Partida Rol por web

Escuchó atentamente las palabras de su jefe sobre las manos negras que se cernían sobre Electrosand y buscaban ensombrecer su brillante futuro. 

-Tranquilo, Asthon. Estaré lo más atenta posible ante cualquier anormalidad -Violet se colocó un mechón rebelde que le cubría la frente.- Después de todo el esfuerzo que hemos puesto para levantar este templo del placer no pienso dejar que nadie intente destruirlo - la bailarina llevaba meses trabajando muy duro para la gran inauguración, dejándose la piel y las uñas de porcelana. Aquella discoteca era más un hijo suyo que un local. 

"Voy a ser la Mata Hari oriental. Una peligrosa femme fatale de ojos rasgados. Me acostaré con decenas de hombres sólo para obtener información o algún beneficio, y, si me pillan, me atarán con gruesas sogas y me someterán a un duro interrogatorio con fustas de cuero, pinzas en los pezones... ¡Uy! Estoy empezando a desvariar..."

Sus pensamientos la excitaron, pero la respuesta de su jefe lo hizo mucho más. Tanto que su calentón aumentó la temperatura de la habitación un par de grados.

-Sí, cualquiera -respondió.- Soy una chica muy... -pestañeó muy lentamente mientras miraba a su jefe con coquetería- polivalente -colocó con delicadeza la mano derecha sobre el férreo pecho de su Gastón.- ¿Me necesitas para algo más o puedo marcharme a cumplir con mi misión?

"Que elija algo más. Que elija algo más. Que elija algo más"

Sonríe. Está contento de que hayas aeptado sin imponer condiciones ni ningún tipo de escrúpulo. Y sonríe más. Sabe que vas a cumplir bien su trabajo y que le ayudarás. Una chica leal.. y fiel.

- Te llamaré - dice - Con más frecuencia.. de la habitual, si tienes noticias, háblame de lo bueno que está el helado que te acabas de comer.. y yo sabré que tienes algo que contar, te esperaré en mi despacho y vendrás.. - susurra y al poco vuelve a su tono habitual - Por lo demás todo seguirá igual.. - sonríe y se levanta.

Mientras hablas explicando tus polivalencias puedes ver que Asthon hace gestos con su mano y sonríe acariciando su barbilla con la mano. Se acerca a donde estás sentada y se inclina para mirarte a los ojos.

- Vaya... - susurra totalmente interesado en ti - Tal vez.. pueda pedirle una muestra de esa polivalencia.. aquí y ahora - dice con un tono nada ambiguo.

Suena el teléfono y acto seguido la voz de una de sus secretarias.

- Señor García, siento interrumpirle, pero ha vuelto a pasar.

El gesto de Asthon se vuelve furibundo. Puedes notarlo, nada queda ya de esa lujuria que destilaban sus ojos. Carraspea y chasquea la lengua.

- Espérame en la barra del bar - dice - abajo. Yo tengo un asunto que antender. Perdona... la interrupción.

Con tu disfraz te da la sensación de que pasarás inadvertido perfectamente. A medida que te acercas a la discoteca te das cuenta de que el ambiente cambia mucho de la noche al día. Por la noche es una especie de agujero negro que atrae a todo lo que pasa por al lado y que lo engulle entre música y excesos. Por la mañana parece un bar cualquiera en proceso de limpieza.

Los porteros que suelen estar por la noche no están ahora, sino un simple agente de seguridad que lee distraídamente una revisa.

Pasas por al lado para echar un vistazo sin llamar la atención y no parece que haya mucha gente dentro. Aunque si oyes voces, nítidas, la música esta vez no puede esconder lo que allí sucede.

Estás valorando tus posibilidades y te fijas que dos mujeres realmente atractivas entran en la discoteca sin que el hombre de seguridad diga nada, simplemente las mira.. y se maravilla con ellas.

Violet se acercó más y más a la fuente de aquella masculina voz. Cerró los ojos, embelesada. Justo en ese instante sonó el teléfono, pero la bailarina no lo oyó, sus oídos sólo percibían música de saxo guarrón de película porno de los 80. Asthon se dio la vuelta. Ella colocó los labios en posición de beso y se inclinó hacia delante, pero su boca no encontró la de su amado. Abrió los ojos para comprobar que su Gastón estaba en otro quehaceres y el momento había pasado. 

"Era mío. ¡Míooooooooooooo!"

- Espérame en la barra del bar, abajo. Yo tengo un asunto que antender. Perdona... la interrupción.

- Por supuesto, Asthon -sus mejillas todavía estaban cubiertas por el rubor de la vergüenza. Esperaba que su jefe no se hubiera percatado del ridículo que acaba de hacer.- Hasta ahora. 

Nuestra pizpireta bailarina con exceso de extremidades salió del despacho, cerrando la puerta tras de sí, y encaminándose al bar. El camino fue corto, esperaba que su jefe no se demorase demasiado. 

Bien... no tenía ni idea de lo que iba a hacer... pero improvisaría algo. Era un tipo listo... no se le podía dar tan mal... 
De primeras entró por la puerta deseando ver como estaba el ambiente... Esperaba no tener problemas con el portero. Después pediría bebida y se daría una vuelta por el local.

Entras sin ningún tipo de problema. Sólo una perspicaz mirada. Pero tu aspecto y decisión son suficientes para que el portero te deje pasar. Sin duda habrá alguien echándote un ojo por lo que pudiera suceder.

Cuando entras te das cuenta de que es una buena instalación, has estado antes y lo recuerdas.. pero de día cambia. Nada que ver con lo que sucede por las noches.

No hay nadie en el local, solo un par de mujeres que charlan a lo lejos y un hombre que limpia la barra. Te diriges hacia ella y algo llama tu atención, por las escaleras baja una mujer... espectacular, que se dirige hacia la barra.

Cuando recorres los pasillos no puedes dejar de maldecir... aunque tienes uan sensación interna de victoria. Al parecer Asthon había cedido definitivamente a tus encantos.. de no haber sido por esa impertinente llamada.

No le ves por donde vas, tal vez fue más rapido, tal vez cogió otro camino.. tal vez fue a otro sitio.

Mientras bajas distraída por las escaleras y vas a llegar a la planta baja, algo llama tu atención. Dos de tus compañeras hablan en una de las zonas de baile y un caballero... extraño para ti anda con decisión por la sala, acaba de entrar. El encargado de la limpieza de la discoteca ultima los detalles de la barra hacia donde se dirige el hombre. Te suena de algo aunque a esa distancia no lo ves bien.

Bajas unos escalones en dirección a la barra donde te ha citado Asthon y ves que el hombre ya ha llegado allí.

La bella muchacha de labios pecaminosos se acercó a la barra bamboleando suavemente las caderas, un mecanismo de seducción ancestral que se activaba automáticamente cada vez que veía a un hombre solo en una barra de bar. 

-Buenos días -saludó con una misteriosa sonrisa mientras tomaba asiento.- Mi nombre es Violet Carson, relaciones públicas. Espero que no le moleste tener un poco de compañía -le guiñó un ojo pícaramente y, sin esperar respuesta, pidió una tónica con limón al barman. 

Retiró su larga melena hacia un lado, permitiendo que el desconocido caballero pudiera ver toda la extensión de su marfileño cuello. Giró el rostro hacia su interlocutor al tiempo que llevaba la pajita del refresco a sus labios. Tras tomar un largo sorbo preguntó:

-¿Qué hace un hombre como usted en un sitio como éste? -la bailarina parecía haber invertido los roles. 

¿Se sentiría aquel caballero apabullado por aquella exuberante muestra de seducción?

La primera reacción ante aquella gratuita pero generosa demostración de belleza fue de sorpresa... Nathan observó y arqueó una ceja. El suceso le distrajo por un momento de los problemas que tenía... lo que permitió aflorar una pizca de arrogancia en su expresión. La misma expresión que solía tener no hace mucho tiempo atrás.
Sonriendo pidió una copa de jack daniels... Era un tipo listo, y aunque la generosa belleza de aquella mujer podría desarmar a cualquier hombre, Nath se resistiría. Conocía a mujeres como ella, y a veces había que tener cuidado... en cuanto  uno se descuidaba ya le tenían haciendo cosas a su antojo... Él no era tan tonto. O al menos eso creía.
Sonrió complacido al tener la atención de Violet... De buenas a primeras ya la estaba siguiendo el juego casi sin darse cuenta...
Claro. Un poco de compañía nunca viene mal. La verdad es que no tenía mucho que hacer, y me pasé por aquí... 

Dime... trabajas aquí ¿verdad? En una breve pausa escrutó de arriba a abajo aquella mujer O eso, o te gusta pasar tus ratos libres por aquí. Creo recordar haberte visto en la inauguración.

Yo trabajo en el sector del inmueble... Bebió un sorbo del whisky Mi nombre es... es... ... te vas a reir jaja pero no te lo puedo decir... ahora mismo no jaja

El hombre que estaba limpiando mira a Violet algo desconcertado cuando le pide la tónica pero al reflexionar el nombre que dice la chica deja de limpiar y le sirve.

Os interrumpe con un carraspeo.

- ¿Usted desea algo caballero? - dice amable.

"Vaya, qué hombre más misterioso..."

-Así que no puede decírmelo... -la bailarina tomó otro trago más de su refresco.- Entonces, ¿cómo voy a referirme a usted? Ya sé, le pondré yo uno -comenzó a acariciarse el mentón con gesto pensativo.- Ya que se dedica al negocio inmobiliario, le llamaré Mister Real Estate, ¿le parece?

Todo aquello era realmente extraño. ¿Acaso el Señor Real Estate creía que se había metido en un burdel y por eso no quería dar su nombre? ¿Habría una Señora Real Estate esperando en casa, junto a sus hijos Loft, Adosado y Ático de Lujo? Posiblemente Violet tenía pinta de scort, pero de las caras, por supuesto. 

Jajaja Gracias por darme ese nombre, pero me puedes llamar Jonathan. Como me llaman mis amigos. Encantado. Me acerqué para darle dos besos. Violet era más baja que yo, pero con esos taconazos no hacia falta que me inclinara... casi al contrario. Ya sabes que no me llamo así, te lo dije para ser honestos.

El camarero vino a tiempo para rellenarme otra vez la copa Si, ¿me pones otra de Jack Daniels? Gracias
¿Ya? ¿ya me he acabado la primera? ¿Puede que esta belleza me ponga algo nervioso?...  seguramente son otros asuntos... parece que no he desconectado totalmente de mi mente... Eso tiene facil solución...
Y quedé mirando como me volvían a rellenar el whisky..
Dime... Violet... ¿Tienes mucho trabajo últimamente?¿Como les va a los dueños del local? Pche... Seguro que viento en popa... Realmente me interesa este tipo de negocios... He oido que el dueño tiene más locales de éxito por aquí y por allá... Me gustaría hablar alguna vez con alguien que tenga un poco de noción de estos negocios... 

Desde que habéis entrado el tono de las chicas ha bajado considerablemente si bien podéis palpar la tensión desde donde os encontráis. Ambas chicas se han alejado un poco más de donde estáis y conversan continuamente.

El camarero no parece muy cómodo con la situación y se le cae el cubo de los hielos cuando va a rellenar la copa de Nathaniel. Generando ruido.

casi acabo con los hielos en la cabeza eh!! Cuidado vaquero... bajando el tono de voz Parece que tus compañeros están un poco tensos... ¿Sucede algo? 

La bailarina miró a su alrededor. Su instinto le decía que algo no iba bien, había demasiada tensión en el ambiente. La pregunta de Jonathan Real Estate confirmó sus sospechas. 

-No, que yo sepa... -la bailarina escrutó al barman con la mirada, parecía preocupado, angustiado.- ¿Te ocurre algo? -le preguntó.- ¿Algún problema con los proveedores?

Ojalá fuese sólo eso, preocupaciones propias del funcionamiento de cualquier negocio. Pero Asthon le había pedido que estuviese alerta, y aquello tenía una pinta bastante extraña. 

Recoge con rapidez los hielos y se limita a maldecir ante la pregunta de Nathaniel.

- conversaciones... susurros... si van a despedir a alguien que lo digan claro - murmura más para sus adentros. Sirve la copa y se la pasa a Nathaniel.

Luego mira a Violet.

- Provee.. - hace una pausa y mira a Nathaniel - ¿dores? - pregunta y medita - Eh... no, no lo creo, aunque ha debido faltar algo.. y sin duda alguien por arriba se enfadará - sonríe señalando al hacia arriba.

Casi como si pareciera preparado se escucha un golpe  fuerte y lo que parece ser un grito de mujer. Suena por las escaleras del club...