Partida Rol por web

Bajo las luces de New York

Hogar, dulce Hogar

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26/02/2013, 19:23
Director

- Si, una serie de desapariciones misteriosas suena como algo muy gordo. Comentó Donna, cortante. ¿Como sabía eso? .-Mira Kate, quiero ayudarte. Es un tema complicado, legal y por tu propia integridad física. Ahora que ha pasado lo de Linda, aún más. Es la hija del director, y hay que andar con pies de plomo...

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26/02/2013, 22:01
Katherine Aldridge

-¿Como sabes todo eso? - Preguntó bajando la voz sin poder borrar la sorpresa de su rostro. -Maldita sea, ¿ese cerdo también ha llamado a Donna?. ¿Me quiere arruinar la vida o qué? Espero que no llame también a mi madre...

-No... no entiendo, Donna... ¿Legal?, ¿mi integridad física?. -Kate se había detenido en mitad del supermercado con el móvil en una mano y el papel higiénico en la otra. Cualquiera que la hubiera visto pensaría que acababa de sufrir una apoplejía por el precio de oferta.

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27/02/2013, 19:35
Director

- Un periodista nunca revela sus fuentes. espetó Donna, entre irónica y seria. La primera norma del periodismo: aquella que Kate cumplía a rajatabla. Ni siquiera podía reprocharle la respuesta a su maestra, por mucha curiosidad que tuviese pero parecía poco probable que Donna tuviese a un tipo como Señor de fuente. Más bien sería al revés y...

Dios, ojalá no. Ojalá no. Su redactora siempre había sido demasiado integra para eso.

- Nena, el caso es de la policía. Si no les gusta lo que encuentran podrían buscar cualquier excusa para decir que interfieres con la autoridad. No sería la primera vez y no quiero ver a alguien con tu talento caerse del negocio por algo así. Y además, te pones en el punto de mira de quién esté detrás e todas las desapariciones, Kate. Si eso no es legal ni integridad física no se lo que es...Hubo un suspiro dolorido al otro lado de la línea. Lo que me molesta es que no me dijeses nada. Ni que te fuera a robar el caso o yo que se...

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28/02/2013, 13:39
Katherine Aldridge

Kate se quedó perpleja. No esperaba ese tipo de respuesta, bien era cierto que un buen periodista tenía el derecho, y la obligación, de no revelar sus fuentes. Pero un jefe si lo debería tener, o al menos eso creía ella. Al menos cuando alguien se chivaba de lo que una está haciendo y del trabajo que está llevando a cabo. Lo había mantenido completamente en secreto, era prácticamente imposible que Donna se hubiera enterado, y sus fuentes tampoco hablarían con ella... a menos que ese idiota de Jackson quisiera sacar más tajada con el asunto o controlar lo que Kate hacía. La última reprimenda casi se lo estaba confirmando. -Ha tenido que ser él... maldito estúpido...

-Donna. Siento si te ha molestado. -Dijo Kate recuperando su integridad. -No podía decir nada si no estaba segura de lo que tenía entre manos, y francamente, no me fio de a que oídos puede llegar una conversación así, ni antes ni ahora. -Con aquello último esperaba dar a entender que creía que su teléfono estaba pinchado. -Sólo estoy investigándolo, y esto cada vez se pone más turbio. Yo tampoco puedo decirte mis fuentes, ni de quien me ha llegado la información, aunque seas mi editora. Y si me llega un caso y lo investigo para comprobar si es cierto o si hay algo sórdido, tampoco te lo puedo decir hasta que tenga pruebas. Y ahora mismo estoy segura, cada vez más. Pero no tengo pruebas. -¿Qué podía probar?. Que la policía había ocultado desapariciones... decir aquello firmaría la sentencia de muerte de su colaboración con Jackson. ¿Qué Señor sabía todo lo que ocurría en esta ciudad y tenía algún tipo de sucio asunto con Norman Grendell?. No podía decir nada acerca de ese hombre, parecería que se lo había inventado como si del hombre del saco se tratara. Y si mencionaba a Grendell seguramente los dos acabasen tirados en alguna cuneta con los buitres dándose un festín a su costa.

-Si me dices que debo dejar de buscar la verdad por culpa de problemas legales con esos matones de la policía o por que mi integridad física esté amenazada... entonces creo que una de las dos se ha equivocado de profesión. -Dijo duramente. -Si yo fuera un hombre seguro que nadie tendría problemas con esto... -Odiaba que la consideraran más débil, o frágil, sólo por ser mujer. -Si Bernstein y Woodward hubieran tenido miedo a esas cosas cuando lo del Watergate entonces... no quiero ni pensar que sería de este país, ni de su periodismo.

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28/02/2013, 15:01
Director

- Menos gritos, milagritos.- respondió su jefa, verdaderamente ofendida. El último comentario de Kate le había hecho herida, estaba claro .- No te confundas. No te digo que lo dejes: solo que seas consciente de donde te metes y que estoy aquí para apoyarte. Y no puedo hacerlo si no se en que charcos andas metida. Pero...-suspiró al otro lado de manera exagerada. Parecía dispuesta a dejar el tema de lado, y Kate esperaba que fuese que de verdad había comprendido la implicación de que pensaba que alguien le vigilaba. Está visto que te las puedes apañar solita. O al mejor era solo que se había enfadado demasiado...

- Suerte con eso. Espero verte viva y con eso redactado para el especial de Navidad, o tendrás otras cosas de las que preocuparte. finalizó la redactora, acabando la llamada.

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01/03/2013, 12:41
Katherine Aldridge

Cuando Donna colgó, Kate se sintió algo mal por como había terminado la conversación. Suspiró profundamente y apretó con furia el teléfono entre sus dedos. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?.

-Creo que me he pasado... - Pensó mordiéndose el labio. Pero también era cierto que Donna había herido su orgullo profesional al poner en duda que Kate no sabía lo que hacía o donde se estaba metiendo. Claro que sabía que era peligroso, y que su vida podía estar en peligro. Incluso había pensando que en Le Moulin Señor iba a mandar que la hicieran desaparecer, cosa que por otra parte estaba convencida de que podría hacer perfectamente.

-Tal vez sería hora de ir publicando algo para protegerme. -Pero ¿de quién se iba a proteger?. Si tuviera un nombre del que poder sospechar, publicar algo sobre él le serviría como guardaespaldas. Pero sin saber nada tal vez fuera su pasaporte para ser la próxima victima. Donna tenía razón en dos cosas. Era un terreno muy peligroso el que pisaba y a la policía no le gustaba que nadie hurgara en su basura. Pero se equivocaba al recomendar que tratara de evitar según que asuntos. Si quería descubrir la verdad solo había un camino. Tenía que remangarse los pantalones hasta las rodillas y llenarse de aquella mierda que apestaba la ciudad.

Kate suspiró profundamente. El estrés y la paranoia le estaban ganando la partida. Se había pasado con lo que le había dicho a Donna. Cogió el móvil y empezó a teclear un mensaje para ella. Seguramente en esos momentos no le cogería el teléfono ya que estaría mandándola al infierno en repetidas ocasiones.

Lo siento corazón. Esto va a volverme loca, no te tenía que haber dicho eso. Te quiero mucho, ya lo sabes.

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16/04/2013, 16:11
Katherine Aldridge

Kate había dormido poco y mal esa noche. Por su cabeza no paraban de rondar los números de Fibonacci y el caso que se traía entre manos. Esa noche tendría lugar la desaparición, esa noche tenía que ocurrir. Y precisamente eso era lo que le quitaba el sueño, no paraba de dar vueltas en la cama y desenredarse de entre las sabanas inútilmente. Su cabeza era un hervidero de ideas, conjeturas, suposiciones, recuerdos de todo lo que había pasado aquellos días y más pensamientos que le impedían dormir, como el hecho de saber que Señor y sus hombres habían caminado plácidamente por su piso. Cuando finalmente conseguía dormitar un poco, se despertaba bruscamente para mirar el móvil creyendo que había sonado, pero no había ninguna llamada del agente Jackson. Y eso la exasperaba.

Decidió levantarse muy temprano y lo primero que hizo fue mirar el teléfono para comprobar que seguía sin haber noticias de Jackson. Se sentó tan indignada y cabreada que casi termina por lanzar el móvil contra la pared de su cuarto. -¡Maldito estúpido!. - Toda su colaboración con aquel hombre había sido un desastre. Lamentaba que su querido amigo Derek se lo hubiera recomendado.

- A la mierda...- Fue hacía el ordenador y mientras esperaba a que se encendiera y cargara el sistema operativo fue a por algo de café. Cuando regresó con una taza humeante abrió un documento de texto y se puso a escribir sobre las desapariciones. Todo el mundo se estaba enterando de ello y ella iba a ser la última tonta en publicar algo gracias a su buen amigo el agente de policía, que sólo había hecho que retrasar su trabajo.

Kate aporreaba literalmente las teclas de lo enfadada que estaba y comenzó a relatar su articulo. En él hablaba de las veintisiete desapariciones acontecidas aquellos días en la ciudad, no dio los datos personales de los desaparecidos pero si que explicó la relación que había entre sus desapariciones y contó los lugares donde habían sido encontrados explicando lo poco que sabía de aquel patrón y la periodicidad con la que estos desaparecían. Es decir, contó todo lo que sabía sobre el caso y que podía confirmar. También hizo un repaso sobre lo ocurrido con Linda Chalmers, y aunque no quiso dar una opinión personal sobre el tema, si que añadió que este caso rompía completamente el patrón de quien fuera que estuviera detrás de todo aquello. Por último añadió que según ese patrón confirmado por sus fuentes policiales, la siguiente desaparición habría ocurrido aquella misma noche a menos que los agentes de policía hubiera hecho correctamente su trabajo por una vez. -Y ahora denúnciame hijo de puta.

Cuando terminó de escribir echó un vistazo general al documento y asintió satisfecha, lo exportó a un mensaje de correo electrónico y lo mandó al periódico, aún estaba a tiempo de llegar a la última edición de la mañana y ser publicado si Donna, o el editor de guardia correspondiente así lo consideraban.*

Cuando cogió la taza para terminar el café, ésta aún humeaba de calor. Kate cogió el móvil para despertar a Donna e informarle del artículo que acababa de enviar. Después se dio una ducha y se vistió para salir. Era hora de visitar a Kevin.

Notas de juego

Me he hecho un pequeño lio, pero creo que el último post que hice fue el de Mollys Donuts del día 7 de marzo, y que lo último que hice fue despedirme de Thomas. Corrígeme si me equivoco.

*Si Donna trabaja durante el día lo normal es que haya un editor de guardia para la noche en lugar de estar ella misma.

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14/05/2013, 14:37
Director

Notas de juego

Quería preguntarte un par de cosillas antes de empezar:

¿Quieres rolear el entierro, prefieres que lo escriba yo o hacerte cargo tú? Lo digo porque se que andas mal de tiempo, pero creo que también me dijiste que era un evento bastante importante para tu personaje y lo entiendo perfectamente.Lo digo por que si quieres, te abro una escena atemporal para irlo representando, pero contamos que ocurre por la mañana.

Lo otro es...¿quieres empezar por la tarde con Isabella o tenías intención de hacer algo antes?

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14/05/2013, 14:40
Director

Sonó el despertador.

La periodista había tenido una pesadilla. Una que incluía una granja y un detective con sombrero de ala estrecha. No sabía precisar muy bien que era lo que había pasado: los sueños son así, aleatorios y con una lógica clara y estricta que desaparece al abrir los ojos. Solo recordaba los ojos de Rick Rogers, el supuesto capitán de policía y unas palabras que no parecían pronunciadas por su voz.

"Tenga cuidado"

Pero cuando Kate se giró para apagar el aparato se dio cuenta de varias cosas. La primera era que eran las 6:30, no las 7:00. Por lo tanto no era el despertador lo que estaba sonando. Con esfuerzo el somnoliento y desgastado cerebro de la periodista echó a andar, aún quejumbroso por la carga de estrés e información que empezaba a almacenar de manera csi compulsiva.

Con ojeras y con un pie en el mundo real, giró el rostro hacía la mesita. Allí la pantalla de su móvil estaba iluminada, con un pequeño sobre en la pantalla. Por un momento la chica recordó la cara de Jack al dejar el pequeño sobre en su mano y sintió un vuelco en el estómago, pero sus dedos no se apartaron del aparato y del SMS. De Donna, al parecer.

Cariño, tenemos que hablar de algo muy serio. ¿Puedo pasarme por tu casa después de trabajar?

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14/05/2013, 17:30
David Stanford [Superviviente]
Sólo para el director

Notas de juego

¿No se suponía que para cuando Isabella ya tenía que descubrir al asesino? Lo había entendido así. Sino, fantástico, porque sólo tenía la pista del Lumiere e iba a ser un "all in" allí dentro. Por mi, pasamos a Isabella entonces. Yo asumía que iba a tener que marcarme la del correcaminos.

Asume que estoy todo el día escribiendo y encargándome de las pesquisas mafiliares, sociales y del luto. No estoy para rolear dos escenas a la vez, que el primer examen es el 22, así que no abras la escena paralela... salvo que vaya a tener algún tipo de relevancia por parte de algún PNJ. Me encantaría participar, porque es... vital. Otra opción es asumir que ahora sólo habla con la mujer y comienza a prepararlo todo, que elegir ataúd, hacer la tanatopraxia y enterrarla esa misma tarde justo después del velatorio puede ser la prisa padre, y ya que la entierren al día siguiente. Tampoco sé si voy a suspender algo, así que no prometo nada para el próximo día de juego o el epílogo, si es que no muere David.

De hecho, no prometo llevar un buen ritmo en la escena general, que esta es la peor época del año, pero i'll do my best.

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14/05/2013, 19:15
Director

Notas de juego

Me imaginaba que sería algo así, así que tranquilo. Pero prefería preguntarte y darte la opción. Para mi, la verdad, mejor así. Que también ando de trabajo hasta el trancheto...xD

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14/05/2013, 19:51
David Stanford [Superviviente]
Sólo para el director

Notas de juego

Pues eso. Traduce xD

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14/05/2013, 22:27
Violet
Sólo para el director

Violet se despertó tras una noche llena de desvelos y pesadillas. Había soñado con el señor Real Estate. En uno de ellos, moría aplastado por una caja gigante llena de tangas con lentejuelas y pezoneras que estaba mal colocada en una de las estanterías del almacén. En otra, Asthon le obligaba a vestirse como la bailarina principal y a bailar mientras le metía billetes de un dólar en el sostén. 

La última fue la más inquietante. Carecía de imágenes, sólo percibía los quejidos lastimeros de un hombre suplicando clemencia. 

"Genial, ahora tengo remordimientos... Será mejor que vaya a ver a Asthon para enterarme de qué ha pasado"

Se vistió con rapidez: pitillos negros, tacones rojos, chaqueta de cuero negro y gafas de sol. Una especie de Mata-hari femme fatale. 

Tras unos minutos de amena charla con su conserje europea, paró un taxi y se dirigió a Electrosand. 

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15/05/2013, 17:29
Katherine Aldridge

La periodista leyó el mensaje sin enterarse muy bien de lo que estaba leyendo, su mente todavía andaba perdida en un extraño sueño que había tenido aquella noche. Tan caótico y extraño como la misma realidad del día anterior. Atribulada por lo ocurrido con Jack todavía, sintió regresar al momento en que Jack le entregaba la carta y aquel retorno le atravesó el corazón como un puñal malintencionado.

Anadeando como pudo y evitando tropezar con todo por el sueño fue hasta la cocina, abrió la llave del grifo y dejó que se llenara la pila colocando el tapón. Después abrió la puerta del congelador y sacó un paquete de hielos, los lanzó al agua y aguardó hasta que la pila se había llenado del todo para cerrar el grifo e introducir la cabeza por completo en el agua.

Tenga cuidado...

Aquellas palabras seguían atormentándola aún bajo el agua, ni el relajante paso de las burbujas que se escapaban de su boca surcándole el rostro logró apaciguar su mente. Esperó hasta quedarse sin aire y alzó la cabeza a la superficie. Tomó aire de nuevo y repitió la operación hasta sentirse despejada. Era esta una técnica que solía hacer en los peores días de trabajo, en los más estresantes, y que nunca imaginó que llegaría a hacer por algo que no fuera del todo trabajo, sino que afectará también a su actitud y moral. Para una adicta al trabajo como ella, esto era completamente nuevo.

Se retiró el pelo mojado de la cara tras el ritual sintiéndose más despejada, todavía escuchaba aquella voz de fondo pero era más débil, como si su mente se despertara y olvidara aquella pesadilla. Encaminó sus pasos hacía el baño para coger una toalla dejando un surco de gotas de agua a su paso. Se secó el pelo y regreso al cuarto a leer el mensaje de nuevo y darle una respuesta a Donna.

Puedes pasarte cuando quieras.

La ducha esperaba con ansía a Kate, puso el agua caliente y se metió bajo el grifo. Le gustaba sentir el calor en la piel y era capaz de soportar el agua caliente mucho mejor que el agua fría, incluso en verano. Sentir el calor abrasando ligeramente su piel era una sensación reconfortante para Kate, a la par que renovadora. Cuándo salió de la ducha se vistió y se preparó un café mientras hojeaba el periódico del día que previamente había ido a recoger a la puerta. Una de las ventajas de trabajar en el Day era que la suscripción era gratuita.

Notas de juego

¿Donna se pasará al final del día o se pasará a esas horas?. Si es lo último, Kate la esperará mientras desayuna y se viste.

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15/05/2013, 19:29
Director

Notas de juego

En cuanto se me pase el estado de cerebro licuado de día de cursillo, te hago la visita de la jefa ;)

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16/05/2013, 16:22
Director

La periodista ojeó el periódico mientras la cafetera inundaba la casa con un olor agradable. En ninguna de las hojas figuraba la información que le había pasado a su redactora, pero y lamentablemente, a la joven no le extrañó demasiado.  Le dolía la falta de confianza de su redactora aunque, solo quizás...¿Y si la preocupación de la mujer se debía a su artículo? Quizás quería aclarar algo al respecto...

Lo que si que venía era un artículo sobre David Stanford. No ponía nada de que vapulease vagabundos, por supuesto, pero aparecía una curiosa noticia que el mismo escritor había publicado en su web: datos y fotografías morbosas del cadáver de su hija. El mal gusto le había hecho dejar el periódico con desagrado en la mesa si no fuese por un elemento más. Una supuesta carta*.

La hija de David Stanford quería despedirse. El escritor...es su padre.

El dato le dio un vuelco en el estómago justo cuando la cafetera pifió y comenzó a derramar el café sobre la vitrocerámica.  La periodista la retiró del fuego sin ni siquiera mirarla, devorando el artículo con avidez. Una chica ahogada y que, sin embargo, aparecía desangrada. Clare Stanford.

Se llamaba...Clare. La desangraron en un edificio de madera, encerrada en una jaula..

Kate acababa de dejar el café sobre la mesa cuando sonó el timbre. Con una breve traza de paranoia que había dejado la entrada de Señor en su vida, la periodista comprobó que, efectivamente, se trataba de su jefa. Su rostro lucía un gesto de preocupación deformado por la visión de pez de la cámara del portal, y Donna entró con tal rapidez al recibidor que muchos considerarían utilizar el gerundio "corriendo". La semilla de la inquietud se agitó en el interior de Kate. ¿Que le ocurría?

Era pronto por la mañana, al menos para la gente normal. Para un periodista, aquellas horas eran ya casi media mañana: el periódico estaba impreso y solo quedaba preparar la edición del día siguiente. Donna había podido zafarse del trabajo con más o menos tranquilidad, si es que una redactora tenía hueco para esa palabra en su día a día.

Cuando Kate abrió la puerta de su piso, la redactora estaba esta en el umbral con respiración ahogada, y ella aún llevaba el periódico en la mano, tensa y pálida.

- Siento haberte avisado con tan poco tiempo...saludó Donna de manera entrecortada, antes de pasar al interior y cerrar la puerta. Leí tu artículo y...la mujer tragó saliva y Kate se dio cuenta de que no podía continuar. Con la mano temblorosa la cincuentona echó mano a su abrigo de piel, sacando un pequeño sobre de aspecto familiar, amarillo y arrugado. Como el sobre de Rick Rogers.

Solo que este tenía el nombre de Donna escrito en él, con una caligrafía totalmente distinta. Una pequeña tarjeta con la misma tinta y papel que la misiva que la periodista había recibido, pero con una letra diferente.Con otro mensaje y otra firma. Los ojos de la joven volaron sobre el mensaje, repasándolo incrédula una y otra vez, mientras su boca se abría lentamente en un gesto de pura incomprensión.

- ¿Que está pasando Kate? preguntó la redactora, casi al borde del colapso y con unas lagrimas amenazando con destruir la enorme cantidad de maquillaje que lucían sus ojos. Kate levantó la vista y lo entendió. Donna sabía que aquello era una despedida, la despedida de un hombre que llevaba muchos años a su lado. Quizás solo como contacto, quizás como un amigo: alguien que acababa de desaparecer como una voluta de humo arrastrada por el viento. Disimuladamente. Sin avisar.

Donna no te voy a llamar mañana. Saca toda la basura de la granja. Haz que se enteren. Te esperaré aquí con el café que siempre te debí. T.J.

Las siglas se transformaron con rapidez ante sus ojos. T.J. Thomas Jackson. El otro agente del caso. La única persona que había compartido su información con ella...a su manera. Cerró los ojos e inspiró aire en un momento de sombría revelación. No, en realidad no era incomprensión. El mensaje era claro. Había una granja al norte de Nueva York, una donde habían muerto tres personas. Una peligrosa, donde la gente acababa desangrada. Y querían que Kate lo supiese.

Lo que no conseguía procesar la periodista era por qué ahora mismo su casa estaba llena de cartas de hombres muertos.

Notas de juego

Podemos suponer que impresa o por que la busque, es esta. Lo digo por que me parece ridículo no darte la información con lo fácil que es obtenerla:

Lo siento.
Sé que me esperabais para la cena pero ya no importa. Estoy muerta papa. No se cuando me encontrarán y dejo a tu criterio lo que le digas a mama puede que no pase nunca o que ya haya pasado y mi nota no valga de nada
Pero tiene que valer de algo tienes que ser fuerte porque se que ella no podrá.. Tienes que salvar a Alex. No se merece esto y sé que tu tampoco pero ambos teneis vivir. Y creo que os llevaríais bien. Está en una granja donde nos encerraron con mucha más gente en jaulas como animales. Una niña un hombre de traje y cara torcida y una mujer pelirroja. Solo sé que está en las afueras de la ciudad. Recuerdo un sol hazle caso y ve de dia con fuego y herramientas.
Sé que lo harás porque en el fondo siempre has sido un buen padre.
He estado muy tiempo fuera de casa del flujo familiar. Me daba rabia que todo el mundo me señalase como la hija de David Stanford pero no por tus hechos sino porque me despojaba de toda identidad. Quise ser todo lo que tú no y ahora soy un cadáver. Por eliminación tu vas por buen camino.
Ten cuidado papa. Siempre te ha querido y siempre te querrá.
Clare, Orgullosa Stanford.

Espero que la espera haya merecido la pena ^^

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17/05/2013, 16:10
Katherine Aldridge

Le dolía que no hubieran incluido su artículo en el periódico y si que hubieran puesto el de alguien con tan poco credibilidad como David Stanford. Un hombre que además se dedicaba a dar palizas a los vagabundos que únicamente le daban una carta. Si la considerara locura o no, era otra cosa.

Aún así el artículo le pareció interesante, una vez hubo salvado los prejuicios y el resentimiento que la embargaban. Él también nombraba aquella granja que Rogers había dejado en su nota. Decidió que debía encontrar la carta que Clare había escrito a su padre para hacerse una idea general de que era lo que estaba ocurriendo.

Kate apenas dio dos sorbos al café cuando Donna llamó al timbre, Kate le abrió y se percató incluso a través de la mirilla de que su editora parecía muy afectada, le costaba respirar tanto como si hubiera corrido la maratón de la ciudad antes de llegar a casa de la periodista. Cuando ella mencionó el artículo de Kate, la joven pensó que iba a abroncarla de nuevo, esta vez por su articulo y se esperó cualquier cosa...

¿Cualquier cosa?. En realidad no. No esperaba para nada que sacará otra de las cartas de Jack. De sus labios escapó un murmullo nombrando a su colega vagabundo y Kate casi instintivamente alzó la mano hacía la carta. Cuando hubo terminado de leerla miró estupefacta a Donna. Le preguntaba a ella que estaba pasando y ella no tenía ni la más remota idea. Pero otra vez salía aquella misteriosa granja.

No se atrevía a preguntar si T.J. era en realidad Thomas Jackson, pero algo le decía que sí. Se sentía un poco mal por haberse enfadado con él por no llamarla y no quiso pensar en que lo estarían matando mientras ella escribía enfurecida el artículo. Aunque, en honor a la verdad, Jackson si se mereció gran parte de la furia de Kate, aunque desde luego ella no le deseaba mal alguno, al contrario: era una noticia tristísima.

-No sé que ocurre, Donna... La gente desaparece y al parecer... -le costaba entenderlo pero parecía ser verdad, -nos mandan cartas desde... desde el otro lado. -Kate le enseño la que Rogers había dejado para ella. -El artículo que escribí... en fin... es lo único que sé de todo esto. Pero parece ser que las respuestas están en esa maldita granja.

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18/05/2013, 21:15
Director

Donna se derrumbó con la carta de Rogers en la mano, que se arrugó bajo la tensión de sus manos. El racista que dice que un negro no puede palidecer hubiera tenido que tragarse sus argumentos al ver el rostro desencajado de la mujer, mientras unas lagrimas negruzcas de rimel comenzaban a decender por las mejillas.

- Oh joder....Oh joder, joder...fue lo único que alcanzó a decir. Mierda, Kate...están muertos. Se llevó las manos al rostro, el llanto ahogado tras ellas. La joven periodista escuchó como sorbía con la nariz con fuerza, antes de frotarse la cara y retirarlas. Ahora la mancha negra se extendía por su rostro como un moderno camuflaje. O a juzgar por la ira de la redactora, en pinturas de guerra. Tenemos que acabar con esos hijos de puta.

Con fuerzas renovadas la redactora se encaró a la joven desde el suelo, por que aún no se levantó. Estaba claro que las piernas la fallarían, y no había más que ver como sus dedos se movían de manera nerviosa, jugando con un anillo de oro de la mano. Estaba histérica y muy asustada, pero no tanto como enfadada.

- No pude publicar tu artículo. confesó. Se que no tienes por que creerme y estarás enfadada, pero parece que hay alguien haciendo presión a Charlmers. El tono de la mujer había bajado inconscientemente. Aquel era un secreto sin duda alguna vital. El Day era un periódico íntegro que no se vendía ante nadie, y la revelación no dejaba de ser un mazazo para la periodista...pese a todos los mazazos que estaba recibiendo últimamente.

- No querían que saliese información a luz del caso y, en realidad...Donna miró de reojo el periódico. Me costó publicar la noticia del puñetero escritor. Solo conseguí colarlo porque el idiota de él ya lo había colgado en twitter. Pero vi que hablaba de cosas que se parecían a lo tuyo y que quizás fuera la única manera de hacerlo público. Nadie creerá a ese cantamañanas...salvo el que sepa algo más. Suspiró, llevándose la mano a la cabeza. De todas formas, seguramente tenga la carrera profesional más muerta que la hija de la que intenta sacar dinero.

- Jackson ha muerto. las palabras salieron atragantadas, como si no pudiese aceptar aquello. Solo quedamos nosotras y tenemos que tener cuidado o acabaremos igual...declaró con siniestro tono profético. Pero no podemos dejar que esos hijos de puta salgan sanos y salvos.

Notas de juego

Siento si la narración va un poco a trompicones, es mi cerebro vapuleado. Si tienes algún problema o duda con cualquier cosa, avisa ^^

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20/05/2013, 22:32
Edward Bradley
Sólo para el director

Quedaría muy icónico e ilustrador decir que era EL DÍA, o llamarlo en un paralelismo idiota El Día D. Pero no había aliados no hora H, de hecho, se parecía demasiado a un día normal, corriente y moliente.

Aunque no lo fuera.

Edward Bradley se levantó con la celeridad de alguien que tiene muy poco (MUY POCO) tiempo. Tras un desayuno frugal y dos cigarros decidió que lo único que podía mentalizarle para lo que iba a hacer era otro cigarro más. Tras su tercer Treasurer, se acercó al teléfono que llevaba rehuyendo toda la mañana y marcó el número de su jefe, el Sr. Charlmers.

Por suerte para Bradley saltó el buzón de voz. ¿Estaría el jefazo hablando con la policía o durmiendo la mona? Casi mejor no tener que enfrentarse a él en persona. - Buenos días jefe, quería hablar con usted para comentarle un par de cosas que he descubierto. Por desgracia, ninguna de ellas me acerca a su hija aún, pero creo poder buscarle una solución en breve. Un amigo me ha revelado que las desapariciones que se llevan a cabo últimamente pueden tener una clase de relación. El último sujeto en desaparecer parece haber dejado una pista en los Grandes Lagos. Si este hombre está relacionado con la desaparición de Lynda, me puede servir para localizarla. Mientras tanto, siga colaborando con la policía e infórmeme de todo lo nuevo que reciba. Estaremos en contacto.

Edward colgó el teléfono sin tener muy claro hasta dónde estaba mintiendo y hasta dónde decía la verdad. Tras esto, dedicó el resto del día a preparar un maletín con una camisa limpia y poca cosa más, no quería viajar demasiado acarreado. Dedicó un momento a pensar en Daniel y en el señor cuyo nombre no recordaba y que no sabía aún si aparecería. ¿De verdad podía fiarse de ellos?

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21/05/2013, 20:30
Katherine Aldridge

Kate estuvo a punto de echarse a llorar junto con su escritora, más que nada por la situación, la rabia y la impotencia. Pero se contuvo, ya había soltado demasiadas lágrimas últimamente y ella no era de las de lágrima fácil. -Joder Kate, ¿qué diablos te pasa?. - Se había preguntado la última vez que se sorprendió a si misma con lágrimas en los ojos. Y para ser sinceros había tenido que contenerse mucho en esa ocasión junto a Donna para no echarse a llorar también.

Las palabras de Donna explicándole el motivo de que no publicaran su articulo le hicieron recapacitar y pensar bastante sobre todo aquello. El periódico estaba jugando con su reputación y credibilidad, haciendo malabares con esas peligrosas piezas que podían caer y terminar con su existencia de un plumazo. Al publicar algo de un autor que era considerado un cantamañanas, como había dicho Donna, hacía que casi nadie le creyera. Si ahora publicaban su artículo ella misma perdería su reputación y sería considerada otra cantamañanas. Y eso le daba mucha rabia, la credibilidad del periódico le jodía, pero la suya propia era cuestión de orgullo profesional. Como había apostillado Donna: la carrera de Chalmers empezaba a morir como a la hija a la que intentaba salvar.

-Tenemos que hacer algo. -Dijo al fin. -De acuerdo. ¿Pero qué?. Buscamos esa granja y la investigamos, vale, pero si dos veteranos agentes de la policía han caído ¿qué será de nosotras?. -Algo que había leído hacía poco acudió a su mente: "ve de dia con fuego y herramientas". -A no ser que vayamos de día...

Por la mente de la muchacha pasaban muchas ideas atropellandose unas con otras, muchas eran ideas sensatas de volver a Jersey con su familia y otras eran autenticas locuras. Otras simplemente eran dudas o preguntas sin respuesta y sensaciones extrañas. Pero una volvía una y otra vez, con tanta sospecha como la primera vez. Miró a los ojos de Donna con su oscura y profunda mirada, dudó un segundo y finalmente se decidió a soltar la pregunta. -Tú.. ¿sabes quien es Señor?- Susurró en voz muy muy baja.