Partida Rol por web

Sabes que tenes que apurarte a entrenarla, como mucho mañana tienen que salir a cazar al primer vampiro que tiene noticias de Hennesey seguramente.

Le mira fulminante en cuanto la "lanza" dentro de la camioneta:

-Vuelve a tratarme así y no volverás a verme. 

Luego de eso, se mantiene en silencio, un silencio que parece que no quiere cortar, más bien le encantaría estar lejos de ahí, y de él. Le odiaba más que nunca. Ojalá tuviese la fuerza suficiente para clavarle una estaca en el "corazón". 

Su madre tenía razón.

No entendía por qué había dudado. Era un monstruo. No entendía por qué se había pasado la tarde pensando en que "quizás fuera diferente". 

"Que le jodan. Ya me vengaré". 

Conduce con furia, le importa poco lo que pueda pasar y los coches que vienen de frente. Si quiere guerra, por supuesto que la tendrá. Y si él gana, cualquier cosa será mejor que permanecer junto a él. Seguro. 

Arranca la camioneta molesto.

- Me gusta la puntualidad y la responsabilidad. Por que seas medio hija de un vampiro, no te da derecho a saltarte las reglas a la torera. Conmigo hay disciplina y la vas a aprender, quieras o no quieras.

Conduce de forma casi imprudente, pero sabiendo que su rapidez al reaccionar es bastante buena. Demasiado. Al fin y al cabo, es un vampiro con los sentidos especialmente agudizados. Tanto que puede oler el perfume de Cat... esencia de violetas y vainilla.

Si fuera menos terca....

El silencio es sólamente interrumpido por el traqueteo del motor.

Tras un rato...

- ...  aunque preferiría que quisieras aprenderla. Te ayudará a muchas cosas.

Escucha las palabras del vampiro, pero decide mantenerse en silencio. 

Al cabo de un rato, se encoge de hombros, y añade:

-Lo que sea... De todas maneras, se supone que tenemos "un trato". Así que.. Si tanto te molesta, intentaré aprenderme tus horarios de memoria, para llegar con una hora de antelación, así no se molestará el señor...-Señala mordaz. Evita un suspiro:-Es igual... Me esforzaré por el bien "del trato". Pero no quiero nada más que no esté dentro del mismo... Que te quede claro... 

"La gatita vuelve a sacar sus garras"  Sonreí con ese pensamiento y la visión de lo hermosa que se vería desnuda, sobre mi cama.

- No necesitas ese sarcasmo. Simplemente disciplina. Te dije que te quería al ocaso en la cueva y eso no significa dos horas después en un bar. Medianamente puntual.

La miro de reojo y mi mano derecha va hacia su mejilla, acariciándole con el dorso del dedo índice.

- Tendrás todo lo que haya en el trato y más tentaciones. "Entonces Jesús fue llevado por el espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches; tuvo hambre. Y vino a él el tentador"- cito

Vuelvo a mirarla con el esbozo de una sonrisa y el calor que desprenden por mis ojos, mis propios pensamiento

- ¿Serás capaz de no sucumbir a tus propios deseos?

Llegan a la cueva. La zona esta tan oscura como boca de lobo pero ambos pueden ver con claridad. Ademas Bones conoce la zona como la palma de su mano. Es hora de que el entrenamiento comience.

Lo mejor seria empezar a entrenar su resistencia. Una buena escalada con piedras atadas a su cintura seguramente la ayuden bastante. O una buena paliza que tal vez no le vendría mal después de que te hizo esperar.

Sabes que esta enojado, aunque no crees que sea para tanto como el esta mostrando. A veces los vampiros son exagerados. Pero tenes un escalofrío de que el entrenamiento va a ser duro y seguramente te pase factura por lo de hoy. Deberías andarte con cuidado por que no sabes que puede tramar en tu contra.

Esboza una sonrisa imperceptible.

"Tentaciones. Claro... Lo que tú digas..."

Luego se gira a él: 

-Disciplina. Como gustes...

Odiaba estar allí, pero allí estaba... En la maldita cueva... Parecía más una especie de pesadilla que otra cosa. Pero tenía un trato que cumplir, y eso haría, además de andarse con mucho cuidado con lo que decía o hacía.. 

-Bien... ¿Por dónde empezamos?-pregunta cruzándose de brazos, dispuesta a "trabajar".

- Cat... lo hago por tu bien. No es necesario que seas una niña terca.

Sigue conduciendo a gran velocidad, prestando atención a la carretera y a ella. En un determinado momento, su mano va a su mejilla acariciándole.

- Podemos ser un buen equipo, juntos. Y te demostraré que no todos son tan cabrones como tu padre.

En el fondo, la niña tenía una barrera puesta a su alrededor que la hacía endurecerse. Una barrera de hielo que esperaba derretir en algún momento.

Al aparcar, bajé mucho más rápido que ella, le abrí la puerta y la ayudé a tomar tierra. No es que ella no pudiera. No era el caso. Pero al final, aunque sea una muchacha consentida, no deja de ser una mujer a la que agasajar y tratar como tal.

- No te acostumbres. Cuando empecemos a trabajar y a entrenar, no seré un caballero, gatita, pero no te equivoques, te repito que lo haré por tu bien. Eres un especimen raro que no quiero perder - le guiñe y la guié al interior de la cueva, donde su cara de disgusto me expresó todo lo que tenía que decir su boca.

Por mi mente, pasó la posibilidad de empezar el entrenamiento dándole una paliza, pero eso sólo contribuiría a hacer que su confianza en mí, se debilitara.

- Empezaremos por ver tus cualidades.

Tomé de un lugar en el interior de la cueva, unas cuerdas y unas bolsas de esparto. Al salir al aire libre le ordené que buscase piedras pesadas

Lección uno: Obediencia ciega

Veríamos si la chica traía rocas convenientes.

¿Piedras pesadas? Tal vez te vio rostro de burro de carga. No sabes para que quiere hacer eso pero imaginas que vas a terminar con unos cuantos huesos rotos al hacerlo.

Asth lamento tener que decirte esto, pero voy a tener que buscarte un reemplazo. Debido a que no puedo dejar la escena y la jugadora parada durante tanto tiempo. Lo lamento mucho pero voy a tener que hacerlo.

Un breve resumen de como va todo hasta ahora.

Están en la cueva, llegaron después de que Cat se demoro unas dos horas en el restaurant donde había estado. Bones estaba enojado, y ahora ambos lo están El entrenamiento que el tiene planeado esta a punto de empezar, con piedras pesadas como primera tarea asignada.

 Le miro a los ojos, no se que carajo se cree, todos intentando decirme lo que hacer. Mi madre, este tio al que...si esta bueno, pero...cierro los ojos y respiro hondo.

Por algún motivo, sabes que si te vas vas a perder la oportunidad de convertirte en algo mejor. Ya tenes control sobre tu cuerpo y sobre tu monstruo, pero aprendiendo de uno vas a conocer sus debilidades, y te vas a volver mas fuerte. Podrías evitar que muchas chicas inocentes sufran lo mismo que tu mama, con solo un poco de su conocimiento...

Pero tampoco podes negar que es un cerdo que te trata como si fueses una simple mujerzuela, aunque en algunos momentos parecieras gustarle en serio, en otros es como si fueses una fulana y no lo sos. Sos única y no podes permitir ese trato.

Sabes que no podes permitir que se vaya. Mas allá de que te gusta, la necesitas. Necesitas sus habilidades para cazar a Hennessey y no podes dejar que una mujer con su potencial se vaya echando a perder el plan y las posibilidades de encontrarlo.

Sin saber de donde ha venido la cosa, te encuentras en el suelo, boca abajo, con Bones encima tuya.

- Si quisiera hacerte daño, ya lo habría hecho. Si quisiera violarte, ya lo habría hecho. Si quisiera dejarte muerta en una cuneta, lo habría hecho. Ahora, si no te importa, quiero empezar tu entrenamiento

Las palabras te las dice al oído y para tu desgracia, te resulta excesivamente sensual y ... sexual.

- ¿Es que no puedes comprenderme, gatita? Produces en mí un gran deseo, pero soy capaz de contenerme porque no deseo dañarte más de lo que han hecho. Te interesa el trabajo a tí, tanto como a mi. Te interesa que te entrene y lo necesitas.

Te sujeta las manos por encima de la cabeza y tener su peso sobre ti es... libidinoso. Sin esperarlo, tan rápido como te ha tumbado, te encuentras de pie, frente a la camioneta, situada de forma gentil y sin brusquedad. Desde el interior de tus entrañas, se extiende un calor y una pena cuando te habla de lo siguiente.

- Si lo que deseas es irte, yo mismo te llevaré a casa. Supongo que a tu madre le dolerá perder a su hija, sabiendo que podría haberla salvado, de tener el adiestramiento adecuado - vuelve a susurrar a tu oído - Sabes que puedo demostrarte que no todos somos como tu padre. Te repito, gatita ¿a qué tienes miedo?