Partida Rol por web

Bajo el fulgor de la Luna Roja

Escena 4: Vientos de guerra

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10/05/2013, 06:36
Director

La vida en Brolia es dura; los vientos fríos soplan incesantemente sobre las llanuras donde pasais vuestros dias y las jornadas d etrabajo en verano son largas y agotadoras. Han pasado cuatro años desde que fuisteis recibidos por el clan de los Cuervos Rojos al completo y vuestros viajes por otras tierras quedan ya en el pasado.
Pero a pesar del tiempo transcurrido, los brolianos se encargan d eque no olvidis quiénes sois y lo que habeis hecho. Gentes de todos los rincones de la región y pertenecientes a todos los clanes conocidos se acercan a la aldea de vez en cuando a modo d eperegrinación a conoceros y dar fe de la existencia de esos héroes que viajaron a tierras lejanas.
Todos quieren oír de la valentía de Kenvent cuando luchó contra un gusano gigante, el arrojo d eErikand destruyendo muertos vivientes, la habilidad de Aldar para alcanzar a enemigos lejanos con su preciso arco, las artes mágicas ígneas de Kilder, la eficacia implacable de los cuchillos de Loranda, la fuerza desatada de Vehexa venida de tierras muy lejanas y como no, las artes mágicas del chamán Swen. Por las noches, en todos los pueblos de Brolia se cuentan historias sobre lugares donde las flores son tan grandes como árboles y los insectos tan enormes que pueden ser cabalgados por hombres; sobre una tierra helada al norte donde los muertos se levantan de sus tumbas y caminan de nuevo; sobre brujas malignas capaces de congelar la sangre a cualquiera; pero nunca jamás se nombra a la pequeña Ahrrya. La niña que fué la esperanza de Brolia para derrotar al invasor y que ahora se ha unido al imperio en un acto d etraición impensable para cualquier orlanthi se ha convertido en un tema tabú y todo el mundo sabe que mencionarla en presencia de Garnath, su padre, sería un acto de estupidez.
Las estaciones pasan y la vida sigue en las colinas donde el viento nunca cesa.

Notas de juego

Pues eso. Han pasado cuatro añazos y quiero que hagais la última modificación a vuestras hojas de personaje. En este tiempo os habeis estado entrenando y preparando para lo que pueda venir, así que teneis que repartir 100 puntos entre vuestras habilidades; No hay límite; podeis poner puntos en cualquier habilidad, pueda aumentarse con experiencia o no (eso incluye conocimientos, habilidades de combate, mágicas, habilidades más mundanas o habilidades que ni siquiera teneis); aunque visto el título de esta escena puede que no sea el mejor momento de vuestra vida para aprender a tocar la flauta. No hay límite, con lo que podeis superar el 100% pero recordad que la mágia espiritual no puede aumentarse ya que depende de vuestra PER.
Además de los puntos quiero que pongais un pequeño post explicando qué ha hecho vuestro personaje durante estos 4 años, de modo que se justifiquen un poco los puntos que habeis repartido.
Cuando esteis listos vamos al lio.

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10/05/2013, 23:02
Aldar

Los años pasan rápido cuando uno disfruta... y eso es lo que hago. Durante todo ese tiempo cazo y practico el combate cuerpo a cuerpo con los guerreros tribales. Aprendo a evitar mejor los golpes y a aprovechar la longitud de mi lanza, intentando compensar mi escasa estatura.

Pero lo mejor sigue siendo las largas jornadas acechando presas, aprovechando los poderes mágicos que me regaló Swen y perfeccionando el disparo con el arco hasta convertirme en uno de los mejores de la aldea. La vida es dura y mi cuerpo se hace más resistente, aunque la libertad que se respira en Brolia hace que todo cobre sentido.

Y sin embargo, nunca olvido. Sé que antes o después, todo esto terminará y tendremos que enfrentarnos a nuestro destino. Pero mientras tanto, por fin, sé lo que es tener un hogar.

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12/05/2013, 22:39
Loranda

Aunque mi relacion con las mujeres de la aldea es buena, paso la mayor parte del tiempo con los hombres, fijandome y aprendiendo de ellos. Cuatro años no son suficientes para olvidar todo lo que he vivido, se que tarde o temprano la paz acabara y me preparo para ser util cuando llegue la hora de luchar. Pido a los guerreros mas valientes y mas diestros que me enseñen a esquivar los golpes de mis adversarios, tambien dedico mucho tiempo a practicar lanzando cuchillos, pero sobre todo me entreno para que mis dagas resulten mortales contra el enemigo. A veces siento punzadas en el cuello y rozo con mis dedos la cicatriz que me quedo tras una de las misiones que me encomendaron, aquella vez me salve de milagro, mas bien fue Kilder quien me rescato de los brazos de la muerte, no es agradable sentir como te degollan. Si hay guerra, y estoy segura de que la habra, no se lo pondre facil. Esta vez estare preparada. 

Aquella muchacha dulce e instruida que vivia entre libros queda muy lejos. Loranda es ahora una mujer dura, fuerte y curtida en la batalla. 

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13/05/2013, 11:56
Vehexa Kastokiana

Vehexa dedica su tiempo a luchar contra los más fuertes y valientes guerreros de la región, practicando sus habilidades a la vez que aprende de ellos. Se interesa, además, por lo dioses de Broila, aunque no abandona los suyos, y llega a hablar el idioma local con fluidez, aunque sigue siendo incapaz de hablar la lengua imperial con corrección. Con los años ha perdido algo de su ingenuidad, pero sigue siendo inocente y de buen corazón.

 

A veces, al atardecer, se la puede ver sentada en soledad sobre una colina elevada, admirando el color rojizo del sol al caer, que tanto le recuerda al desierto que le vio nacer. Echa de menos su tierra, pero queda una misión por acabar: aún no ha hecho de Kilder un hombre. Ardua tarea.

 

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14/05/2013, 09:16
Kilder

Pasaban los días, elas estaciones, las semana, y cada vez me sentía mas atrapado en aquella inmensidad.

Poco aguantaba las historias que se me hicieron repetitivas a las dos semanas, y dejé de asistir a casi todas esas reuniones, con los efluvios alcohólicos cada vez se exageraban mas las cosas y realmente perdieron toda mi atención, me quería preparar para el día en que pudiese irme.

Fui encerrandome cada vez mas en mi mismo llegando a tratar lo mínimo con la gente del pueblo, incluso me propuse hacer las compras con gestos, y mas de una vez me vi con el equipaje hecho para irme de aquel pueblo.

Con quienes mas hablaba era con las dos chicas, las cuales a veces conseguian que esbozase alguna sonrisa mientras yo mantenía un pergamino conseguido en la mansión de la bruja casi constantemente en la mano leyéndolo, releyéndolo, repasando, memorizando, haciendo movimientos propios del Tai chi.

Cada final de año, cuando bebía un poco, iba a una cuadra y le daba un cabezazo a un caballo, pero nunca llegué a tumbar a ninguno ni haciendo trampas, incluso una vez encontramos un pony, pero nada...

Al poco tiempo de estar allí, dejé de utilizar mi túnica roja y busqué una piel que no oliese demasiado para no pasar frio cada mañana haciendo una pequeña excursión a un valle perdido en el bosque. Los del pueblo le llamaron "la olla del demonio negro", debido a que la visión que te proporcionaba aquel lugar cuando llegabas, era la de decenas de animales muertos, casi incinerados, que al pisarlos se convertian en polvo y cuando llovía teñian todo el suelo con el polvo oscuro de los animales incautos, incluso alguna vez se vio un oso o un ciervo.

Cada noche llegaba extenuado a mi pequeña choza para descansar, y al otro día volver a quemar todos mis puntos practicando mis artes.

Pasaban los días mientras esperaba algo, no sabía que, pero esperaba.

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14/05/2013, 13:59
Erikand

A los pocos días de llegar al pueblo, Erikand comunicó a sus amigos y compañeros su intención. Quería convertirse en un buen mercader, y seguir la estela de Joh Mith. Por eso, a las 2 semanas de haber llegado a la ciudad, Erikand partió, de nuevo como Issar, a recorrer los caminos para convertirse en un buen comerciante.

Issar viajó por Brolia y alguna vez más lejos buscando tratos favorables y buenas oportunidades a la vez que comunicaba a otras tribus aliadas la situación para poder conseguir apoyo militar.

En estos cuatro años, Erikand aprendió el gran arte de regatear y se inició al culto de Issaries. Cuando volvía al clan de los Cuervos Rojos donde comunicaba a Kenvent y Garnath los tratos a los que había llegado con otros clanes. Tras esto, se quedaba descansando un par de semanas antes de volver a partir.

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16/05/2013, 13:47
Director

Es el primer día de la estación de las tormentas y como todos los años se recibe esta temporada sagrada con un banquete común. Todo el clan está reunido alrededor de una gran mesa situada en el interior de la cabaña más grande de la aldea. Se han sacrificado dos vacas y varios corderos a Orlanth y ahora dais gustosamente cuenta de ellos sentados en vuestras sillas, a ambos lados de la de Garnath, que preside la mesa en el lado opuesto a la entrada.
La comida transcurre con normalidad entre risas, chistes escatológicos, bebida y carne en abundancia hasta que la lona de la entrada se abre y uno de los exploradores, Oren, hace callar a todo el mundo dirigiéndose a Garnath con seriedad.
-Caudillo… Ha llegado un emisario del Imperio Lunar. Dice llamarse Culogordo y trae un mensaje.
-Godrius Pompis. Mi nombre es Godrius Pompis. –Interrumpe una voz fina desde el exterior.
-Pues eso he dicho yo. –Responde Oren al emisario. –Gordis Culens.
-¡Qué más da como se llame! –Ruge Garnath desde el otro extremo a la vez que da un puñetazo en la mesa que hace saltar todos los platos. –Dile que pase y que diga lo que tenga que decir antes de que le arranque la cabeza del cuerpo.
Inmediatamente aparece un hombre joven, de aspecto delicado y vestido con una túnica roja sin ningún símbolo visible en ella. El emisario camina altivamente junto a la mesa en dirección a Garnath mientras desenrolla un pergamino. Aparenta estar tranquilo, aunque no sabríais adivinar si realmente lo está o simplemente sabe cómo actuar en situaciones como esta. Al llegar frente a Garnath habla, no sin antes dirigir una mirada rara a Kenvent, Aldar, Erikand y Swen, que están sentados juntos frente a él. Parece no entender nada, pero se ciñe a su cometido.
-Señor Garnath de los Cuervos Rojos. Le traigo una carta del Imperio dirigida a usted. Si quiere… se la puedo leer yo mismo.
Garnath, con la cara enrojecida de rabia arranca el pergamino de sus manos y se lo cede a Loranda para que lo lea.

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16/05/2013, 15:32
Vehexa Kastokiana

- BWOOORROOOARRRGGHHHH... - A punto de convertirse en campeona, por cuarto año consecutivo, del concurso de eructos de la mesa de la derecha, Vehexa cierra la boca molesta por la interrupcion de su ruidoso discurso, al ver a Oren llegar con expresion preocupada.

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16/05/2013, 18:49
Kenvent

Al ver entrar al tipo que nos condujo hasta Yuthuppa, donde encontramos a Arrhya, mis ojos no dan crédito a lo que ven. No lo he reconocido al instante, pero cuando nos ha mirado con esa cara de sorpresa lo he recordado. Ya hará... sí, cuatro años de aquello.

En todo este tiempo me he dedicado a fondo a prepararme para el día en el que Arrhya vuelva a Brolia al mando de un ejército de soldados lunares. Entrenando día tras día con los mejores guerreros de la aldea y dirigiendo incursiones contra las tierras de las fronteras, sobre todo contra las guarniciones de los puestos avanzados del imperio. Otras veces hemos tendido  emboscadas en los caminos a las tropas lunares que de vez en cuando van a Carmania o regresan a las tierras centrales. Toda esta experiencia me ha convertido en un verdadero maestro de armas. Pero tanto o más orgullo obtuve el día en que decidí servir al rey de los dioses, el gran Orlanth y, tras la ceremonia, fui aceptado como miembro de pleno derecho del culto al Atronador. Finalmente, hoy, con la llegada de Godrius, parece que dará inicio aquello para lo que nos hemos estado preparando todo este tiempo.

Me lleno los pulmones del sagrado aliento de Orlanth y dirijo la mirada a mis amigos uno a uno. Después, miro a Loranda con atención, ansioso por saber qué dice el mensaje de los lunares.

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16/05/2013, 22:47
Aldar

Miro al joven lunar con indecisión. Mi primer impulso es saludarle con afecto... al fin y al cabo nos ayudó en Yuthuppa, aunque de forma involuntaria, pero me contengo. La preocupación sustituye a la afable sorpresa: esto solo puede significar una cosa: el momento de la verdad, el que hemos estado temiendo, se acerca.

Me recuesto rascándome la barbilla con la mano derecha mientras con la izquierda tamborileo nervioso sobre la superficie de la mesa. La impaciencia se adueña de mí mientras espero a que Loranda lea la misiva.

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16/05/2013, 22:58
Loranda

La comida se interrumpe y presto atención a Oren. Tras el aparece Godrius y me pregunto que razon debe tener para presentarse en la aldea solo sin proteccion. Cuando compruebo que lo han enviado como mensajero me remuevo en la silla inquieta. Garnath me pide que sea yo quien lea la carta e inmediatamente empiezo a leerla en silencio. Soy consciente de que todos esperan y continuo en voz alta sin salir de mi asombro.

-…os ofrezco esta oportunidad. A pesar de haber roto todos los vinculos que me unian a Brolia, llevo vuestra sangre, es por eso que debeis estar agradecidos, si no fuera por mi no tendriais esta opcion. Entregad las armas, aceptad al imperio como vuestros gobernantes y abrazad a la diosa roja, solo de esta forma evitareis una masacre. Rendios sin condiciones y os perdonaremos la vida. Estamos preparados para aniquilar vuestra aldea y lo sabeis. La unica opcion es la rendicion, sed inteligentes y no habra guerra, si no cedeis la guerra sera inminente y no habra piedad para los vuestros….-

Sigo leyendo en voz tan baja que tan solo yo me escucho. Esperaba cualquier cosa, pero esto supera mi imaginación. La niña que tantas veces me habia quitado el sueño no solo se habia convertido en una enemiga, ademas se mostraba prepotente, pensaba que nos hacia un favor al sugerir que nos rindieramos. No podia creerlo.

-Lo firma tu hija, Garnath, lo firma Arryha. 

Entrego de nuevo la carta al padre de la niña y guardo silencio.

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16/05/2013, 23:29
Kilder

Las fiestas eran siempre muy aburridas, y siempre acababa esquivando borrachos que caían sobre mi, y escuchando las melodías del concurso de eructos.

Cuando estaba a punto de retirarme, veo que aparece ese personaje, y me siento a ver que pasaba.

Escucho la voz de Loranda, y voy asintiendo a cada frase, mientras pienso:

Típico del imperio, este es el primer paso, el próximo es destrozar al enemigo...

Sin sobresaltarme, termino de beber de mi copa y espero la reacción de los aldeanos.

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17/05/2013, 13:44
Erikand

Erikand había vuelto para la ocasión. Con algunas piezas de armadura más que había conseguido canjear por algunas pieles. Se acercaba la guerra, todos lo sabían, pero no sabían cuando. Sólo esperaba estar en la aldea o los alrededores cuando la noticia llegase.

La celebración empezó fantásticamente. Volvió a preguntas a sus amigos que habían estado haciendo durante este tiempo que no había estado. Como él, se habían estado entrenando para la ocasión. Poco después empezó la cena. Que fue interrumpida por Godrius. Aquél hombre había conseguido lo que quería, pero posiblemente, vería con sus propios ojos lo que allí sucedería. Le mostró una sonrisa cuando le miró. Pero nada más, y estuvo atento a la voz de Loranda: las palabras de Arrhya.

Observó con cuidado la reacción de Garnath. Podían ser duras las palabras de su propia hija.

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17/05/2013, 14:01
Aldar

Un profundo suspiro se me escapa, mezcla de desánimo y resignación. Era lo que me temía. Repaso mentalmente mi equipo de batalla: mis arcos, mi nueva lanza, las cápsulas de veneno que he colocado en una cartuchera cruzada sobre el pecho... Bien. Pase lo que pase a partir de ahora, no puedo estar más preparado.

Ahora son Garnath y Kenvent los que deben hablar.

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19/05/2013, 21:39
Swen

Han pasado 4 años en los que Swen se ha integrado, si eso es posible para un personaje tan excéntrico, en los Cuervos Rojos. Los niños y jóvenes se reúnen a menudo junto a él esperando que les cuente historias junto a la hoguera. De sus labios han salido historias variadas, algunas sobre su viaje y otras sobre el pueblo de Orlanth. A pesar de la superstición que provoca a muchos su relación con el otro mundo no es raro que recurran a él para múltiples tareas, aunque algunos no admitan que han requerido de sus servicios. Ha ayudado a las mujeres en los partos. Ha recuperado a hombres tras accidentes de caza. Ha cuidado de los thrall y animales del clan. He puesto en contacto al clan con su wyter.

No llevaba ni un año en el clan cuando apareció en la tula un hombre llamado Yorsar preguntando por él. Cuando se vieron ninguno de ellos se sorprendió, parecían avisados del encuentro. Desde entonces, cada cierto tiempo, este hombre ha aparecido en el clan y Swen se ha marchado con él por varias semanas. Pero siempre ha estado para las celebraciones del clan, bien fueran en el tiempo sagrado o en la estación de las tormentas.

Pasado algún tiempo incluso algún joven se le acercó pidiéndole seguir sus pasos pero lo rechazó amablemente -Swen aún no se siente preparado para responsabilizarse de un aprendiz y de guiarlo en la batalla para despertar su otro yo-. Aún así ese joven y algún otro suelen rondarle y, eventualmente, les permite ayudarle en sus quehaceres.

Su relación con el resto del grupo al que acompañó más allá del muro lunar no ha cambiado. En todo caso se han reforzado sus lazos con algunos miembros de él a los que se siente más apegado y, le ha tocado conocer al ruda Vehexa. Nunca a olvidado lo que vivieron juntos y cada día se prepara para lo que está por llegar.

Es la estación de las tormentas y se vuelven a reunir entorno a la mesa. Evita conscientemente mirar al thane entre thanes del clan, a Garnath -nunca olvidará que cuando llegó al clan fue para advertirle que no debía casar a Arrhya y lo sucedido después de su rechazo a lo que los espíritus advertían-. Sentado entre Aldar y Kenvent degusta la comida cuando aparece el emisario lunar.

- Ha llegado el momento -murmura cuando ve aparecer a Gudrius-.

Garnath cede a Loranda el pergamino y ella lo lee en voz alta. Su mirada se mantiene sobre el lunar mientras brotan las palabras de la mujer. Su enfado va creciendo mientras oye lo que hay escrito en él.

- No, no se volverá a repetir. Esta vez no lo permitiremos -dice para sí-.

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20/05/2013, 06:49
Garnath

-¿Rendirnos dice? Si Ahrrya cree que eso es una opción para Brolia significa que ha olvidado quienes somos y cuál es nuestro dios.
El caudillo agarra la carta, la arruga y la mete entre las ropas de Godrius. Acto seguido lo agarra por el pecho y lo levanta del suelo para hablarle cara a cara a la misma altura.
-¡Regresa y dile a Ahrrya que Brolia jamás se rendirá. Si quiere guerra tendrá guerra y lucharemos hasta que ya no quede sangre en nuestras venas!
Dicho esto, levanta al emisario por encima de su cabeza como si éste no pesara nada y lo arroja hacia la salida. Todos los presentes observais cómo el hombre vuela paralelo al suelo ante vuestros ojos y, cuando parece que vaya a estrellarse contra el suelo se lleva el dedo pulgar a la boca, sopla con fuerza y su cuerpo da dos vueltas en tirabuzón y aterriza suavemente sobre sus pies, justo delante de Oren. La acrobácia gusta tanto que todos los presentes aplauden a rabiar hasta que un gruñido de Garnath les hace callar. Cuando volveis a mirar, Godrius ha desaparecido y Oren se encoje de hombros, confuso. Después, Garnath vuelve a requerir vuestra atención.
-Ahrrya... ¿Por qué? -Dice en voz baja. -Pensé que nos traerías la libertad y vas a caer sobre tu propio pueblo aliada con nuestros enemigos. -Los ojos de Garnath se iluminan y se enrojecen, pero una vez más, ni una lágrima aparece en ellos. -Orlanth... ¿Acaso nos hemos equivocado? ¿Acaso no hemos sido quienes deberíamos haber sido para enviarnos un castigo tan cruel?
Pero el caudillo recupera pronto la compostura y comienza a ordenar en su tono habitual.
-Quiero que se envien mensajeros a todos los rincones de Broila y que todos los hombres capaces de empuñar un arma, aunque sólo sea un azadón vengan aquí. Haremos que esos perros rojos sientan el miedo cuando lleguen y sepan quiénens somos los brolianos.

Notas de juego

Pues ya lo tenemos todo: Declaración de guerra firmada, personajes listos y espero que ganas de empezar. Yo cuando pueda crearé un nuevo tema con las reglas especiales de batalla. Ya vereis, ya, que chulas.

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20/05/2013, 08:58
Vehexa Kastokiana

Vehexa se levanta enfadada, digna y con la cabeza alta. Dirigiendose a Garnath en su propio idioma, le espeta - Jefe! Por que solo los hombres? No son dignas las mujeres de Brolia? No tienen derecho a luchar por lo que es suyo?

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20/05/2013, 09:36
Swen

Swen sigue con la mirada a Godrius. No le gusta lo que ve. Desvía su atención hacia Garnath por un momento y, cuando quiere mandar a sus amigos tras el lunar, ya no se le ve.

- Habrá que prepararse para la batalla -se gira hacia Kenvent- y me pregunto si deberíamos atacar directamente al corazón del ejercito, tu sobrina.

Notas de juego

Recuerda en esas chachiguais reglas de batalla que Swen tiene un modo de combatir algo heteródoxo (que lo veo dando hachazos con una daga). ;-P

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20/05/2013, 18:14
Erikand

Erikand escucha con una sonrisa a Vehexa. Estaba seguro que las mujeres de Brolia también podrían hacer mucho por Brolia. Puede que no pudiesen empuñar una arma con la misma eficacia que Vehexa o Loranda, pero seguro que podían ayudar en muchos otros temas: la preparación de las defensas, la creación de las armas, rituales para pedir a nuestros ancestros una buena ayuda...

Erikand observó las pieles que había traído. Sin duda ya había avisado a muchos jefes de clan sobre este día y seguro que cuando la guerra empezase, el imperio lunar cedería ante la fortaleza y ferocidad de los hijos de Orlanth.

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20/05/2013, 19:43
Aldar

No puedo evitar sonreír al ver la reacción de Vehexa.

- Tranquila, amiga Vehexa, estoy convencido de que es sólo una forma de hablar. Solo un loco dejaría fuera de la lucha a mujeres como tú o Loranda -le digo mientras levanto una mano en ademán de contención para después girarme hacia Swen- Disculpa que me entrometa, pero va a ser muy difícil hacer planes sin saber con qué es lo que cuenta el enemigo. Tal vez deberíamos probar algunas cosas... heterodoxas.

Me vuelvo hacia Kenvent, al fin y al cabo él y Vehexa son probablemente los mejores guerreros del grupo, aunque tal vez Loranda haya aprendido algún truquito al respecto del Ejército Lunar.

- Y mientras Swen y yo los buscamos, deberíais fortificar la aldea y los alrededores: trampas, empalizadas... cualquier cosa puede ser útil ante el Ejército de la Luna Roja -hago una pausa mientras contengo la respiración- incluso habría que plantearse la evacuación de los no combatientes, Kenvent. Ya vimos de lo que son capaces la última vez que atacaron. Traerán monstruos...

Notas de juego

Pues eso, Dire. Si podemos, estaría bien utilizar a nuestros amigos los pájaros, espíritus o lo que sea para vigilar el perímetro. Y si da tiempo, preparar trampas y fortificaciones. Tal vez alguien puede INVENTAR algo (y no sólo yo, que algo de trampero tengo).