Partida Rol por web

Steve dispara a la criatura pero ésta no retrocede siquiera al recibir el disparo, la cual avanza enfurecida hacia su agresor.

Jamás había visto semejante monstruosidad, no conseguía mover ni un músculo y las lágrimas acuden a mis ojos sin remedio. Mis piernas tiemblan como flanes y lo único que puedo hacer es agarrar con fuerza mi navaja. -A...aa...qu...dem...-no podía articular palabras y tampoco me atreví a pestañear. Tenía miedo, mucho más miedo que en toda mi vida junta, todo lo que había pasado hasta aquel momento había quedado en un segundo plano. No quería pero el miedo era tal que mi cabeza estaba nublada y faltaban escasos minutos para desmayarme aunque todavía me mantenía sobre mis piernas. <Voy a morir voy a morir...>repetía mi mente una y otra vez. entonces escucho a Steve gritando mi nombre, para cuando consigo mirarle está descargando el cargador de su pistola en el monstruo pero este no sufre daño alguno. -No...¡Steve!-consigo decir al fin intentando agarrar su brazo -¡hu...huyamos...!-

Steve, furioso, agarró el brazo de la chica mientras golpeaba con violencia la pared furioso por lo que había pasado. Simplemente descargaba su ira. Tras agarrarla del brazo, Steve tiró de ella hacia la avenida desde la cual procedían, apartando de su camino la puerta de la cafetería de una brusca patada. ¡Vamos! ¡No mires atrás!

Ambos corríais con todas vuestras fuerzas hacia atrás, dirigiendo vuestros pasos hacia la calle principal.

Steve ayuda a Monique ya que ésta todavia sigue algo traumatizada por esa "cosa" y le cuesta correr.

Sentí el tirón de Steve mientras miraba como aquel monstruo se enfurecía y automáticamente hice caso a sus palabras. Empecé a correr tras de él mientras tiraba de mi, deseando salir de allí lo más rápido posible. Todavía rondaba por mi cabeza la escena de aquel pobre hombre siendo despedazado y el olor a sangre me daba nauseas pero todo aquello no importaba ahora solo pensaba en huir.

La criatura parecía andar torpemente, por lo que os dio tiempo a salir de aquella cafeteria, pero aquella bestia no dejaba de perseguiros.

Ya os encontrabais nuevamente en la calle principal del pueblo.

Steve intentó coger un poco de aire, pero el saber que esa criatura estaba detrás de ellos no le reconfortaba ni le ayudaba. Rápidamente echó un vistazo a su alrededor para observar que había y que podían usar para despistar a la horrenda criatura. En ningún momento guardó el arma, no en una situación tan caótica como era aquella. La chica parecía que se había recuperado levemente del shock, pero el miedo era evidente en sus ojos y cuerpo, como le sucedía a él mismo. Steve era valiente, pero no dejaba de seguir siendo humano.

¡Maldita sea! ¡Busca un lugar por el que podamos ir!

No me permití mirar hacia atrás, por la cara de Steve sabía que el monstruo nos estaba persiguiendo y el miedo me dominaba. Las palabras de aquel hombre que tiraba de mi me hicieron bajar un poco a la realidad y me puse a observar a todas partes intentando encontrar una salida viable para escapar de aquel horrible monstruo. 

Mientras Steve servía de apoyo a Monique para que pudiera caminar en condiciones, ésta buscaba esperanzadamente entre las casas de la zona algún lugar donde pudieran cobijarse, pero no dio tiempo siquiera a que Monique pensara un lugar para señalar ya que un sonido proveniente de detrás de la criatura llamó toda vuestra atención.

Alguien había cosido a balazos a esa "cosa" desde atrás y acto seguido se derrumbó mientras gritaba ferozmente.

Steve devolvió la vista hacia la criatura y mientras contemplaba impresionando como se derrumbaba desenfundó de nuevo su pistola y apuntó hacia dicha dirección. Detrás de mi Monique... ¿que sucede ahora? Steve se quedó en el sitio firmemente apuntando, sin quitar un ojo de encima de la criatura y en general esa zona. Pensó que alguien había sorprendido a la criatura por la espalda y lo había cosido a balazos. Decidido preguntó: ¡¿Quien anda ahí?!

Oímos balazos pero no procedían de la pistola de Steve, era otra persona que se encontraba tras el monstruo <¿Será un enemigo? ¿alguien del pueblo? ¿nos habrá estado observando o será solo casualidad?> muchas preguntas se agolpaban en mi mente mientras me escondía tras Steve nada más pedírmelo. Todavía tenía el miedo en el cuerpo y no podía quitarle los ojos de encima al monstruo pero volví la mirada al frente cuando Steve preguntó la identidad de aquella persona. Centré mi mirada en aquella persona que estaba a lo lejos con intención de identificar al menos su aspecto.

Una figura caminaba hacia vosotros, saliendo por aquella puerta de la cafeteria, por donde vosotros corriais perseguidos momentos antes.

Poco a poco la luz del exterior dejaba ver a esa persona que os había salvado de una muerte segura.

¿Estais todos bien? Escuché el sonido de una radio y vine hacia aquí lo más rapido que pude.

Espero que nadie haya resultado herido.

Mientras el hombre hablaba todos comprobasteis como la criatura que os perseguía, ahora tirada en el suelo e inerte, se desvanecia convirtiendose en un liquido pegajoso y negro, de la misma textura que el alquitrán.

¿Dónde estan mis modales? Me llamo Samuel, me gustaria decir que es un placer conoceros, pero me temo que en este lugar no conoceremos esa palabra.

Steve, sorprendido, no apartó la pistola del hombre. No sabía en quien confiar, aseguraba que había disparado a la criatura y no le había hecho nada, y de repente aparece este hombre y acaba con ella. ¿Quien eres? ¿Que son estas criaturas? ¿Que le pasa a este pueblo? Steve estaba muy nervioso, intentaba mantener la cordura lo más posible, pero a veces le costaba guardar las formas.

Observé aquel extraño hombre que salía de la cafetería <deberíamos haberla examinado más detenidamente> pensé mientras intentaba recordar por donde había podido salir aquel hombre que acabó con el monstruo. Vi como Steve se ponía de los nervios y con intención de calmarlo rodeé su pecho con los brazos apretando momentáneamente y me retiré en seguida. -Esto... ¿Samuel? ¿eres de este pueblo?-pregunté intentando olvidar lo sucedido pero sin avanzar hacia él, me coloqué a la altura de Steve ni un paso más delante ni un paso más atrás intentando no parecer una niña asustada y con la navaja aún agarrada con fuerza. -¿Cómo has conseguido matarlo? Ya lo habíamos intentado- dije recordando como Steve había casi vaciado el cargador sobre la horrenda criatura, un escalofrío me recorrió el cuerpo pero fingí no sentirlo y esperé alguna respuesta

Aquel hombre se acercó a vosotros mientras volvía a guardar su pistola.

No, no soy de este pueblo. Vine aquí hace ya un tiempo, pueden ser meses o semanas, ni me acuerdo...

Aquí uno pierde la noción del tiempo. Vine aquí con un grupo de amigos, pero uno de ellos se volvió loco por este lugar y nos traicionó... Tragó saliva mientras en su mente revivía esa escena.

Estas "cosas" pueden morir pero son jodidamente duras. Haciais bien en huir de él.

Mientras mira el charco negro que antes era aquella monstruosidad os dice:

Si este es el primero que habeis visto... es que acabais de llegar. Me temo que ya estais atrapados aquí.

Saca un cigarro de un paquete que tiene en el bolsillo de su pantalón y lo enciende con un mechero.

Éste es de los más inofensivos... Todavía no habeis visto nada... Aquí uno puede llegar a perder la cabeza, si es que consigue mantenerla pegada al cuello...

Steve se relajó y bajó la pistola, pero no dejó de pensar que él mismo podía ser un peligro, el tal Samuel. Agarraba fuertemente la pistola, como si estuviera esperando una excusa para volver a usarla. Los brazos delgados y sutiles de su compañera femenina le recordó por un momento a su novia, aquella chica que teóricamente había venido a buscar aquí, pero todo se había vuelto tan extraño... parecía como si fuera a despertar una locura mayor. ¿Algún sitio donde ir? ¿O has vagado hasta encontrarnos? y... ¿a que te refieres con que ese monstruo era de los inofensivos? a mi no me lo parecía en absoluto... despedazó a un tipo que encontramos, traumatizado, en dos como si nada. Como papel... 

No es que pretenda asustaros, solo quiero que sepais que de aquí os resultará difícil salir con vida. He visto cosas... horrores inimaginables... He visto a mucha gente morir también... Esto es el infierno.

Sus palabras salian de su boca mientras su rostro revelaba seriedad y cierta tristeza. Todo en aquel hombre parecia indicar que sabía muy bien de lo que hablaba.

Yo aguanto solo... Por mis compañeros caidos, soy fuerte por ellos. Algún día conseguiré salir de este maldito pueblo.

Hay un sitio, un lugar seguro, pero dudo mucho que os dejen entrar a él. Además está en el otro extremo del pueblo.

Yo vago por todo el pueblo, en busca de supervivientes. Quiero salvar a tantos como pueda.

-Dices...-empecé a decir con voz temblorosa -...¿que hay más bichos como este en el pueblo?...- Miré a Steve y a la mancha negra que había en el suelo aterrada -...¿y que hay más gente que ha intentado salir y no han podido?...-Miré a Samuel intrigada sin llegar a creérmelo en su totalidad -...¿y que estáis escondidos al otro lado del pueblo?- Al acabar la retahíla de preguntas miré al suelo y rememoré mi vida buscando alguna anécdota que fuera peor que aquella situación pero no conseguía encontrar ninguna. Aquello era algo de lo que no podía huir, estaba atrapada sin remedio y con cosas que yo no sabía manejar.<No tiene sentido que en este pueblo tan y como está se requiriera la presencia de una prostituta... ¿se han vuelto todos locos? Me han metido en esto sin tener que ver... yo solo quiero sobrevivir> las preguntas y las dudas se agolpaban en mi mente y no me dejaban reaccionar, me mareaban así que apoyé mi mano en el hombro de Steve para mantener la compostura.