Partida Rol por web

La situación que en un principio parecía arriesgada ahora, con mi genial idea pululando por mi mente y poniéndose en marcha gracias a mis estudiados movimientos durante los entrenamientos, se torna en una situación mas que arriesgada.

No se si lo vamos a conseguir, pero que no se diga que un raptor no puede hacer maravillas en combate.
La posición que habíamos tomado antes de que yo arrancase definitivamente con el plan nos beneficiaba parcialmente, los mandos se me escurrían en los guantes, las palmas de las manos me sudaban profusamente y mi corazón parecía a punto de estallarme en el pecho por la emoción, todo parecía estar saliendo como lo había planeado. Con un gesto de decisión en los ojos pulsé el botón de las contramedidas deseando con todas mis fuerzas que fuesen algo más que efectivas.

Apolo please, cuando puedas me defines la acción de este turno y sus tiradas...^^

Si, era algo que tenía en mente porque veoq ue nos liamso todos un poco. A veces ando yo tambien pensando a quien le toca, xD. Si, puedes disparar al Heavy Rider sin ningun problema.

Había perdido su oportunidad y puesto en peligro a parte del grupo, la elección no había sido acertada y ya nada se podía hacer, debían encargarse de los raider que tenía al rededor y evitar que aquella nueva aeronave Cyclon enviara nuevas ráfagas de Nucs sobre el Galáctica. Decidido a ello volví a virar para esquivar los posibles ataques de mi perseguidor y centré mi objetivo.

Aquel raider de extraña forma se puso a tiro y igual que si hubieran sido activados por un resorte mis dedos presionaron los disparadores, sendas ráfagas de proyectiles surgieron de los dos cañones automático, lanzando dos haces de luz dirigidos a mi enemigo. Aquella lucha se estaba complicando y aun no tenían noticias de que las naves con problemas hubieran logrado saltar, si quería asegurarse lo mejor sería volver a descargar una nueva ráfaga.

Con las manos sudorosas, resbalando en el interior de los guantes de cuero, giraste suavemente los mandos de la nave e interpusiste el raptor en la trayectoria de los misiles. El sonido de alarma del panel de control comenzó a pitar con su característico sonido agudo e intermitente, ¡Beeep, Beeep, Beeep!. -Pero..¡estás loca o qué! ¡¿acaso te crees un Cylon?!-exclamó en tono alterado Crashdown detrás de ti, aunque apenas pudiste escucharle debido al atronador rugido de la sangre en tus oídos.

Sin apartar la vista de la pantalla que registraba el rápido avance de los misiles contra vosotros, apretaste el botón de las contramedidas y observaste cómo éstas salían disparadas en dirección a las cabezas nucleares. Hasta el momento, siempre que habías tenido que realizar una maniobra evasiva se había debido a un disparo dirigido contra vosotros y no estabas muy segura de que lo que intentabas fuese a salir bien. Detrás tuya tu compañero lanzaba exabruptos y no dejaba de teclear en el ordenador presa de una gran agitación. Él no lo entendía, tenías que hacerlo, de estar allí Helo seguro que te hubiera apoyado. Con la boca reseca por los nervios viste cómo las contramedidas alcanzaban los misiles y dos de ellos se desviaban de su trayectoria mientras el resto continuaba su avance hacia Galáctica. ¡Habían funcionado! Sin embargo, la maniobra había sido arriesgada y antes de que pudieseis reaccionar las cabezas impactaron contras las contramedidas y la onda expansiva os alcanzó haciendo zozobrar a vuestro raptor.  Perdiendo momentáneamente el control, soltaste los mandos y tu cuerpo salió propulsado hacia delante y sólo los cinturones de seguridad impidieron que te golpeases contra el cristal. ¡Beeep, Beeep, Beeep!, el sonido de la alarma, aterrador, insistente, te devolvió del leve aturdimiento en el que te había sumido la explosión. Parpadeaste mientras detrás tuya Crashdown gemía y gritaba alterado-¡POR LOS DIOSES DE KOBOL! ¡CASI NOS MATAMOS...!

En un intento de evitar que los misiles impactasen contra la nave virásteis vuestros vipers y disparásteis sendas baterías en pos de la estela blanca que éstos iban dejando tras de sí. Habíais intentado esta maniobra cientos de veces y normalmente acertabais en vuestro blanco, pero el cansancio había hecho mella en vosotros. Ambos errásteis y las cabezas nucleares continuaron su ominoso avance en dirección a la flota. Mientras observábais en la pantalla del DRADIS su rápido avance, girásteis rápidamente sobre vuestro propio eje y abristeis fuego contra el culpable de aquella situación, el heavy rider. Tras unos instantes de incertidumbre, los primeros impactos del fuego cruzado os indicaron que habíais impactado sobre vuestro objetivo. 

En ese preciso momento, el localizador verde que identificaba el raptor de Boomer se desplazó y se interpuso en el avance de las cabezas nucleares. Haciendo gala de un gran coraje y no poca locura vuestra compañera debía de haber decidido poner en peligro su vida y la de su compañero para lanzar sus contramedidas. Conscientes de lo que implicaba dicha maniobra vuestras bocas se secaron ¿lograría tener éxito?.  El DRADIS del CAG vibró durante unos instantes mientras recibía las primeras lecturas del impacto de los misiles. El Raptor de Boomer indicaba daños menores, parecía que había logrado frenar el avance de al menos dos de los proyectiles.

Sin lograr ser interceptados por las contramedidas lanzadas por el raptor cuatro de los seis misiles continuaron su inexorable avance hacia la Estrella de Combate. Mientras todavía intentábais recuperaros de los efectos de vuestras acciones, las cabezas nucleares chocaron contra el casco de la nave provocando una explosión similar a un millar de fuegos artificiales lo suficientemente intensa para iluminar el espacio a vuestro alrededor. La anteriormente bien formada línea de defensa se había convertido ahora en un auténtico caos de vipers enzarzados en combates singulares, explosiones y vuelos sin control y a simple vista era prácticamente imposible hacerse una idea de cuál sería el resultado o de cuántos de vosotros había sido silenciados para siempre. Cerca de vosotros, haciéndose eco del estadillo nuclear, el heavy raider estalló en trozos como consecuencia de los diparos de Apolo y Starbuck y la amenaza que su presencia suponía desapareció en el frío espacio. Antes siquiera de que pudieráis plantearos qué hacer a continuación un agudo vip resonó en el interior de vuestros cascos y la tan ansiada voz de Dualla sonó alta y firme:

-Vipers a bordo, repito Vipers a bordo-

Cylon 3: 3 de daño stuned y 3 de daño normal. Falta tirada de 2d8 de daño del Viper de Starbuck.

Heavy: 10 de daño stuned y 9 de daño normal. Falta tirada de 2d8 de daño del Viper de Starbuck. Falta tirada de Apolo de 4d8 de daño. Dalo por destruido porque tiene 16 de vida.

Solté una carcajada de alivio al ver que había salido bien, había arriesgado demasiado, pero dentro del Galactica estaba la ultima esperanza para la raza humana y había que intentar por todos los medios protegerla, aunque el único medio que te quedase fuese interponerte entre las bombas y la nave. La potente subida de adrenalina todavía no se me había pasado, pero por suerte el ensordecedor latido de mi corazón en los oídos había cejado, así que pude escuchar con toda claridad las quejas y los gañidos de mi compañero de nave.

Deja de quejarte, todo ha salido bien y ahora regresamos a Galactica. Repasando los controles de la nave para asegurarme de que la onda expansiva no había dañado nada importante comencé el camino de retorno al hangar. Apreté el botón de comunicaciones externas ¿estáis todos bien para regresar? ¿Apolo? ¿Starbuck? esperaba que la respuesta del resto de mis compañeros fuera afirmativa, no tenían porque tener problemas, el único Apolo que había sufrido un daño leve. Mientras esperaba sus respuestas decidi "animar" un poco mas el carácter de Crashdown, ¿Antes me has llamado Cylon?, espero que te haya quedado claro que soy mejor que un Cylon y por eso puedo permitirme estas cosas. Mis manos seguian guiando la nave hacia el descanso de unos minutos antes de volver a salir. Ademas gracias a mi podrás intentar impresionar a alguna inocente contándole lo valiente que has sido con la maniobra.

El tono de mi voz era claramente irónico, pero después de lo que había pasado me importaba mas bien poco.

Frente a vosotros, ligeramente escorado hacia su lado de estribor, el Raptor de la Teniente Valerii decribió un pequeño coletazo y volvió a situarse en la trayectoria correcta para interceptar la del Galactica -¿estáis todos bien para regresar? ¿Apolo? ¿Starbuck?- La voz de Boomer parecía ligeramente molesta, no sabríais decir porque, pero probablemente se debiera a la tensión vivida hacía unos instantes. Su nave parecía encontrarse en buen estado y pronto alcanzó la velocidad de crucero para drigirse hacia el puerto espacial. Había sido una suerte que saliera de esa con vida.

¡Mierda! ¡Cuatro al Galáctica sin que pudiéramos hacer nada!

- Aquí Starbuck, todo funciona. ¿Qué hay por allá? Me alegra oírte, Boomer.

La voz de Starbuck sonaba tensa, con los vestigios del cansancio y la adrenalina, y se escuchaba como si no se decidiera a separar los dientes para hablar. Los mantenía apretados, con la mirada puesta en la pantalla de verde intermitente. El estallido nuclear había cegado sus ojos por un momento y congelado su sangre, porque a pesar de que confiaba en los escudos del Galáctica... ¡A pesar que hubiera confiado ciegamente en el juicio del Comandante Adama!... No podía olvidar que aquello era lo último que les quedaba. Su misión era detener a los enemigos lo suficiente para dar tiempo a la nave para el salto cuántico, disparar para que los malditos Cylons no se pudieran acercar más de lo necesario, y mantener fuera de ataque al Galáctica fuera de todo ataque. Y ahora, si bien el Galáctica iba a poder efectuar el salto, cuatro misiles habían vulnerado sus defensas y se llevarían parte importante de ellas para el próximo encuentro.

La tensión de Starbuck se mantenía, pero cuando volvió a hablar mientras giraba el Viper disparando, porque su Cylon había decidido que no era el momento para desaparecer, su voz sonaba más contenida. Jamás resignada: pero pragmática, sabiendo que no quedaba más en ese momento que aceptar aquel error y una realidad que, si bien no era esperada, era la única que tenían.

- ¿Estás en condiciones, Apolo?

Starbuck maniobró el Viper, atenta a cualquier cosa que se cruzara en el camino de los suyos hacia el puerto espacial. Dispararía contra cualquier cosa que se interpusiera. Buscó con la mirada la posición de Apolo en su pantalla, fijándose atentamente si su nave se movía o no, mientras esperaba su respuesta. También miró a su alrededor, buscando compañeros que necesitaran auxilio. De no encontrarlos, o ser totalmente incapaz de hacer algo por ellos, sólo así, aceleraría para volver a bordo. Aún tenía los dientes apretados.

Vamos. Un poco más, vamos.

Mientras maniobraba rápidamente su viper en un intento de librarse del Cylon que la acosaba Starbuck contestó en un tono tenso.

- Aquí Starbuck, todo funciona. ¿Qué hay por allá? Me alegra oírte, Boomer.

En vuestras pantallas pudisteis ver cómo disparaba unas cuantas cargas en dirección al raider que le acosaba antes de volver a preguntar con voz ligeramente ansiosa. 

- ¿Estás en condiciones, Apolo?

Algo en su forma de pilotar y mantener la posición os decía que la teniente no estaba muy dispuesta a regresar a la nave hasta que hubiese comprobado que nadie más necesitaba su ayuda.

La explosión de aquel extraño bombardero raider me sorprendió durante unos instantes, tiempo en el cual llegaron las ansiadas palabras por parte de Dualla, todas las naves habían logrado saltar y ahora debían regresar para saltar junto al Galáctica. Debía reconocer que el cansancio comenzaba a hacer mella en su mente, pues aquel tiempo que había tardado en reaccionar podía suponerle la muerte. Echando un vistazo a su alrededor fijó los objetivos potenciales que podían tratar de interceptarlos en su retirada y se aseguró de que sus hombres habían comenzado a dirigirse a la estrella de combate. - Ya lo habéis oído, todos a bordo. Starbuck creo que podré llegar sin problemas, mi nave responde bien, cubramos la retirada.

Sin olvidarme del raider que seguía mis movimientos me centré en tratar de esquivarlo, sin embargo no dejé pasar la oportunidad de disparar al enemigo que buscaba derribar a Starbuck, cuando sentí que el pulsador se quedaba enganchado, encasquillado el mecanismo, las ráfagas de proyectiles que debían haber surcado el espacio en dirección al plateado fuselaje del raider se quedaron en la recámara. Aquello era un grave problema, aunque para su fortuna la escaramuza había finalizado para ellos.Sin embargo las sorpresas no habían hecho más que empezar, no sólo el pulsador se había encasquillado, parecía que los daños sufridos por mi nave eran mayores y esta se negaba a maniobrar.

En aquella situación era un blanco demasiado fácil, tratando de salir de aquel atolladero pulsé los controles para liberar presión de los propulsores de posición, pareció funcionar y afortunadamente pude virar en el último momento, aunque quizás fuera demasiado tarde.

Crashdown no pudo evitar que las huellas de la incredulidad se formasen en su rostro. El ECO apenas lograba mantener sus consolas a punto para la maniobra de atraque, distraído como estaba por la reciente maniobra -Maldita sea, la próxima vez espero que pienses un poco en lo que vas a hacer- dijo mientras miraba profundamente cabreado a su compañera -Esta nave no está diseñada para este tipo de maniobras ¿Acaso crees que pilotas un Mark?- Por su tono, las palabras de Boomer no habían logrado calmarlo, de hecho probablemente habían ayudado a reforzar la idea preconcebida que ya traía -Al final van a tener razón en el Galactica...- con eficacia, Crashdown colocó las turbinas en la posición adecuada para que la teniente iniciara la maniobra de acoplamiento- ¿sabes? no tengo ninguna intención de impresionar a ninguna chica jugándome el cuello y menos después de los rumores que corren por la base. Ya no se sabe qué puede encontrarse uno entre las sábanas..dicen que los Cylon tienen aspecto humano. Así que borra esa sonrisa de satisfacción... cyloncito- Alex pronunció sus últimas palabras en un tono de clara burla como venganza ante la destreza con los mandos mostrada por de su compañera.

-"Salto en cinco, cuatro..."