Partida Rol por web

Bajo las luces de New York

Museo Antropológico de NY- Inauguración de la exposición Más Allá de la Vida y la Muerte

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28/01/2013, 16:39
Scott Dawson.

-Medisculpaunmomento.

Kate apenas tuvo tiempo a reaccionar al repentino gesto de Scott, que se le llevó casi arrastrada del brazo. El tal Señor (o Señor Señor o como puñetas fuera) contemplaba a la pareja sin un rastro de la sonrisa que había mostrado durante toda la conversación. Pero había otra cosa en sus ojos. 

Interés. Puro y ávido interés.

- Por el amor de Dios, Kate. Le reprochó Scott una vez se hubieron alejado. El comisario había intentado retomar la conversación, pero después del desplante de la periodista pocas pocas parecían capaces de llamar la atención de aquel hombre. Y desde luego el asistente estaba tan nervioso que parecía incapaz de sujetar nada. Una maraca en sus manos se hubiera tocado sola. ¿Se puede saber que has hecho? miró de reojo al alcalde, pero apartó con rapidez la mirada cuando el temido interlocutor le devolvió la mirada. ¿Le has dicho a alguien lo de...? Scott hizo un gesto con las cejas que quedó mil veces más sospechoso que si se hubiera limitado a hablar del dossier.

Notas de juego

¡Hace falta valor! (8) ¡Hace alta valor! (8)

¡Ven a la escuela de calor~!

xDDD

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28/01/2013, 19:22
Edward Bradley
Sólo para el director

Había cogido las gafas de sol como una maniobra de distracción, una de esas triquiñuelas que sólo se le ocurrían a Edward Bradley. El truco era que su jefa, firmemente agarrada a su brazo, no pudiera verle los ojos, leerle la mirada y penetrar en su mente. No después de haber fracasado en su intento de contactar con un ermitaño sociópata que tenía que ser el mayor modisto de la ciudad. Al menos, Lynda no podría matar al abogado delante de tanta gente, ¿verdad?

Al no estar acostumbrado al estar entre la jet set, prefiriendo siempre un puesto en un segundo plano que ofrezca relatividad y discreción segura, el abogado permita que sea su jefa la que lidera la marcha hacia el museo.

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28/01/2013, 19:37
Director

Edward pasó sin problemas por la zona de los fotógrafos, demasiado interesados en un actor rezagado más interesado en firmar autógrafos que en hacer su entrada en el museo. Tras la verja una cantidad considerable de gente bien vestida se dirigía hasta el portón, charlando con más o menos ánimo y entusiasmo. Gran parte de los allí presentes adalíes de la cultura: filántropos y richachones, estudiosos y amantes de la historia. Sin embargo el museo había tenido una gran idea: atraer parte de la subcultura americana para que la prensa hiciese mayor cobertura.

En la guerra por la cultura, todo valía. Y para sacar dinero también, que coño.

Unido a ese pequeño rebaño de los rezagados Edward cruzó la puerta detrás de una furibunda linda, en la que unos hombre trajeados pero muy correctos solicitaron su pase de prensa mientras los rostros más conocidos cruzaban el portal sin ser cuestionados. Todo en el interior del museo estaba señalizado para poder llegar a la zona de la nueva exposición, y gigantescas cartelas con impresionantes imágenes de mascaras funerarias, urnas y arte suntuario colgaban aquí y allá con orgullo.

Entonces Edward se dio cuenta de que, efectivamente, el y los recién llegados solo eran relleno: una bonita decoración humana para que las reuniones de jet set no pareciesen tan vacías.

Allí congregados había ya una decena de personas. Estaba el alcalde junto con el jefe de policía y hombre de aspecto serio, que hablaba con ellos con un ceño fruncido pero sereno que parecía poner contra las cuerdas a los dos cargos de la ciudad. El director del museo hablaba con el comisario de la exposición, el sospechoso Sr. Grendell, mientras la gente comenzaba a acercarse para felicitarle por su logro. Unos cuantos hombres de avanzada edad charlaban con vehemencia y agradables risas .

Y es que otra cosa no, pero aquello era impactante.

Acababa de entrar a la zona y una mesa con bebida y entrantes le esperaban a la derecha, dejando detrás un cartel explicativo sobre el concepto de la muestra: una vista atrás de la mirada humana a la muerte a lo largo de su historia. Una simple sala introductoria que llevaba poco a poco a través de la prehistoria, el arte babilónico, antiguo egipto, roma, la edad media, edad moderna y la edad contemporánea, al parecer poco recomendada para personas sensibles.

Fotos de judios en pijama. Como que no se lo veía venir.

Al fondo estaba una de las periodistas del periódico, Katherine no se que. Pero...ella no era de la sección de ocio, ¿no? Estaba bastante seguro que eso lo llevaban dos mariquitas...Hablaba con un tío muy nervioso, así que a saber.

Notas de juego

¡El hijo pródigo ha vuelto!

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28/01/2013, 19:41
Linda Charlmers

En la sala hizo su aparición Linda Charlmers, acompañada de el abogado de su padre y de un ceño furibundo. Esta pareció llamar la atención del tal Señor, que había acertado en sus particulares predicciones.

Notas de juego

Estáis together en la sala. Por si caso, os recuerdo que os conocéis de la zona de trabajo y poco más, pero podéis interactuar si lo consideráis conveniente..

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29/01/2013, 17:29
Katherine Aldridge

Haberla sacado a rastras del brazo de aquella zona no ayudaba mucho, pero menos ayudaba el gesto que acababa de hacerle con las cejas para referirse al dossier. Si el amigo Señor lo había visto seguramente sabría que ocultaban algo entre ellos o que estaban conspirando algo, si había sido tan perspicaz de enlazar a los dos con la rápida mirada que Kate le había hecho a Scott cuando ella estaba hablando con el ruso aquello no se le pasaría por alto.

-¿Estás tonto?- Le recriminó la joven en un susurro. Antes de hablar había levantado el brazo claramente indignada para que Scott la soltara. -Como voy a decir nada de eso. - Levantó el dedo índice hacía Scott.-Ya me estás diciendo ahora mismo que diablos está pasando aquí. ¿Quién es ese engreído?. -No le hizo falta señalar a nadie para que supiera a quien se estaba refiriendo.

En aquel vestido verde con pliegues en la larga falda Kate se agitaba como un torbellino y pagaba su furia con el pobre Scott, aunque realmente no le echaba ninguna culpa a él de lo que estaba pasando. Entonces vio llegar a la hija de su jefe con su abogado. A él le había visto varias veces por el periódico pero nunca habían hablado. Con ella había tenido alguna conversación que otra y no le caía demasiado bien. Kate tuvo que disimular un bufido al verla. Miró hacía sus largos tacones. -Enana... -Pensó todavía cabreada. Si el tal Señor no hubiera predicho su llegada, seguramente a Kate no le hubiese enfadado aquello, pero le irritaba que aquel tipo supiera tanto.

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29/01/2013, 21:57
Scott Dawson.

- El tipo de gente que hace que salga elegido el alcalde que nadie quiere. susurró Scott. Casi como si hubiera podido oírlo Señor les dedicó una mirada de reojo con sonrisa predadora incluida. Mira, será mejor que te busques una excusa decente para evitarlo. Yo intentaré darte el dossier cuando pueda, ¿vale? Como ese capullo descubra algo estoy muerto, Kate.

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29/01/2013, 22:21
Katherine Aldridge

Scott tampoco parecía querer proporcionarle el nombre de ese tipo y Kate suspiró enfurruñada. -Muy bien. -Fue lo único que dijo aunque a la vista saltaba que no estaba conforme. Por un segundo se sintió tentada de dejarle allí a merced de esos tiburones y desearle suerte, y lo habría hecho de no sentir la necesidad de proteger sus intereses en Scott. Suspiró, chasqueó los labios y se dirigió de nuevo al joven.

-Ahora escúchame, y puede que esto te salve el culo. Esta claro que hay una relación más que obvia entre nosotros. -Extendió las manos mostrando aquella situación como ejemplo de lo que decía. -Diles que llevo toda la semana presionándote para hacer la primera pregunta en la próxima rueda de prensa del alcalde, que te sentiste tentado por mí y que decidiste darme largas y esperar que yo te hiciera algún favor y que por eso has seguido manteniendo el contacto conmigo. -Tampoco sería la primera vez que le pasara algo parecido.

Si Scott lograba fingir algún interés sexual en Kate, cosa que no le costaría mucho fingir dado el largo historial de llamadas perdidas y mensajes que Kate había recibido por su parte y las insistentes peticiones para tener una cita con él, a aquellos hombres les resultaría más fácil perdonar al joven muchacho por acercar hasta ellos a una periodista tan pertinaz como era ella. Solo debían creer que el único interés que tenía Kate en Scott era conseguir una posición de favor, pero no debían descubrir que se trataba de una fuente suya bajo ningún concepto.

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30/01/2013, 13:17
Scott Dawson.

Scott se limitó a asentir, intentando recuperar la calma sin mucho éxito, antes de volver a su grupo conversacional. Señor parecía interesado en ir a hablar con Linda Charlmers, pero la repentina vuelta de Scott le resultó sin duda mucho más interesante, pues volvió a abordar al chico en cuanto estuvo lo bastante cerca.

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30/01/2013, 13:23
Norman Grendell

Y de repente, alguien más se unión. El director de la exposición junto con su organizador, Grendell, que llegó con la flamante sonrisa que Kate había visto en su perfil de la página web de la universidad. Con gran vehemencia estrechó la mano del alcalde y el comisario, antes de estrechar la mano de Señor con mucho más...¿respeto?¿miedo? Desde luego el catedrático parecía también hacerse una idea de quién era el hombre misterioso.

 

¿Que pasa, que lo sabía todo el mundo menos ella? Malditas encerronas políticas.

Desde luego Grendell parecía sorprendido de haberse encontrado a Señor ahí, aunque lo disimuló muy bien. Tampoco parecía sentirse muy cómodo en su presencia, pues enseguida se disculpó y se separó del grupo, dejando al director charlando con el alcalde. Scott parecía más calmado ahora que alguien más se había unido, aunque Kate tenía la sensación de que eso no iba a ser suficiente para librarse de la desagradable atención de Señor.

Una cosa estaba clara. Grendell ahora no tenía ningún interlocutor, y Kate aún tenía una carta para él...

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30/01/2013, 13:26
Linda Charlmers

Linda encontró un entretenimiento en un grupo de jóvenes modelos, con las que empezó a charlar de asuntos más bien insulsos. Estaba claro que ella había venido por estatus y por diversión, no como Kate. Y, bueno...Bradley había venido como puro florero masculino, así que mejor ni hablar.

Las chicas pronto se perdieron, entre risas, pasando a las siguientes partes de la exposición. A decir verdad la mayoría de la gente había avanzado hacía un tiempo, y solo algunos cargos políticos y personajes influyentes quedaban en la primera parte de la sala.

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30/01/2013, 13:29
Richard Vankoffer

Y entonces, bastante tarde, entraron dos nuevos personajes. Uno de ellos familiar para Bradley. Acompañado por una niña de unos diez años que caminaba elegantemente sin aceptar la mano que le tendía estaba el hombre que el abogado había visto en el despacho de Asthon el día de la inauguración. Vestía un traje impoluto y parecía bastante afectado por el hecho de llegar tarde. La niña, en cambio, miraba todo con amable curiosidad y no tardó en escaparse para curiosear en las vitrinas de la primera sala.

- Enea, por lo que más quieras, compórtate. ordenó con voz rápida y nerviosa, hasta que sus ojos se percataron de la presencia de Edward. Que hermosa casualidad. comentó, acercándose al abogado, aunque se detuvo bastante antes de lo que sería la burbuja personal estándar.

Pero su voz ya había llamado la atención de varias personas, un hombre de aspecto autoritario que hablaba con el alcalde y el director de la exposición y un hombre afroamericano elegantemente vestido. Este último era, si no se equivocaba, quién había organizado la exposición, aunque Bradley no tenía ni idea de quién se trataba el otro...

 

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30/01/2013, 13:36
Director

Y entonces, bastante tarde, entraron dos nuevos personajes: un hombre que parecía nervioso por el retraso y una niña de diez años que miraba con amable curiosidad todo. Esta no tardó en escaparse a curiosear las vitrinas pese a las ordenes de su padre, que llamaron la atención de Grendell y Señor. Lo más curioso de todo...bueno, aquel hombre parecía conocer a Bradley, pues se acercó a saludarle aunque manteniendo una distancia demasiado prudencial.

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31/01/2013, 02:03
Katherine Aldridge

La escusa para ausentarse de aquel corrillo que no le gustaba nada era buscar al señor Grendell y entrevistarle. Pero entonces aquel hombre apareció allí y se puso a hablar con el tal Señor. Kate no se creía su suerte, ¿todo allí giraba en torno a ese hombre desconocido?. ¿Quién sería para ser tan importante y tener a todos bailando a su son mientras él plácidamente movía sus hilos de titiritero?.

Mientras pensaba aquello Kate se dio cuenta de que se estaba mordiendo la piel entorno a la uña de su dedo corazón. Retiró la mano como un resorte y miró hacía todos lados esperando que nadie la hubiese visto. Se fijo entonces en que Linda había encontrado compañía y charlaban animadamente de banalidades sin importancia, casi sintió lastima por Bradley teniendo que aguantar todo aquello.

Por un segundo Grendell se quedó solo, y Kate aprovechó ese momento para lanzarse sobre él como si de un guepardo que acecha a su presa se tratase, sabiendo que si dejaba escapar esa oportunidad no se le volvería a presentar. Fue a grandes zancadas hacía el hombre y le abordó con una simpática sonrisa bien ensayada.

-¿Señor Grendell?. Soy Katherine Aldridge del Day. Me preguntaba si podría concederme unos segundos para el periódico. - Mantuvo profesionalmente la sonrisa intentando mostrarse cautivadora para que picara en su anzuelo.

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31/01/2013, 23:24
Norman Grendell

El hombre contempló con cierta curiosidad el acercamiento de Kate, hasta que vio el pase de prensa colgando de la ropa de la periodista y recuperó las formas. No hubiera sido tan raro que alguna admiradora de la cultura se acercarse a felicitarlo, pero aún menos extraño era que lo hiciera un periodista.

- Ah, por supuesto. La omnipresente sonrisa volvió a salir a relucir, mientras tendía una mano a Katherine a modo de saludo. Sería un placer. Giró la cabeza de un lado a otro, antes de preguntar algo dudoso. ¿Tiene algún compañero tomando fotografías o será solamente unas cuantas preguntas?

Estaba claro que Grendell había sido una de las grandes estrellas del día, y probablemente ya le habían tirado más fotos que a un bebe abrazando un gatito. Sin embargo parecía acostumbrado a esas apabullantes atenciones y estaba muy tranquilo. Quizás había olvidado el peculiar mensaje. Eso, o mantenía las apariencias, pues no es bueno que alguien de su categoría estuviese nervioso por algo tan normal como una nueva exposición...por importante que esta fuese.

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01/02/2013, 00:23
Katherine Aldridge

Kate estrechó la mano que el director de la exposición le tendía.

-No, el periódico comprará las fotos de uno de los fotógrafos libres que han venido al evento. -Explicó Kate, era una practica común. Era mas rentable comprar unas cuantas fotos a un fotógrafo freelance que contratarlo y mandarlo al evento, con todo lo que eso suponía, dietas, gastos de viaje, etc. Y había decenas de fotógrafos libres en cualquier evento de este tipo deseando que los periódicos compraran una de sus fotos.

Disimuladamente la joven empezó a caminar hacía la siguiente parte de la exposición queriendo arrastrar con ella a Grendell para alejarlo de Señor y su séquito. Quería alejarse de allí lo más rápido posible ya que prefería que aquel hombre no estuviera cerca mientras realizaba su trabajo. Kate sacó su fiel libreta y su bolígrafo del coqueto bolso con el que había acudido. Había cogido a idea la libreta pequeña para que no le ocupara mucho espacio y llevaba en ella unas cuantas preguntas anotadas.

-Quería expresarle de parte mía y del periódico la enhorabuena por el éxito que parece estar teniendo la exposición. Y que seguro tendrá cuando quede abierta definitivamente al público. -La primera pregunta era casi de bulto. -Tratar un tema como el de la muerte es siempre bastante delicado. ¿Qué le ha llevado a realizar una exposición sobre este tema?.

Kate dejó que contestara y a continuación formuló la siguiente pregunta. Esta también era casi de manual. -Supongo que habrá contado con mucha gente involucrada en el proceso. Documentación, búsqueda de objetos que exponer... ¿Cuánta gente se necesita para que esto funcione?. ¿Cómo fue el proceso para llevar a cabo toda esta aventura?. -Kate sonrió intentando parecer una simpática joven periodista en su primer empleo.

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01/02/2013, 01:02
Norman Grendell

- Muchísimas gracias. Lo cierto es que mirando en las exposiciones monográficas realizadas me di cuenta de que era un vacio muy importante. El arte y la muerte han sido desde siempre dos inquietudes del ser humano, que han llevado a que coexistan a lo largo de la historia. Al fin y al cabo la muertes es uno de "esos grandes temas" omnipresentes en literatura, pintura...delicado, si, pero alguien tenía que atreverse a hacer un primer acercamiento. Rió, intentando quitarle peso a la más que evidente dificultad.

Grendell siguió mansamente a Kate hacía el resto de la exposición. Estaba claro que dar una entrevista mostrando no solo sus palabras sino la exposición de la que hablaba era una buena publicidad.

- Lo primero fue, por supuesto, buscar el apoyo del museo. Debo agradecer al director su colaboración, instantánea. El hombre dirigió una última mirada al director, que seguía hablando con Señor, antes de avanzar por la exposición.  Después buscamos las piezas que consideramos debían aparecer en la muestra y solicitamos permiso a los centros en los que se encontraban. Esto fue un trabajo largo y titánico, ya que hemos traído piezas de Europa, África y Asía. Son muchos los centros que han colaborado. También ha sido necesario una importante inversión en personal en el montaje de la exposición, diseño y transporte de piezas. En resumen, muchísima gente que tengo la suerte de representar.Sonrió.

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01/02/2013, 01:16
Director

Ambos entraron en la primera sala, dedicada a la prehistoria. Allí no solo algunos restos humanos reales, sino una reproducción de un enterramiento, con una exquisita imitación de pared de cueva. En varias vitrinas se mostraban distintos conjuntos de ajuares funerarios, unidas a cartelas que explicaban la importancia y el significado de aquellos objetos que acompañarían al difunto. Pedazos de vasija, piedras de silex afiladas y hermosas piedras pulidas que hace millones de años lucieron como joyas.

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01/02/2013, 11:21
Katherine Aldridge

Kate soltó una risita cuando el hombre también río y le golpeó suavemente el brazo con la palma extendida de la mano. -Pues menos mal que se ha atrevido usted, señor Grendell. -Dijo con aire divertido y le miró a los ojos sonriendo. Cuando el hombre terminó de hablar Kate le seguía mirando y dejó que hubiera unos segundos de silencio premeditado, después se mordió el labio inocentemente y bajó la mirada hacía el cuaderno simulando recomponerse rápidamente. Entonces empezó a apuntar todo lo que había ido diciendo el hombre mientras formulaba la siguiente pregunta.

-¿Cuál es la joya de la corona?. Seguro que hay alguna pieza que destaque entre todas las demás, ya sea por su valor o por su importancia. - Kate sonrió enigmáticamente. -¿O esa pieza no la expone al publico?. La verdad que si la tiene en su despacho me gustaría verla...

A aquel hombre no le extrañaría que una joven como Kate tratara de seducirle, era un hombre bien parecido y que ostentaba un cargo importante, también era inteligente y se movía por aquellas altas esferas, lo que hacía suponer que también tenía dinero.

Notas de juego

Bueno, la intención es seducirle, no se si habría que tirar algo..

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01/02/2013, 13:48
Norman Grendell

- Oh, es una pena, pero me temo que la visita a mi despacho tendrá que esperar...El tono de voz del comisario sonaba mucho más juguetón que antes: la sutil insinuación de Kate había calado hondo, pero tendría que esperar a que la entrevista acabe. La mejor pieza la tenemos en la exposición: una maravillosa momia, sarcófago incluido, de la IV Dinastía. El museo Abbas III ha sido muy amable al cedernos una pieza que rara vez es expuesta incluso en su museo por cuestiones de conservación. Por supuesto y dada esta oportunidad única no nos ha importado hacer una completa recreación del enterramiento donde fue encontrada, donde no faltaba ni un pequeño objeto de su suntuoso ajuar

- Si desea verla con sus propios ojos...Grendell señaló caballeroso la puerta de cambio de sala, un umbral cubierto por una suave sábana negra que impedía ver más allá. Por un momento Kate se sintió en una mezcla de visita a la nobleza y de un deforme ser circense.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Has tenido mucha suerte...xDDD Le tienes en la palma de tu mano.

Si quieres saltar la entrevista porque tengas pensado algo, me lo dices y cuando quieras corto para resolver eso.

Cargando editor
01/02/2013, 13:59
Director

Ante Kate estaba la momia de la que había hablado Grendell.

Cruzando el teatral umbral había dado a una sala completamente alterada solo para aquella pieza, a una balustrada qdsde donde se podía contemplar en todo su esplendor un foso donde yacía la momia altiva.  El audio, un sutil ulular de viento y desierto, se mezclaba con los murmullos de admiración de los visitantes. Bajo una muy sugerente iluminación los impresionantes tonos dorados y azules lanzaban brillos por doquier, que chocaban contra las paredes por donde caminaban los visitantes, creando bellos patrones de luz. Los ojos del sarcófago parecían retar a la periodista a un duelo de miradas, las escrituras de aquella hermosa cobertura narrando un poderío que nadie de los presentes lograría jamas entender.

Bueno, quizás Grendell.

Alrededor de ella, vasos canopes de exquisita manufactura, armas, joyas. Todo el suelo alrededor suyo estaba repleto de arcones y otros objetos que hubieran hecho las delicias de un saqueador de tumbas. Era verdaderamente un milagro que no faltase ni una cucharilla, porque...¿quién iba a llevarse una cosa sin llevarse todas esas?

Hasta había una vasija un tanto fea, colocada sin embargo en lo que parecía un lugar principal. Con una forma antropomórfica de mujer no muy lograda, descansaba a los pies del faraón, protegida como oro en paño por aquella imponente tumba.

Abrumada por la escena, Kate tardó en darse cuenta de que en aquella sala hacía mucho frío. Grendell, que se había mantenido tras ella, se acercó y colocó la cálida mano en su hombro, helado, mirando con orgullo su gran obra maestra.

La gran momia.