Partida Rol por web

Pasais un par de dias entre preparativos para vuestra nueva misión y en este tiempo la pequeña aldea de los Cuervos Rojos se va llenando de gentes venidas dse todos los rincones de Brolia. Veis aparecer grupos de guerreros bien preparados, iniciados de Orlanth listos para defender su tierra; bandas de berserkers mugrientos, sucios y violentos pero dispuestos a dar la vida luchando contra los cerdos lunares; guerreros solitarios, callados y taciturnos que exhiben las runas de la verdad y la muerte en sus armaduras y espadas, fieles a Humakt,la espada; sacerdotes de los vientos, maestros cazadores y mercaderes que han conseguido alguna pieza de armadura o arma de metal y que buscan una última venta desesperada y grupos de mujeres rudas y aguerridas dispuestas a matar en nombre de Vinga. Pero la gran mayoría son hombres, posiblemente campesinos que acuden protegidos con ropas gruesas de cuero y armas tan simples como palos, hoces o guadañas a las que han montado el filo de forma vertical para transformarlas en algo similar a lanzas; algunos de ellos apenas han dejado de ser niños mientras que otros a duras penas sostienen las herramientas con las que han tenido que trabajar tantos años de su vida.
Todos ellos se asientan alredeor de la aldea, en tiendas de lona, barracones y carretas. El ritmo de llegada de todos esos guerreros es cada vez mayor y ya se cuentan por miles los que esperan la señal que les llevará a la libertad o a la muerte.
Y en el momento en que todos se apresuran por llegar, vosotros partís buscando la forma de sacar una ventaja por ppequeña que sea, que pueda inclinar la balanza a vuestro favor.

Vehexa aparece con su ropa de Vexilla, que le sigue quedando tan... peculiar, o más, que como le quedaba antes. Busca con los ojos a Kilder y a Loranda, y al ver que aún no han llegado se sienta a esperar sobre una piedra, mirando pasar a los recién llegados. Conversa con algunos guerreros que se acercan a saludarla, antiguos compañeros de entrenamiento o rivales en las peleas, charlando con ellos fluídamente en el idioma del lugar.

Con la mochila lista me acerco al lugar donde he quedado con Kilder y Vehexa. Al verla un sudor frio me recorre el cuerpo y me apresuro a acercarme donde esta ella, la cojo del brazo y le doy un tiron apartandola de la gente. 

-No deberias haberte puesto el uniforme aun. Si hay algun espia lunar entre toda esta gente nos descubrira. Vamos, esperemos a Kilder donde no haya tanto movimiento de gente- me la llevo detras de unos arbustos y miro a mi alrededor preguntandome que habran pensado al ver a una mujer con el uniforme del imperio sentada charlando tan tranquilamente con las gentes de Brolia- Debemos tener cuidado, si los lunares descubren nuestro plan no servira de nada lo que vamos a hacer. Esto es arriesgado Vehexa y no debemos correr riesgos innecesarios. 

Salgo de mi choza con la túnica roja impoluta puesta, en la cual se podían ver las marcas de haber estado doblada y guardada durante mucho tiempo, y me paseo entre los mercenarios y la gente del pueblo, mirándolos por encima de mi hombro y lanzando miradas retadoras a todos los que me observaban.

Llegué hasta donde habíamos quedado las chicas y yo, me saqué la túnica un momento, y comencé a coser los emblemas Lunares otra vez mientras les comentaba:

-Bueno, otra vez podemos salir de esta jaula sin barrotes. Recordad todo lo que nos enseñaron, y portaos como auténticas Lunares que sois.

Me fijo en que Vehexa ya iba preparada con el uniforme completo, y le comento:

-Te sigue quedando muy bien. No te muevas... -coso también sus insignias- Salgamos ya de esta piojera...

Era extraño, pero en cuatro años, parecía la primera vez que estaba mas animado, e incluso se podría llegar a decir que sonreí en algún momento.

-Ohh, no había pensado eso - se queda un momento pensativa - Bueno si eso uso hacha en cabeza y ya está. Mejor vamos a terminar ésto lo antes posible, quiero volver con clan.

La naturalidad de Vehexa me hace sonreir levemente. Kilder aparece tambien con su tunica roja y los miro con un gesto de reproche. 

-No se a que llamas una autentica lunar, pero desde luego yo nunca lo he sido. Me comportare como tal desde luego, pero los tres sabemos que no es mas que apariencia-mientras miro como se ponen las insignias saco las mias y hago lo mismo- Voy a dejar clara una cosa, no voy a dejar que me maten facilmente, asi que ya podeis tener cuidado con lo que haceis porque esto no es un juego. Y..., nada mas. En marcha.  

Miro de reojo a Loranda mientras explica su situación, y estiro del hilo con le que coso, y lo corto con los dientes.

-Ya está, vámonos, seguro que los otros se han dormido en los laureles y no han ni comenzado :D.

Brolia es un territorio extenso dominado por una docena de clanes mayores y otros muchos menores, repartidos por toda su geografía; Ésta es tan accidentada, que algunas veces el moverse d eun clan a otro obliga al viajero a cruzar barrancos, avanzar entre desfiladeros y sortear todo tipo de obstáculos naturales. A causa de ello, los primeros habitantes de estas tierras debíeron buscar cualquier lugar llano donde plantar sus casas y sus cosechas, y ello hizo que los enfrentamientos entre los distintos clanes fueran frecuentes, al disputarse pedazos de tierra fértil. Pero esta orografía tan complicada es también el motivo por el que hoy en dia Brolia sigue sin ser conquistada por el Imperio, ya que resulta imposible organizar ejército alguno y los nativos saben perfectamente como aprovechar el territorio.
El clan de los Cuervos Rojos es el único situado ante una gran llanura, que asciende suavemente desde las tierras carmanianas y donde tendrá lugar la batalla. El sitio ha sido previamente consensuado por ambas partes, aunque el número de tropas que pariciparán es algo desconocido.

Cuando llegais a la frontera, os encontrais con tres campamentos distintos, situados al pié de la montaña. El primero de ellos, a vuestra izquierda, es de un tamaño considerable, en el que podrían haber quinientos o mil hombres y posee unas enormes caballerizas con otros tantos caballos. En sus tiendas ondea la bandera de Carmania. El segundo campamento es de un tamaño similar, o puede que mayor incluso y parece estar en proceso de montaje; no posee establo alguno a primera vista y está repleto de insignias lunares. A vuestra derecha hay un tercer campamento, más pequeño y sin bandera alguna más que una insignia lunar y la runa de la luz, símbolo de Yelm, el Sol.

Me agacho en el suelo y observo los campamentos desde la colina en la que estamos vigilando apoyándome en le bastón. Cojo una piedra y la tiro hacia adelante.

-Bueno, ya se el primer campamento que hemos de visitar... quiero vuestra opinión, y si es necesario os corregiré -les informo, ya que se mostraban pasivas- tu yelmo que se vea bien Vehexa, -le doy golpecitos con la calavera del bastón- y puede que tengamos que conseguir otro para Loranda, así no mostrará su rostro directamente.

Me levanto y estiro mis ropajes mientras sacudo el polvo.

- Uhm... ¿Campamento grande? Jefes siempre en campamento grande. Además más fácil pasar no visto en campamento grande, en campamento pequeño la gente se conoce. - Vehexa se recoloca el yelmo algo inquieta - Vamos a terminar con ésto rápido. No me gustan soldados. Ni tabernas con soldados.

-Yo visitaria el pequeño, tiene el emblema de Yelm. No creo que hayan muchos lunares en ese campamento, es una ventaja porque sera dificil que nos reconozcan. A no ser que..., nos encontremos con aquellos lanceros solares  de cuando investigamos el asesinato de, como se llamaba? 

Me quedo mirando la piedra que ha lanzado Kilder pensativa. 

-Me encantaria tener un yelmo como el tuyo, Vehexa. 

Continuo agachado mientras observo los campamentos y escucho las diferentes opiniones.

-Mmm, yo casi iría primero al central que aun están montando, posiblemente reine el caos en el, supongo que es donde mas operativos estén esperando que lleguen, y podremos sacar mas información, o incluso salvoconductos para los otros campamentos.

Me levanto y les digo:

-Cualquiera es bueno, decidid y nos ponemos en marcha.

-Esta decidido. Tu y Vehexa pensais que el campamento que estan montando es la mejor opcion, es mas grande y habra mas movimiento de gente. Iremos alli, si no encontramos lo que buscamos iremos a los demas. 

Me levanto un momento mientras deciden del todo, y sin decir nada saco el coletero de Loranda, luego meto la mano huesuda con las uñas largas por dentro de su pelo rozando la frente, pongo el flequillo delante de su cara.

Murmuré -Genial, intimidatorio y disimula muy bien...

Cabreada miro a Kilder pensando que a veces parece estar totalmente loco. 

-Estas idiota o que?- me coloco el pelo como lo llevaba- Hay momentos en los que me pregunto como alguien tan estupido pudo acabar de lider y guia de una Vexilla. Si quieres jugar con pelos juega con los tuyos- continuo caminando visiblemente molesta. 

Levanto los hombros y miro a Vehexa.

-Está un poco susceptible me parece...

Y comienzo a bajar por la ladera dirección al campamento. A diferencia de las chicas, yo me retiré la capucha del a túnica dejando esta descansar sobre mis hombros. Normalmente iba encapuchado, y esta vez posiblemente fuese la primera que podrían contemplar mi rostro completamente desnudo.

Se dejaba ver una larga cabellera negra azabache con mechones canosos y la piel de la cara muy pálida a pesar de vivir en las montañas con alguna que otra arruga, mas que de sonreír, de los enfados que normalmente tenía conmigo mismo sin ninguna razón.

Con los labios rectos y apretado avancé muy decidido hacia el campamento central explicando lo que podriamos hacer.

-Después de este, yo iría al pequeño a ver que se cuece con cualquier excusa, y si puede ser de parte del primero mejor. Y por último al de las caballerizas, el cual se puede intentar sabotear, o por lo menos llevarnos un caballito cada uno de recuerdo para volver a, a algún lugar mas seguro...

Sin molestaros por el subterfugio ni la discreción, os dirigis directamente al campamento mayor que alberga a las tropas lunares. Una pequeña empalizada, más enfocada a delimitar el campamento que a protegerlo, se abre en una amplia puerta en la que dos guardias armados con lanzas observan còmo os acercais. Se miran algo desconcertados unos segundos y cruzan sus lanzas en señal de alto.
-El acceso al campamento está restringido desde este lado. Identifiquense por favor.

Vehexa se calla y mira a Kilder y a Loranda, esperando que sus conocimientos puedan ayudarles a sortear este tema. Su acento y su falta de conocimiento del imperio los delatarían seguro, así que prefiere no decir nada y esperar por si hay que partir cabezas.