Partida Rol por web

Veo venir a un par de figursa por el norte y me apresto a hacer mi trabajo

¡Alto ahi viajeros!

Grito desde lo alto del muro.

¿quienes sois y a que venís?

Al escuchar al guardia, aminoro el paso y exclamo:

¡Guardia! ¡Me llamo Jonas y soy un médico herrante vagando por los reinos y prestando mis servicios! ¡El hombre que me acompaña se llama Tharmon y es mi salvoconducto en tierras hostiles e inhóspitas, vulgarmente llamado guardaespaldas!

¡Sólo busco ganarme la vida y continuar con mi viaje! ¡Si vos os prestais a abrirme las puertas!

Tras esas dos últimas frases dejo de caminar y espero la respuesta del cuerpo de guardia, ya sea este guardia o un superior que pueda aparecer.

Alzo la vista y mantengo la mirada en el tipo que nos dió el alto y me muerdo la lengua antes de espetar algo que pudiera traernos problemas. Pero por la barba del creador que....

Corre mala gente por estos parajes, haces bien trayendote protección, pero no os puedo dejar entrar armados al valle. Entregad vuestras armas o seguid vuestro camino.

Espeto con aire seguro fruto de la práctica.

Miro al enclenque que me acompaña y después al guardia.

- ¿Estás segurro de que querrémos entrrarr? - Murmuro al sanador y arrugo los labios al pensar en separarme de mi hacha.

De una manera disimulada trato de establecer una conexión mental con mi único camarada de esta bizarra compañia...

Tharmon, ¿tratamos de sobornar al guardia? ¿Miramos de acceder por algún lugar saltando la muralla? Si quieres tratar de sobornar al guardia mira hacia arriba con los ojos, intentar vadear la muralla por algún lado pestañea dos veces los ojos y si debemos tratar esto de otra manera y debemos hablarlo simplemente suspira, el suspiro que sea largo que si es un suspiro normal no lo distingo ya que te pasas todo el día igual :P.

Seguramente nuestro guia tenía un paso franco o algún infiltrado que nos facilitaría el acceso... siempre podemos dejar las armas en algún lugar y yo pasar la muralla volando y recogerlas.... Cada vez veo menos futuro a esta empresa y menos aún a mi ya sea muriendo por meterme donde no me llaman o volviendo y no pudiendo saldar mis deudas de juego....

- ¿HM? Mpgshmpffff..... - Frunzo el ceño al oir la voz del enclenque tan dentro de mi. - ¿Qué es lo que hemos venido a hacerr aquí exactamente? - Murmuro enfadado. - Si nuestrra intencion es pasarr, mejorr pasarr sin más, porr poco que me guste dejarr mis arrmas...

¡Bueno guardia dejanos entrar! Solo espero que dentro no nos hagan falta y tu gente cuide de los forasteros...

Un gobierno que prohibe las armas tiende a ser despótico y se asegura el monopolio del mismo.....

Señor Tharmon veamos que nos ofrece de bueno esta tierra.... mientras pateo una piedra imaginaria del camino, con los brazos en jarra esperando a que algún guardia nos abra la puerta.

Mientras mi compañero de guardia me cubre con su ballesta, bajo a abrir la puerta para hacer pasar a los extranjeros.

Está bien, depositad las armas junto a la mesa, os daremos un recibo y podreis recogerlas en cuanto salgais de nuevo.

Digo algo desconfiado y con bastante desgana, mientras procuro dejar distancia entre el enano -que parece más peligroso- y mi persona.

Como si fuese algo natural y cotidiano de manera mecánica y monótona deposito sobre el lugar indicado mis armas una a una.

En primer lugar dejo la lanza, para acto seguido extraerme ambas dagas del cinto dejando para el final la ballesta, una vez terminado me quito el carcaj con las saetas mientras pregunto:

¿El carcaj también? yo lanzando saetas con la mano soy mortífero...... de hecho en mi pueblo se juega con saetas y no con dardos en las tabernas.... Una mueca asoma en mi cara.

Antes de que me pueda responder el guardia dejo el carcaj con el resto de armas y estiro la espalda con los brazos en jarra mientras espero a que el enano se desarme.

Una vez hecho esto con el resguardo en la mano si el guardia no me comenta nada sobre quien es el señor del reino, alguna población cercana o alguna delicia del lugar volveré a abrir la boca.

Al acercarme al lugar donde debo dejar mis armas, doy un pisoton no muy disimulado a Jonas para que cierre su boca.

- Callate humano del demonio, no quierras ponerrnos en mas aprrietos. - Dejo de mala gana mis enseres de guerra. Por suerte mis puños aun podrían partir unas cuantas cabezas de esos pataslargas.

Le entrego el recibo al enano sin acabar de fiarme mucho.

Podeis entrar, espero que encontreis el valle acojedor

Digo mientras cierro la puerta con ayuda de mi compañero.

Ehhh ehhh tú, antes de irte dame algo de información del lugar! ¿Algun pueblo, aldea o fortificación próxima? ¿Algún sitio donde quieran a un matasanos? ¿Como se llama el señor de estas tierras, no sea que me cruce con él y deba tratarlo con más respeto?

Todos los soldados son muy mal educados.... solo saben golpear y refunfuñar, a veces ni eso...

Estos tipos deben estar más perdidos que un orco en la corte...

¿De verdad no sabeis donde estais? ¿No sabeis que es la fortaleza del valle?

Suspiro profundamente, como cada vez que debo tratar con gente de armas, quizá los pobres nunca dan más de si y debo explicarselo como a un niño chico.

Soy un viajero y buscavidas..... Si supiese donde instalarme para poder ganarme el pan no estaría viajando, y si conociese todo el mundo no necesitaria viajar......

Por favor soldado danos algunos datos de interes....

Farfullo como siempre ante la chachara de los humanos.

- Brrr. Es la prrimerra vez que pisamos estas tierras, asi que no conocemos más de lo que se puede hablarr en otrros sitios.

Me rasco la cabeza por debajo del casco con gesto perplejo...

Bueno, en ese caso bienvenidos al valle. Como veis a ambos lados hay riscos y si seguis andando hacia el interior topareis con otro muro como este. No somos muchos pero vivimos a salvo tras estos muros. No podeis cazar sin permiso ni pescar en el lago...

pienso un momento más

Ah... pero si pagais siempre habrá quien os aloje y os de de comer, eso si es legal...

Bueno bueno bueno.... ya tenemos algo.... por lo visto es un enclave pequeño pero fortificado....

Tras mecerme la barbilla -Maese Tharmon avancemos y veamos con nuestros propios ojos las bondades de esta tierra-Comienzo a caminar valle adentro con aire despreocupado. mientras pico algo sacado del zurrón, debe ser medio día y mi estómago me lo está recordando.

Avanzon en silencio, con poca gana tras haberme separado de mis armas.

Mientras avanzais podeis ver como no muy lejos se halla un pequeño bosque cercano al brillo de las aguas de un lago. Al otro lado del mismo, unas cabañas de madera y piedra rodean una torre fortificada de cierta entidad, de la que cuelga una jaula con lo que parecen ser restos de alguna criatura humanoide.