Partida Rol por web

Curiosamente lo ví todo a velocidad extremadamente lenta. La flecha abrió un boquete de dolor en mi carne, y pude mirarla asombrado antes de que las fuerzas y su impulso me obligasen a caer. Sangre brotó de la herida, y concentré mis fuerzas en no perder el sentido. Debía estar despierto, pues mis amigos estaban luchando con denuedo.

Me notaba torpe, aturdido. Cerré los ojos un segundo y me obligué a mirar mi herida. La flecha clavada impresionaba, y el dolor comenzaba a ser intenso, pero por su trayectoria parecía no haber perforado ningún órgano vital. Debía ser extraída..

Busqué mi daga, con movimientos lentos. Si no fuese así, podría agravar la herida, o hacer que un dolor intenso me paralizase. Por suerte la llevaba en el cinturón, y no tardé mucho. La desenfundé y me armé de valor para sajar la herida producida por la flecha.

Angainor pasó corriendo al lado del montaraz e hizo que Eadar cambiase de opción y observase en dirección a Lorgan. Abrió los ojos con sorpresa y decidió hacer caso al enano. Viendo que él se encargaba del enemigo frente a él, Eadar corrió hacia Lorgan para ayudarle a salir de allí. Cogió a su compañero por debajo del hombro y permitiéndole que se apoyase en él intentó salir del lugar como le habían indicado sus compañeros.

Dándole una hierba* a Lorgan para que la masticase le comentó:

-Tenemos que salir de aquí. ¿Puedes caminar? Mientras se lo llevaba de alli

35 Mut: Dispara flecha a C1: 87-10-15=62 -> Nada

20 Eadar: Mueve a Lorgan

20 Jefe de la Guardia Honnin: Dormido

15 Angainor [44/59]: Ataca a C3: 144-10-15=119 =15D Costillas -5 -40Act 1 asalto = Sec -3pv -3xAs

15 C1 [15/30 1xAs]: Apunta a Mutt

15 C3 [4/30  -3pvxAs -25Actividad]: Huye

15 On-Ikana: Saca el arco y se acerca a su compañero, pero no hace nada más

10 Lorgan [14/40; -1xAs; -20 Acc por pv]: Saca la daga y se desaturde

5 Aru-Sum: Se concentra para lanzar sortilegio.

En el siguiente asalto parece haber algo de desconcierto. Mut lanza una flecha precipitadamente que no alcanza a su rival. Eadar se acerca hasta Lorgan, saca una hierba de su mochila y comienza a caminar con el, en dirección opuesta a los enemigos.

Angainor pelea mucho mejor que en anteriores ocasiones y cada vez que mueve su arma es para encontrar hueso en sus enemigos. Aunque en esta ocasión su golpe no es mortal, si le infringe una herida grave en las costillas al Centinela 3, que baja su arco y comienza a correr con visibles signos de dolor en dirección contraria a los aventureros.

El que de momento aguanta el tipo es el centinela uno, que tensa su arco apuntando al pequeño mediado a corta distancia. Los enemigos más lejanos por el momento no hacen nada. Un poco extraño ¿O quizás si hacen algo? Difícil decir con certeza.

Eadar me da una hoja de Draaf, que masticándola hace que me despeje un poco.

-Espera, amigo.. -contesto a su pregunta-.. He de sacarme.. la flecha..-pero Eadar me pone a salvo sin vacilar, con su ayuda me resultó más fácil caminar.

-¡Gracias, Eadar! Ahora ve a ayudarles, no te preocupes por mí, me sacaré esta maldita flecha de una vez..-dije en cuanto me dejó en el suelo de nuevo. Aún tenía mi daga en la mano, y miré la herida de nuevo.-¡Ahora sí que vas a salir de ahí! -le hablé a la flecha clavada.

Cargo el arco y me preparo para atacar al centinela más cercano (centinela 1). Esta vez no puedo fallar. Visualizo a mi objetivo tras la punta de mi flecha y contengo la respiración hasta que exhalo mientras suelto la cuerda.

La flecha vuela hacia el objetivo y ruego a mis antepasados que guíen esa flecha porque necesitamos de veras salir de esta y acabar con el centinela que queda.

Si hay suerte y abato a mi enemigo podremos salir corriendo de aquí...

Mi cuerpo se gira, siguiendo el movimiento de la maza, y doy de lleno en el cuerpo del cazador que demuestro en su rostro el dolor del golpe. Apenas me freno, espero para recibir el contraataque del hombre pues aún se mantiene en pie, pero en su lugar da media vuelta y comienza a moverse, escapando de la lucha.

Mi primera intención gira en torno a perseguir al cazador, pero de inmediato mis pensamientos se vuelven hacia Lorgan y Eadar. Seguidamente me muevo hacia donde están ambos, y me coloco entre ellos y el resto de los presentes, escudo en alto, intentado servirles de protección.

Lorgan y Eadar se alejan del lugar como bien han comentado sus compañeros. Una vez alejados y a resguardo Eadar ayuda a su compañero a descansar en el suelo y que apoye la espalda contra una piedra. Las palabras de Lorgan le hacen volver al combate, pero justo cuando gira la cabeza para ver lo que a sus espaldas acontece, decide gracias a la acción del enano ayudar a su compañero.

Angainor ha tenido a bien cubrirles para que tranquilamente puedan atender a Lorgan y no piensan desaprovecharlo.

-Creo que puedo ayudarte a sacar la flecha, desde mi posición veo mejor que tú, amigo.

Cogiendo las manos de su compañero y dándole un paño las acerca a la zona de la herida:

-Cuando saque la punta aprieta con fuerza la herida. Tenemos que evitar que pierdas más sangre.

Miró a los ojos a Lorgan y esperó su confirmación:

-A la de tres, ¿vale?

Cuando afirmó, el montaraz contó hasta tres y sacó la punta de flecha:

-Uno....dos... y TRES.

Al sacar la flecha llevó el trapo a la herida y le comentó:

-Aprieta con fuerza, Lorgan.

35 Mut: Dispara flecha a C1: 151 -10 - 15 = 126 -> 20D Pierna -3pv -25 act Aturd1 LO MATA

20 Eadar: Ayuda a Lorgan

20 Jefe de la Guardia Honnin: Dormido

15 Angainor [44/59]: Ataca a C3: Se mueve

15 C1 [15/30 1xAs]: MUERE

15 C3 [1/30  -3pvxAs -25Actividad]: Huye

15 On-Ikana: Saca el arco y se acerca a su compañero, pero no hace nada más

10 Lorgan [19/40; -1xAs; -20 Acc por pv]: Le sacan la flecha

5 Aru-Sum: Sortilegio de confusión niv 4 contra Anga= 30-4-15= 16 -> Fallo Pierde concentración, no podrá preparar ni lanzar sortilegio sig, turno

El combate va tomando forma y eso que más de la mitad de los integrantes se encuentran a la defensiva.

Mut es el único que aún conserva el carácter ofensivo ¡Y de que manera! Si flecha surca el aire y atraviesa de parte a parte el muslo de su adversario, que cae al suelo y tras una corta agonía cae al suelo inconsciente por pérdida de sangre.

Eadar ayuda al mago y con un hábil movimiento, ayudándose con el fijo de la daga de su amigo saca la flecha de forma íntegra. Le cede una de sus vendas para que con ella al menos se pueda comprimir la herida.

Angainor toma una posición defensiva, cuando se pronto siente una oleada de energía que sacude su cuerpo pero sin efecto alguno. ¿Qué habrá sido? Quizás la mirada fija del viejo sobre él tenga algo que ver. Pero el caso es que no ocurre nada en especial.

El centinela C3 que está gravemente herido sigue huyendo, pero está tan mal que parece que se vaya a caer de un momento a otro. También es extraño que con las dos personas que hay al fondo junto a las chozas nada parece hacer cambiado. Uno sigue en el suelo dormido y el otro parece como indeciso.

Lorgan nota los efectos de la hoja al masticarla y recupera un poco de su vitalidad. Aun está herido grave, pero parece que con la flecha fuera de su cuerpo tiene todo a su favor para poder detener la hemorragia.

Con ayuda de Eadar, es más sencilla la extracción de la flecha. Cuando tira por ella rápido, noto como si arrastrase con ella al salir alguno de mis órganos ensartado, pero para nada es así. Por un momento me quedo sin aliento de puro dolor, y pronto comienza la herida a palpitar de nuevo, haciendo manar sangre.

Sin perder segundos, Eadar tapa la herida y también yo, con la mano tapo el corte y lo presiono con su venda. No he recuperado aún el suficiente aliento como para agradecerle la ayuda, pero sé que le miro y lo sabe.

Me quedo presionando la herida, hasta que deje de sangrar. No puedo hacer más, de momento.

-Estoy.. mejor.. Gracias, Eadar.. Ve.. -no puedo decir más. Tomar aliento para respirar y hablar duele, aunque me encuentre más despejado ya.

Cargo una flecha en el arco y corro hacia el Centinela (C1) para recoger mi daga y luego me muevo hacia los árboles para que me ofrezcan cierta protección mientras cubro la retirada de mis compañeros para que sea lo más escalonada posible y evitemos males mayores.

- Llevad al herido hacia los árboles...os cubriré mientras pueda... - les grito para puedan irse a una zona más segura y eviten un sendero abierto donde serían un blanco demasiado fácil al llevar a un herido.

No atacaré a un enemigo que huye pero como uno de los salvajes haga un amago de intentar venir hacia nosotros sin duda le lanzaré una de mis flechas.

Tras sacar la punta de flecha Eadar observa si su compañero se encuentra bien. Aunque con voz entrecortada debido al dolor, parece que Lorgan podrá ponerse bien si descansa. Asegurándose que se encuentra recostado y apretando sobre la herida asiente a sus palabras y coge arco y flecha para ir en busca del mediano y echarle una mano.

Sin embargo parece que las intenciones del mediano son las de salir de allí. Eadar queda contrariado, sabe que deben salir de allí, pero duda de que Lorgan pueda andar sin perder sangre, así que viendo a Angainor se acerca a él y le comenta:

-Échame una mano, entre ambos quizá podamos cargar a Lorgan sin que pierda demasiada sangre.

Frente a mis compañeros y avizorando hacia donde se encuentra Mut, me había parapetado ya con mi escudo esperando servir de protección y facilitar el auxilio de Lorgan. Y repentinamente, la mirada del hombre que se encuentra hacia nuestra izquierda, que parecía mantenerse al margen y observando paciente todo, me atrapa.

Un calor sin precedentes me envuelve y no hago más que dar un paso atrás, un tanto confundido. Sin embargo, la sensación desaparece al instante y levanto mi vista para encontrarla con la de aquel extraño. Una sonrisa se dibuja en mi rostro... "- Enanos, duros como la roca inclusive ante la magia... estúpido humano- expreso lanzando en escupitajo al suelo para que el hombre se percate de ello".

El grito ahogado de Lorgan, primero, y las palabras de Eadar, después, me ponen alerta y al instante ayudo al segundo para sacar al herido del lugar.

"- Mut, cuidado con el de la izquierda... es un hechicero- le digo a mi compañero para ponerle sobre aviso-. Regresemos sobre nuestros pasos... en la arboleda van a encontrarnos igualmente... ellos conocen el bosque a diferencia nuestra, el camino es la única guía que tenemos y ahora que activamos las trampas es relativamente seguro- le digo a los demás".

35 Mut: Carga flecha y se mueve

20 Eadar: Habla

20 Jefe de la Guardia Honnin: Dormido

15 Angainor [44/59]: Habla

15 C3 [1/30  -3pvxAs -25Actividad]: Muere

15 On-Ikana: Despierta a Jefe

10 Lorgan [19/40; -1xAs; -20 Acc por pv]: Comprime herida y no pierde pv

5 Aru-Sum: Grita a Ikana

Parece que la batalla se toma un respiro. En estos momentos nadie tiene la iniciativa. Esperemos que luego no se lamente no haber aprovechado este tiempo.

Mut recupera su daga y retrocede un poco, con su arco cargado, vigilando lo que puede pasar. Angainor trata de mantener la guardia y Lorgan presiona su herida que de esta forma al menos deja de sangrar.

El enemigo que huía cae en el suelo inconsciente, herido por el ataque de Angainor de turnos atrás. El viejo del templo grita algo al joven arquero del fondo y este se decide por fin a despertar a su compañero dormido.

Me muevo hacia mis compañeros cubriéndolos mientras espero que no nos sigan los nativos ya que si su número es demasiado alto tendríamos problemas aunque creo que hemos dejado claro que sabemos defendernos.

- El camino no debe estar demasiado lejos...rápido avanzad mientras os cubro... - les grito para que se muevan lo más rápido que puedan ya que ahora mismo soy el mejor preparado para cortar una posible represalia.

Eadar asintió a las palabras de Mut y aprovechando la cobertura que pudiese darles, comentó:

-Lorgan aprieta bien la herida. Vamos a moverte. Angainor ayúdame.

Eadar con ayuda de Angainor cogió a Lorgan y entre ambos sacaron a su compañero por el camino que les indicaba el mediano.

Con ayuda de mis amigos me pongo en pie, sin dejar de apretar la herida. Me noto un poco débil, sin duda por la pérdida de sangre, pero el dolor en la herida remite un poco de vez en cuando. No dejo de presionar la abertura, para que se tapone lo antes posible.

La verticalidad me otorga también el sentido del mareo, aunque no dura mucho. Seguro que estoy pálido y mi aspecto asustaría a un orco, pero poco a poco me setiré mejor, seguro.

-Gracias por la ayuda.. No dejéis a Mut solo..-digo a mis amigos, que aunque sé que Mut se basta y se sobra, a veces una ayuda no viene nada mal.

Continuamos ayudando a Lorgan mientras nos acercamos cada vez más hacia la espesura, intentando marchar a paso firme hacia el camino en donde nos encontramos al cazador. Mut mantiene la cobertura y el hecho de que los hombres que se encontraban cerca del templo no hayan reaccionado nos ayuda en la huida. Bueno... salvo el extraño hechicero.

"- Si, vamos- le digo a Eadar ante sus palabras-. Mut, no te retrases... tratemos de irnos todos juntos- expreso al escuchar las palabras del hobbit".