desprecio con la que te mirará, culpándote por un crimen que no has cometido.

-Nadie te pide que lo hagas, con que te cases y tengas niños me conformaría, la verdad.- dice el druida sacándote de tus oscuros pensamientos -Debrías asearte y presentarte ante tu superior, no creo que estés aquí de vacaciones, niño.- se levanta pesadamente del asiento.

-De echo, creo que si que me tomaré un par de días de vacaciones.-

-Claro Oss, cuídate.-

Cuando marcha me pongo ropa de montar, cojo mi excelente manta, y voy a la ciudad, a alquilar un buen caballo y comprarme unas buenas raciones para el camino. Con mi arco al hombro, el arco que nunca me abandona, en excelente estado y de magnífica calidad, hecho por mi mismo, las flechas y la espada al cinto. Hacía mucho que no veía mi tierra, que menos que pasar un par de días de acampada. No era ningún experto, pero tampoco un inútil.

Como siempre, con dinero se puede comprar cualquier cosa. En menos de dos horas estás perfectamente equipado para tus vacaciones. El caballo es grande y recio, te servirá bien. Sales galopando de la ciudad. Por un instante, sientes como si alguien te mirase fijamente pero, cuando te giras, nada parece observarte desde las murallas.

En cuanto sales de los caminos, puedes poner el caballo al galope, sintiéndote libre. Por fin fuera del extricto en intrincado protocolo de las cortes. Ahora, sólo estais tu y Avalon.

La mayoría de la gente me tiene por un estirado niño de papá, acostumbrado a los sirvientes, yo cultivo esa imagen en la corte, pero eso no impide que sea capaz de muchas cosas. Cuando se me conoce un poco, se descubre que soy un hombre capaz.

-Bueno Brancos, tu yo, y avalon ¿Qué te parece?- le ahbo al caballo. Río de pura alegría por estar en casa.

Cuando encuentro un claro apropiado me dedico a practicar un poco con el arco, el último duelo en Montaigne, me dejo una profunda herida, que no obstante ya ha cicatrizado muy bien, dejando solo una leve marca en mi hombro derecho.

Dejo pastar al brioso caballo.

Disparas con el arco. El tiro más perfecto de toda tu vida. La flecha se clava en el tronco más allá de su mitad, una verdadera proeza. Empieza a notas algo a tu alrededor.

Algo empieza a cambiar. No es que algo cambien es que todo cambia. Y muy rápido. Los prados se vuelven más verdes, los árboles parecen haber multiplicado sus frutos... el caballo tambien parece notarlo. Tal ve sea esto de lo que te hablaba Ossian, o puede que sea algo diferente.

Una oleada de magia te recorre, haciendo que caigas al suelo de rodillas. El poder que llevabas tanto tiempo esperando, con tanta ansia, por fin ha llegado.

-Sé que no debería..no es algo para usar a la ligera...pero...no me lo acabo de creer...No creo que Oss se enfadara si lo uso para estar seguro. bueno, si se enfadaría...pero, he de hacerlo.-

Miro a mi alrededor y veo una pequeña colina a unos 50 metros, con un solitario árbol. Me acerco a una gran piedra cercana, y me concentro en aparecer junto al árbol "entrando" por la piedra y "saliendo" por él.

-Como el viejo O'banon decía, si se puede estar donde se quiere estar, ¿por qué vas a estar donde no quieres estar?-

Te sale tan natural, tan fácil, que casi no puedes creerlo. En parte, siempre te parecieron inútiles las horas gastadas practicando habilidades que no tenias, pero ahora notas su importancia.

Un segundo después están observando la piedra apoyado en el arbol de la colina. Ha sido como cruzar una puerta o asomarte a una ventana.

Río alegre, eufórico, casi descontrolado. Repito lo mismo para llegar a mis cosas lo antes posible, recogerlas y marchar a galope tendido hasta la corte, en busca de ossian.

por el camino tarareo canciones infantiles, sobre O'bannon y el guarda, los sidhe y los agujeros, el mar y las sirenas.

Te cuesta controlar el caballo, parece tan fuera de control como pareces estarlo tu. Consigues llegar al castillo, con el animal casi encabritado. Bajas de un salto,mientras los mozos de las caballerizas intentan controlar a tu montura. Ossian te espera con una sonrisa en el patio.

Te hace una señal para que lo sigas. Caminais hacia los jardines interiores.

-¿Y bien?. ¿Cuanto glamour has desperdiciado ya?.- bromea tu mentor.

-Viejo verde...- lo llamaba así tanto por su predilección por las jóvenes doncellas, como por el hecho de que es un druida -sabías que lo haría, y lo he hecho, no he podido evitarlo. Hacía tanto tiempo....ha sido increíble. ¿Es cosa tuya?-

Casi no me podía contener.

-Se prudente Jhon, el glamour no es algo que se deba usar para jugar, es un poder que debe usarse como último recurso.- se sienta en unas piedras cercanas -Me temo que no podré darte más clases, aunque poco hay que pueda enseñarte. Mientras estabas fuera he encontrado a un niño, un media sangre. Lo entrenaré, el chico promete.-

-Pero..¿Eso qué tiene que ver? ¿Cómo es que ha regresado a nosotros el Glamour? Sé que sabes algo. y lo sé, no abusaré de él...ha sido solo...la euforia de volver a sentirlo.-

Casi estoy a punto de bailar, no comprendo como Oss está tan tranquilo.

-La edad supongo...-

-¿Y quién es ese media sangre tan prometedor?-

-Conoces las respuestas a tu preguntas, Jhon. Sólo hay una razónpara que volviese el glamour. Se avecinan cambios, muchos cambios.- te contesta con una sonrisa enigmática.

Cambia de tema con la mirada perdida en el horizonte.

-Es un niño pequeño, lo encontré esta mañana usando el glamour sin darse cuenta. Hijo de nobles. Empezaré a educarlo hoy mismo. Es poco común encontrar hechiceros a ese edad.-