Partida Rol por web

- Podría ser peor - Se encogió de hombros - Podría ser un maníaco acosador. Ya sabes, de esos que no deberían conocer tus libros por su edad pero que sin embargo te reconocen después de haber estado tanto tiempo fuera de escena. Podría ser un Annie Wilkes de la vida - Sonrió ampliamente, con un brillo un tanto siniestro en los ojillos. - Da mal rollo, ¿eh? - Alzó las cejas un par de veces, sugerente. - Jajaja - Sacudió la mano dejando la broma y se acercó a por una de esas galletas que había traído la muchacha rubia. Una galleta que acabaron siendo dos. 

- Bueeeeeeeno... y... - Se acercó a Mixi - ¿Tu también has leído a Farrell? Pensaba que iba a ser el único bicho raro de ese pelo en sala. - Rió.

- ¿Qué plan hay para cuando lleguen los demás? - Preguntó a Frohike, que igual que en el foro parecía llevar la voz cantante en aquella reunión, lo cual agradecía - Porque... bueno, es mi primera quedada del estilo y no tengo ni idea de qué se suele hacer, a parte de beber cerveza y comer galletas. Qué por mi está bien ¿Eh?

Tomo asiento junto a Savannah mientras todos conversaban entre si, parecía que el tal Cobb era famoso en el grupo y yo no tenía idea de quien cuerno era. Bebo la cerveza echándole un ojo al hombre en cuestión. -Nada mal, desaliñado pero con su toque. - lo halago mentalmente para luego centrarme en Savannah que me conversaba. Había confianza con ella y eso me agradaba mucho.

-No tengo la más pálida idea. No lo conozco pero no se ve para nada mal. ¿Qué te parece? - le pregunto a la chica sonriendo mientras le dedico un guiño de complicidad. Lo bueno de toda la situación en si, es que poco a poco iba conociendo las caras de quienes he desvirtuado sus charlas, no podía creer que Duke tan participativo en el foro se mantenía firme en persona. -El efecto galleta con coca- cola genera efectos secundarios, te da iniciativa potenciada.- bromeo en pensamientos y atenta a lo que puedan decir me acerco a Savannah para decirle algo gracioso. -¿Jugaremos a la ouija? Parece que el chico "galletas de mamá" quiere que hagamos algo todos juntos. Molaría una charla profunda con algún espíritu motivador. -ironizo el momento y suelto una pequeña risotada escondida.

Aquel era un martes de celebración. Los niños habían ganado el último partido contra el equipo de la urbanización de al lado y los ánimos estaban por los aires desde entonces: ¡casi no había sentido presión en el pecho aquellos dos días y tenía que sentirse alegre por ello! Además, ese martes tenía un cocktail con un grupo de amigos de Strangers among us, el foro de cosas extrañas al que le gustaba entrar en sus horas libres para ver qué tipo de ocurrencias tenía últimamente la gente.

Ya había pasado la hora de cenar y se acercaba la hora de la reunión, pero cuando Jenny iba a coger el coche para ir hasta Groove St el pequeño Sam comenzó a vomitar y hubo que limpiar a toda mecha el desperdicio, pero le llevó más tiempo del esperado solucionar el destrozo y dejar al pequeño durmiendo en la cama, así que el tiempo se le echó encima y se encontraba ya aparcando en la calle en concreto, pasados aproximadamente quince minutos de la hora concretada. Rezó por no ser la última en llegar: tenía una excusa muy clara, pero aun así se sentía como 'mal', como si eso significase tener menos clase de la que tenía.

Aun así no podía estar mal: era una mujer moderna, ejemplar, y todo un imán social. Fueran como fuesen sus compañeros del foro tras el nick seguro que les encandilaría con una sonrisa divertida y con alguna broma ligera sobre cómo iba el país, o eso quiso pensar mientras se plantaba frente al número 70, donde una puerta metálica con timbre esperaba a ser abierta. Unos pocos segundos después de llamar al timbre la puerta se abrió automáticamente como uno de esos porteros automáticos que había en la mayoría de los pisos.

La sala que había al otro lado no estaba dentro de lo que ella consideraba 'elegnate': llena de polvo, oscura y vacía, con apenas algunos trastos tirados por el suelo y una polvorienta mesa junto a una silla que no invitaban a uno a quedarse allí. Sin embargo en uno de los lados de la sala había una puerta entreabierta por la que salía algo de luz. Al otro lado podían escucharse un grupo variopinto de voces de todo tipo que parecían hablar de forma desenfadada, lo que la hizo acercarse para curiosear. Por encima de todas ellas, escuchó una voz aguda de hombre que parecía súbitamente emocionado por algo, pero el sonido no le llegaba muy bien.

Tras llegar a esa puerta y asomar la cabeza, se encontró una sala mucho más digna, con una mesa grande en el centro con muchas sillas y varias mesas alrededor, llenas de comida, bebida e incluso una de esas cafeteras que iban con capsulitas. Junto a la mesa había un grupo bastante diverso de gente y, contra su propio pronóstico, menos joven de lo que esperaba.

Había un hombre que debía de tener su edad junto a una mujer y un hombre algo más mayores, que estaban junto a una chica joven con rastas y piercings en la cara y un chico regordete con gafas. Por ahí andaban también un tipo que rozaba los 30 junto a un crío que no debía tener ni 20 años. Cerca de ellos había también un hombre con cara agria, gesto serio y una cerveza en la mano que bebía distraídamente, como si fuese un pez fuera del agua en aquella situación no muy lejos de una chica rubia que parecía haber sacado su vestimenta de una película de Johnny Deep y Helena Bonham Carter.

Por último, un poco más apartadas del grupo y charlando entre ellas, habían dos chicas de pelo castaño, una más alta y otra algo más bajita. No parecían haberse percatado mucho de su presencia, al menos todavía.

Savannah sonrió de forma cómplice a la primera pregunta de Sarah. Miró de reojo a Cobb para después asegurarse de que nadie que no fuese su divertida compañera tenía la mirada puesta en ella, acto seguido, cerró sus ojos fuertemente mientras se mordía el labio inferior. -"Trah trah trah"- pensó a la vez que se daba a ella misma delicadas palmadas en el trasero contestando de forma jocosa e infantil a Águila Nocturna sin necesidad de palabras.

-¿Uija?... ¿Crees que es buena idea abrir las puertas del inframundo?- dijo en un tono demasiado serio para lo que tenía acostumbrada a Sarah, mirándola seria y fijamente por unos instantes. -Jaja- rompió el silencio con una pequeña carcajada. –Sarah, el diablo es un "Hater", seguro que manda a Duke el espíritu del  "Sacamantecas" y a la chica de negro el espíritu de un unicornio rosa y los atormenta para su deleite hasta la eternidad. ¡pfffjaja!…- bromeó intentando divertir a Sarah, pero lo cierto es que a Savannah no le hacía demasiada gracia hablar de aquellos temas. Pese a que no lo reconociese, ella era supersticiosa, y como buena supersticiosa pensaba que todo ese tipo de temas atraían el mal fario.

Dio un trago a su cerveza para disimular tras su pequeña carcajada, intentando guardar la discreción forzándose a borrar su propia sonrisa de la cara, no quería incomodar a Duke y la gótica con sus bromas y cuchicheos, además ellos le habían caído bastante bien y no quería que la malinterpretaran.

-¿Y Frohike? ¿Qué te parece Frohike?, Es guapete, demasiado bueno para ser cierto, creo que si le preguntamos a la uija cuanto le mide nos sorprenderemos, se pasará una hora entre la "J" y la "A"… Hazme caso amiga, para este tipo de cosas soy adivina…- Susurró bromeando a Sarah, achispada por una cerveza que aún no le había subido a la cabeza.

-"mmm... esa perilla de chivo"- pensó mirando discretamente a Frohike.

- Sí... Muerte para dos es uno de mis libros preferidos, aunque también me gusta mucho Reunión a medianoche. - le dijo la chica a Duke, cruzándose de brazos y aunque su tono de voz era cordial se la notaba ligeramente a la defensiva

La mujer de mediana edad se colocó junto a Mixi para mirar a Duke también con una amplia sonrisa en la boca. - A mi también me gustan mucho las obras del señor Farrell, pero tampoco es que me emocione en absoluto conocer a alguien 'famoso'. Sin ánimo de ofender. - aquellas últimas palabras las dijo mirando al escritor y encogiéndose de hombros - Pues creo que básicamente sentarnos, tomar algo y conocernos un poco. Aun así lo adecuado sería esperar a todos, pero imagino que si JennyAt y Kain no llegan podríamos empezar sin ellos. -

Cobb estaba justamente mirando a Doc_alma y a Mixi cuando la primera habló y se dió cuenta de algo. Cuando ella dijo: '...si JennyAt y Kain no llegan...' a la joven de las rastas le cambió la cara, aunque fuera un simple instante. Era fácil para él fijarse en los pequeños detalles y parecía bastante claro que estaba preocupada por algo al respecto de uno de esos dos usuarios que faltaban por llegar.

El informático estaba cerca de Mixi así que no le costó mucho percatarse de lo que ocurrió. Doc_alma intervino en la conversación y cuando la mujer mayor estaba terminando de hablar a la joven le cambió la cara durante un instante, pero se recompuso igual de rápido. ¿Era preocupación o estaría en uno de esos días y le habían venido los dolores de regla?

Moira iba de aquí para allá, fijándose en todo y en todos como una niña pequeña. Eso le permitió captar algo en la conversación a tres de Doc_alma, Mixi y The_Duke. Algo en el final de la última frase de Doc_alma consiguió que a Mixi le cambiara la cara por completo aunque fue apenas un instante en el cual se recompuso con rapidez. Su instinto femenino le alertó de la joven estaba preocupada por algo respecto a aquello... pero no tenía muy claro el qué.

Era difícil que a alguien como Sarah, con su trabajo, se le escapara cualquier cosa digna de fotografiarse. Estaba acostumbrada a reaccionar con rapidez ante cualquier gesto, cualquier aparición momentánea de algún famoso... así que en cuanto algo ocurrió en la conversación de The_Duke, Mixi y Doc_alma la fotógrafa se percató como un lince.

Justamente en el momento en el que la mujer mayor decía: '..si JennyAt y Kain no llegan podríamos empezar sin ellos' a la chica de rastas le cambió la cara por un mero segundo, como si estuviera muy preocupada por algo. La joven se recompuso al instante y no tenía muy claro si alguien más se había percatado de ello, pero parecía obvio para Sarah que Mixi estaba preocupada por algo que tenía que ver con alguno de los dos usuarios que aún estaban por llegar.

Cobb seguía el hilo de la conversación principal ignorando deliberadamente al muchacho de las galletas. Cuando Doc_alma hizo referencia a él, el escritor negó con la cabeza.

-Ninguna ofensa tomada, señora -dijo con tranquilidad, dándole otro largo trago al botellín con el que casi lo mató. Qué bien empezaba la noche. ¿En qué momento se le había olvidado cómo socializar?

Como que no quiere la cosa, hizo un gesto excusándose para ir a por otra cerveza. Se lo pensó dos veces antes de agarrarla por el cuello, pero al final lo hizo tomando asiento después, desabrochándose la chaqueta para que no le hiciese arrugas raras. Había más sillas que invitados.

Me acerqué a la silla donde habia dejado las galletas y tomé una, así como una lata de refresco  "la cerveza empanzona Moira, y es una bebida vulgar que sólo los albañiles y los fracasados beben" era lo que siempre solía decir mi mamá cuando hacia reuniones sociales y algún " distraido" preguntaba si habia cerveza...¿como es que mi madre puede tener tantos amigos siendo esa clase de perra?. La verdad me moría de ganas por tomar una cerveza, pero el sólo hecho de llegar a casa con aliento alcohólico...bueno...la idea de despertar la ira de mi madre era suficiente para desistir de cualquier intento.

Afortunadamente a alguien se le ocurrio traer refresco, tomé una lata de refresco, la abrí y le di un ligero sorbo, estaba refrescante, hacia un calor infernal ahi abajo, o era que habia muchas personas?, o era por traer 200 kilos de terciopelo negro encima?.

Una chica me habia resultado simpática, de cabello negro y piel blanca,QueenOfDisaster y lo mejor es que se habia leido mi articulo de Jack el destripador...eso sumaba a dos personas (incluida yo) que lo habian leido, puedo morir en paz, y ahora se encontraba platicando con otra muchacha que no habia tenido oportunidad de ver,tenia una mirada inteligente y sagaz, vaya que la tipa podría ser un miembro de la casa de Slytherin perfecto, seguro se habia quedado por ahí, o gracias a mi entrada de " Aplaudan a la quinceañera" no habia sido capaz de notarla, ahora ambas fumaban. Entonces escuché un par de comentarios, habia al parecer una celebridad y eso me causo cierta intriga, me acerqué al grupo donde el gordito, el señor amargado, y los otros dos señores, y un tipo de barbita que irradiaba sexualidad (y sensualidad claro) por cada poro de su cuerpo, tenía una mirada lasciva y por sus movimientos me parecía que en temas de intimidad se las sabía absolutamente todas...de hecho por una fracción de segundo me pasó la idea de que era de esos hombres que aplican el lema " El agujero aunque sea de caballero". Me reí conmigo misma de aquella idea, y me aproximé al grupo discretamente.

Tenía una sorprendente habilidad para pasar desapercibida pero también para notar cualquier cambio minimo, el look de la chica de rastas, Mixi, habia cambiado, se habia sombreado un poco, pero lo que en realidad me llamaba la atención...bueno lo segundo que llamaba mi atencion por que ahora me habia intrigado en por que la chica habia presentado un repentino cambio en sus facciones, fue lo del tal celebre Cob Farrell...la verdad es que nunca habia escuchado ese nombre, y como ahora se aplicaba el " si tu libro no es pelicula, no triunfas" estaba completamente desinformada sobre que o qué habia escrito...

Me coloqué atrás del grupillo y le di una mordida a mi galleta, mientras hablé con un tono de voz suave y educado, muy diferente del que habia utilziado al llegar.-Me siento completamente ignorante, pero yo nunca he escuchado de sus libros señor Farrell...a lo mucho leo las novelas de Anne Rice, Stephen King...y...ehm...crepusCOF COF COF- GRACIAS DIOS!, un ataque de tos repentino por un trozo de galleta que se me habia atorado, me habia interrumpido justo en el momento de decir que yo era una de esas tipas que secretamente tenía pegados por su cuarto fotos de Taylor Laurent semi desnudo ( mismos que tenia que ocultar o tapar con otras cosas cuando mi madre por alguna razón entraba a mi habitación).

El señor Farrell se retiró a sentarse, un poco apartado de las personas, me pregunté si mi comentario lo habría incomodado.

-Ya probaste las galletas?- dije dando unos pasitos estilo ratón sigiloso y colocandome a un lado de Mixi. Tenía curiosidad ahora por saber que era lo que le pasaba.

Apuró la cerveza y fue a por otra. Bien fuera por su masa, porque estaba acostumbrado o porque su ineptitud social se lo exigía, Duke era de los que necesitaban un par o tres para entrar en calor. Por el camino cogió otro par de galletas.

- Hummm - Asintió a Mixi - Esos dos están muy bien. Además son muy apropiados - Bromeó. El ambiente había cambiado de repente y no estaba muy seguro de qué hacer, Mixi parecía estar preocupada por algo, o con la regla, o a saber. Le agobiaban esas situaciones. Nunca sabía como actuar.

Se repente se vio apurado y empezó a sudar de nuevo. Por suerte Doc_alma y la muchacha de las galletas se acercaron para entablar conversación, cosa que agradeció. 

- Si no sabes nada de Farrell, lo mejor es que empieces por... "Bajo la piel", si. Es una serie de relatos cortos que fue publicando en su juventud en revistas literarias - Frunció el ceño, pensativo - Aunque si lo piensas, tuvo su primer bestseller muy joven. Con diecinueve creo que ya estaba publicando... Bueno, eso, "Bajo la piel". Si te gustan esos relatos, te gustará todo lo demás. Seguro.

- Y King mola. Mola mucho. Digan lo que digan es un máquina. - Respondió a la muchacha rubia, ignorando deliberadamente que había mencionado Crepúsculo. - Las galletas están espectaculares. Y créeme, se de lo que hablo - Dijo dándose unas palmaditas en la tripa. 

- Es como un poco incómodo que hablemos así de él como si no estuviera, ¿no? - dijo Fry_Two_Fingers, rascándose la parte trasera de la cabeza con una mueca/sonrisa algo extraña, alternando la vista entre el escritor y Duke

-¡Hombre! Alguien con sentido común. -vociferó el autor desde su asiento, alzando el botellín hacia el que había salido en su defensa-. Empezaba a pensar que el último haz de inteligencia había muerto con mi última cerveza. ¿Qué diablos os enseñan en la escuela?

Hasta su hija tenía más criterio, lo que no le hizo sentirse tan mal padre después de todo. Mandó la colilla al fondo de una de las cervezas sin empezar y sacó el paquete de tabaco para encenderse otro. Anne Rice y Crepúsculo. Por dios, si el tema de conversación no alcanzaba un mínimo de calidad de ahí a la última calada, los iba a dejar plantados. En un haz de inspiración, buscó la mirada de Fry_Two_Fingers y le ofreció un cigarrillo.

El tipo se acercó a Cobb con una sonrisa más calmada, aceptando el cigarrillo al cogerlo con las yemas de los dedos. Le pidió el mechero para encenderlo para luego dárselo de nuevo y darle una larga calada. - Joder, qué bien sienta. Lo estoy dejando, pero alguna vez el cuerpo lo pide. Ya sabes, después de algunas comidas, en celebraciones y todo eso. Paul Jones: un placer. - le ofreció la mano de manera distendida, más como un formalismo que otra cosa - Trabajo como paramédico para una empresa de ambulancias. Es agradable moverme por un círculo diferente que no tenga que ver con sirenas estridentes o los gritos igual de estridentes de mi mujer. -

Jenny había deseado acudir a la reunión del foro toda la semana. Cuando había que llevar a los niños a algún lado, pensaba en ello. Cuando había que cocinar un asado imprevisto a toda pastilla, pensaba en ello. Cuando Ron le metía los dedos por el elástico de las bragas, pensaba en ello. Cuando recordaba que no debía comprar más vino hasta el finde, pensaba en ello.

Y el maldito Sammy se ponía a vomitar.

No es que no amase a sus niños. Los adoraba como sólo un padre puede hacerlo. Habría muerto o matado por ellos, y a menudo lo pensaba cuando se cruzaba con las madres de los niños que habían estado atormentando a Amanda desde que le habían salido los picudos pechos de niña. Pero en ocasiones ser su madre podía ser un infierno, y era entonces cuando deseaba con todas sus fuerzas tener la capacidad de abstracción de los padres ausentes, los padres drogadictos o los malos padres, a secas.

Después de limpiarle la boca y el pelo, de arreglar el estropicio, de darle la pastilla para el estómago y a Ron las instrucciones por si volvía a pasar, después de sobreponerse a la mirada llena de reproche y chantaje emocional de su marido, que cuando tocaba se iba de viaje de negocios o de cena aunque los niños estuviesen a cuarenta de fiebre, Jenny subió al monovolumen y arrancó, alejándose de su casa clónica con una presión en el estómago que se desvanecía.

Una sonrisa surgió en sus labios casi al tiempo que dejaba atrás el suburbio. Empezó a cantar Taylor Swift tamborileando en el volante, genuinamente feliz. Hoy iba a relacionarse con alguien distinto. Hoy iba a hacer algo que realmente le apeteciera, no que los demás impusieran.

Una mujer de unos treinta y pocos entró en la sala con una expresión mezcla de disgusto e ilusión de la mañana de Navidad. Llevaba una blusa rosa y unos pantalones crema, además de un bolso que cualquier aficionado a la moda hubiese identificado como caro. La mujer anduvo hasta la mesa para servirse una copa de vino blanco y tomar un canapé delicadamente.

Jenny decidió que en aquellas reuniones tendrían que empezar a usar pegatinas con los nicks del foro. Era algo básico y lógico que no comprendía por qué no se había instaurado todavía. Hablaría con el encargado para proponerlo. Debía de tener alguna pegatina en el coche.

Aunque se sentía intimidada, Jenny era consciente de que debía causar buena impresión. No conocía a nadie, pero empezó por el tipo que bebía con mala cara. Tenía cierto atractivo malote y le recordaba a un novio que había tenido en la universidad. Demasiado emocionada para subir las barreras sociales que habían caído tan pronto había abandonado su barrio, le ofreció la mano (se había comido el canapé de un bocado) y sonriendo, dijo:

-Hola, soy Jenny, JennyAt. ¿Qué tal?

Entendía lo que era intentar dejarlo y fracasar, y aquel tipo, por mucho que dijese calzaba sus mismas zapatillas. Quitarse de aquella falsa ilusión es lo que mejor podía hacer.

-Sí. Lástima que hayamos dado con un gallinero -se quejó hacia Fry_Two_Fingers sin importarle quién escuchaba, dejando caer la mirada en la que acababa de entrar. Solo faltaba uno más para que diese comienzo aquella reunión. Entonces la mujer se dirigió hacia él, y como buen caballero se levantó del asiento y le estrechó la mano con firmeza decidido a no hacer otra metedura de pata (si el gordito no lo hacía ya por él)-. Cobb a secas. CFallen en el foro. Creo que hemos hablado alguna vez por la web. ¿Fumas?

Le ofreció la cajetilla, que se había convertido en su nueva señal de "me caes bien".

-Sí, sí, recuerdo aquella vez que hablamos sobre los chemtrails. Me gustó mucho lo que comentaste. La verdad es que teníamos muchos puntos en común -dijo, aún sonriente, declinando la cajetilla-. Siento haber llegado tarde, pero mis hijos han elegido el peor momento para ponerse impertinentes. ¿Qué me he perdido?