Partida Rol por web

-Necesitamos algún anestésico muy potente. ¿Lo tenemos, Kal...? - Comenta sabiendo que la escucha por el micro de la cámara- En cuanto a todo lo demás... ¿Qué sabes que yo no sepa? ¿Qué ha dicho Quest...? Me preocupa algo que ha dicho este engendro... acerca de haber luchado contra el Destructor de Mundos en su base de Marte. No creo que podamos pasar por alto algo así...

Mientras habla SUT ayuda a Fargo a salir de la maltrecha estructura del exoesqueleto, disponiéndose a entrar en la Sala de Control.

-¿Sabes algo de la Llama? ¿Y de Fredric...?

SUT había movido sus piezas y pronto se vería si acertadamente o no. La Llama ha estado espectante, enrocada, a la espera del mejor momento para revelarse y actuar. Y ese momento era ahora, no podía fallarle a SUT, tenía que intentar algo...

 La vigilante observa a su presa, agazapada tras los arbustos. No es una cría herida, es una presa adulta y fuerte, un verdadero reto para el depredador, pero una buena recompensa. La Llama espera al momento adecuado y cuando éste llega, salta hacia su objetivo con la velocidad del rayo, con la cuerda de su bastón en las manos. Al llegar junto a Malkovich, aprovechando la sorpresa, intenta enrollarle la soga a su cuello para evitar que pueda dar la alarma. Una vez con su presa amarrada, aprieta firmemente la cuerda intentando asfixiar al policía y dejarle sin sentido rápidamente y, cuando lo consigue, lo desarma y se echa el peso muerto a la espalda para ir a disfrutar del éxito de su cacería en un lugar tranquilo, alejado de carroñeros y otras miradas indiscretas.

La Llama surge desde su escondite con una rapidez felina, sorprendiendo a Malcovich. El cigarro cae al suelo mientras el agente intenta en vano resisitirse al ataque. Después de pelear durante un breve instante el aire que le falta de los pulmones hace que el hombre se desmaye. La mujer no pierde el tiempo y arrastra al individuo hacia una zona segura donde pueda interrogarlo con calma.

Mientras lo hace todavía escucha la voz de SUT por el intercomunicador:

-Aquí me tienes, hijo de puta. Ven a por mi...
 

Una voz masculina le contesta a lo lejos:

- No mereces mi atención pequeña aprendiz de heroína... Primero destrozaré a tu amiguito enlatado y luego tendré tiempo de retorcer tu cuello antes de tirar abajo esa puerta de acero para detener la autodestrucción del lugar. Ya lo hice otras veces cuando luché contra el Destructor de Mundos en su base espacial de marte.

La voz de Kaliópolis resuena a través del sistema de anuncios del UnterITAK:

- Quest ha tenido que abandonar su refugio. Su última transcripción indicaba un punto de encuentro codificado. Alguien ha bloqueado todos nuestros sistemas principales, cuento solo con los de emergencia y no tengo información sobre los demás... Si hay algo lo suficientemente potente como para mantener dormido a ese animal no lo tenemos a mano...

Fargo, que acaba de salir tambaleante del exoesqueleto, se dirige hacia una de las mesas tiradas en la que hay algún material quirúrgico:

- No tenemos opción... No podemos correr el riesgo de que se despierte...

El muchacho se aproxima a la mole inconsciente con un cuchillo en la mano. Mientras tanto, a espaldas de SUT, la puerta que conduce al Control Central se abre.

-Kal... habría que evacuar y seguir adelante con la autodestrucción. Ya no tiene sentido seguir en el UI, conocen el lugar y su acceso...

La voz de SUT es dura, contenida. Lo que está diciendo le duele a ella más que a nadie. Pero no cree que haya otra posibilidad. Si hasta Quest ha abandonado su refugio...  

Se gira al ver que la puerta del Centro de Control se abre. Pero no se mueve de donde está, apuntando con su bastón la nuca del gigante, mientras Fargo va a buscar algo para acabar con él. Mientras, tantea el equipo del villano, para quitarle el campo de fuerza, y ver si lleva encima algo de interés.

SUT ni siquiera tiene que agacharse para comprobar que el masivo individuo no lleva nada más que el ceñido traje rojo y blanco, que no deja nada a la imaginación. Su perfecta musculatura se dibuja como si de un dios del olimpo se tratase.

Fargo aproxima el cuchillo al cuello del gigante. Su mano tiembla. La mirada del muchacho se refleja en el rostro de SUT. Una cosa es hablar de matar y otra hacerlo a sangre fría, cuando tu oponente está tumbado en el suelo indefenso.

- No... No soy capaz...- dice tendiendo el cuchillo a SUT con lágrimas asomándose a sus ojos.

-Entiendo...

La mujer asiente. Tampoco ella es una asesina. Pero hay que tomar una decisión... y deprisa. Y ya ha demostrado lo peligroso que es...

SUT contempla fríamente el cuerpo inerte que tiene ante ella. Toma el cuchillo y, con decisión, lo clava en la yugular. La sangre salta y salpica a la heroína. Si se lo pudiera permitir sentiría un cierto mareo. Ve como Fargo aparta la vista y contiene a duras penas las arcadas. Nervios y tensión. SUT siente como se rompe el último lazo con la débil Liza. Esto es una guerra y SUT está cansada de ver que los demás luchan sin trabas mientras ella tiene que atenerse a estrictos códigos morales que solo parecen dar ventaja a los malos. En su fuero interno intenta convencerse de que no ha matado por venganza por la muerte su novio, ni por vengarse de la muerte de Wolf, ni por vengarse de una ley que considera injusta y que deja a los que quieren defender esa misma justicia contra la pared. Intenta convencerse de que esto era necesario, de que la han obligado. Pero no lo logra. En algún punto quizás Liza le suelta un último reproche antes de desaparecer. El último aliento de la chica inocente se pierde con el trazo marcado por el cuchillo. Ahora ya no hay vuelta atrás.

Se levanta y mira hacia la puerta de la Sala de Control. El camino está despejado para ir hacia la zona de evacuación.

-Vamos. Hay que salir de aquí.

Le mira con dureza y, al mismo tiempo, serenidad. Y, casi con ternura, le coge del brazo y tira de él en dirección a la Sala de Control.

-Fargo, aún no ha terminado. Vamos...

Una vez en lugar seguro, la Llama desarma a Malkovich y le quita también su comunicador y lo que llevase encima que pudiese serle de utilidad. Recoge la cuerda en su bastón y activa las cuchillas, para, seguidamente, intentar despertar al policía, que se encontrará con la enmascarada mirándole cara a cara y con algo punzante a punto de traspasar la fina capa de piel que separa la sangre arterial de su yugular del exterior.

Una vez despierto, la Llama se dirige a él en voz baja pero seria y firme, intentando dar sensación de tener totalmente controlada la situación.

- Bien, no sé si hacen falta presentaciones... así que vayamos al grano, o respondes correctamente a mis preguntas o será lo último que hagas, y te aseguro que no voy de farol, la Llama mueve un poco la cuchilla para recordarle a Malkovich que sigue ahí y que su amenaza va totalmente en serio. - ¿Qué narices hacéis aquí y quién os dio el chivatazo de lo del Empire State?

Malcovich abre inmensamente los ojos cuando siente la cuchilla de la Llama en su cuello:

- Joder...- acierta a murmurar - ¿estás segura de que tú quieres ser de los buenos?

Escucha las preguntas y parece sinceramente confundido:

- ¿Empire State? ¿De que coño hablas? No tengo ni idea... A nosotros nos mandaron aquí para pararle los pies a un grupo de jusiticieros... Supongo que será tu base ¿no? Pues lo siento nena, pero se os acabó la licencia para ir en mallas por los tejados... Aquí están metiendo mano las altas esferas y que yo sepa la orden viene de muy arriba... Si fuera tú me largaría rápido, tiraría con el traje y dejaría que la calle quedase para los policías que tenemos placa y normas... Que no digo que no nos echéis un cabo de vez en cuando pero... ¿te estás viendo? Estás amenazando de muerte a un agente local... Estáis perdiendo los papeles guapa...

Mientras el tipo habla la Llama escucha como la respiración de SUT se acelera. Luego se oyen golpes... está peleando con alguien.

SUT atraviesa la puerta acompañada por Fargo. Al otro lado espera el doctor y el resto del equipo, que se hacen cargo del chico malherido. Hay un minisub de emergencia listo para la evacuación. El doctor saluda a la mujer que entra por la puerta con un asentimiento de cabeza. Parece algo abatido pero no hay reproche en su mirada. Simplemente acepta lo que está sucediendo.

- Daremos el aviso a los de fuera. Veinte minutos para la evacuación y destrucción del lugar. Deberían tener tiempo suficiente...

Pulsa en los distintos paneles y luego anuncia por el micro:

- Atención. Este lugar será destruido en veinte minutos. Es el tiempo que les damos para recoger a todos sus hombres y evacuar. Luego todo estallará por los aires. Evacuén la zona a un radio de 2 kilómetros de la zona.

Levanta la mirada. Parece que haya envejecido diez años desde la última vez que se vieron.

La Llama aleja unos milímetros la cuchilla del cuello del agente, aunque mantiene su actitud amenazante.

- Joder, ya he perdido la cuenta de los SWAT que me han disparado en los últimos días, no me vengas ahora con que si yo amenazo a un agente... y sí, te aseguro que estoy perdiendo los papeles por momentos, así que ya me estás diciendo quién ha montado toda esta mierda, ¿a quién hemos jodido tanto para que nos ande jodiendo de esta manera?

- A mi no me preguntes, yo soy un puto peón... Pero con los SWAT ha entrado un mamón disfrazado de los vuestros que al parecer pertenece al ejército. Así que sea quien sea quien tire de los hilos lo hace desde bien arriba...

Mientras escucha al policía la Llama oye también a SUT que parece haber terminado su combate. Alguien le dice con voz entrecortada:

- Has podido con él, chica dura...

La voz de Kaliópolis resuena en unos altavoces:

- Chicos. ¡Rápido! Entrad en la Sala de Control... He detenido el proceso de autodestrucción y los sistemas de seguridad vuelven al estado normal. Les daremos quince minutos a los que se encuentran arriba para que evacúen los heridos y luego volaremos todo esto por los aires.

- Señor... Este hombre se recuperará pronto y es muy peligroso... - dice una voz masculina cercana a SUT, la que sonaba antes entrecortada - No tenemos manera de retenerlo y puede reventar sin problemas los paneles de acero...

-Kal... habría que evacuar y seguir adelante con la autodestrucción. Ya no tiene sentido seguir en el UI, conocen el lugar y su acceso... - dice SUT.

La voz masculina suena un poco alejada de SUT ahora:

- No... No soy capaz...

- Entiendo.- contesta fríamente SUT

Después se escucha un gorgoteo, como una respiración entrecortada.

La decepción aparece en el rostro de la vigilante. Una vez más parece que no será capaz de sacar nada en claro de un interrogatorio, lo que la hace sentirse frustrada y cada vez más cansada.

La Llama acerca la radio a la boca del policía y le dice:

- La bestia ha caído y todo va a saltar por los aires muy pronto. Si te importan las vidas de tus hombres, haz que salgan de ahí...

El policía coge su walkie mirando sorprendido a la Llama, que todavía lo mantiene agarrado y amenazante con la cuchilla. Sin embargo antes de que pueda hablar se escucha la voz del doctor Kaliópolis amplificada por todo el campus:

- Atención. Este lugar será destruido en veinte minutos. Es el tiempo que les damos para recoger a todos sus hombres y evacuar. Luego todo estallará por los aires. Evacuén la zona a un radio de 2 kilómetros de la zona.

- Lo ves, no era un farol, da la orden..., dice la Llama tras escuchar el anuncio por la megafonía del UI.

- Joder, mierda... ¿Ves como estáis fuera de control? ¡Va a volar toda este área!

Malcovich intenta incorporarse. La Llama echa un vistazo rápido desde su escondrijo y comprueba como varios agentes, SWAT y bomberos corren hacia el interior del edificio, sin duda en busca de los otros agentes que al parecer han quedado dentro.

- No nos subestimes, pese a la persecución aún podemos dar mucho que hablar... pero ahora, por fin, el que va a hablar vas a ser tú..., cuando parecía que la tensión se iba disolviendo por momentos, la Llama vuelve a acercar la cuchilla al cuello del Sargento. - Dime cómo se llama el que está al mando de todo esto y quién es el que te ha dado la orden de atacar este edificio, creo que es con él con quien debo tener una conversación y no contigo...

El tipo abre los ojos de par en par. A estas alturas, después de oir lo de la explosión, está ya muy receptivo:

- Hay un tipo de fuera... Un ex-agente de la CIA llamado Skip Hollister... ¡Ese fue el que coordinó las operaciones de hoy! Vino enviado por el Pentagono, o eso dicen...