Partida Rol por web

-El Martillo de Thor que llevo colgado en mi cuello es algo muy sagrado para mi gente, ¿cómo sé que se tratará con el respeto que se merece? Es más, ¿por qué no devolvérselo a su pueblo? Al fin y al cabo, y hasta lo que yo sé, los habitantes de este lugar hace generaciones que dejaron de adorar a los viejos dioses. -La actitud de Björn es amable, pero inflexible.

- Que seamos menos tradicionales no significa que hayamos apartado nuestras creencias, adorar a Dragon y adorar a los viejos dioses es lo mismo para mi, y por tanto cualquiera de esas reliquias sera debidamente restaurada por el venerable Dietrich para que luego pueda pasar a una mano que la merezca, despues de todo ese martillo solo sirve a la voluntad de su creador.¿Acaso crees que en Agarion seran capaces de restaurarlo? Solo en Rerigor puede obrarse semejante milagro.

-Ja, ja, ja... Si tú lo dices, viejo, así sea. Dime dónde está ese martillo y yo lo traeré aquí.

La risa de Björn retumba en la sala. Su risa, sincera y cálida, muestra el agrado de Björn por lo que ha oído.

-Fantastico -dice el rector sacando un mapa- Esta es la localización del templo,estoy seguro de que honraras la palabra dada, despides honorabilidad por todas partes.

-Por Thor -digo sujetando mi amuleto en forma de martillo- juro que cumpliré con mi palabra. -Acto seguido cojo el mapa, lo observo brevemente y lo guardo. Marcho con Ygritte en dirección al puerto.

Estaba examinando el lugar, percibiendo sensaciones, cuando dos hombres llegaron.

Decidí no inmutarme, hacer caso omiso de su llegada. Les oí hablar y noté sus miradas clavándose en mí. Me obligaron a mirarles directamente.

Uno de ellos me estaba mirando intensamente. Pero con curiosidad, no de manera lasciva ni deseando mi cuerpo.

Mejor para él, hubiera muerto en el acto pensé.

El otro era un enano con el ojo ido, así que quién sabe cómo me estaba .

Que la suerte les acompañe saludé ¿Pretenden entrar en la torre? Es mi destino, busco algo interesante que hacer en esta aburrida ciudad y me han dicho que puedo encontrar algo interesante.

¿Vienen?

Urko miró de arriba a abajo a la mujer que estaba entrando en la biblioteca. - Si, por favor, entramos con usted. Ya ve nuestro estado, buscamos a alguien que pueda curar nuestras heridas, conoce usted a alguien por aquí?

Miré de arriba a abajo al enano.

Claro que podía curarles, pero eso significaba gastar mis dones con hombres que no conocía

Entremos, a ver si encontramos a alguien que pueda aliviaros contesté sin más

Entraron en la biblioteca. El guerrero siguió el camino que ya recorrió el día anterior esperando encontrar a la misma persona que le había encargado el trabajo.

Con un poco de suerte está el mismo que nos encargó el trabajo y nos dará indicaciones de como curarnos, o te juro que me reuperaré bebiéndome su sangre

El bibliotecario ve tus heridas preocupado y contesta a tu pregunta antes de que la hayas formulado.

- Habla con Anthos, es un buen sanador y socio habitual de la biblioteca, esta en el piso de arriba supongo que leyendo libros como siempre, tu compañero ya me contara que ha pasado.

Gracias amigo, al enano no le vendría mal ir a ver a Anthos también, y seguro que la señorita no se ruborizará por ver cómo nos curan. Después te pondré al corriente de  los pormenosres de la misión que me encomendaste.- el guerrero se dirigió a la escaleras que le llevaban al primr piso para buscar a Anthos.

No dudó en preguntar a los transeúntes con los que se cruzaba por la localización del susodicho

Un hombre enfrascado en la lecutra alza su mirada y te mira.

- Soy aquel al que buscas,si es por esas heridas debere examinarlas con cuidado, deberias quitarte la coraza.

Maik comenzó a quitarse la armadura y se desnudó hasta quedarse en paños menores. No le importó que la chica estuviera delante. Su cuerpo totalmente fibrado, hacía que todos y cada uno de sus músculos resaltaran. Según se iba desvistiendo salieron a relucir un cuerpo repleto de cicatrices, algunas muy antiguas, otras no tanto.

- ¿Y sigues vivo? -dice Anthos mientras lanza conjuros de curación- ¿Te has subido al tejado de la torre y lanzado al suelo tres o cuatro veces o has probado la catapulta como medio de transporte?

Tras cuatro curaciones Maik esta como nuevo.

La verdad, no sabía muy bien por qué les había acompañado a que les curaran, pero estaba allí.

Cruzada de brazos, vi como el hombre se desnudaba. No me impresionaba en absoluto su cuerpo desnudo, estaba bastante acostumbrada a ver el torso de mi padre desnudo.

Buscaba aventuras, y ellos podrían ser su pasaporte a ellas

Ja,ja. Algo parecido. Creo que si hubiera hecho eso habría sufrido menos daño. Gracias Anthos. Ahora podemos seguir con nuestra misión. Creo que a mi amigo enano no le vendría mal que le echaras un vistazo.- el guerrero volvió a ponerse la armadura

- Por favor Mike, sujetame mi chaleco es lo más preciado que tengo de mi familia y no quiero dejarlo en cualquier parte. Miró con su ojo a la mujer y con el otro al supuesto curandero. Yo no estoy tan mal como él, pero no me vendría mal un truquito de esos que le has hecho a mi compañero. Estoy algo magullado.

Maik sujetó las pertenencias del enano.

Mirando a la chica. Por cierto, mi nombre es Maik, y él es Urko.-dijo señalando al bajito

Me estaba aburriendo con tanta curación. Me iba a dar la vuelta para irme, pero uno de ellos me dirigió la palabra y se presentó. Supuse que tocaba hacer lo mismo

Mi nombre es Samanta. ¿En qué misión estáis enfrascados? Si es entretenida, podría unirme a vosotros

Anthos termina de curar a Urko y suspira.

- Sois agotadores, no utilizaba tanta energia vital en años.Deberiais ir con mas cuidado.