Partida Rol por web

Media hora más tarde

Durante todo el camino Adriana ha venido intranquila. Acudir con los ojos vendados, pese a la presencia tranquilizadora de Liza, nunca ha sido una cosa que pueda tranquilizar a nadie.

Ahora al abrir los ojos se encuentra en un entorno extraño. Es una especie de laboratorio con paredes metálicas. Es un sitio amplio, con varias mesas en las que hay probetas, mecanismos electrónicos, computadoras e incluso cosas que Adriana no llega a reconocer.

Delante de ella, en una silla, se sienta la propia Liza. A su lado, apoyado en la mesa, está un hombre mayor, de aspecto desgreñado, vestido con una bata blanca. La viva imagen del sabio despistado.

Completa el personal de la sala un tipo que se apoya en una pared del fondo, alejado del grupo. Liza no puede reprimir un escalofrío ante su presencia. Hay algo en él desasosegador, y no es solo esa gabardina mugrienta, ni siquiera la tela de colores que tapa su rostro y parece cambiar de formas y colores... No ve sus ojos pero Adriana los imagina oscuros y fríos...

El profesor y Liza sonríen cálidamente ante el desconcierto de Adriana. El tipo del fondo ni se mueve. Permanece con sus brazos cruzados como si observase a unas arañas dentro de un tarro de cristal.

-Haces el honor de hacer las presentaciones ? -dice adriana sin poder evitar mirar al tipo que esta apoyado en la pared, su instinto le advertia de que no s epodía fiar de el, pero había decidido confiar en Liza, asi que insto a si misma a relajarse, pero el entrenamiento y los instintos estaban al cien por cien, observando, escuchando y analizandolo todo- Todos estamos en el mismo barco asi que sera mejor que confiemos los unos con los otros-Adriana se acerco al hombre con pinta de sabio despistado y le tendió la mano- usted debe ser el padre de Teo, yo soy Adriana, mis amigos me llaman Adri, usted puede llamarme señorita adriana-despus de observa al hombre durante un segundo y ver el efecto de su pequeña broma para romper el hielo -es broma, llameme Adri

El hombre se quedó un tanto sorprendido por la locuacidad de su invitada pero al comprender la broma final lanzó una sincera risotada:

- Vaya, es usted todo dinamismo. Puede llamarme doctor Kaliópolis... Encantado de conocerla señorita, he oído hablar mucho de usted.

-Desde luego, perdona... Bueno, ya no es necesario entonces que os presente. Aquí estamos a salvo, y lo que se diga no hay peligro de que se escuche en ninguna parte.

Miro a Adriana con urgencia.

-Hay que actuar deprisa. Dime, dinos mejor, lo que no te atrevías a contar antes...

Adriana iba a añadir algún comentario, pero después de un segundo su cara se torno mas seria, mas dura- vereis, seguramente no es para ninguno de los de esta habitacion un secreto que me atacaron el otro dia. lo que no sabeis es que uno de los tipos que estaba ali, no era un humano normal, os lo puedo asegurar, me manejo muy bien en el combate cuerpo a cuerpo y el golpe que le atize deberia haberle matado varias veces, pero no le hizo ni cosquillas, y el en cambio demostro tener una fuerza tremenda, pero para redondear eso, era capaz de disparar una especie de rayos

Todo empezó cuando me dirigía a la cita del almacén, decidí salir con tiempo y vigilar la zona, asi que me monte en la moto y me dirigí hacia allí, me di cuenta de que alguien me iba siguiendo, se trataba de un vehiculo cuatro por cuatro de gran tamaño con las lunas tintadas y la matricula tapada por una funda, se dirigía a toda velocidad a embestir mi moto, empezaron dispararme, yo intente esquivarlos pero fué inutil BANG...BANG.
Lo ultimo que recuerdo fue como la moto perdia el control, cuando abri los ojos de nuevo Estaba atada a una silla y la luz de un flexo solo ilumina una desvencijada mesa.
me empezaron a interrogar pero solo les solte mi nombre y mi numero de placa, pero esa gente ya lo sabia al igaul que sabia casi todos los detalles de mi vida incluso lo que tu ya sabes. Querian que les entregase a Quest, me volvieron a preguntar por el y les solte la misma mierda mi nombre y mi placa.

En ese momento me enseñaron una pantalla y en la misma se vio a mi hermano al lado de un tipo y en ese momento el tipo saco un punzon y se lo clavo a mi hermano en la rodilla...yo..yo lo siento necesito un segundo para retomar la historia

-¡Vaya! Eso es... Extraño cuando menos. Imagino la impresión que tuviste al ver así a tu hermano...

Los ojos de Liza se nublan, y un rictus de rabia y dolor deforma sus labios. pero se sobrepone.

-Pero lo del hombre... inhumano... los rayos, poderes... en fin. ¿Es posible lograr algo así con gadgets, Doc?

- Sí. Me imagino que un disparador oculto y unos cuantos efectos especiales podrían provocar esa sensación, sobre todo en un momento de tensión como es una pelea. Adriana no tendría mucho tiempo para fijarse en los detalles mientras luchaba por su vida...

- ¿Querían a Quest? - es la única pregunta que hace Fredric.

-Si, solo le querian a el, me pregunto que es lo que le hace tan especial y que secreto protegi pagando con la sangre y el dolor de mi hermano. Que saben de el ?

- Que va a recibir una visita ahora mismo. Si os queréis quedar aquí jugando a los detectives y contrastando lo bonitas que son vuestras respectivas mallas de colores podéis hacerlo. Yo me voy a ver a esa escoria negra para romperle un par de huesos...

Fredric se encamina hacia la puerta del laboratorio.

Sera mejor ir con el tipo ese, es evidente que no es de lso que arreglan las cosas hablando , y si va a ver a ee Quest, quiero estar ahi y que me cuente cuatro cositas. ¿ te vienes ?

Espera, te acompaño. Si has descubierto donde encontrar a Quest, yo tambien quiero verle , me debe alguna que otra explicacion.

-Desde luego, vamos. Ojalá no te equivoques, Fredric.

Liza sale junto a los demás, dispuesta a desprenderse de su gabardina en cuanto sea preciso. SUT espera agazapada en su interior...