Partida Rol por web

Había pasado ya bastante tiempo de aquella fatídica llamada que había cambiado por completo la vida de Resse, un conductor aviso a la policía de extrañas luces en una de las antiguas naves del yermo, una llamada normal que ni siquiera se atendería y que simplemente se archivaría si llegarla a comprobar. Pero ese día se aburría y asustar a unos cuantos mendigos era un buen entretenimiento. Michel se había largado a mitad de la patrulla quería vista a su novia, era algo que hacía con frecuencia, y algo totalmente irregular que iba contra las normas el cuerpo. Pero esto era Gary y todo el mundo se saltaba las reglas.

De modo que arranco el choche y se dirigió hacia la nave, los yermos eran unas extensión de casi cerca de 14 km a lo largo de la orilla del lago donde las antiguas siderurgias se amontonaban una al lado de la otra, había sido la zona más bulliciosa de Gary pero en la actualidad su único inquilino era el óxido. El coche avanzo por los caminos cubiertos de polvo rojo hasta la nave en cuestión, en el interior se veía una tenue iluminación rojiza, seguramente una hoguera. Resse encendió las sirenas con la intención de que los mendigos salieran corriendo. Pero nadie salió del edificio. Incitado por la curiosidad y el aburrimiento entro en la fábrica, dentro solo encontró un cadáver desangrado y conoció Juggler.

No recuerda muy bien el resto de la noche, pero al parecer Juggler vio algo interesante en el policía y decidió concederle su don oscuro; no le pregunto por su opinión, simplemente le abrazo. Los mese siguiente fueron los más complicados, Juggler aprecia de muy vez en cuando y apenas le daba información sobre lo que “era” y si había mas como él. Pero poco a poco acabo aprendiendo todo lo básico que necesitaba saber un buen vástago; las tradiciones, como debía alimentarse y como usar sus nuevos dones; pero para ello el poli siempre tenía que sacarle la información a Juggler.

Juggler te había citado en la misma nave industrial donde te había abrazado. Bueno chico, es hora de que emprendas el vuelo. El hombretón de pelo rubio tenía la mirada perdida, mirando a algún punto distante de la oxidada fabrica abandonada. Pero antes tendrás que hacer algo,¿ recuerda todas esas pijadas de las tradiciones? Pues tendrás que presentarte ante el estúpido del príncipe, sé que es una ridículo y que cada uno debería de andar a su bola, pero si lo haces te ahorraras muchos problemas. Luego te da un puñetazo en el hombre. Además nos divertiremos un poco a cuenta de Mordius. Cuando te presentes ante él no le digas que yo soy tu sire, recuérdalo, es un juego. Luego hace un gesto de desdén con la mano, además hay varios vampiros que se pondrían celosos si saben que he abrazado a un vástago sin permio del príncipe. ¡Estupideces!

El plan es el siguiente chico, te presentas ante ese estirado de Mordius y dices que eres un vástago viajero, estas de paso en Gary….. Si se que eres policía y muchos de las personas de Gary te conocen pero los vampiros estirado no se fijan en esas cosa, y si te pregunta, le dices que cualquier pijada que te inventes. Que tu sire es un vampiro de Denver, Edward Williams, ese tipo es un enrollado le conocía hace un par de años en un concierto que dio en su local de Denver, el Trastes. Un gran local y una gran interpretación.

¿Qué me dices? Te va el plan.

Eres un cachondo Juggler. Bien, si quieres mantener tu anonimato me parece bien, aunque no negare que llevo un tiempo en esta ciudad, diré que me abrazaron en una excursión que hice en mis últimas vacaciones (un par de semanas antes del abrazo real) Así todo encaja. Una mujer asalvajada que recogí haciendo autostop. Pensaba fallármela y resulta que ella se me bebió pero le di pena o algo y me abrazo, me instruyó en lo básico y desapareció de mi vida. A cambio de este juego mi sire será oficialmente Alice, una mujer de pelo negro, pálida y rasgos entre holandeses y amerindios cuyo apellido desconozco.

Cuando mis bolas estén fundiéndose al sol por mentir al príncipe me cagare en tus muertos, pero ¿quién soy yo para negarle una carcajada a mi sire?

Tras unos segundos…

Hay una pregunta que aun no me has respondido... ¿Por qué me abrazaste? Si es por la placa los hay con más poder en el cuerpo...

Muy bien, la historia me parece creíble, y seguro que el estúpido de Mordius se la traga con patatas fritas. Sonríe socarronamente, mientras te da un par de palmadas en la espalda. Una mujer de pelo negó y pálida, seguro que hay más de treinta vampiresas que encajan con esa descripción, supongo que alguno se llamara Alice.

Antes de que tus bolas se pongan morenas, yo acudiría en tu ayuda, chico. Se encoge de hombros. Además, si tú te tuestan, yo seguirán el mismo camino. Pero esto solo es un broma.

La placa no sirve de nada, si el que hay debajo es un mierdas. Tú tuviste las agallas necesarias para entrar en la fábrica, ¿Por qué recuerdas ese día? La mayoría de los maderos simplemente habrían dado media vuelta. Dice con firmeza, te pasa la mano por encima del cuello y te agarra mientras te mirándote a los ojos. Además están tus preciosos ajos azules, es algo que me vuelve loco. Luego te suelta y comienza a reírse a carcajada.

Chico, si quieres penas que fue azar no te lo voy a negar; si quieres pensar que eres alguien especial… ¡tú mismo! Todos somos especiales. Si quieres pensar que ha sido un castigo divino, vale también, pero yo nunca he creído en esas chorradas de dios.

Después de la charla Juggler te indica donde se encuentra la mansión de Mordius.

Qué cosas me dices, me haces sentir especial sire ¿o preferirías que te llamara "papito"?

¿Castigo divino? ¿Quien ha hablado de castigo divino? hostias hay que estar muy mal de la cabeza para pensar que vivir para siempre, ser más fuerte y curarte en segundos de tus heridas es un castigo divino.

Bien me pondré de camino a visitar a nuestro príncipe... espero que muy pronto la monarquía vampírica corra la misma suerte que la de los putos británicos, este país necesita de unos buenos "vampiros fundadores"

Resse se encamina a la mansión del príncipe.

Las indicaciones de Juggler te llevan a una antigua casa que había visto tiempos mejores, seguramente habría pertenecido a uno de los magnates del acero. Actualmente el ala oeste de la casa casi se había caído del todo y todo el techo de la estructura amenazaba con caerse, la valla del patio estaba caída en varios sitios y el jardín llevaba descuidado desde hacía varias décadas. Aparcas el coche en una pequeña explanada de gravilla que parece llevar varios años sin ser retocada, hay varias marcas de neumático que indican que ha sido usada recientemente.

Al llamar a la puerta un negro fornido de más de dos metros abre la puerta, va enfundado en el clásico mono azul de las siderúrgicas. Te observa de arriba abajo con calma. Finalmente, a pesar de lo rudo de su aspecto en hombretón hace una ligera reverencia y con una mano indica que podéis pasar. Un espacio hall espera tras la puerta, las paredes están cubiertas por laminas de madera noble, lujosos cuadros decorar las paredes junto con opulentos sillones de cuero y alfombras. Sería la decoración de la mejor habitación de un palacio Europeo, si no fuera por el balde de hojalata que recoge el agua de una gotera; la madera abombada del suelo; o el cuero gastado, apolillado y roto de los sillones.

El negro del mono azul desaparece atreves de unas una cortina apolillada de terciopelo verde. Justo después Mordius sale atreves de las mismas cortinas, el príncipe de Gary es un hombre bajo pero de complexión fuerte, lleva un taje ligeramente desfasado que evoca los mejores tiempos de la ciudad. Bienvenido, dice haciendo una ligera reverencia, Soy Mordius, dime ¿con quién tengo el placer de tratar?, siento que mi pregunta sea tan directa y tan poco… cortes. Pero no estoy acostumbrado a que me despierten en mitad de la noche. Dice con una pequeña sonrisa y cierto tono de sarcasmo.

Lamento molestaros… mi nombre es Resse. Tengo entendido que para   vivir   en la ciudad hay que avisaros. Así que en cuanto me han dicho donde encontraros he venido a presentar mis respetos, ruego que perdonéis mi tardanza, no sabía dónde estaba el príncipe o como encontrarlo.

Cuando Resser acaba su escueta presentación una preciosa mujer de pelo castaño entro en la sala, su vestuario al igual que el de Mordius está un tanto desfasado, la mujer hizo una ligera reverencia ante Mordius, luego poso sus inmensos ojos marrones en el policía, evitando en todo momento una mirada directa a los ojos. Realiza otra leve reverencia y sale de la sala a paso rápido.

Te pido disculpas, ella es mi chiquilla a Allicia, seguro que la acabaras conociendo es uno de los pocos vampiros con residencia fija en Gary. Es muy reservada, pero creo que le caes bien.

Pero sigamos hablando de usted, ¿Resse?. Dime quiere quedarse en mi ciudad… muy bien. Pero antes cuéntame algo más sobre ti ¿Quién eres? ¿Cómo distes con migo? ¿Conoces las tradiciones? Espera unos segundos antes de realizar la última pregunta. ¿Tienes ya un refugio en Gary?

Mi nombre es Resse, su "altreza", vivo en Gary desde hace ya dos años, me gane el puesto de policía. Hace unos meses en unas vacaciones recogí a una autopista, pensando que era mi noche de suerte, ya me entiende era una chica muy guapa, para comérsela. Lo que menos esperaba es que fuera ella la que se me comiese a mi, hasta la ultima gota. No se si le di pena o que, pero me dio esta nueva vida, aunque pronto discutimos y nos separamos. Yo quería volver a mi casa, a mi vida, no ir de costa a costa durmiendo en sótanos abandonados, viviendo del efectivo que lleven encima las personas a las que te bebes. Creo que ya es bastante cuestionable tomarles la sangre sin permiso, encima sisarles de la cartera, me parece que no es solo inmoral sino cutre. Así que por aquí he andado adaptándome a mi nueva vida. Mi creadora me explico que había que mantener el secreto y respetar los territorios. Un vampiro rubio con pintas de vigorexico me dijo que tenia que venir aquí y preguntar por Mordius.

Mi casa está en la zona noreste de la ciudad, la he adaptado a mi nuevo estilo de vida.

Una historia extraña, y más cuando bienes de parte de Juggler. Pero ¿Quién soy yo para decir que no es verdad?. Dice mientras se encoge de hombros, bien, si quieres volver a tu hogar, puedes quedarte. Parece que Mordius seh a tragado tu mentira.

Pero recuerda mientras estas en Gary tendrás que cumplir mis normas, y las normas de los vampiros que viven en esta ciudad. Se queda un momento pensando, sería muy complicado que conocieras ahora a todos los vampiros de la zona. Bien. El último día del año es costumbre celebrar una fiesta en mi casa, estas invitado, a ella acudirán todos los vampiros de la zona.

Finalmente, alguna pregunta.

Sera un placer acudir a la misma y conocer a mis nuevos vecinos nocturnos. De etiqueta, supongo.

...

No señor, lo tengo todo claro. Es un placer poder quedarme en la ciudad ya legalizado. Gary fue el mejor sitio en el que vivi antes del abrazo y este solo la ha mejoradola verdad.

...

Muchas gracias por su tiempo.

¿De etiqueta? Un suspiro de añoranza sale de la boca del príncipe, los ojos se le iluminan al hablar del tema, es algo que lo llenaba de orgullo. Antes los hombres acudían de esmoquin y las mujeres con vestidos de noche. Pero ahora se puede acudir con pantalones vaqueros o incluso con el mono de trabajo. Antes también se seguían las estrictas reglas del protocolo…  entonces describe una serie de reglas anticuadas y poco útiles. Pero ahora, muchos ni siquiera cumplen con la puntualidad. Pero lo importante sigue manteniéndose, el espíritu de unidad y concordia. Los vástagos de Gary se reúnan para afrontar el nuevo año unidos.

Veo que eres un vampiro formal y que no tienes nada que ver ese cabeza hueca de Juggler. Parece que con esta última jugada el príncipe acaba de tragarse toda la mentira. Sera todo un placer verte en la fiesta.

Tras presentarse ante el príncipe le queda claro que esto de la sociedad vampírica es una panda de vejestorios. En primer lugar tendrá que comprarse un smoking baratillo. Quizá por internet, quizá en una casa de empeños. Una prenda de algún pobre ciudadano de Gary que esta deshaciéndose de ropa que está claro que no necesitara en mucho tiempo para poder comer o pagar la luz.

Luego intentara tener la noche del 31 de Diciembre libre. Si es imposible, a su compañero le tocara hacer la ronda solo y si hay algún problema mandarle un whatssap.

Luego está el tema de la alimentación, que tiempos cuando la comida venia en bandejas del supermercado. Aunque la caza le despierta un instinto agradable, una vuelta a una era anterior a la civilización. Los sentidos del depredador y todo eso. Además de su propia sed tiene que alimentar a su ghoul, siempre implacable. Tendra que pasarse a echar unos tragos por “El Cuarto Azul”. Por suerte gracias a su compañero ya se ha podido dejar ver por allí alguna vez y el choque de ser el único blanco de la noche ya está superado. Quizá un billar y unas cervezas con los chicos culminado en un “te acerco a casa, no me cuesta coger el coche” con alguno de los que viven en zonas sin luz pública o tal vez alguna chica le entre a ligar, aunque eso es peor porque tendrá que drenarla el doble, un punto para cumplir sexualmente y otro para alimentarse.  Lo cual solo le daría la vitae que le cuesta resucitar cada anochecer. Joder necesita un rebaño. Si algún detenido se pusiera tonto en la celda y tratara de golpearle podría sacarle algunos sorbos y achacar el mareo a un golpe de defensa propia contra los barrotes.
 

El conseguir un smoking no fue complicado en la ciudad había un par de casa de empeños, y estaba rebajado porque tenía un par de manchas, nada importante y no se veían a no ser que te fijaras mucho en el traje.

Tener libre la noche del 31 iba a ser complicado, pero n par de favores después, y sobre todo un par de cambios de turno nocturno dieron sus resultados.

Esa noche el bar estaba lleno, aun no era muy tarde y parecía que la gente aun estaba con ganas de juerga.

Menuda juerga hay esta noche. Resse se mueve entre la gente hasta llegar a la barra. Para la ocasión va de paisano, tejanos y camiseta. Melany, la camarera, le guarda el abrigo tras la barra. Posiblemente vuelva a olvidárselo, la ventaja de estar muerto es que no tienes frio ni en Diciembre, pero aunque olvidarlo a la salida pueda achacarse a la borrachera, entrar sin él en diciembre seria llamativo. Nadie se va a fijar, pero Resse está seguro que los cazadores de vampiros existen. Esta pequeña costumbre junto con ser el cliente perfecto: consumir bastante, no perdonar ningún fin de semana, dejar propina y no dar ningún problema hace que le conozcan como un parroquiano habitual, un tipo que se pasa aquí a divertirse, olvidadizo y buen tipo.

Pronto la música, el paladeo de cerveza (aunque ahora sea solo eso, un liquido que paladear y retener en un estomago muerto, sigue teniendo cierto poder ritual) y el calor del ambiente le hacen ponerse a bailar, saludar a todo el mundo que conozca y tratar de presentarse a algunas chicas. Hasta se une a un "slide dance". Solo dos horas después de haber entrado, alguna neurona privilegiada lograra recordarle que está aquí por otros motivos.

El ambiente era el propicio para una buena caza, bastantes chichas y algunas de ellas nuevas y sin novio aparente. Como diría tu sire eso era coser y cantar. Un par de miradas, un par de chistes malos y unos cuantos piropos algo subidos de tonos. La inmortalidad había hecho que perdieras muchos de tus lastres emocionales entre ellos la vergüenza. Aunque antes de llegar al premio te llevaste algún par de “no”, valió la pena. La chica no era mis americe pero tampoco estaba del todo mal, la típica mujer que pasaría sin pena ni gloria por la vida, pero que valía para tomar un par de sorbos.

Resse zarandea a la chica, vamos… Ana (que bien que lleve su nombre en el abrigo). Te has quedado dormida. La mira con dulzura, a su manera la quiere, no como se quiere a un amante o un familiar, se trata de un vínculo sagrado y antiguo. El va a vivir dos noches más a cambio de que esta mujer se quede anémica unos días. Y no se trata de hierro o plasma, se trata de una transferencia de vida, de vitalidad. Ahora parte de la puerta vital de esta mujer está dentro de él.

De niño odiaba rezar antes de comer, le parecía una repetición aburrida. Pero ahora entiende “agradecer los alimentos que nos dan”, al fin y al cavo no era un cerdo o una alcachofa, en su cama hay una mujer. Una ciudadana americana a la que había robrado algo muy importante en vez de protegerla. La conciencia de Resse gritaba, por suerte su mente es lenta y torpe y de fácil apaciguar, una ofrenda de paz y gratitud y todo se quedaba zanjado.

Te has quedado dormida… No, no hemos hecho nada. Empezaste a roncar mientras intentaba... ganarme tu atención. Debo ser un pesimo amante, o el colchon muy comodo. No te disculpes, me parece normal, trabajando tantas horas a la semana y con un pariente a tu cargo debes dormir muy poco(*).  No quiero echarte, pero tengo que entrar a trabajar a las 6. Así que si salimos pronto puedo acercarte a donde me digas antes de ir a currar. He hecho café y tortitas…