... sin más.., me zambullo en la lectura de series inacabables de datos numéricos, en busca de algo que pueda recordar un patrón.., pero siempre con el cuidado necesario, ya que podría tratarse de una trampa, algo sucio místicamente que incitase la locura: con las criaturas del mal, jamás se sabe por donde vendrá la amanaza; puede que incluso la misma recitación de estas letanías sea maléfica en sí, por lo que refuerzo mi Fé mientras acometo esta tarea.
Motivo: investigar series numéricas
Tirada: 5d6
Resultado: 6, 3, 2, 1, 3 (Suma: 15)
La hago en formato sólo para el Director, aunque no oculta, para ver lo que sale, sin que los demás lo sepan, aunque huele a frascaso, ya que son 5 dados contra 5 de dificultad.
Mi tirada es la de Tecnología (5 dados de reserva), pero sólo saco un Exaltado, así que con 2 éxitos, no acierto a extraer datos, aunque mantengo la cordura.
Nota del narrador: Al haber obtenido un seis en el dado de la ira, la puntuación de gloria del grupo aumenta a 1 :)
Siguiendo las indicaciones de la Hermana Konig, llegáis a la habitación en la que se encuentra el Adepto Parker, el miembro del Administratum al que lleváis tiempo ya buscando y por el que vinisteis, originalmente, a San Deplorus.
Al entrar, veis que el paciente yace en la cama, con los ojos abiertos, mirando fijamente al techo. Al igual que el resto de los enfermos de esta zona, recita una serie de números, de forma aleatoria, que van desde el 0 hasta el 2047. Su voz es áspera, debido quizá al hecho de estar hablando constantemente.
Una hermana hospitalaria se encuentra también en la sala. Está haciendo la otra cama, la cual está actualmente vacía.
La Hermana Henna ha sacado un 6 en el dado de la ira al hacer una tirada, así que la puntuación de gloria del grupo aumenta en 1 :)
¡Un saludo!
- Esta zona es sólo para personal médico - os dice nada más veros entrar, sin apenas fijarse en vosotros - Por favor, márchense, y regresen a la sala común, o tendré que avisar al Sargento Grosvenor para que él y sus hombres les echen -
Próximo posteo: Viernes 18.
Tras dedicar varias horas a la manipulación de los datos registrados, reconoces que hay una leve sincopación en la forma en la que los pacientes están recitando los números.
Descubres que si los valores se dividen en grupos según el número de temporización, dichos valores podrían traducirse a Lingua - Technis, el idioma oficial del Adeptus Mechanicus. Desgraciadamente, no eres capaz de entender dicha lengua, pero quizá un Tecnosacerdote podría ayudarte.
Aunque consigues descifrar los datos, al haber fallado la prueba, pierdes dos puntos de shock debido a lo extenuante de la tarea (ya está anotado en tu ficha de juego).
¿Qué deseas hacer?
Próximo posteo: Viernes 18.
Las horas de estudio de las series numéricas se me han hecho eternas; localizar un patrón es como buscar una aguja en un pajar, y por un momento, temí que fuese una trampa para volver loco a quien osase buscar sus secretos.
Finalmente, con picor de ojos, desistí; sólo había extraído una conclusión: era un alfabeto cifrado o similar, en el que bloques de una determinada longitud se repetían en orden variable, es decir, cada bloque, sería un carácter de un alfabeto.
... pero un alfabeto curioso, con demasiada información para que fuese un lenguaje biológico, pues excedía lo meramente imprescindible. Eso me hizo penzar en códigos de redundancia para evitar o recuperar partes del mensaje si se corrompía... y esa idea apuntaba en una dirección: lenguajes técnicos... tenía que encontrar a un miembro del Adeptus Mechanicus, un Tecnosacerdote, para que los analizase.
Abandono la sala en que he estudiado los datos, llevándome una copia de los mismos: debo encontrar un centro de comunicaciones para poder contactar con quien pueda analizarlos; eso sí, el envío se realizaría bajo protocolos de seguridad extrictos.... nunca se sabe si estos datos en sí son peligrosos, al margen de su significado.
Salgo de la sala; me dirijo a buscar a la Hermana Konig , para que me de acceso a un terminal de Comunicaciones desde donde pueda empaquetar (por si es un virus, mandaré cifrado el mensaje, de modo que quede latente durante la transmisión), y enviar a la sede accesible más inmediata del Adeptus Mechanicus.
El enorme cuerpo acorazado que suponía el marine se adentró en la sala sin intenciones de abandonarla ignorando así el aviso de la hermana Karamanz, no pensaba comenzar a presentarse, en esta ocasión iba a dejar esa tarea a la inquisidora y la comisaria, por lo que Shalak se limitó a aportar su presencia mientras buscaba el contacto visual con el adepto. Habían recorrido una larga distancia para encontrarlo y en principio su labor terminaría con su hallazgo, pero sabía que eso no iba a ser así. Por grande que fuera el deseo cerrar el círculo de fuego para sus hermanos caídos en Nocturne el peso de su deber lo eclipsaba y no podría abandonar a su suerte a un mundo a todas luces contaminado del modo en el que este lo estaba.
Como acostumbraba, entró la ultima y se colocó a un lado de la puerta observando el lugar y con el arma lista. No le pasó desapercibida la reacción de la mujer que ostentaba la responsabilidad de aquel extraño paciente que no dejaba de enumerar - no se alarme - le dijo con su voz suave y afilada - tenemos derecho a estar aquí - fue una frase sencilla y concisa, y dado que nadie parecía pornunciarse, decidió tomar la iniciativa.
Tenía prisa por comprobar el estado del adepto Parker. Ser herido por un demonio es una causa potencial de corrupción, y otros miembros de los Ordos hubiesen quemado el edificio directamente al enterarse. Yyrmalla no era tan radical, pero sabia perfectamente la eficacia del fuego purificador.
Entró en la sala tras el Astartes y la sargento, sin prestar atención a la hermana hospitalaria y dejando que las explicaciones de Harden bastasen. No quería perder más tiempo.
Se acercó hacía el enfermo y comenzó a quitarles las sábanas y a desnudarle, y simplemente dijo: Este hombre debe de tener alguna herida importante, necesito examinarla inmediatamente- Su voz era firme y autoritaria. No era una petición, era una orden, y su voz lo dejaba claro
Si hace falta tirar algo avísame
Al regresar a la habitación en la que os encontrasteis con la Hermana Konig por primera vez, descubres que ya no está allí, lo que te obliga a invertir un tiempo valioso en intentar encontrarla. Tras preguntar a varios miembros del personal médico y a un par de soldados, consigues, finalmente, dar con ella en lo que parece ser un pequeño despacho.
- No será necesario que se complique usted tanto, Hermana - te dice al contarle tu intención de enviar la información a la sede más cercana del Adeptus Mechanicus - Además, sólo el Emperador sabe cuánto tiempo podríamos tardar en recibir contestación, suponiendo que eso llegase a ocurrir -
La Hermana Konig sonríe.
- Vaya a ver a Philanon. Es el Tecnosacerdote encargado del mantenimiento del sanatorio. Seguro que él puede ayudarla - La mujer se acaricia la frente - Ahora, si no le importa, me gustaría estar un rato a solas. Necesito descansar después de la ronda de comprobación del estado de salud de los pacientes -
Tras invertir nuevamente unos valiosos minutos en buscar a Philanon, consigues hallar al tecnosacerdote en una sala contigua a la entrada del pabellón. Está absorto en su trabajo y no parece advertir tu presencia. El recitar de números por parte de los pacientes llena la habitación de un ligero, aunque continuo, ruido de fondo.
Próximo posteo: Martes 22.
- ¡No puede hacer eso! - grita la hermana hospitalaria al ver la forma en la que Lady Yyrmalla trata al adepto Parker. Ha dejado lo que estaba haciendo y se ha colocado al lado de la acólita - Escuche, sé la institución a la que representa, y el poder que ésta ostenta, pero existe un protocolo que debe seguirse con los afectados por el síndrome Abacys. No cumplirlo puede suponer la muerte del enfermo o, lo que es peor, la infección de la persona que trata con él - continúa diciendo la mujer en un tono más bajo - Por favor, apártese. Este paciente está bajo mi responsabilidad y no pienso permitir que le ocurra nada. Hacerlo sería fallar a mi deber para con el Emperador -
La hermana mira a Gael con expresión severa.
- Dice que están autorizados a estar aquí. ¿Quién les dio dicha autorización? -
Próximo posteo: Martes 22.
Realiza, por favor, una tirada de medicina. Número de iconos requeridos = 1.
¡Un saludo!
"Imagino que la Hermana Konig contará con autoridad suficiente como para permitirnos estar aquí, ¿me equivoco?", deja caer la comisaria en tono frío, dando un paso al frente. "Ella contaba con que no haría falta que nos acompañara personalmente. Parece estar bastante ocupada, y no creo que sea necesario molestarla más de la cuenta. Puede confiar en nuestra palabra, todos servimos al Dios Emperador, y al igual que usted, estamos aquí para cumplir con nuestro deber."
Dicho esto, se acerca a la Inquisidora con cautela. Sus palabras le inquietan, y aunque no tiene conocimientos médicos y no cree ser de especial utilidad para examinar las heridas, tiene interés en comprobar si la situación es tan grave como todo parece apuntar. "Como digo, no somos el enemigo, hermana. Nuestra misión es importante y no vamos a detenernos, pero comprendemos que quiera ser fiel a sus responsabilidades. Si cree que necesitamos saber algo más acerca de ese protocolo, por favor comparta con nosotros cualquier dato valioso. No queremos causar daños innecesarios."
Gael se sorprendió al ver la actitud de Lady Yyrmalla, pero como era obvio no se atrevió a cuestionarla. Se mantuvo ahí, firme observando hasta que que la responsable se dirigió a la propia Gael. Esta ladeó un poco la cabeza, no estando muy segura de que responder, pero tras unos instantes de deliberación interna le respondió después de que lo hiciera la comisaria - Bueno... si yo viera entrar a un Astartes, seguido de una veterana del Astra Militarum, con una comisaria, un sacerdote del ministrorum, al menos me daría que pensar - no sabía si sería suficiente, pero Gael se imaginó por un momento lo que sería ver semejante grupo entrando a su zona de trabajo, y como mínimo se asustaría.
Localizo la sala de trabajo del Hermano Philanon, Tecnosacerdote asignado al Sanatorio. El sonido de las secuencias numéricas ya se me va haciendo familiar; es como un molesto ruido de fondo, que machaconamente se repite.
... Me cuesta un poco que levante la cabeza, pues está concentrado en su trabajo, pero no tengo tiempo para monsergas, y consigo que me preste su atención.
-Hermano Philanon, soy la Hermana Orten. Traigo unos datos para que los examine inmediatamente. La Hermana Konig está al corriente, y la misión que trae a mi grupo aquí es prioritaria.
... a estas alturas, es de esperar que la mente del Tecnosacerdote esté enfocada en lo que estoy diciendo
-...He revisado las retahilas numéricas que recitan contínuamente los pacientes, y he detectado algo, un patrón. Se repiten bloques de dígitos de la misma longitud, en posiciones distintas dentro del todo, como si fuesen elementos únicos individuales; no concuerda con un cifrado de mensaje, en que la serie evita las repeticiones, sino que parece que la serie es un mensaje directamente en una codificación con información adicional en cada carácter, algo así como un lenguaje entre Sistemas, no entre formas biológicas.
... aun siendo profana en lenguaje técnico, procuro que, en pocas palabras, el Hermano Philanon se haga una idea del concepto que quiero expresarle
-¿Tendría la amabilidad de echarle un vistazo en unos momentos?, pero con las precauciones debidas, en un equipo aislado, no sea que contenga información dañina para los Sistemas y se pueda propagar en red.
- Hacía mucho tiempo que no veía una Hermana de batalla en el sanatorio - te dice el tecnosacerdote tras captar su atención. Te atreverías a decir que se alegra de ver a alguien de tu categoría - Por supuesto, los analizaré inmediatamente - continúa diciendo, mientras coge la copia de los datos que le ofreces y la introduce en un aparato de tamaño rectangular.
Los minutos que transcurren mientras Philanon examina los datos se te hacen eternos. El interminable recitar de números por parte de los pacientes martillea tu cabeza sin descanso, haciendo que cada vez te sientas de peor humor...
- Ya está - dice por fin el tecnosacerdote, haciendo que suspires aliviada. Si hubiese tardado más tiempo crees que hubieses perdido las formas - Se trata de un código de acceso de nivel de seguridad Epsilon - Philanon guarda silencio durante un instante - Este tipo de códigos no son de uso común en Enoc. Hasta donde yo sé, sólo hay un lugar que los usa, el centro de procesamiento y distribución de alimentos que está cerca del sanatorio -
El tecnosacerdote mira extrañado a su alrededor.
- ¿Oye eso, Hermana? -
Realiza, por favor, una tirada de investigación y una tirada de percepción. Ambas tienen una dificultad de 1.
- Está bien, supongo que eso les acredita a estar aquí - os dice la hermana hospitalaria, tras escuchar a la comisaria, mientras empieza a arropar al adepto Parker - Díganme, ¿qué es lo que desean saber? Intentaré ayudarles en todo lo que pueda -
Entonces, antes de que podáis formular ninguna pregunta, el enfermo deja de recitar la secuencia de números. Permanece inmóvil y con los ojos abiertos, mirando fijamente al techo, pero ahora en completo silencio.
- Esto es nuevo - os dice la mujer, alarmada - Debo avisar a la Hermana Konig de inmediato - Tras decir esto sale de la habitación como alma que lleva el diablo, dejándoos a solas con el adepto Parker.
El viernes 25 empezamos el acto 3 :)
¡Un saludo!