Partida Rol por web

- Parece lógico lo de ir de incognito e idear una coartada común... -comenté pensativo- Pero... ¿como pasar inadvertidos en territorio de antiguos miembros de la nación del fuego, habiendo maestros del aíre, del agua y de la tierra? Tetsuya, creo que tu has visto mucho mundo... ¿Alguna sugerencia?

Sin decir una palabra me levanté apoyándome en la funda de la katana mientras me acercaba a Yue. Estaba meditando alejada del resto del grupo así que me senté a su lado intentando no molestarla. No sabía si se daría cuenta de yo estaba allí, pero me daba igual.

- El problema es que yo no se como esta ahora la nacion del fuego, Pasar disfrazados de comerciantes siempre es una gran idea, pero destacamos mucho, Sin embargo Jin puede ser nuestra clave, es un buen trabajador del metal, podríamos pasar por mercaderes de armamento y cosas del estilo, no es algo facil de vender ahora y podría explicar nuestro viaje- Miro a todos se que esto no les va gustar- Yue, podrías hacerse pasar por su mujer, es la mejor tapadera para explicar que alguien de la tribu agua este aqui y Shui, lamentablemente tu deberías esconderte, tus tatuajes son muy peligrosos, de normal podrías ir sin problema pero si quieres pasar desapercibido no-

Pongo cara pensativa durante unos segundos.

-¿Y si me tapo la cabeza o me pongo peluca? - Pregunto estúpidamente, pero en mi mente es una idea genial.

- Shui eso no cubriria los de tus brazos ademas se notaria demasiado- este muchacho siempre igual, creo que por eso me caia tan bien.

Claro, ¿cómo no había caído?

-Pero con una túnica grande y la peluca no se me vería nada.

- En fin shui, por que no nos haces una desmotracion sera lo mejor-

- Unas vendas también podrían ayudar... -aporto con ciertas dudas- ...y quizás también pudieras dejarte crecer el pelo...

-No no no - Digo negando con la cabeza - Una cosa es ponerme peluca y otra tener pelo, es una guarrada.

- Bueno Shui muestranos tu gran disfraz- quien sabe conociendole igual hasta funciona

Me siento frente a mi amiga de la infancia con las piernas cruzadas observando su rostro. No sabía si ella sabia que estaba ahí, pero al observarla respasé los sucesos que habían pasado en la sede del Clan del Fénix.

Respasandolos me dí cuenta que si tenía que darlo todo por alguien sería por ella. La reacción que tuve al creer que había muerto fué demasiado fuerte, había sentido demasiado miedo. Tenía miedo de que no estuviera a mi lado, de no poder verla más.

Entonces supe que ella era lo que más me importaba en el mundo. Me habría dado igual que Serra hubiera destruido la sede, el mundo entero o a mí mismo. Siempre y cuando Yue estuviera a salvo yo sería feliz, nunca había visto esto desde ese prisma.

Era cómo si observara a Yue por primera vez en mi vida, cómo si la empezara a conocer ahora por primera vez. Me dí cuenta de lo hermosa que era, nunca me había fijado en eso, pero era preciosa.

Siempre había creido que Yue me necesitaba, pero eso no era verdad. Ella podría valerse por sí misma, era yo el que la necesitaba a ella. Durante más de media vida había sido así y mis ojos habían estado cerrados a la pura verdad, necesitaba verla cada día y necesitaba saber que estaba bien.

Ella era mi bienestar, ella me daba paz. A su lado el problema mas grande del mundo se convertia en una nimiedad sin importancia. Supe entonces que lo que sentía por ella rebasaba por mucho los límites de lo que se consideraba amistad, la amaba con todas mis fuerzas, dejé escapar un susurro casi inaudible pero lleno de amor y cariño -Yuèliàng- La simple mención de su nombre hizo que mis sentidos se estremecieran y cómo si una corriente eléctrica pasara por todos los poros de mi cuerpo temblé de pies a cabeza.

Levanté mi mano derecha lentamente mientras la acercaba a ella, apenas estábamos a unos centímetros el uno del otro, pero el camino que recorrió mi mano hasta su mejilla me pareció eterno, suavemente la posé en su suave mejilla y poco a poco acerqué mi cara a la suya, mis labios a los suyos hasta que se tocaron. Y sin pensar en lo que podría pasar o en las consecuencias que eso podría ocasionar (Ya que no me importaban, sólo me importaba ella) la besé suavemente en los labios en un beso que contaba todo lo que sentía por ella, que demostraba cuanto la amaba.

Siento como alguien se sienta frente a mi pero mantengo los ojos cerrados para poder mantener la concentración. Tras unos instantes, mi concentración aumenta. Escucho la respiración del hombre que esta frente a mí, su corazón...su corazón late más deprisa de lo normal y no me explico por qué.

De repente escucho algo, un susurro apenas audible que cita mi nombre.  Abro los ojos. Abro los ojos sin estar preparada para lo que voy a ver. Unos ojos...unos ojos que conozco muy bien, dos soles en la inmensidad de un gélido mar, dos pozos de luz en un lago de sal, dos faros en la costa del turbulento mar que es mi vida. Jin.

Jin me mira de una forma que no me hubiera atrevido a soñar...y sin embargo no es un sueño. Mi cuerpo se  enfría mientras un mar de sentimientos y emociones intentan atravesar la muralla de hielo que rodea mi corazón, siento como mi mente comienza a irse lejos...pero yo no quiero marchar.

Lentamente su rostro se aproxima al mío. Tengo miedo, tengo frio y siento como estoy a punto de perder el control. De repente sus labios rozan los míos para después unirse en un cálido y profundo beso. Un beso que asesta un golpe mortal a la muralla de hielo que hay en mi corazón, ahora no mas que ruinas desbordadas.

Se separa de  mi, lanzo una mirada velada por cientos de sentimientos y emociones contradictorias, miedo y valor, seguridad y dudas, confianza e incredulidad, pero ante todo...amor.

Las lagrimas acuden a mi limpiando mi mirada, limpiando mi corazón y liberando a mi alma que vuela libre por primera vez. 

Me dejo caer en brazos de Jin que me abraza, su calor invade mi cuerpo apagando el frio de mi interior y mandando lejos mis dudas y preocupaciones. Dejo la mente en blanco mientras disfruto de aquello y poco a poco recupero el control...pero no me separo...no quiero hacerlo.

Por primera vez en mi vida me siento completa, siento que soy alguien, que estoy viva y que respiro. Sonrío levemente mientras aspiro el olor de Jin, mi amigo de la infancia, el único ser que reconoce mi existencia...mi amanecer.

No supe cuánto tiempo estuve besándola, solamente supe que era lo que deseaba hacer, lo que necesitaba hacer para estar vivo. Cuando me separé lentamente observé sus ojos sus hermosos ojos, tan expresivos, la puerta a su alma.

No sabía lo que pasaba por su mente, solamente ví en sus ojos el reflejo del mismo sentimiento que yo veía. O eso me parecía, quizás sólo era que mi mente me mostraba lo que yo quería ver. Pero entonces veo en sus ojos unas lágrimas cómo diamantes colgando de sus ojos.

Su mirada estaba entonces limpia y clara, hermosa cómo si una lluvia hubiera dejado ver el arco iris en el cielo que eran sus ojos.

Cuando se lanzó hacia mí y me abrazó, mi corazón dió un vuelco de pura felicidad, casi se me sale del pecho de lo rápido que latía. La estreché con firmeza y suavidad entre mis brazos, apoyando mis labios en su cabello y cerrando con fuerza los ojos.

No sabía que sería de nosotros a partir de ese momento, no sabía cómo podríamos llevar esto. Sólo sabía que quería estar con ella y que nunca me separaría de su lado, nunca la dejaría marchar y siempre la amaría. Aparté esos pensamientos de mi cabeza y me dejé llevar por el momento, disfrutando de la sensación que Yue me daba, era única. No dije nada por miedo a estropear el momento, pero en mi corazón sólo había hueco para una cosa. para Yuèliàng.

Arde en tu alma un fuego nunca antes sentido, un extraordinario y ancestral poder que nunca hubieras imaginado. Un poder que remonta tu cuerpo como si de un dragón se tratase, un dragón que te transmite seguridad en ti mismo y cuya llama ardera para siempre en tu pecho.

Me meto un momento tras una pared de la cubierta del barco y cuando salgo me he improvisado una peluca que creo esconderá mis tatuajes.

Alzo una ceja por la sorpresa al ver la peluca que Shui se ha plantado. Mi rostro es petreo y ni sonrio, pues no encuentro divertido ofender al muchacho del aíre.

- Desde luego, los tatuajes han quedado cubiertos... -comento mirando a Tetsuya y a Fong.

- Shui- no sabia muy bien que decirle, aquello destacaba mucho, estaba mas que claro que era una peluca- Creo que no es una buena idea-

Me atuso la peluca.

-Pero no se me ven los tatuajes ¿no? ¿No era eso lo que buscábamos?

Tetsuya no parecía convencido, y a mi también se me hacía raro ver al monje con semejante mata de pelo, con el peligro añadido de que un meneo accidental podía echársela sobre los ojos, descubriendo el asunto.

- Shui, lo malo de la peluca es que se te volará en seguida... -intercedí, razonable- Sobre todo teniendo en cuenta que usas el control del aíre para desplazarte... Las corrientes a tu alrededor te lo quitarían en seguida. ¿Que te parece usar un pañuelo? Irá más firmemente sujeto a tu cráneo y... -recordé la opinión que le suponía el peli a Shui- ...bueno, no será tan... ejem... antihigiénico como supones... Pero guárdate la peluca por si acaso la necesitaras más adelante. Nunca se sabe...

Me quito la peluca y me ato un trapo rojo en la cabeza.

-¿Mejor?