Partida Rol por web

¿Qué hay? ¿Llevas mucho aquí? ¿Cómo está la situación?

-Hola. No, Acabo de llegar. A ver que nos cuenta Sebastián. Aunque vengo un poco preocupado por la velocidad a la que salimos anoche de aquí, me da que pudimos dejar cabos sueltos.

Resse asiente a Sebastian -No tengo ningún problema en llevarle, claro. Despues, si  paramos a tomar algo, puedo acompañarle en sus pesquisas.
 

Con mirada caída, dijo a Sebastian: Claro que tengo algún conocido que vende droga, pero al verte tan bien vestido creerá que eres un poli o algo y te meterás en líos. ¿Para qué quieres drogarte ahora? Mientras esperaba la respuesta de sebastian, se puso a examinar de cerca el cadáver de Victor, a ver si encontraba algo interesante e inusual.

Rebuscasen el traje de Victor, el ghoul no lleva ningún arma enzima ni una pistola o una mísera navaja. Tiene dos manojos de llaves: uno con un estúpido llavero de madera supuestamente hecho por los indios de la zona con solo dos llaves, y otro más serio con muchas más llaves cada una de ellas marcadas con una etiqueta donde se lee: almacén, puerta delantera, baños, caja registradora… También lleva una cartera de cuero negro con 100$ en billetes, carnet de conducir, tarjetas de crédito y varias fotos de la “Reina de Saba” en poses eróticas sobre el escenario durante una actuación, cualquiera que se fije con un poco de detalle en las fotos se reconoce en la “Reina de Saba” a Allicia.

El vastago escucho a ambos en una postura altiva y con mirada miope, finalemente asintió miro a ambos y primero contesto a Resse poniendole una mano en el hombro con gesto afectuoso.

-se lo agradezco señor Miller, después de parar por mi refugio iremos a ver al contacto de James y luego al casino, no se preocupe por las bebidas...yo pago-dijo con una sonrisa picarona-después tenía pensado ir a los muelles a ver al señor Lucian y terminar la charla que dejamos a medias.

después le dejo el hombro y se giró hacia James

-Bien, vera... cuando aun respiraba a veces me daba por esas cosas....y ahora necesito esa mezcla en la vitae, hace dos días que no me alimento y aunque no me hace falta ahora mismo, me gusta ser precavido. no te preocupes, en cuanto tu conocido vea mi coche y el dinero se le quitaran los recelos, por favor...deje a Victor tranquilo, no me apetece repetir lo de anoche-terminó con un tono de profunda desavenencia.

sin esperar a que le respondieran se sentó en la cama y puso la mirada perdida en torno a un punto por encima de sus pies

-oh si...espero que no les importe-dijo como quien no quiere la cosa-pero con el fallecimiento de Victor me e tomado las molestias de contratar a un par de personas, una para que sea el portero y otra el "nuevo" dueño del local, también me gustaría designar las funciones de cada uno de nosotros para evitar algún conflicto de intereses, el señor Resse junto con Marcus se podrían ocupar de la seguridad del local así como de los tratos con la policia, yo llevare el tema de las finanzas y la dirección. hasta que no venga el ultimo socio no podremos hablar de esto pero cuanto antes lo tratemos antes acabaremos. 

Ese tipo de detalles son irrelevantes en comparación con todo este asunto de posesiones y voces que salen de la nada. Por mi parte, no tengo objeción en que situé usted a sus hombres por aquí y preparar el entramado legal mientras me caiga algo de dinero y, más importante, algo de sangre de vez en cuando.

Bien ¿nos vamos? Perdone que sea así de brusco, pero ahora mismo me muero de ganas por ir a tomar unos tragos. Me bebería el casino entero.

Me dirijo a donde se encuentra el principe y antes de entrar espero a que se pasen los efectos del alcohol.

Después de registrar el cadáver sacó una cartera de la que agarró un fajo de billetes y unas fotos y los introdujo en su bolsillo. Acto seguido se giró hacia sus compañeros con un manojo de llaves en la mano, estaban en dos juegos distintos, uno con un motivo en madera al estilo de los indios americanos, con sólo dos llaves, y otro con gran cantidad de llaves etiquetadas: Creo que esto nos va a hacer falta. Son las llaves del local Dijo con una sonrisa.

Otra cosa: ¿Pensáis iros así sin más sin antes arreglar todo esto? ¿No os habéis fijado en todo el estropicio? El cadáver sigue aquí, hay destrozos en el almacén y en el coche de Victor. Gracias a Dios que todavía no ha llegado ningún trabajador. Si nos ponemos a ello todos juntos no creo que tardemos mucho en arreglarlo todo.

Ante la petición de Sebastian sobre el camello, James garabateó un número y un nombre: Puedes llamar aquí, él te dirá dónde quedar.

Después del comentario sobre la organización del local añadió: ¿Y James? ¿Qué hará James?

Tiene cara de informático, ¿verdad? No sé qué talentos tendrá. Pero es un miembro de nuestra raza, eso le hace bastante poderoso. Sí, hay que arreglar esto, es verdad. Esconder los cuerpos en la cámara de allí abajo solo seria posponer el problema y hacer que luego de asco acercarse a sacarlos. Propongo tirarlos al lago y que los peces hagan el resto, salvo que alguno de vosotros sepa donde hacer una gran hoguera o tenga varios litros de acido.

Sebastian trato de ver la expresión de la cara del policía cuando dejo patente su hambre tratando de evaluar la situación

-vamos entonces...-dijo mientras con un gesto elegante se levantaba de la cama y se ajustaba el traje se dirigía hacia la salida cuando escuchó a James.

El señor Woodwell tiene razón primero deberíamos deshacernos de Victor, en cuanto a su coche al ser su Ghoul una propiedad de Alicia creo conveniente devolver se lo como acto de buena fe por lo que alguien tendrá que llevarlo a la casa del príncipe-entonces miró a James-seréis vosotros, no te preocupes por el almacén, ya lo arreglaran los trabajadores....-fue hasta el y cogió la nota y se la guardó en el bolsillo

ya hablaremos del local mas tarde, cuando estemos todos, por el momento no corre prisa, pero no me interesa ni el dinero ni la caza ya que no necesito uno ni puedo aprovecharme de lo otro....por el momento. En compensación por el contacto puede quedarse con mi parte del dinero.

El mismo sirviente fornido de la anterior visita te abre la puerta y sin más explicaciones te conduce hacia el decrepito y decadente salón de la casa. A medida que avanzas oyes una discusión, reconoces la profunda e inconfundible voz de Lucian y la más suave del príncipe de Gary.

 ……como es posible que permitas que unos neonatos estúpidos y extranjeros se hagan con el control de un local, aun no sabemos si son de fiar. Lucían está hablando cuando entras en el salón, enfrente suyo se encuentra Mordius y Allicia. Allicia hace una leve reverencia al verte entrar, Mordius por su parte ni se inmuta, en cambio Lucian se gira lanzándote una mirada de profundo odio. Aquí esta uno de los que viene a perturbar la paz de esta ciudad. No deberías de aceptar nuevos vástagos con tanta facilidad.

Mordius arruga el ceño ante el ultimo reproche de Lucian. No tienes potestad para poner en duda mis mandatos y mucho menos cuando no te he pedido opinión. Dice con tono formal pero visiblemente enfadado. ¿Qué es lo que le trae por aquí caballero? Te pregunta volviéndose hacia ti. Te felicito a ti y a tus compañeros por vuestra nueva adquisición, Allicia ya me ha contado todo.

Gracias mi principe, solo venia a comprobar el estado de vuestra chiquilla, le hice una promesa y pretendo cumplirla. Y luego me dirijo a Lucian. Veo que eres como una serpiente falso por delante y cuando tienes oportunidad muerdes por la espalda Lucian.

Alicia se sonroja ligeramente ante tata cortesía por parte de Marcus al preocuparse por ella y seguramente también al ver que el joven vástago está dispuesto a cumplir su promesa. La vampiresa se acerca a Morduis y se aferra a su brazo, como si se tratara de un resorte rápidamente el príncipe contesta. No te preocupes por ella, hoy pasara toda la noche aquí en mi refugio, yo me hago responsable de su seguridad.

Ni Mordius ni Allicia muestran ninguna emoción ante la contestación de Marcus a Lucian, parecen que no quieren tomar cartas en la disputa. En cambio Lucian se ve en el deber de defenderse del ataque. No soy ni una serpiente, ni soy falso. Yo no me he valido de falsas artimañas para poder acceder a la puja. ¡Tú y tus compañeros tuvisteis prepara una ruptura de la mascarada para poder echarme de la puja! Claramente Lucian continuaba con su argumento de que el cuerpo que apareció en el aparcamiento cerca del almacén del bar había sido una treta del grupo de neonatos. Pero la acusación de ruptura de la mascarada era una de las más graves que un vampiro podía hacer.

Resse y James se encarga de meter los cuerpos de Víctor y el desconocido, no tan desconocido según su carne de biblioteca donde pone que se llamaba Ryan Wies, en sendas bolsas de basura. Pero no se tapa la ventana de almacén, en vede eso trancáis la puesta del almacén que da al resto del local y cogéis un par de botellas de alcohol del almacén, así parecerá el robo de unos jóvenes que buscaban alcohol, las manchas de sangre corresponderán al corte de alguno de los jóvenes al romper los cristales de la ventana y la policía tratándose de un hurto menor sin daños personales archivara directamente el caso, el seguro pagara los desperfectos de la ventana y las botella robadas y todo quedara arreglado. Aparcáis la furgoneta de Victor de tal manera que los cristales rotos no se vean a primera vista, luego ya pasareis a por ella. Todo ello os lleva casi una hora, tiempo que pasa sin que Marcus de señales de vida.

Finalmente subís los tres en el gran todoterreno pick-up de Resse con los dos cuerpos en el maletero. El vehículo recorre rápidamente las calles desiertas de Gary en dirección a “los yermos”, la vieja zona industrial de Gary que se extiende a lo largo del lago, ahora totalmente deshabitada y cubierta de oxido. Atravesáis varios caminos llenos de polvo rojo entre inmensas naves cubiertas de oxido antes de divisar la orilla del lago. La noche es clara y desde la orilla del lago podéis contemplar las luces de los rascacielos de Chicago en total contraposición con la oscuridad de Gary. Sin más miramientos llenas las bolsas donde se encuentran los cadáveres con trozos de metal y tornillo, y los arrojáis a las frías aguas del lago Michigan.

De nuevo en la camioneta salís de lo deprimente “yermos” y os dirigís a un pequeño apartamento en el centro de Gary, el refugio de Sebastián. Es un apartamento de soltero sin excesivos lujos pero bien arreglado. En uno de los cajones de la mesita el vampiro encuentra un par de lentillas, y un estuche con sus antiguas gafas.

A Resse claramente le turbaba mucho todo aquello. La muerte que dejaban a su paso. Aun le marea su propia muerte, la sangre manando de su cuello mientras él como un tonto yonki se retorcía de espasmos de placer mientras lo que veía, una vieja nave oxidada, se hacía más oscuro. Luego había vuelto, le habían traído de la muerte, pero intuía que eso no era del todo normal y correcto. Curiosamente en su día a día podía fingir ser una persona normal, pero la muerte le hacía sentirse un bicho raro de nuevo. Se sentía atrapado entre dos mundos: una negrura eterna, el fin absoluto y una prorroga eterna antinatural.

Por supuesto no sabía darle las palabras adecuadas para transmitir esta sensación. Para la mente de un sencillo chico de la Indiana Rural era un simple malestar agobiante, como si estuviera en un tiovivo acelerado y con la música alta. Mareado por el eterno giro.

Con un nudo en la garganta dice: Víctor parecías un tío majo y servicial y que la princesa te daba su afecto. No sabes cómo siento que esto haya acabado así… y tú, cabron, no vuelvas, descansa que bastante la has liado ya.

Se vuelve despacio hacia su coche, para que sus compañeros no vean la mirada que lanza hacia una de las fabricas que le provoca un poco de angustia.

-¿Oye alguno tiene el telefono del informatico? (Se refiere a Marcus)

No causamos ni rupturas ni ninguno de las cosas que acontecieron aquella noche, fuimos victimas igual que tu ( como alegas ) pero tuvimos el valor de enfrentarnos a ellos y no huir para no vernos como tu para no verte salpicado por ellos, ademas tenemos testigos ( Allicia y Victor ) de que estuvimos en todo momento con ellos y no provocamos los sucesos.

Sebastian se sentó con el codo apoyado en la ventanilla y apoyando su barbilla en el dorso de la mano contempló el destello de las luces danzando en silencio mientras atravesaban todo Gary.

...no veo nada....

cuando llegaron al lago salió del coche y se apoyo en el capo mientras los chicos hacían el trabajo sucio, momento que aprovechó para llamar al número que James le dio.

quedo con el contacto en un sitio determinado y a una hora establecida para que le vendiera un par de papeletas, cerro el trato justo en el momento en el que el policia se acercaba, sin despedirse colgó.

mientras se ponía otra vez en el asiento de la ventanilla contesto sin mucho interés a la pregunta de Miller.

-creo recordar que el señor James le dio su nº la noche anterior...no se preocupe si quiere encontrarnos tiene todos los medios a su alcance.-en cuanto salieron le indico la dirección hasta su refugio.

Una vez que llegaron les invito a pasar, lo primero que hizo tras cruzar el umbral de su apartamento fue ir a por las gafas de repuesto, darse una ducha rápida y arreglarse, dejo la ropa de la noche anterior dentro de una bolsa de plástico y tras ponerse colonia Diesel "only the brave"

fue al cajón de la mesilla y se puso las lentillas antes de salir.

una vez que estuvieron todos abajo pensó sobre lo sospechoso que era ir tres personas en el mismo coche, y mas aún a ver a un camello por primera veza

-señor miller, disculpe las molestias pero le importaría llevarme hasta la antorcha para recoger mi coche? creo que si ese hombre le reconoce las cosas podrían ir mal, una vez me deje reunámonos en el vestíbulo del Hotel-casino.

Sebastian abrió la puerta del coche pero antes de meterse se giro como si hubiera recordado algo importante que preguntar 

-espero que no le importe la pregunta pero...como le gusta las bebida ¿"rubia, negra, o roja"?

Resse se queda paralizado, poder elegir... Claro, iba a pagar por "compañia" en vez de gastar tiempo en engañar a una victima.

-No hago muchas distinciones, aunque entienda que el sueldo de los policias de Gary no es muy alto.

James se mantuvo callado todo lo que pudo a lo largo del viaje, le inquietaba la idea de ir con dos cadáveres, un policía y uno de la alta sociedad. Parecía un mal chiste que no iba a acabar bien. Ayudó en todo lo que pudo y ante las distintas conversaciones no hacía más que asentir con la cabeza o emitir un leve gruñido que no se sabía muy bien qué quería decir.

Mientras preparaban los cadáveres para lanzarlos a las profundidades de las aguas, James no paraba de murmurar compulsivamente. Rememoraba una y otra vez las discusiones con sus padres. Sus compañeros oyeron en más de una ocasión: Debí haberle hecho caso.

En cuanto volvieron a recoger el coche de Sebastian por fin se dirigió a ellos:

Visto que Marcus no me llama y que mi plan era investigar sobre esta maldita bolsa, creo que os voy a dejar en este momento. No me siento agusto en los casinos, me miran mal. Teniendo todo esto de los cadáveres solucionado ya me quedo mucho más tranquilo. Para que no pase lo de Marcus, tomad otras dos tarjetas para llamarme y, por favor, dadme vuestro número. Ante cualquier problema llamadme.

Sebastian soltó una sonora carcajada ante la respuesta del policía, después tomó la tarjeta que le tendió James, le envió una perdida y guardó su nº.

-no se preocupe, por esta vez paga la casa-dijo guiñandole el ojo con una sonrisa.