Partida Rol por web

La gente se movia sin parar, de un lado para otro, buscando el mejor lugar para observar los actos que se llevarian a cabo en aquel lugar. Los Actos en conmemoracion del la Gran Avatar Korra, que tristemente no podria asistir debido a asuntos de estado. Pero aun asi la gente iba a verlos, puesto que aquello ya se habia combertido en una tradicion de la ciudad El dia no Oficial al Avatar Korra.

Y como el destino era mañoso y sus hilos se tejian de manera extraña ese dia asistieron al festival quienes protagonizarian la siguiente cronica que Cambiara al mundo o que almenos le dara una nueva forma.

Aquel lugar de piedra era enorme, la gente se apiñaba de forma algo exagerada ¿tan importante era aquello? No hacía nada que había iniciado su viaje, verse caminando en dirección opuesta a las últimas raíces del gran árbol había sido estremecedor, y aunque sabía que sus raíces lo conectaban todo, era extraño caminar por lugares que carecían de su protección (al menos visualmente).

El no estaba allí para ese festejo, al pasar por ese lugar escuchó que era un evento para Korra, pensó que su peregrinaje había llegado a buen puerto, hablar con un avatar sería grandioso. Pero ahora estaba en aquel recinto abierto, rodeado por una multitud. Si esa reunión se celebraba cada año, Korra debía estar realmente ocupado, ¿cuanto le llevaría atender y hablar con tanta gente? Sin duda alguna, por lo menos dos o tres meses, seguramente era una prueba de meditación impuesta por el sabio avatar, que hablaría con quienes soportaran los días necesarios hasta que llegara el turno de cada quien.

Meditación prolongada, un método sabio con el que no se consumían alimentos o líquidos, los hermosos recursos del omnipotente gran árbol no se consumirían en esa etapa, a cambio del honor de intercambiar algunas frases con quien se esperaba que llegara a ser el humano más sabio.

Entrelazó sus dedos excluyendo solo los pulgares para posicionarlos uno frente al otro, sus manos abiertas ligeramente apoyadas en su pecho, sus ojos cerrados y sus pulmones tomando el puro ai... cof cof cof ...¿re? Cierto, demasiadas personas, muchas de ellas utilizando tipos de olores florales exagerados e insufribles, una mezcla de nauseabundas ráfagas que costaban de seleccionar... Si, aquella meditación iba a ser un auténtico reto.

¿Qué hago aquí?...-pensaba dentro de mi cabeza.

Lo único bueno de un lugar con tanta gente es que podría pasar desapercibido, a pesar de que lo único de lo que huyo está en mí.

¿Y me escondo aquí?...-continuaba recriminándome. Quizás me era bueno estar en esta clase de extremos.

He de pensar aún más en eso. Si por alguna razón mis sueños son realmente proféticos y hago un caos en medio de tanta gente podrían detenerme...¡o no!-concluyo alterado y miro hacia todos lados paranoico.

Me muevo en dirección hacia un lugar con poca gente, buscando uno.

No estaría aquí si hubiese sabido que el Avatar no estaría.-pienso refunfuñando mientras trato de encontrar un lugar "ideal" para mí.

Ni siquiera sé por qué me quedo. Pero siento algo que me invita a hacerlo.

Espero que no sea nada malo...-dice un susurro que ha huido de mi cabeza.

Era un día de fiesta en Ciudad República y claro que Shio no se lo perdería.

Ese día más temprano había salido a dar un paseo junto a Jodin, su bisonte voladora, ya que se ponía de muy mal humor si no volaba un poco en las mañanas. Exploraron los cielos, jugaron y, llegado el momento del festejo, volvieron a la isla de los maestros aire para dejarla en los establos. Sabía que a ella no le importaría, ya que había cierto bisonte del cual ella estaba enamorada.

- Volveré en un rato, amiga. Procura no hacerlo huir de ti - la bisonte gruñó con descontento y la chica rió.

- De acuerdo, lo siento. Diviértete - dicho esto, tomó su deslizador y se dirigió a la ciudad para el festival.

Vestía las ropas típicas de los nómadas aire, siempre habían sido sus favoritas, y se dirigió a la estatua más cercana que le permitiera ver el festival y a una altura considerable. De un salto, llegó a la parte alta de la estatua y se dedicó a esperar por el festival. No era oficial, pero era genial. Lástima que el avatar Korra estuviera tan ocupada para no asistir.

Para Nou, la Metitacion en aquel cumulo de personas representaba un inmeso reto a su concentracion, reto que estaba cumpliendo Cabal mente si no fuera porque todas las personas comenzaron a desplazarse hacia dos sectores despejando un poco la plaza, esto obligo al chico a hacerse a un lado tambien. Nou no sabia porque aquellas personas se habian movido con tanta sincronia hasta que vio entrar a los maestros fuego que llevaban armaduras tradicionales de la Nacion del fuego y que comenzaron a hacer una Demostracion de fuego control, lo que seria la previa de los actos hacia el Avatar Korra.

El fuego lo llamo, con esa conexión tan intima que tienes los maestros fuego con su elemento y lo hizo moverse del lugar en busca de la fuente de aquel fuego. Entonces luego de apartar un poco a las personas que se habían aglomerado a ambos lugares del teatro para despejar el centro. Los vio, y entonces sonrió. Un grupo de maestros fuego con armaduras tradicionales hacían una exhibición de fuego control. Tao también vio a un pintoresco joven que se encontraba mas cerca de los maestros que el resto y mas cerca de lo que le recomendaría, pues el fuego era caprichoso y a veces su humor podía cambiar en un pestañeo.

Pero algo hizo que Tao se centrara mas en los maestros que en el chico. Algo estaba mal, algo no cuadraba, sus poses sus técnicas. eran ligeramente mas intimidantes de lo que deberían. Como si se prepararan realmente para luchar. 

Shio se emociono al ver, luego de unos minutos de espera, al grupo de maestros fuego vestidos con armaduras atradicionales hacer fuego control para deleitar a las personas hay reunidas haciendo Saltos, giros y pirutesas engalanadas con rafagas de fuego que emocionaban a grandes y pequeños. Por aquello fue que Shio agradecio que las reglas de los nomadas del aire cambiaran luego de volverse la nacion del aire y ya no eran tan estrictos en cuanto a los nuevos miembros. Sin embargo algo hizo que la chica dejara de lado a los maestros  fuego y se consentrara en un cumulo de personas a la derecha de estos. Pues sintio el Chi de un maestro aire en accion

Pues un joven no mayor a la maestra aire se encontraba moviendose entre la multitud al mismo tiempo que, usando aire control, despojaba a los espectadores incautos de sus bolsas con monedas y de una que otra prenda preciosa.

Observo al muchacho e indiferente volteo hacia otro lado.

Ese muchacho podría lastimarse. Esos maestros fuego se miran muy...

Mi pensamiento se interrumpe abruptamente al pensar a modo de epifanía sobre la catástrofe que podría suceder con un accidente causado por un maestro fuego.

Si eso sucede el caos puede desatarse...y quizás pueda verme involucrado y concretar mis visiones.

Me dirijo hacia el muchacho y desde atrás le hablo con voz grave.

Hey, chico...-digo brevemente.

Ve hacia atrás, por favor.-finalizo y me alejo de nuevo.

Espero que sea suficiente.-pienso mientras camino por el lugar.

Tras Alejar al chico de los maestros fuego. uno de Estos, el mas cercano al chico, Voltea su Yelmo que le cubre la totalidad de la cara, pero tu sientes que por debajo del metal el maestro de mira con odio. Un odio que no sabes como explicar, puesto aquel era un dia Festivo. O quizas sean Cosas tuyas. Has estado un poco paranoico ultimamente. 

— Muchas gracias. — te dice la madre del chico una vez que lo recoje y se lo lleva.

El festival renovaba los aires de la ciudad. Evidentemente había un espíritu alegre entre los habitantes. Yo me encontraba sentada en el suelo de un concurrido parque, contemplando los rayos del sol reflejarse en el agua de la bahía. Allá a lo lejos se podía ver la estatua del Avatar Aang, y me dio pereza de solo pensar cuanto esfuerzo había costado su construcción.

Me rasqué la cabeza a conciencia, retirando una mano más pesada, producto de la acumulación de grasa. Me tomé un instante para recordar cuándo había sido mi último baño. Sí, probablemente la semana pasada. Sería interesante tomar uno en la playa antes que la algarabía copase las calles. Con algo de suerte, podría juntar algunas monedas para mantener mi alijo de tabaco al completo durante algunos días más.

Extrañado, me volteo y sigo mi camino hacia la salida mientras evito a la gente.

He de abandonar este lugar. No me da buena espina. Debo...-pienso mientras me paralizo y siento una energía que me invita a quedarme.

Ha de ser una premonición.-digo mientras vuelvo sobre mis pasos y me decido a observar a los maestros fuego.

Quizás la manera de evitar mi destino sea reivindicándome y hacer buenas obras...

Observo mientras trato de permanecer oculto entre todos.

Shio disfrutaba del espectáculo con algo de nostalgia y recordaba a su familia usando fuego control. Ella provenía originalmente de la Nación del fuego, así que esto era normal para ella, pero se había desscostumbrado.

Algo interrumpió su contemplación y fue sentir el Chi de un maestro aire en acción. Al principio pensó que conocería a alguien nuevo y se emocionó, pero al ver que parecía ser un chico carterista, recordó que su misión no sólo era ayudar a los ciudadanos, sino encausar maestros aire renegados.

Con un impulso de aire, saltó para aterrizar justo frente al chico, suavizando su trayectoria con su deslizador de ser necesario para no lastimar a nadie.

- Detente ahora y ven conmigo. No te haré daño - dijo apuntando la punta de su deslizador al chico con una mirada firme y una postura decidida.

Tras la Desmostración de los maestro de fuego, Nou vio como un joven adulto tomo a un niño que se habia hacercado demasiado al fuego de los maestro. Eso al parecer no le gusto mucho a los uniformados. pero no hubo ningun altercado y la exhibición continuo hasta que los maestro terminaron con un gran final. Creando una gigantesca Bola de fuego que se dividio en tres dragones. Sin embago Nou vio que al sujeto que aparto al niño se le callo su Bolsa de monedas. pero ¿que debia hacer, regresarse o quedarse para si? un par de monedas no vendrian mal ahora. 

De camino a la Salida donde su fiel Corcel metalico lo esperaba. Tao tuvo un momento de ¿iluminación? no no seria correcto llamarlo hací. Pero en ese momento cuando estaba apunto de montar su motocicleta e irse de aquel lugar en donde tuvo ese mal presentimiento sobre los maestros fuego. Tao vio a un gran grupo de gente caminando hacia el anfiteatro. No era gente extraordinaria, solo simples ciudadanos de Ciudad republica. pero entre ellos habia alguien, alguien que sin tener un aspecto distinti resaltaba.

Era una chica, de Rojos cabellos un tanto sucios y que fumaba pacificametne un cigarrillo. Nuevamente el Fuego lo Llamaba, pero ¿que queria el Destino con él?

Tras ir en busca de una ración de Cigarrillos para la Tarde Kigo se vio envuelta en en una mar de gentes que sin querer la fueron llevando en direccion al anfiteatro donde se hacian los actos al Avatar Korra. Y asi como la habian enseñado mediante el Haiku Kigo se dejo llevar por el flujo, sin oponer resistencia. Algo insolito para un maestro tierra quien debia ejercer su voluntad siempre. Pero a Fin de cuentas ella no era un maestro tierra en pleno derecho. tan solo habia hecho flotar una piedra la ultima vez que lo intento y quedo tan Exhausta que no volvio a intentar. 

Desde la lejania Kigo vio una gran bola de fuego elevarse del Anfiteatro y luego convertirse en 3 Dragones de Fuego. "pero que intimidante se ven esos Dragones" Se dijo así misma la maestra.

— Yo... yo — intento gesticular el chico ante la maestra aire, era claro que la maestra no quería hacerle daño y que no quería hacer una escena en el dia del Avatar Korra. Pero Dil no podia dejarse atrapar, ellos no se lo perdonarian. Por lo que el chico hizo lo que mejor sabia hacer. Correr. Pero antes Dil uso su aire control para hacer que la capa de una Señora acaudalada volara hacia la Cara de la Maestra aire. 

Eso le dio tiempo suficiente a Dil para Escabullirse hacia la salida del Anfiteatro.

Shio retiró la capa de su cara lo más rápido que pudo y buscó nuevamente al chico. Eso la enojaba un poco, pero lo hacía más divertido a la vez.

Con una sonrisa en su rostro, se dispuso a rastrearlo.

Dil fue rapido, pero no lo suficiente. La maestra aire pudo veer al astucho chico dar un par de saltos impulsado por el aire control hacia las gradas del Anfiteatro. buscando sortear la entrada del mismo por encima del arco que hacia la funcion de peaje. donde se le entregaban a todos los visitantes un cronograma del evento. 

No estaba lejos. y ella tenia su deslizador. lo alcanzaria facilmente.