Partida Rol por web

Veo que Lorethel no parece dar con la clave, así que me acerco a la piedra para buscar detenidamente algo

Observan como Nathan* se queda un instante pensativo mirando la piedra...

Tu detallado ejercicio de observación te arroja dos resultados:

El primero, sobre la roca ves un punto en que la misma ha sido golpeada en numerosas ocaciones con un elemento contundente, al parecer, madera... Bien podría ser con el pomo de un arma rudimentaria, o algo por el estilo...

El segundo, el pasto a uno de los lados está muy muy corto, prueba evidente de que la piedra ha sido corrida a ese lado también en más de una oportunidad...

Lo que no terminas de descubrir es cómo correr la piedra, de otra forma que no sea empujándola...

Tu detallado ejercicio de observación más el recuerdo de la entrada que realizaran los dos trasgos te arroja dos resultados:

El primero, sobre la roca ves un punto en que la misma ha sido golpeada en numerosas ocaciones con un elemento contundente, al parecer, madera... Bien podría ser con el pomo de un arma rudimentaria, o algo por el estilo... Como hicieron las criaturas oportunamente.

El segundo, el pasto a uno de los lados está muy muy corto, prueba evidente de que la piedra ha sido corrida a ese lado también en más de una oportunidad...

Lo que no terminas de descubrir es cómo correr la piedra, de otra forma que no sea empujándola...

Observo con interés la roca, centrándome en un punto de la misma.

- Parece que por aquí golpean la roca con un pomo o algo contundente de madera... - comento señalando el punto, manteniéndome pensativo. Posteriormente miro hacia el suelo y me fijo en el pasto, descubriendo otra cosa interesante - Por aquí la vegetación es más corta, lo que me da a entender que corren la roca hacia esta parte en varias ocasiones... La cuestión es: ¿cómo la mueven, si no la empujan?

Llevo la mano a mi mentón, pensativo.

- ¿Es posible que usen algo como palanca? Aunque esos golpes ahí no me cuadran...

Camino y tanteo alrededor de la piedra, pero no puedo ver nada que destaque... cuando me di cuenta estaba ansiosa y habia perdido la serenidad que me caracterizaba. Respire profundo y di unos pasos hacia atras, mire hacia donde Magnus y nathan habia apuntado y sonrei levemente... sin duda aquel era nuestro verdadero destino.

Me sente en el suelo intentando calmar mis ansias y buscar un enfoque distinto... si seguia de la misma manera estaba claro que no iba a encontrar nada. Mientras estaba sentada en el suelo pensando vi como Nathan parecia algo distraido... o pensativo, quizas habia encontrado algo.

- ¿Es posible que lo abran desde... dentro? - murmuro mientras sigo cabilando - Es posible que abran desde dentro tras escuchar una especie de clave, ya se auna frase, o golpes...

Se me está ocurriendo una idea un tanto descabellada...

Cuando Nathan habla escucho atentamente sus palabras, intento volver al momento cuando estabamos siguiendo a los trasgos y recordar si vi alguna especia de gesto, golpe, o escuche alguna especie de palabra secreta...

Si existiera alguna clave... estoy segura que la habria visto...

Me quedé mirando a la entrada mientras Nathan me sorprendía descubriendo lo mismo que yo. Escuchándolo en sus palabras, era más lógico lo que decía y tenía otro sentido pero aún así, terminábamos sin saber cómo abrir la puerta.

-¿El cayado de un mago?-pregunté un poco irónicamente.-Me parece que esto no tiene que ver con la fuerza pero ya todo el mundo lo sabe-esbocé una sonrisa.-Quizás poniendo la punta de abajo del cayado y empujando dócilmente-miró a los más fuertes allí para hacer obvio que no estaba hablando en sentido figurado,-tal vez la piedra se mueva y todo sea...

Al ver como la semielfa no encuentra nada los demás también se ponen a buscar. al aprecer el único que encuentra algo interesante es Nathan.
Por lo visto ha encontrado una especie de hueco donde avisar. O por lo menos eso parece.

Digo yo que un hueco para la llave que llevaba el semiorco no habrá ¿verdad? Sería demasiado facil.

Nathan tiene razón, deben usar algun tipo de señal, ¿pero cual?

- Me me ocurren 3 opciones:

1 es esperar a que una patrulla de trasgos venga aquí para entrar, y vemos cómo lo hacen (o aprovechamos para cargar...).

2: uno o dos se esconden aquí y el resto buscamos a una patrulla de trasgos, les atacamos y dejamos escapar a uno para que venga a dar la alarma. Cuando vuelva, si es hacia la guarida, se las apañará para abrirlo y el miembro escondido lo verá. Esta idea no me gusta mucho, la verdad.

Y 3: que Arshade coja su cayado y pruebe a darle unos golpes... y si no se abre, que intente desplazar la roca haciendo palanca... aunque existe el riesgo de que se rompa su cayado o que desde dentro nos descubran y den la alarma.

Miro hacia el grupo, conteniendo una risa nerviosa.

- Lo siento, no se me ocurre nada más... jejeje...

Miro hacia Lorethel, esperando que recordase algo más... como la forma de abrirla o la clave o contraseña necesaria...

Mirando un poco más en detalle la roca, caes en la cuenta de que se trata de algo parecido a la Riolita... Bajo tierra se encuentra relativamente poco, salvo cuando es llevada para esculpir alguna estatua. En alguna oportunidad escuchaste que, dentro de las rocas ígneas, las de textura afanítica eran buscadas por los maestros escultores a los fines de encarar determinadas obras... A diferencia de otras como el granito, la Riolita con su tono rojizo amarronado y su grano fino, generalmente eran lo suficientemente maleables para encarar una obra compleja en poco tiempo...

Esto, sumado a que no debiera pesar menos de mil quinientos quilos, es decir, unas tres mil quinientas libras... Te lleva a la conclusión de que el paladín no esta nada alejado de lo que debe en realidad ser el mecanismo para mover la piedra...

Para que trasgos muevan la misma, sería necesario que aplicaran una palanca, o mejor dicho varias palancas... Una piedra tan maleable permitiría que las criaturas, o alguien más, hicieran las perforaciones en la base para calzar algún tipo de barreta, o similar, y desde allí moverla...

Nada impediría que los golpes a los que se refieren fueran un aviso a los que dentro de la guarida estuvieran para que se las apañaran con las palancas...

Pero por lo pronto, nada indica que algo distinto de empujarla o hacerle palanca fuera la unica forma de moverla... Y ni una marca a la redonda muestra que se haya aplicado una palanca desde afuera... Aunque el pasto ralo dice que a ese lado se ha movido la roca...

Durbara carraspeó en tono más alto del necesario para atraer la atención de sus compañeros. Al fin y al cabo, ella era la experta en roca.

--Esta piedra es parecida a la riolita --explicó la enana en un tono didáctico--. Es muy valorada en escultura porque no parte al cincelarla, sino que se moldea con facilidad. Los trasgos la habrían utilizado por esta cualidad, para tallar en ella los mecanismos de deslizamiento. Lo que ha advertido Nathan es esto mismo. Muy probablemente habrá que hacer palanca desde ahí con algún objeto.Cosa que no nos debería suponer demasiado esfuerzo: los trasgos no son conocidos precisamente por su titánica fuerza. Sospecho que tienen rodamientos por alguna parte.

Hizo un gesto elocuente con la mano.

--Ahora bien, aunque hay marcas del deslizamiento de la piedra en el suelo, no hay ninguna marca del uso de las palancas ¿no es así? De modo que podemos concluir que, efectivamente, la suelen abrir desde dentro. Esto aporta el inconveniente de que quizá la tengan bloqueada de alguna manera desde el interior con algún tipo de barrena. Si tratamos de abrirla y está bloqueada, podríamos ponerlos sobre aviso y sería como dar una patada al avispero.

Durbara se encogió de hombros.

--Creo que visto lo visto lo mejor sería ver actuar a alguna patrulla para saber a qué atenernos.

Al escuchar a Durbara veo que no andaba desencaminado, y estaba en lo cierto al sospechar que lo abrían desde dentro.

- Entonces lo mejor que podemos hacer es ocultarnos en algún lugar cercano y esperemos a que alguna patrulla nos muestre la manera de entrar