Partida Rol por web

Missy se sentía encantada de pasar el fin de semana con su tía Vivian. Siempre encontraban algo nuevo que probar o explorar. Y en ésta ocasión había sido nada más y nada menos que una vieja casa encantada, encantada! Con sus misterios y sus fantasmas, esperandolas a ellas para ser descubiertos.

Apenas habían llegado a la casa, cuando un cuarteto de jóvenes hormonados habían llegado allí también.

Genial-pensó-Niñatos queriendo impresionar a sus novias gastando estúpidas bromas para asustarlas.

No dijo nada cuando su tía se fué a explorar por su cuenta, no le daba miedo quedarse sola. Le encantaba leer libros de misterio y brujería y estaba ansiosa por explorar la casa.

Uno a uno vió como los jóvenes se adentraban en la casa hasta que sólo quedó uno de ellos en el vestíbulo.

Con sonrisa pícara se acercó a él y le dijo,

Sabías que hace 50 años hubo aquí unos horribles asesinatos? Un presidario entró en la casa y mató a toda la familia incluidos los criados y al perro. Dicen que la escalera estaba tan llena de sangre que parecía una cascada derramandose sobre el vestíbulo. Dicen también que en las noches más oscuras los fantasmas de la familia buscan una salida de esta casa, pero no la pueden encontrar y por éso aullan desconsolados.

Missy rió suavemente.
Bueno me voy con mi tía, espero que no te importe quedarte solo. Adiós.

Y saltando alegremente se dirigió al encuentro de su tía.

Saltando alegremente Missy llegó junto a su tía en el abandonado patio.

Vivian se encontraba explorando la habitación y reparó en su presencia, lo suficiente para comprobar que todo iba bien.

Missy aprovechó entonces para dirigirse a una puerta en el lado derecho, abrirla sigilosamente y escabullirse en su interior.

Missy abrió la puerta del patio mirando por encima de su hombro para ver si su tía no la veía. Por eso no se fijó en que la habitación no era tal, sino que a sus pies se abría un canalón de metal que descendía hacia las profundidades. Dio un paso hacia adelante y resbaló. Con un grito, se deslizó tubería abajo.

Descendió unos veinte metros antes de caer sobre un montón de carbón que llevaba allí desde vete a saber cuánto. Eso amortiguó su caída aunque la ropa se le llenó de hollín. Se encontraba en el sótano de la mansión. El cuarto donde se encontraba era cuadrado, de suelo de baldosas y con una puerta en cada una de sus cuatro paredes.

Segura de haber despistado a su tía (al menos por el momento) Missy se metió por aquella puerta para caaaaeeerrrrr...

Wiiiiiiiiiii!-gritó mientrás caía sin control por lo que parecía el tobogán más emocionante de su vida.

Pesadamente cayó sobre el montón de carbón tiñendose toda de negro del hollín.

Que dvertido! Otra vez!

Alborozada se puso en pie, dejando huellas oscuras a sus pasos y eligió la puerta que quedaba a su espalda, esperando que la llevase de vuelta al piso de arriba para poder lanzarse de nuevo por aquel fantástico tobogán.

Missy se hallaba encantada explorando la casa a su antojo. Eligió la puerta situada detrás suya y entró en otra habitación también con cuatro salidas. No había nada en ella, excepto una alfombra raída en el suelo de tablas. Entonces su mirada se vio atraída hacia algo que brillaba en un rincón: era un precioso crucifijo de plata con una fina cadena. La niña lo cogió ensimismada y, sin dudarlo, se lo ciñó al cuello. Al instante se sintió mucho más tranquila y confiada. Como si algo la estuviera protegiendo.

El y su inseparable amigo habian decidido celebrar una increíble fiesta de halloween en una mansion abandonada,  de la cual se habian escuchado millones de historias,  de algun modo habian llegado a convencer a las chicas de ir alli,  ni el mimso sabia como,  aunque no le importaba demasiado,  de camino a la mansión se dedico a mimar a su novia mientras hacían gracias en grupo,  al llegar,  sin dudarlo fue el primero en salir de vehículo y caminar hacia la enorme entrada del edificio,  nada mas abrir las puertas y totalmente convencido de que estarian alli solos,  aparece una niña y una mujer que la alumbraba. 

- Sus muertos!!!.. 

Era evidente el susto que se habia llebado aaunque después de eso un golpe de risa recorrio su cuerpo al ver que eran personas,  aunque seguia sin saber que hacian allí,  pero como su amigo dijo,  nada impediría que disfrutasen de esa noche. 

- Tienes razon colega!  Vamos a pasarlo en grande

Comento mientras cogia a su chica de la cintura y le plantaba un beso adentrándose entonces en el vestíbulo hacia la gran escalera 

- Voy a pillar habitacion,  ahora os busco

Ox descubrió que se había quedado solo. Todos sus compañeros se habían ido en direcciones distintas. Avanzó hacia la Gran Escalera que daba acceso al piso superior y allí se quedó a la espera de ver si alguno de sus amigos aparecía.

Vivian sonrío a Missy, total, eran tal para cuál, amante de cuentos, historias y aventuras, más cuando son ellas las protagonistas. No obstante la reunión en el patio fue breve, Vivian perdió de vista a la pequeña una vez más y solamente escuchó su grito en una habitación cercana. ¿Dónde fue? No consiguió concretar por donde fue salvo que cruzó una puerta, cerca sí, pero nada más.

¿Missy? ¿Cariño? ¿Dónde estás? - La mujer llamó a la pequeña, sin embargo fue en vano, no consiguió una respuesta. Tenía la intención de seguirla pero sin estar demasiado preocupada por la pequeña, no demasiado al menos, pero claro, se la cargaría si algo le pasaba la pequeña de su hermana. Son niños, estaría jugando en algún lado, y en el caso de hacerse daño estaría llorando.

En un esfuerzo por encontrarla abrió una de las puertas del patio, quizás se fuese por ahí, pero claro, en una casa tan enorme una no podía evitar perderse con tantas puertas y salas y acabó en una sala que no reconoció a simple vista. Tenía sus dudas, aunque claro, ella jamás las confesaría, siguió adelante y si no se había despistado demasiado ella estaría cerca de la entrada, relativamente.

¿Missy? ¿Estás aquí? - Fue lo primero que dijo anda más cruzar la puerta. - ¿Estás jugando al escondite? - Preguntó una vez más, esta vez en tono divertido. Era una niña, seguro que se lo estaría pasando bomba con la expedición. Vivian también pese a no ser una cría pero aún joven.

Vivian abrió una de las puertas del patio y entró en una Capilla. Allí no estaba su sobrina. La estancia estaba amueblada con dos hileras de bancos a izquierda y derecha. En el suelo había una bonita alfombra que terminaba en un atril de madera. Vivian se vio inundada por una enorme sensación de paz. Todo estaba bien. Se respiraba tranquilidad. Por eso apenas se sorprendió cuando aparecieron delante de ella dos fantasmas.

Eran una pareja. El hombre iba vestido con esmoquin y la mujer de traje de novia. A través de sus cuerpos translúcidos Vivian podía ver las paredes, los bancos y el atril. La pareja avanzó por la estancia en dirección al altar. Una vez allí se detuvieron y se escucharon unos susurros que parecían provenir de todas partes...

La aventurera mujer entró en aquella sala siguiente, o mejor dicho, buscando a la pequeña, quizás estuviese así, no habían muchas más puertas en el patio, dos más, y dudaba de que se hubiese marchado por donde entraron, exceptuando que tuviese pensado subir a la segunda que todo era posible. Había mucho que descubrir allí.

Sin embargo, dentro de aquellas cuatro antiguas paredes, a Vivian le embriagó una sensación de paz, no supo como explicarlo, o la razón, tampoco es que le importase demasiado, se dejó llevar mientras sus pasos, lentos y relajados, le fueron llevando hacia el interior de una particular sala decorada como una especie de iglesia o algo por el estilo, religioso.

Se sorprendió al ver dos siluetas, un hombre y una mujer, ambos vestidos de boda, ¿había sido invitada a una boda y no lo recordaba? No, más bien con todo su descaro se había colado en ella pero no le importaba, era una escena romántica, digna de un final de telenovela, o de un libro, dos fantasmas en un día tan importante. Hasta casi pudo sentir envidia. Casi.

Vivian les reconoció como antiguos habitantes de la casa y supo sus nombres, los cuales utilizo para llamarles. Estuvo conversando con ellos contándoles cosas interesantes, realmente interesantes que le hicieron volar su imaginación. Su libro estaba terminado, o bueno, más bien el primer capítulo, pero claro, no podía detenerse ahí, necesitaba seguir, quería hacerlo.

Donde estaba?como había llegado allí??Lo último que recordaba era un pasillo y como una extraña fuerza me arrastraba hacia una mujer.Miro alrededor y veo que estoy como en una iglesia con un gran órgano.Jenny!!como estará tengo que buscarla,veo una puerta a la derecha,mientras me dirijo hacia ella toco algunas teclas del órgano(si no pasa nada abro la puerta de la derecha)

La puerta dio paso a una habitación en ruinas, como si hubiera sido devastada por un gran incendio. El suelo de madera tenía agujeros y estaba chamuscado. De los muebles apenas quedaba nada. Sin embargo algo llamó la atención de Darrin. Sobre una butaca destrozada reposaba un grueso libro con refuerzos de metal. Cuando el chico lo cogió, una extraña fuerza le sacudió como una descarga eléctrica, expandiendo su mente a nuevos conocimientos...

Heather no estaba dispuesta a permanecer en ese cementerio ni un segundo más, así que se armó de valor y se convenció a sí misma de que aquello que había visto en la sala de juegos no era real... y se dispuso a utilizar la segunda puerta de dicha sala de juegos, por la cual seguramente había entrado Darrin. Abrió la puerta para entrar a la sala de juegos, tragó saliva y con cuidado abrió la siguiente puerta.

Aquella casa era enorme. Heather empezaba a sentir que venir a aquel lugar no había sido una buena idea. Había perdido contacto con todos sus amigos y además no encontraba a Darrin ¿Dónde se había metido? La otra salida de la sala de juegos daba a un pasillo en forma de cruz. Estaba construido con tablones y tenía una gruesa alfombra en el suelo. Sin embargo el suelo crujía y chirriaba a cada paso que daba ¿Y si se venía todo abajo?

Estaba en el piso de arriba mire hacia los lado y no había nadie empece a tener un poco de miedo.- Tuve que seguir sus paso en ver de subir las escalera... Empece a llamar a ¿Darrin Donde estas? ¿Heather? ¿Ox? ¿Donde estais? Empece a pensar que estos se había escondido para darme una broma pesada...Enfrente mía había una habitación, me fui hacia la puerta para abrirla y en entrar en ella con un poco de miedo.

Jenny se quedó helada en el marco de la puerta. Esta habitación parecía haber sido testigo de una terrible lucha. El suelo de madera estaba cubierto de sangre de un extremo a otro. Algunas manchas estaban oscurecidas por el tiempo, pero Jenny se fijó que muchas más eran frescas ¿Qué había pasado? ¿Se había metido algún loco en la casa? Jenny descubrió en un rincón un hacha. Estaba afilada y tenía manchas de sangre. Sin pensarlo, la joven la cogió. Era mejor ir protegida por si acaso.

Missy se encontraba pletórica, primero el supertobogan, luego el inesperado regalo sobre la alfombra. Definitivamente ésta sería una gran aventura. Se encontraba de nuevo ante 3 puertas más y las quería explorar todas. Ojala pudiera dividirse para hacerlo todo a la vez. Pero por cual decantarse? Riéndose empezó a girar sobre misma, cada vez más rápido hasta caer de culo mirando en dirección a una de las puertas. Aún tambaleandose, se dirigió hacía la puerta de su izquierda y la abrió.

La puerta daba a ¡la cocina! Era el mejor sitio para una niña. Estaba bien iluminada y contaba con todos los electrodomésticos, pero de aspecto antiguo. Una vieja nevera, una cocina con cuatro quemadores y una mesa en el centro para las comidas. En la mesa había una especie de tablero. Cuando Missy lo examinó más de cerca descubrió que era una tabla de Ouija.

A Missy, que era aficionada a la brujería, aquello le parecía un regalo de navidad adelantado. Además en aquella casa tan grande seguro que había fantasmas. Tal vez pudiera llamarlos con la Oujia y conversar con ellos de cosas chulas.

Ox subió por la gran escalera hasta el primer piso, estaba decidido a buscar una habitación antes que nada, saco su móvil del bolsillo usando la linterna de este para arrojarse un poco de luz en el pasillo del primer piso mientras daba pasos cortos intentaba escuchar a sus amigos aunque el silencio era de lo mas extraño pues según contó en la casa habían como 6 personas, pero solo se eschaba el murmullo que la casa o eso es lo que había escuchado después de que todos se separasen, Ox descubrió una habitación frente a el así que decidió ver que tal estaba esta, llamo a la puesta antes de entrar solo por hacer la gracia.

Toc Toc, voy a pasar, dejar de hacer cosas porno o esperarle fantasmillas 

​comento entrando en la habitación.