Partida Rol por web

Estaba a punto de perder mis nervios mientras esperaba respuesta alguna del gordo tabernero. Al señalar hacia la mesa miro de forma inmediata, explorando el alrededor para luego centrarse en el Marselles.

Luego me fijo como los hombres que estan junto a mi, también interesados en el, se acercan.

Camino el ultimo detrás de todos ellos y desde una distancia mas al margen observo la escena, estoy lo bastante cerca para interactuar en la conversación o para mostrarme mas desinteresado.

Acerca su fea cara a Rafael.
Solo una broma? Cuando aplaste tu craneo, tambien sera solo una broma...
Cuando las cosas se ponían feas, la mirada de Rodrigo se desvía hacia una mesa cercana. El nombre de El Marselles llamó su atención. Sin volver sus ojos a Rafael, abanza hacia la mesa, empujándolo para pasar.

Cita:

Yo lo pregunto. Soy el Albatros. Si eres de estos puertos habrás oído hablar de mi...

Veo que no tienes nada de valor amigo, cuidado haber si por la noche perderas algo mas valioso que simplemente oro, no me gusta tu tono, solo te aviso.

*Le miro fijamente a los ojos, con una mierada desafiante e intensa, sin motrar ningun respeto por Rodrigo, por su falta de respeto..

yo

digo quitandome el sombrero

Lan clou, pero me dicen el bigotes y si es usted a quien busco?, por que de ser asi estoy interesado en embarcar bajo su mando

Soy Chandanag el Marsellés. Soy el contramaestre de la nave Le Sauvage, estamos reuniendo hombres para hacerlos ricos, y necesitamos perros viejos como vosotros para nuestro barco.

Pues anota mi nombre entonces. Deseo embarcarme cuando antes... La tierra firme es un poco incomoda para mi. Dijo patenado el piso.

Jajajaja, vaya vaya, usted es el marselles no??, necesitaras un hombres con mis habilidades te lo aseguro, cuente conmigo Capitan, mis sentidos y mi cuchillo, estara al servicio del Le Vausage

*Dice con una sonrisa amplia, mientras coje su jarra de cerveza en alto, como brindando.

La curiosidad me impedia seguir al margen de esta manera me acerque lentamente, empujando si hace falta a alguno, logre hacerme paso entre los hombres que querian hablar con Marselles.

- Me apunto, mi nombre es Diego. Necesitara hombres de mi dureza para tu empresa.

el bigotes clou ese es mi nombre yo soy de esos perros viejos de la mar

dice sonriendo ante la manera en la que dice el hombre la propuesta

Santiago Cifuentes. Marino experimentado.

No estoy muy seguro de que me guste lo que voy a hacer, pero es la forma más rápida de salir de la isla.

Mientras ponéis vuestros nombres en la lista uno a uno, el hombre susurra algo al oido de uno de sus compañeros y los dos estallan en carcajadas. Seguramente haya sido una chanza sobre alguno de vosotros.

Bien muchachos! ya sois marineros de mi buque.Del botín que se saque cuatro partes serán para el capitán y dos para el contramaestre, es decir para mi JAJA, el resto se repartirá a partes iguales entre toda la tripulación. Aparte de ello, los que resulten tullidos en el combate recibirán las recompensas de costumbre. El botín será en metálico: no se tomarán prisioneros. El que deserte o se revele en mitad de la travesía será castigado con la muerte. Los que estén conformes pueden estampar su firma o su marca en el papel y tomarse un vaso de ron a la salud de su nuevo capitán.

Viendo que nadie se decide, seguro pensando en futuros botines, me adelanto y firmo en el papel que me ha puesto el diablo para entregarle mi alma.

No me gusta la piratería, soy marino honrado, diferente sería hacer el corso contra el inglés, eso sí merecería la pena. Pero acabar con la tripulación y pasaje de los barcos no me gusta nada, no soy un asesino. No sé cómo reaccionaría si me tocase atacar un buque de Nuestro Señor Rey de las Españas, y por tanto, de compatriotas. No hace mucho, yo hubiese podido ser una de esas presas. Las tripas se revuelven sólo de pensarlo.

De pie mirando los papeles que habia sobre la mesa. Tras escuchar las palabras del Marselles tome la pluma y haciendo un garabato firme sin pensar en aquellos documentos...

Mientras los demas compañeros lo hacian escuche las risotadas de los hombres del Marselles, detalle que no me hizo ni pisca de gracia. Mi rostro parecia enfadado, no era un hombre de bromas de aquel tipo... las cosas claras y en la cara.

Las enormes manos de Albatroz tomaron la pluma y firmó allí su incorporación sin dudarlo.

Vamos por ese ron a cuentas del Capitan!!!

lan el bigotes busca ponerse en algun banquito y beber en nombre de esta nueva aventura

que venga el ron

Tomo el ron como los demás, aunque mi brindis no es por el capitan de nuestro nuevo navío, sino por salir de la isla.

Por el futuro. Murmuro para mi.

Se pone en pie y colocándose las manos en la boca a modo de bocina empieza a gritar:

A VER , LOS BASTARDOS DE LA SAUVAGE QUE ME SIGAN AL PUERTO AHORA MISMO!!
tras decir esto sale por la puerta de la taberna junto con los dos piratas que estaban a su lado.

Otros Cinco hombres se levantan y entre bromas y quejas de alguno salen al exterior. En la taberna quedan algunos hombres , el gordo tabernero, varias fulanas y vosotros mismos.