Partida Rol por web

Tercera entrega de Bajo la Máscara

En la portada se ve una figura enclenque en las sombras y una pantalla de ordenador enorme. La mano de la figura - pequeña y encorvada - luce un anillo de oro con un pequeño diamante. En la pantalla del ordenador se ven, bajo un letrero que pone: Nueva York, las fotos del Capitán Justicia, SUT, Wolf, La Llama, La Reina Negra, el Espantapájaros, Flor de Lys, El Caudillo y Quest (una interrogación). Las fotos de Justicia, El Caudillo y Flor de Lys se encuentran tachadas con un letrerito que pone neutralizados. Al lado de la figura en las sombras se ve otra figura enorme, de la cual la luz del monitor muestra un traje blanco de licra ceñido.

Página inicial

En un plano contrapicado podemos ver la base del Empire State Building y la calle que tiene enfrente. El plano se toma desde el interior de un callejón en el que se ve un contenedor de basura y un gato que mira sorprendido hacia la cámara. Se vislumbra la bota de SUT pisando una hoja de periódico donde se lee la noticia: El acta Keene un paso más cerca de estar aprobada. Es de noche y un solitario taxi cruza la calle.

La Llama se queda unos instantes mirando hacia arriba el Empire State Building. Como la mayor parte de los vigilantes, la Llama Negra tiene actitud de depredador más que de presa, por lo que siempre se ha sentido más segura en las alturas, desde donde todo puede vigilarse, que desde el suelo, donde la única forma de sobrevivir es esconderse. Por eso, la impresionante altura del edificio junto a ella le provoca un gran respeto y una ligera sensación de intranquilidad.

- Chicas, debemos actuar rápidamente. Supongo que el edificio debe tener cámaras y guardias, por lo que no será sencillo pasar desapercibidas. Mi propuesta es que, una vez localizada la ubicación del despacho, accedamos al interior del edificio evitando la entrada principal, inutilicemos las cámaras de los ascensores, si es que las hay, y subamos rápidamente

La imagen de tres chicas vestidas con mallas ajustadas en el oscuro callejón, hubiera pasado inadvertida a cualquiera que pasase por ahi, pero a esas horas ya no estaban puestas ni las calles y solo los maleantes y nuetras chicas parecían andar dando tumbos por la ciudad.
-bueno es hora de planear la forma de entrar en el edificio, no se, se me ocurre que podríamos usar mi placa de poli para entrar, junto con una buena historia, eso o mirar la forma de entrar sin ser vistos

SUT sale de su ensimismamiento. Lleva el equipo necesario encima para descolgarse con facilidad, o para trepar. Mira hacia la entrada, levemente iluminada.

-Guardas habrá un par, como mucho. Y a esta hora... muy tranquilos. Propongo subir por la fachada, escalando, neutralizar la alarma en una ventana, y entrar directamente en el piso del bufete...

Se me ha olvidado traer el equipo de escalada, y el piso no es que este precisamente en la primera planta. Lo que se me ocurre es que nos colemos por la ventana mas cercana que podamos y una vez dentro dle edificio nos podremos mover con mejor facilidad

Mientras venían de camino Kaliópolis informó a SUT de que la planta del despacho de abogados era la 12º. No era muy alto para ser el Empire State, pero aún suponía una buena subida. La mirada felina de la Llama apreciaba diversos puntos por donde podrían empezar a subir sin demasiadas complicaciones, si bien era cierto lo que decía Wolf de que alcanzar esa altura las iba a cansar quizás innecesariamente...

- Sí, SUT, esa era la idea, quizás incluso alguien se haya dejado alguna ventana abierta y no tengamos ni que romper nada. Si os parece bien, yo os abriré el paso y os diré por donde será más fácil ir subiendo, ¿de acuerdo?

La Llama se pone a estudiar de nuevo la fachada en busca de algún balcón o ventana abierta, además, busca la vía de ascenso que pueda resultar más sencilla para ella y sus dos compañeras.

-Bien, perfecto. Adelante.

SUT se queda viendo los tanteos iniciales de Llama, mientras observa también los alrededores, vigilando que nadie las pueda observar. En cuanto la felina vigilante haya encontrado una vía segura de ascenso, la seguirá. Si es necesario, utilizará algunos de sus gadgets como apoyo.

Wolf examino la pared con atención, buscando asideros para empezar a subir. Entremos por una ventana del primer piso, no es necesario que nos cansemos en la subida

La Llama trepa por uno de los laterales del piso encontrando rápidamente un punto de entrada. Sin embargo las zonas más bajas están protegidas por alarmas de seguridad... Se requeriría desactivarlas para poder abrir una ventana sin hacer saltarlas. Por otro lado la vigilante sabe que normalmente los sensores en las ventanas dejan de instalarse a partir de alturas prudenciales, como del tercer piso en adelante.

- Un poco más arriba podremos entrar sin problemas, ¿os veis preparadas para seguir escalando?, dice la Llama en dirección a sus dos nuevas compañeras que, si bien le parecen bastante competentes también en el tema de alturas, no cree que esté de más consultarles antes de abrir un camino que ellas no sean capaces de seguir.

Sigamos subiendo, será mas facil entrar por los pisos de arriba Wolf miro hacia arriba, y calculó los siguientes puntos de agarre. Creo que podemos subir sin muchos problemas

-De acuerdo, subamos. Quizá podría desactivar alguna alarma de un piso bajo, pero si no lo consigo y la activo, eso nos quita de escena a las tres.

Afirma pensativa.

La Llama trepa con una agilidad felina hasta alcanzar el tercer piso. A esa altura encuentra una ventana que, aparte de no tener sensor de alarma, está entreabierta. ¿Quién demonios iba a subir hasta un tercer piso del Empire State para abrir una ventana después de todo? Contestando a esta pregunta la Llama se desliza al interior de lo que parecen unas amplias oficinas con varios mostradores y ordenadores, quizás una empresa de seguros o programación o algo así. Sus compañeras, desde abajo, siguen sus pasos...

Venga, rápido, que no es difícil, seguid mis pasos y no tendréis ningún problema, dice la Llama intentando animar a sus dos compañeras desde la ventana y cruzando mentalmente los dedos para que las dos puedan conseguir subir sin dificultad.