Partida Rol por web

Durante más de una semana, Le Sauvage prosigue su travesía, y aunque el vigía avista un par de veces posibles presas, el capitán no da la orden de preparar el abordaje.

La tripulación empieza a murmurar qué diablos pretende el capitán, pero la fuerte personalidad de Stephen, el ascendiente que tiene sobre sus hombres y la mano dura que sabe imponer Chandanag evitan el menor asomo de motín... ni siquiera cuando, a partir del octavo día, es perfectamente visible en el horizonte la línea de la costa. De la Tierra Firme. La zona más vigilada por los guardacostas españoles.

El noveno día de viaje, oís como el vigía grita ¡Vela a babor!

El capitán y el Marsellés observan con un catalajo hacia donde señala el vigía.

Al cabo de unos minutos podéis ver lo que señala el vigía perfectamenete se trata de una Galeaza.

Y una nave así, en esas aguas, solamente puede significar dos cosas: Españoles y Problemas. No necesariamente por este orden.

El capitán se muestra imperturbable, Chandanag ( el Marsellés) ladra nerviosamente algunas órdenes, los piratas sueltan todo el trapo que pueden, intentando salvar el pellejo... pero el Diablo parece haber abandonado a Le Sauvage.

No sopla apenas viento, y el barco se mueve perezosamente, con una lentitud casi exasperante.

Mientras tanto, la Galeaza ha descubierto la nave pirata y se acerca a buena velocidad, gracias a la acción combinada de remos y vela... ambas naves no tardarán mucho en estar dentro del alcance de los cañones...

 Tu me vas a enviar al fondo de los peces???, no subestimes nunca tu rival amigo, debiste aprender esa leccion hace mucho, pero no soy quien para enseñartela, ya la probaras en el futuro, y si, sera mejor que por tu bien, no nos dirijamos la palabra, yo hablo con personas que se puedan hablar, no con bocazas

*Tras eso, me doy una vuelta por la cubierta para sentir la brisa del mar, y observarlo grande que es el oceano...

Preferí no entrometerme en la pele entre Diego y Juan,no valía la pena,ya habría momento,cuando ambos estubieran con la cabeza fría.La leyenda por otro lado,entretubo mi cabeza por aquellos días,pensar en alguien poseido por un demonio,que podría llevar a alguien en su sano juicio a hacer un pacto con el Diablo?Seguro un gran amor estaba en la respuesta.

Qué mejor momento para bajar el calor que una pelea de piratas!

Desenvainé mi alfanje mientras esperaba ancioso las ordenes del capitán,despues de todo,que mejor ocación para continuar mejorando mis habilidades que una pelea a muerte con varios piratas españoles?

-Así que ahora es cuando vamos a comenzar a ganarnos el pan y jugarnos los pellejos, ¿no?

Diego cargó cuidadosamente sus armas de fuego y se las encintó bien a mano, así como dejó a punto su arma de mano.

 -Pisando tierra o maderos... Guerrear es guerrear.

Y Diego comenzó a arrear de los cabos mientras recibía órdenes.

Estaba ansioso por empezar algo que no sabía si lo quería. Una extrañeza solo propia de este mundo bélico y personal.

Chicos, esto parece que va a empezar, y nosotros seremos participes de esto.

Después sonrió.

Al darse cuenta de ello, la atmósfera dentro de la nave pirata cambia: Un par de hombres empiezan a mojar las velas, para evitar que ardan. Los obenques se sustituyen por cadenas, y los cañones son colocados en los portillos, preparados para disparar. La tripulación prepara sus armas y resguarda cuidadosamente la pólvora, envolviendo los barriletes en tela mojada para que no estallen en caso de ser alcanzados por metralla ardiente. También se disponen a arriar un par de las velas más ligeras, pero el capitán se niega a ello, diciendo: Aguantad un poco, perros del mar. Pronto tendremos todo el viento que nos haga falta...

Seguidamente se acerca a la escotilla de proa y grita unas palabras en lengua extraña. Cinco de los hombres encerrados subirán a cubierta, con movimientos algo rígidos. Stephen les da un par de ordenes más y éstos empezarán a bailar en su zona de cubierta, de una manera algo torpe, mientras Stephen salmodia una especie de letanía y quema unas hierbas en un brasero. El resto de la tripulación procura concentrarse en los preparativos del combate, ignorando la excéntrica actuación de su capitán.

Mientras tanto, la galeaza española se ha colocado en posición, lanzando un disparo de aviso que estalla algunos metros a proa del Sauvage.

Bastardos, contestad con las 10 baterías de de babor!!!!! fuego a discrección muchachos, a por ellos! DISPARAD AHORA RÁPIDO!

El capitán parecía estar haciendo de acopio de rituales extraños, capaces de asustar al más diestro en las artes. Girando la cabeza déjo de mirar esos asuntos, que parecían estar de alguna forma relacionados con la historia que nos contaron anteriormente y me preocupo por mi propia vida, preparandome para la batalla.

Me preparó en gesto altanero, colocándome mis enseres bélicos, preparándome para un posible abordaje.

Parece que el mar va a cambiar de color, de azul a rojo, con tiznes pólvora y negro.Pensaba.

Chicos, adoptemos alguna formación, un dos y dos, con flancos algo adelantandos, quizás.....

El disparo enemigo me llama hacia el cañón más cercano,y a velocidad prendo la mecha de disparo.

El cañonaso sin embargo cae a unos cuantos metros del barco enemigo
Mierda!
Exclamo mientras me preparo a disparar de nuevo.

El barco, escorado a babor, se nivela casi completamente por el retroceso de los cañones, disparados casi simultáneamente.

Véis (posiblemente con cierta satisfacción) una nube de astillas alzándose en el barco enemigo, algunos agujeros nuevos en el casco y cierta confusión en los remos, que han roto, al menos de momento, el ritmo de la remada... le toca el turno a los 16 cañones de la banda de estribor de los españoles. Un estruendo sacude el Sauvage, un huracán de metralla y proyectiles de 5 kg. barren la cubierta de vuestro barco impactando contra todo y contra todos.

Los cañones españoles empiezan a cantar, las balas silban en el aire, van de aquí para allá rebotando por todas partes, destrozando la arboladura del barco, casco, cubierta , impactando contra todo... Una de ellas impacta contra uno de los mayores, destrozándolo y aplastando a un par de piratas.

Otra bala impacta muy cerca de la bañera rebotando y decapitando a uno de los piratas que se encontraba al lado del capitán que ni se inmuta.

Una bala pasa entre vosotros e impacta contra el pecho de un pirata, arrancándole la mitad del cuerpo y al rebotar vuelve hacia vosotros. Por suerte os agacháis a tiempo y pasa por encima de vuestras cabezas.

No tenéis tanta suerte con otra bala, la véis venir perfectamente , se dirige hacia Lan que no tiene tiempo para esquivarla y le arranca el brazo izquierdo de cuajo.

Lan sale disparado hacia detrás, cayendo de bruces al suelo.

A la vez que se produce un segundo estruendo, os dais cuenta de que se ha desatado una tormenta. La lluvia azota a los piratas caídos y los vientos rasgan las velas como si quisiesen arrancarlas de los mástiles.

Y Stepehn sonrie, sin importarle que dos de sus acólitos de la bodega acaben de haber sido partidos en dos por un proyectil de la segunda andanada enemiga.. o que otro acabe de ser alcanzado por un rayo de la diabólica tormenta o incluso que él mismo sangre profusamente de su pierna izquierda, allí donde una astilla de madera se le ha hincado.

mMentras exhibe en la mano derecha alzada, como si de un trofeo se tratase, un grueso cordón al que acaba de deshacer tres nudos.

Permanecía tumbado en el suelo a cubierto después de la última andanada de proyectiles.

Levantándose...

Vamos muchachos, los que aún podáis manteneros en pie! Arriad las velas! nos vamos, debemos aprovechar nuestra velocidad y el factor sorpresa.

Vámonos de aquí , Sabandijas asquerosas!!! al trabajo!!!