Partida Rol por web

-Entonces no se diga mas, es a Asgard a donde debo ir- dice Kallpa complacido por las referencias de su interlocutor sobre aquel lugar. -No te ofendas, pero no puedo evitar el comentario... para ser un Elfo no eres muy convencional que digamos, bueno es solo que eres el primero que veo con barba- mira con seriedad a Frey, no era que se estuviese burlando, era mera curiosidad, al fin y al cabo conocía poco Elfos, pero siendo su maestro uno de ellos les debía gran respeto.

No siendo mas, se dispuso para partir así el que seria su nuevo hogar. No tenía porque mirar hacía atrás pues ya no volvería mas a lo que fue en vida, al menos en sus conocimientos no había nada que le dijese que no era así. Estaba apunto de comenzar una nueva historia... -¿Porque no puedo aprender con mi muerte aquello que no pude aprender en vida?- se cuestiona a sí mismo tratando de buscarle algo bueno a haber perdido aquella batalla.

Darvok hizo una mueca, entre una sonrisa y un grulñido frente a los comentarios jocosos de sus compañeros.

- Muy bien. Hace tiempo que no estoy entre orcos, pero hare lo que pueda. Espero no estar demasiado oxidado, y que nos maten. -

Luego de decir eso, mueve su capa, tomando la apariencia de un orco completo, al igual que el mago.

- Siganme, y no se separen. - Dice mientras se dirige hacia territorio enemigo.

Jena observa como su amo es abatido por el mortal toque de su enemigo, poco a poco sintió como iba perdiendo aquel vinculo que los unía... ya no podía hacer nada por él, solo asentir con su cabeza haciendole entender que estaría a salvo para que se fuera mas tranquilo al otro mundo.

Miro con desprecio aquel hombre, pues era de su conocimiento que la técnica usada contra su amo era de las mas cobardes y viles que un guerrero pueda usar en contra otro, pudo concluir que no había honor en él, pero esto no cambia el hecho de que había vencido y que ella no debía tomar como suya una batalla inmediata contra él, sencillamente porque Kallpa nunca lo hubiese aprobado.

-Disfruta mientras puedas de tu triunfo, ya mañana otro horizonte se pondrá en el cielo y el sol no brillará igual para todos- dice esto en plan de ponerse en marcha de retorno por aquel camino por él que había venido.

El orco de la entrada se dirige a Darvok

- Tu debes de ser del escuadron de Oklun, llegais tarde y sin vuestro lider ¿Que ha pasado? ¿Alguien os ha atacado? Si es asi debe ser alguien peligroso, Oklun era un mago muy fuerte.

Cuando llegas a la torre donde estaban,ves que se han ido. Seguramente hayan trasladado su campamento a una zona mas discreta o esten inflitrandose en el campamento.

- Aun lo es. - Responde Darvok, engrosando su propia voz, para asemejarla a la de un orco completo.

- Mientras nos movilizamos, encontramos un grupo de aventureros. Humanos. Los escuchamos hablar sobre un plan para secuestrar a la muchacha de la mascara. Oklun se quedo para emboscarlos, y nos ha enviado a nosotros tres para ver como esta ella. - Le explica tajantemente al cuidador de la entrada.

- Tengo ordenes de ver que este bien, así que llévame, o déjanos pasar. No quiero que Orklun se desquite conmigo cuando vuelva. -

Las palabras de Darvok son duras, pero según el siempre recordó, los Orcos solo respetan la decisión y la fiereza. Tenia que dar el mejor papel que pudiera.

Jena "escapa" como puede de las garras del malvado sujeto vendado.

Va en busqueda de un lugar seguro y que al mismo tiempo le brindará la posibilidad de tomar cartas en el asunto respecto a la muerte de su amo. Pensó que lo mejor sería llevar a donde se detuvo aquel grupo en el que iba Darvok. Al igual que Kallpa, al semiorco, se le notaba su naturaleza guerrera, ademas de algo de honorabilidad.

Al llegar allí y no encontrar a nadie, Jena se dispuso a la tarea de rastrearles.

Tras rastrear las huellas (No es preciso ser un lince para seguir huellas en la nieve) ves al paladín y a tres pares de huellas que se dirigen al campamento orco.

Uno de los orcos mira confuso al otro, este ultimo parece entender mejor de que va el tema por lo que empieza a dar ordenes.

- Tu -le dice a un goblin que pasaba por alli- Entregale este mensaje al comandante si sabes lo que te conviene, los humanos han llegado aqui y quieren apoderarse de Ginebra. En cuanto  a ti, sigue vigilando la puerta mientras llevo a estos tres a la cabaña de Ginebra. Vosotros, seguidme.

Ves como tus compañeros se adentran en el campamento, no puedes proseguir sin llamar la atención.

El orco os lleva por el campamento, veis muchos orcos y trasgoides, ademas de algunos ogros y pocos gigantes. Veis algunas criaturas que os cuesta identificar con exactitud.

Jena ve al paladín a la distancia mientras intenta esconderse cerca a él, en realidad no sabía si podía confiar en aquel hombre, su principal objetivo era dar con el semiorco.

Reconoces a los Abishai, son demonios con forma similar a un dragón, lo cual los hace si cabe, mas blasfemos.

El paladín de repente se da cuenta de que alguien esta detras de él, una mephit, la reconoce pues era la misma que iba junto a Kallpa cuando se encontraron en la taberna.