Partida Rol por web

James se acercó algo temeroso a Allicia. Cuando ya estaba ante ella intentó ocultar el ligero temblor que le afectaba las manos para hablar con voz grave y clara: No te preocupes, tendré vigilado al listillo todo el rato. No hará ninguna estupidez antes de que me entere yo. Te lo aseguro.

La chiquilla del príncipe te miro con complicada, y estuvo apunto de mover los labios pero rectifico, cogió la pluma y el cuaderno.

Muy bien cariño, pero no le pierdas de vista.

Ten mucho cuidado con Lodin.

Nos vemos pronto.

La superfiesta de Sebastian iba a ser corta, apenas faltaban un par de horas para el amanecer, y la noche siguiente se aproximaba a grandes pasos, la noche en la que concernía a Lodin príncipe de Chicago. Todos habían oído hablar del temido y rígido príncipe de Chicago, conocido en el mundo entero por sus rigurosas normas hacia la mascarada y el “abrazo” de nuevos chiquillos. Tan rígido era en este último punto que en los últimos 10 años no había permitido mas abrazos “oficiales” en la ciudad del viento.

Mordius termino de despedirse de Lucian, el arrogante vampiro abandonaba la fiesta. El príncipe continuo con el jonky, un simple apretón de manos fue suficiente para despachar al esmirriado vampiro. Seguidamente fue el nosferatu, con este Mordius se entretuvo algo más. El salón volvía a estar casi vacio, en una esquina James y Allicia charlaban, y en el centro del salón continuaba los tres neonatos, todos ellos mudos, parecía que no habían asimilado bien la nueva misión. Salvo Sebastián que seguía con su carácter altivo.

James se despidió de Allicia con un seco "Hasta luego" pero sus ojos mostraban una ternura poco habitual en él. Acto seguido volvió al grupo de neonatos.

James volvió con todos los demás y preguntó:

Bueno, ¿Cómo quedamos? ¿Cuándo hacemos una visita a Chicago?

Sebastian miró a James con acritud pero sin olvidar con quien hablaba extendió sus manos y empezó a dirigirse hacia fuera con la intención de coger su coche

-esto es un asunto importante....-dijo totalmente serio-mañana en cuanto os despertéis quedamos en la carretera para que va hacia chicago, calculo que en 2 o 3 horas llendo a 150km estamos allí...eso me recuerda que tengo un Loft allí...-el vastago miró a Resse pensativo-necesitamos buenos coches...para una conducción mas segura con este tiempo, así que Resse mejor deja la camioneta y vente en mi coche. Thomas....tu iras con James...así os conoceréis mejor.

Al Loquero se le había olvidado "donde" se encontraba el Elíseo así que fue al antiguo mas cercano a preguntarle.

James miró a Thomas con una sonrisa ladeada:

Creo que has llegado en buen momento, tío. Lo siento pero no podré ser tu nena de compañia, yo voy en mi moto y no creo que aguante el peso de dos personas, está ya mayor.

Una vez acordaron lugar y hora se dirigió a Mordius para despedirse.

James se acercó a Mordius para despedirse y tener unas breves palabras con él.

Mordius, se hace tarde, así que me tengo que ir. Mi moto no es muy fiable y prefiero no arriesgarme a quedarme tirado en la calle cuando esté a punto de amanecer. Quería decirt... Decirle que no voy a permitir que Sebastian cometa ninguna estupidez. La fidelidad no es mi fuerte pero sé de qué lado tengo que estar.

Miro al aspirante a principito de arriba a abajo. Ya me he callado más de lo recomendable y si sigo aguantando tonterías pueden ocurrir dos cosas, o imploto o corto cabezas. Suspiro largamente durante unos segundos
-Yo iré en mi moto, no necesito conocer a nadie más ni mejor ni peor, y visto el circo que habéis montado sin ningún tipo de conocimiento ni estar preparados para lo que podría venir, no tengo intención de juntarme con vosotros. La próxima vez que quieras insultar a un príncipe hazlo a solas o con el consentimiento de los justicares, disfruta del primer y último consejo que te voy a dar, niñato. -Miro a James. -Y tú, Rasta-charlatán, si no quieres compañía lo dices. Las chorradas te las guardas para el príncipe y su séquito.
Niego con la cabeza y me despido del príncipe, que por muy sugestionable que sea, sigue siendo el príncipe y por lo tanto, tiene el apoyo de aquellos que lo siguen dejando donde está. Tras esto voy a mi moto y marcho al hotel que me ha dicho Lucian.

Al escuchar a Thomas volvió a sonreirle, ya de espaldas, mientras se dirigía a Mordius, se paró  y ladeó la cabeza para mirarle:

Sí, joder. Por fin siento que alguien más está cabreado por la situación. Menos mal. Creo que nos llevaremos bien, si es que aguantas a este "rasta-charlatán".

Y terminó de irse ha despedirse del príncipe.

Escucha las palabras de Sebastian y asiente. –Es  muy tarde para fiestas… Está bien seré tu copiloto, pero pásame a recoger a la esquina de la 7ª con Madison St. una hora después del anochecer, hay un parquecillo donde algunos ciudadanos con exceso de sangre pasean a sus perros por la noche. Por cierto, si planeas exigir al príncipe de Chicago que te nombre primogénito ventrue o te ceda su trono, no cuentes conmigo. Pensaba que eras más sutil y astuto.

Se encamina hacia la salida -Por cierto voy a pegar un telefonazo a la antorcha a ver si sigue en pie y si Andre y markus están bien. Esto último lo dice con cierto retintín, escandalizado de cómo pasan de su criado y su ¿compañero de cuadrilla?

Resse se despide del príncipe estrechándole la mano y elogiando la fiesta, como si no hubiera pasado nada raro y al salir del edificio llama a la Antorcha.

Despues de comprobar que andres y markus sigen "vivos":

Resse se aparca frente a la rampa de madera de  uno de los pasos del Grand Boulebard. Uno de sus lugares favoritos, a solo unos minutos en coche de su casa. Dos minutos después se apoya en la barandilla hacia adelante, dando la espalda a la carretera, con una cerveza fría de la gasolinera en la mano. Tomándosela a sorbos que paladea antes de escupirlos hacia las plantas de abajo.

El mundo vampírico tenía demasiada tontería, tanto príncipe, tanto protocolo y etiqueta y tanto mandar a los jóvenes a hacer el trabajo sucio. Le había caído un marrón y su amigo no era el manipulador social y astuto que había creído, sino un niñato consentido que planeaba lograrlo todo sin demostrar sus meritos. Aquí estaba él en su primer año nuevo como vampiro, el primero de muchos porque pensaba ser fuerte y sobrevivir a cuantas trampas le tendieran aquella panda de viejunos mandones.

De una patada derriba uno de los postecitos de madera… efectivamente era cada día más rápido y fuerte. Se dirige a su coche, un poco avergonzado de su pequeño acto de vandalismo, aunque al menos se lleva el botellín vacio para tirarlo en casa.

También era más astuto… o así se sentía mientras esperaba a que su compañero de patrulla llegara apoyado sobre la pickup, frente al edificio de apartamentos donde vivía. Cuando este llega le tira las llaves y le da un pequeño fajo de billetes. Era una suerte no gastar mucho en comida ni en luz, porque estos ataques a la tarjeta de crédito la dejaban temblando.

-Toma, llévate mi coche a la “Union Station” en Chicago, hay dinero suficiente para que pagues cuatro días de parking y vuelvas a Gary en tren. Con lo que sobre, le compras unas flores a tu mujer porque estas muy triste por haber pasado la noche vieja patrullando en vez de con ella. Mañana vienes a primera hora de la noche a llevarme a un parque donde me alimentare un poco y quizá te alimente a ti si lo has hecho todo bien.

Mordius estrecho la mano del rastafari. Hoy te has comportado como un autentico caballero espero que en siguientes veces esto siga siendo así, una pena que tu aspecto no concuerde con tu forma de actuar. Suerte con tu misión.

Fuera solo esperaba la fría noche y la vieja moto, con un poco de suerte el frio no habrá congelado los pedales y en menos de diez minutos estarás en casa.

James había sido el primero en dejar la sala tras intercambiar un par de palabras con Mordius, luego le siguió Seabastian, que recibió un frio apretón de manos por parte del príncipe; le siguió el recién llegado, al que Mordius dedico una sonrisa de complicidad.  Mientras Resse esperaba su turno llábana por teléfono. Fuera la noche era fría, en un par de horas el sol iluminaria la superficie del lago Michigan una imagen idílica y llena de belleza. Por último Resse también se despidió del príncipe, y la ruinosa mansión volvió a quedar vacia, a la espera de la próxima fiesta de fin de año o un acto importante.

Andre contesto a la llamada del vampiro, explico que todo había ido como la seda, que no había habido ningún problema reseñable salvo un par de botellas rotas, una paliza entre un cliente y uno de los juerguistas y algún que otro borracho.

Por su parte tu compañero asiente a todo como el más de los serviciales esclavos, no era necesario ser un experto para saber que con cada nueva ingesta de sangre se volvía mas servicial, ¿habría algún limite, o se convertiría en un esclavo totalmente dependiente?

Reese colgó mas tranquilo, insistiendo a André que si habia algun problema, su vida y la de las chicas eran más importantes que el cutre-bar. Tras eso llamo a su ghoul y se marchó a echar gasolina y comprar una cerveza a precio de gasolinera el dia de año nuevo. No iba a morir en chicago, no si podia evitarlo.