Partida Rol por web

El bastón voló, con una fuerza sobrehumana, SUT estaba controlada, pero su rabia la había dejado al límite de su contención...

El tipo de la derecha se lanza hacia adelante intentando aferrar a SUT mientras el otro echa la mano a su sobaquera. La mujer sin embargo no se queda quieta. Utilizando su gabardina como un capote la lanza hacia el tipo del arma mientras dispara una patada lateral hacia su otro oponente. El bastón ya está sus manos e impacta con él en el rostro del oriental, que cae hacia atrás. Antes de que el otro pueda sacarse de encima la gabardina SUT lo rodea y usa el mismo bastón para apretar su cuello de forma firme y continuada. Cuando cae desmayado por la falta de aire su compañero ya está poniéndose en pie y se abalanza sobre la mujer. Ruedan un breve momento antes de que un cabezazo seguido por un rápido golpe de kárate libre a SUT de su presa. Una vez de pie el bastón remata la faena.

SUT evalúa la situación mientras se incorpora rápidamente. Han pasado tan solo unos segundos. Uno de los policías de paisano acaba de ver la escena pero está tan estupefacto que no acierta todavía a dar la alarma, sino que permanece boquiabierto mientras los demás siguen atentos a una nueva explosión que resuena en el ITAK.

La Llama se tensa de repente. No esperaba que Liza, o SUT, fuese tan incosciente como para entrar a la fuerza en el edificio y, además, perder totalmente su mascarada.

Si sale de ésta, nunca podrá volver a ser Liza nunca más

Ahora SUT la necesitaba y pese a que le hacía muy poca gracia entrar en un edifico en llamas plagado de SWATs armados y con un tipo que acababa de saltar desde un helicóptero, le había dado su palabra, no podía fallarle.

La ágil vigilante levanta su mirada hacia la entrada del edificio y observa el panorama a su alrededor. Podía entrar por el agua, pero si SUT no conseguía esquivar a los policías de poco serviría que la Llama sí consiguiese entrar en el edificio. Rápidamente, de sombra en sombra, la Llama se acerca sigilosa hacia la zona por donde vio marcharse a la débil Liza.

Cuando ve la explosión en el ITAK, no desperdicia la oportunidad del pequeño, pequeñísimo lapso de tiempo que esa distracción le brinda.

Sale disparada, literalmente, en dirección a la brecha abierta por la que ha visto antes adentrarse al SuperVillano, dejando tras de si a los agentes derribados, y a los policías. Ella conoce las instalaciones como nadie, puede recorrelas con los ojos cerrados. Y quizá eso le venga ahora muy bien.

-¡Voy dentro!

Grita, con la esperanza de que alguien aún escuche su voz a través de su micrófono.

SUT pega un primer salto propulsado cayendo encima de uno de los coches patrullas. A su alrededor los policías cercanos se ven tan sorprendidos que no pueden hacer nada más que abrir sus bocas. La mujer casi tiene ganas de reir al ver tales expresiones pero sabe que no es el momento. Sin mediar palabra utiliza de nuevo el mecanismo para alcanzar el ITAK, justo al lado de la brecha. Aterriza sin problemas, pero en esta ocasión dos de los SWAT apostados con los rifles no dejan pasar la oportunidad y abren fuego...

La Llama sale de su escondite maldiciendo el ímpetu de Liza. Mientras corre oye la voz de SUT por el micro:

-¡Voy dentro!

Cuando llega a la escena, desde el borde de la arboleda, contempla el espectáculo. Hay dos tipos vestidos con trajes negros tirados en el suelo, en el medio del camino. Y ahora mismo SUT, sin máscara pero también sin gabardina, con el traje bien visible, está saltando desde el capó de un coche de policía propulsada por sus botas hacia los restos del ITAK, que tiene varias brechas abiertas por explosiones. Al aterrizar al lado del edificio los SWAT abren fuego, aunque desde donde está la Llama no ve si alcanzan a Liza.

La Llama evalúa la situación: hay dos furgonetas de los SWAT enfrente y un operativo policial de media docena de coches alrededor del ITAK. Ocho policías de uniforme y otros cuatro de paisano contemplan la acción todavía sin dar crédito a lo que están viendo aunque tienen sus armas en las manos. Hay cuatro SWATs armados con rifles automáticos apuntando al edificio. De éstos solo dos han reaccionado con suficiente rapidez como para abrir fuego contra Liza. Aparte en una de las furgonetas hay otros dos SWATs con un operativo de comunicaciones, que pulsan botones y hablan a gritos con otras unidades.

Toda la atención del operativo se centra en el edificio y en Liza.

¡Joder! La maniobra ha salido bien, pero esos malditos polis saben hacer su trabajo justo cuando no conviene. Las ráfagas han resonado cerca, mi instinto me ha ayudado, las botas han respondido, pero... no he podido evitar un impacto.
Con un gemido que me trago para no dejarme vencer por el dolor, aprieto los dientes, y sigo en mi intención, inquebrantable, de introducirme en el ITAK en llamas, para buscar a Kaliópolis. Y encontrarme además con ese Super-Bloque, en lo que estoy empezando a aceptar como una lucha a muerte...

Entrando en el edificio por el hueco provocado por la explosión SUT deja atrás a los tiradores. Maldice acariciando su herida la puntería de esos malditos SWAT.

Ahora se encuentra en uno de los halls del ITAK. Hay cascotes por todos lados pero no ve a nadie alrededor. Hay unas escaleras que ascienden al segundo piso, pero el UnderITAK se encuentra abajo, descendiendo por las escaleras que conducen aparentemente hacia los almacenes. ¿Tendrán esa información los invasores? Da la sensación de que saben perfectamente lo que están haciendo. ¿Cómo? ¿Quién se la ha dado?

SUT mira a su alrededor pero constata que está sola, no hay ningún operativo en esta zona. En alguna zona de abajo se escucha un ruido tremendo. No es una explosión, es como si estuvieran derribando un panel de acero con un ariete. ¡La entrada al UnderITAK! ¿Por qué no suenan las alarmas? ¿Por qué no se ponen en marcha los sistemas defensivos? SUT está desconcertada ¿han dañado las explosiones los generadores? Es imposible: se encuentran bajo tierra, no pueden haber sido afectados... Algo extraño ha sucedido con la energía.

Delante de ella tiene las escaleras que descienden. Está a punto de bajar cuando ve a un SWAT que está de espaldas a ella, al fondo. Pese a la ventaja que esto le da inicialmente es una nueva sorpresa para la heroína. ¿Como es que no han avisado desde fuera a los SWATs de que ha entrado? Lo normal es que estas unidades estén siempre comunicadas en todo momento... ¿Qué significa eso?

La Llama observa el conjunto de vehículos que tiene ante ella: llegar a la furgoneta no debería ser difícil. Toda la atención está puesta en el edificio. De hecho cuatro policías de uniforme y los cuatro SWAT corren ahora hacia allí, sin duda por SUT. Dos de los policías de paisano se han acercado a los dos tipos que SUT ha derribado en su entrada y los están llevando hacia la otra furgoneta SWAT, sin duda para intentar reanimarlos. A lo lejos se oyen sirenas: vienen ambulancias y bomberos, pero aún tardarán unos minutos en llegar.

La furgoneta de los SWAT de emisión tiene una antena en el exterior. La Llama descarta el poder prender fuego a los depósitos de combustible: seguramente estarán cerrados con llave...

La Llama sigue escurriéndose entre las sombras, de coche a arbusto, de arbusto a muro, y así hasta estar suficientemente cerca de la furgoneta de comunicaciones de los SWAT. Una vez allí, desde la posición más segura que encuentra, lanza su bastón con cuerda en dirección a la antena, con la intención de conseguir arrancarla de cuajo con un simple tironcito.

Una vez conseguido su propósito (o si no lo consigue pero delata su posición), la Llama se retira unos metros de la zona de influencia de la policía y espera la llegada de las ambulancias.

La evidencia resplandece clara en su cerebro. Uno de los dos grupos de SWATs es falso. Pero, ¿cual, y por qué razón? El que estaba fuera la ha ametrallado...

Saca su automática, y apunta con ella al hombre, encañonándole por la espalda.

-Suelta el arma, y dime qué hacéis aquí. ¡Rápido! No sé si debo dejarte vivir... o no.

SUT por un momento está tentada de apuntarle con su arma, pero el hombre avanza entonces por el pasillo que conduce a los almacenes y oye otras voces. ¡No está solo! Desciende las escaleras y se aproxima con cautela a la esquina, desde la que se asoma. Puede ver como el SWAT se dirige hacia el fondo donde están dos más de sus compañeros y una mujer rubia, esbelta, equipada también con ropas de asalto pero sin casco. Afortunadamente para SUT no la ha visto porque está más preocupada indicando a los SWAT que entren a través de un boquete que hay ahora donde antes se encontraba la puerta de acero oculta que conduce al UnderITAK. ¿Por qué no están sonando todas las alarmas? La mujer indica a los tres SWAT que están introduciéndose por el agujero que se apresuren.

- ¡Vamos! ¡Vamos! El efecto del Pulso no dura eternamente...

¡Un bomba de EMP! Por eso no se comunican entre sí y por eso no saltan las alarmas. La bomba EMP genera un pulso electromagnético capaz de anular todos los dispositivos electrónicos en su radio de alcance... Pero ¡como tienen algo parecido! Aún son proyectos en desarrollo por el gobierno y ni siquiera se ha conseguido un aparato estable que logre un efecto útil con respecto a su tamaño y peligro... Desde luego que un equipo SWAT normal no puede contar con tecnología semejante. ¡Ni siquiera Kaliópolis la ha considerado en sus protecciones! Después de todo ¡nunca se ha visto un prototipo operativo!

Aproximarse a la furgoneta e inutilizar su antena no es difícil. Mientras lo está haciendo escucha la conversación de los SWAT en el interior de la furgoneta:

- ¿Cuanto durará el efecto del Pulso Electromagnético?- pregunta uno.
- Cinco minutos. Mientras tanto no hay forma de avisarlos, aunque no creo que necesiten ayuda. ¿Viste al fantoche del traje? Ese tío estoy seguro de que puede destrozar a esa chica con una sola mano...

La Llama tira de la antena, que cae al suelo arrancada limpiamente.

- Mierda, hemos perdido la comunicación con la central. ¿Es cosa también del Pulso?
- No lo sé. Revisa las frecuencias... Se supone que el chisme ese actuaba solo en el subnivel -1, pero como es algo experimental...
- Joder, y tan experimental...

Antes de que se les ocurra salir de la furgoneta la Llama ya se ha alejado prudentemente del lugar. En ese mismo instante dos ambulancias y un camión de bomberos aparecen por la avenida...

Siguiendo con su estrategia de sigilo, que tan buenos resultados le estaba dando por el momento, la Llama empieza a tomar posiciones en dirección a las ambulancias.

Como si de un depredador de la sabana se tratara, la felina enmascarada, espera agazapada a su presa. De entre la manada de batas blancas y chalecos de sanitario, busca con su instinto al individuo más débil, el que se quede rezagado, el que se separe del grupo. Una vez detectado, la Llama se aproxima a su objetivo, sin hacer más ruido que el de las olas contra el muelle, y cae sobre él en lo que dura un parpadeo.

SUT se retrae, escondiéndose en un rincón donde no puedan escucharla. Y susurra, rezando para que alguien la oiga al otro lado de su intercomunicador.

-Están en el UI. Tienen una bomba EMP, han anulado las alarmas. Voy a entrar, aunque no tengo posibilidades. Pero hay que interrumpir esto, como sea.

Entonces pienso con toda la lógica que puedo acumular dónde habrán puesto el Pulso para desarmarlo, mientras observo qué hacen los SWATs y la mujer. Lo que quiero es buscar la oportunidad más segura para atacarla, si es que puedo pescarla sola. Está claro que está al mando...

Mientras la Llama observa como las ambulancias aparcan escucha la voz de SUT por el micrófono:

-Están en el UI. Tienen una bomba EMP, han anulado las alarmas. Voy a entrar, aunque no tengo posibilidades. Pero hay que interrumpir esto, como sea.

Dos de los polis de paisano llevan a los tipos del traje negro a la ambulancia más cercana. Maldición, los médicos y enfermeros están todos muy juntos, ninguno se separa.

La mujer esperó a que el último SWAT se metiera por el túnel para entrar detrás de él. SUT aprovechó el momento para alcanzar la entrada del mismo y echar un vistazo. Avanzaban en grupo numeroso, en fila de dos. Algunos SWAT ya estaban en el túnel cuando SUT llegó a la base. Al final del túnel, que acaba en un pasillo que cruza de izquierda a derecha, la fila se divide. No puede estar segura pero cree contar que cinco SWAT van para cada lado. Con los que se se van a hacia la izquierda - hacia la zona de gimnasios - va la mujer. Los otros, los de la derecha, van hacia la zona de laboratorios ¡donde está el doctor!

Mientras piensa que dirección seguir SUT escucha nuevas explosiones en el interior del laboratorio. Parece que alguien va por delante de los SWAT. ¿Otro equipo? ¿El misterioso enmascarado?

Sigo al grupo de los laboratorios, aún evitando la confrontación. El que se hayan dividido me da ventaja, pero quiero asegurarme antes de emprender cualquier acción que puede ser suicida.

Imagino que delante va el Super Villano. Lo que ya no tengo tan claro, y por eso mi actitud contenida, es si los SWATs están con él o en su contra.

Avnzo observando detenidamente, y escuchando.