Partida Rol por web

Reimu abrió los ojos rápidamente y corto la conversación con Grim al ver a aquella sombra cruzar el gimnasio. La joven hablo de matarlos y Reimu no pudo hacer otra cosa que levantarse asustada, pero ya era tarde pues solo había visto como el lugar se llenaba de zorros sombríos y una niebla que cubría todo el lugar, quitandole la vista de todo aquello que podía ver.

Nerviosa fue caminando hacia atrás, con Grim encastado en su pecho.-Esto...solo pasa en las peliculas y en los animes....es...una broma de muy...mal gusto... Balbuceo Reimu intentando visualizar algo de su alrededor, aunque fuera un atisbo de luz.
-Hay alguien ahí! Maki!, Ibisu! Donde estáis! Comenzó a gritar, aunque no estaba segura de que alguien la oyera, había demasiado ruido como para que las palabras de Reimu llegaran a alguna de ellas. Casi con gesto infantil se llevo el peluche cerca del cuello y le susurro en sus orejas.
-....Protegeme...Grim.... Pronuncio esas palabras con el miedo de encontrarse a aquellos zorros que no tardarian en acabar con su vida. Parecían de pesadilla.

En medio de la oscuridad, hay algo de claridad en todo ese lugar. No puedes explicarlo pero podías ver un metro a tu alrededor y a pesar de ello, no dabas con nadie.

Escuchas una voz que tranquiliza tu espíritu y te da seguridad. Sientes una mano en tu hombro, la cual hace que te sobresaltes pero al girarte, puedes ver la cálida sonrisa del presidente Kenta, tratando de tranquilizarte.

- Debes encontrar la luz en la oscuridad. Déjame guiarte hacia el verdadero camino - toca tu frente con un dedo y sientes un gran calor provenir de tu interior y dirigirse hacia tu frente. Un dibujo que puedes ver en tu interior, a pesar de no poder observar tu frente, te trae gran calidez y satisfacción, pero a la vez, ese sueño pasa a gran velocidad por tu cabeza, haciendo que se genere un dolor intenso, un dolor que no puedes controlar y que te debilita, te vence y causa que te desvanezcas despacio.

Puedes ver que Kenta te recibe en sus brazos y te dice - Todo estará bien - luego, todo se vuelve oscuro y caes inconsciente.

Escuchas una voz que tranquiliza tu espíritu y te da seguridad. Sientes una mano en tu hombro, la cual hace que te sobresaltes pero al girarte, puedes ver la cálida sonrisa del presidente Kenta, tratando de tranquilizarte.

- Debes encontrar la luz en la oscuridad. Déjame guiarte hacia el verdadero camino - toca tu frente con un dedo y sientes un gran calor provenir de tu interior y dirigirse hacia tu frente. Un dibujo que puedes ver en tu interior, a pesar de no poder observar tu frente, te trae gran calidez y satisfacción, pero a la vez, ese sueño pasa a gran velocidad por tu cabeza, haciendo que se genere un dolor intenso, un dolor que no puedes controlar y que te debilita, te vence y causa que te desvanezcas despacio.

Puedes ver que Kenta te recibe en sus brazos y te dice - Todo estará bien - luego, todo se vuelve oscuro y caes inconsciente.

La cabeza le daba vueltas. Por un momento creyó que estaba soñando mientras le rodeaba una neblina pesada y abrumadora. Sin embargo, poco a poco los recuerdos llegaban a su mente y es entonces cuando Katherine se lleva una mano en la sien, tratando de darle sentido a todo.

-What happened?

Con la fuerza que le podía proveer su cuerpo, la pelinegra observó su alrededor, sintiéndose presa o víctima de algo que no conocía.

-Eso... esa sensación... ¿Qué fue todo eso? ¿Dónde están todos?

Volteó de un lado a otro si lograba divisar algo, pero era en vano. Un mal presentimiento agolpaba su corazón y se llevó ambas manos a su pecho. Calm down, calm down... Respiró profundo y es cuando recuerda con claridad el desmayo de Edwin, a las dos Shiro, a la chica extraña que invocaba cosas desde el suelo... a Jaycee.

-Jayce... ¡Jaycee! ¡Kuroryuu! ¡Kasumi! 

No se percató que pronunció bien los nombres, su preocupación era encontrarlos en ese escenario extraño que la rodeaba. Katherine estiró sus manos y empezó a andar con cuidado, observando con atención lo que le rodeaba y tratando de escuchar cualquier ruido. Su inconsciente le gritaba que sujetara su arco y flecha, por lo que se limitó a sacar el arco para aferrarlo con fuerza mientras andaba casi a ciegas.

Desde donde esta agachada junto al chico cierra unos segundos los ojos para tratar de concentrarse:

- Chidori recuerda lo que aprendiste en el templo, si te concentras puedes llegar a saber porque pasan las cosas, saber que es lo que esta pasando

Y asi es como trata de concentrarse y averiguar la naturaleza de ese poder sobrenatural, porque su intuicion le decia que no solo habia uno, sino que tambien habia alguien mas que era quien habia creado esa misteriosa niebla

Irisu se gira, en todas direcciones, buscando a sus compañeros, a Kenta y la profesora.

¡¿Qué?!

La sorpresa le impide gritar, aquella sensación no le era indiferente, estaba acostumbrada a sentirse sola en casa por la ausencia de sus padres, a veces en la escuela sentía lo mismo, en las calles llenas de gente. Desde que tenía memoria sentía aquello, meneo su cabeza sacudiendo esos malos recuerdos, entonces recordó porque era así, ella había salido adelante, debía mostrarles a sus papás que era autosuficiente, calificaciones decentes, un puesto como vicepresidenta, actitud impecable, incluso candidata a ser modelo.

Yo… no puedo defraudar a mis papás, tengo que salir de aquí... si…!!!

Dio un paso adelante y comenzó a cantar para sí misma, alguna de tantas canciones que le habían gustado hace tiempo, para darse valor.

Tengo que sobrevivir. Salgo por la tarde, me junto con bandas, voy a bares, una simple niebla no me detendrá… Si aquella costplayer cree que podrá salirse con la suya, entonces se las verá conmigo… Tengo que sobrevivir…

Primero mentalmente, luego busco entre su cinto la bolsita de su móvil y dio al botón de PLAY, con ánimos renovados tomo aire y grito.

¡Chicos! ¡Respondan, si están a salvo respondan!

El primer paso fue lento, pero conforme sonaba la música de su móvil tomaba valor.

Kenta Sempai, Sensei, Chicos, respondan, los encontrare.

Su voz sonaba firme, aun con la canción estaba echa un manojo de nervios, si aquellas cosas, perros o gatos estaban atacando a los alumnos, o si aquella niebla era algún gas lanzado por la costplayer.

Apareció al tiempo que Burke Edwin se desmayó…

Una idea loca surgió, si aquella costplayer andaba detrás de Burke, era sabido que era un tipo pretencioso, presumir de su fortuna a extraños, seria típico de él, aquella joven bien podía tramar algo con o contra de Burke, eso explicaría la falla eléctrica de las luces y el aire acondicionado. Con más fuerza grito, mientras sonaba su canción favorita.

Voy hacia ustedes, díganme dónde están.

Silencio, solo silencio, Mamoru caminaba entre sombras por una oscura cienaga.

-¿pero que es esto?. yo sueño con cosas mas lindas que estas

Mamoru nunca soñaba con cosas escalofriantes, no recientemente. siempre soñaba estaba del tamaño de una hormiga en medio de una mesa llena de postres, saltaba sobre malvaviscos enormes o volar por la ciudad en un pastel submarino. Pero este sueño era diferente, todo estaba oscuro y humedo, no soñaba en un sitio como ese desde hace unos meses cuando vivia con su tia y sus primos. Sacudio la cabeza energicamente y reto a la oscuridad:

-no puedes hacerme esto nuevamente, !!yo he cambiado¡¡

Dicho esto al final del paisaje aparecio una brillante y lejana luz a la cual fue corriendo casi instintivamente, al cruzarla se hallaba en un hermoso prado de verdes pastos, en donde hermosas lilas blancas danzaban apasiblemente con el viento. Mamoru miro alegremente aquel escenario y en el noto a una figura humana sentada en una roca en medio de aquel paramo. Se acerco a esta lentamente y asi pudo verla a detalle: era una chica con cabellos dorados como el sol cubierta con una capucha blanca de orejas de conejo, iba a decirle algo cuando ella se volteo hacia el rapidamente y le dijo:

-¿Q.. .s .. ..e .a. ...ea.?

-¿que dijiste?, no te entiendo

-¿.r.. ....z?

Mamoru iba preguntarme mas cuando el sonido fuerte del despertador lo levanto de un brinco de su furton, miro a su alrededor, era su pequeño departamento en donde hacia mas de un mes vivia solo. Se rasco los ojos del sueño y fue a lavarse la cara, mientras se lavaba los dientes miro por la ventana, aun no salia el sol, era poco mas de la 5 de la mañana. Se cambio de ropa y despues de un bocado rapido salio de su departamento, era hora de trabajar. a diferencia de la mayoria de los jovenes que aun dormian en sus camas Mamoru debia trabajar para sacar algunos ingresos, ya en la oficina de periodicos su jefe le dio una bicicleta y los periodicos a repartir. Repartir periodicos era algo cansado, pero tenia sus partes divertidas, como ver a un señor con una ridicula pillama rosa  con lunares verdes, ser perseguido por un grupo de perros callejeros y encima ganarles y lo mejor de todo: mirar el amanecer.

Ya terminada su ruta, Mamoru regreso la bicicleta a la oficina y regreso a casa. iba a sacar el furton cuando vio el calendario

-ES HOY, HOY INICIA EL NUEVO CURSO

Sorprendido, se quito la ropa sudada rapidamente y se dio una dicha con agua fria, ya limpio se puso el uniforme de instituto, tomo su maleta y salio corriendo hacia su nueva escuela con una rebanada de pan en la boca. Era un nuevo comienzo, los dias de secundaria habian terminado y ahora era un estudiante de instituto, esperaba hacee nuevos amigos y pasarlo bien. un maullido distrajo levemente su atencion, se paro y vio a un gato negro con una mancha blanca en la frente mirandolo con sobnolencia, se acerco a el y le dijo:

-nyankuro, buenos dias, no es normal que te vea tan temprano

El gato solo pestañeo y se fue caminando tranquilamente por la cornisa, Mamoru miro su reloj de pulsera y se alarmo, era ya muy tarde. Continuo corriendo como loco por varios minutos hasta que llego a la entrada del instituto, era un bonito lugar, ya habia venido para la inscripcion pero aun asi le seguia pareciendo bonito. Camino un poco hasta que una alumna que colgaba unos postes le dijo que todos los alumnos estaban en una fiesta de bienvenida sorpresa.

En contra de las normas corrio por el pasillo hasta llegar al gimnacio, abrio la puerta y vio una gran fiesta en su apogeo, una banda de jovenes rockeros tocaba mientras ocurrian varias cosas a la vez, una chica peliroja daba ordenes a diestra y siniestra, un joven alto y de aspecto exitoso hablaba con otra chica mientras otro chico de aspecto extranjero hablaba con una chica con un extraño japones, una chica con ojos de un rojo intenso se distanciaba como podia de aquella masa de personas. -esa chica me cae bien-penso, debia ser una buena chica si es que preferia la soledad, Mamoru entendia esa sensacion, la soledad a veces es la unica respuesta contra un mundo que no te entiende y prefiere jusgarte a en vez de darte una oportunidad.

Camino pegado a la pared alejado de estos singulares especimenes humanos  y se encamino hacia una esquina, a el no le gustaba la musica rock, y menos la del grupo "Red Stones",el año pasado sus primos lo habian torturado por dias cantando de manera MUY desafinada varias de sus canciones. Aun asi era tolerante y se paro en la esquina esperando que aquel circo terminara pronto.

Debio pensar mejor en lo que deseaba, las luces lentamente empezaban a disminuir lentamente mientras un frio penetrante que rayaba en lo invernal llenaba la sala, Mamoru cruzo los brazos esperando conservar algo de su calor corporal pero eso no lo protegeria de lo siguiente, varios compañeros empezaron a desmayarse en el suelo y no tardaria en sentir su cuerpo pesado haciendo que pusiera las manos en el piso. Su vision se puso borrosa, pero entre esas sombras que se dibujaban podia ver a una extraña figura parada en el escenario, luego varias criaturas borrosas empezaron a salir del suelo como si fuera un extraño sueño loco, Mamoru no podia quedarse ahi, debia moverse para pedir ayuda. 

Comenzo a concentrarse para enfocar su vista, este efecto no era desconocido para el, era como recibir una golpiza por varios chicos de la clase en un frio dia lluvioso, todo era cuestion de mantenerse enfocado. 

Mientras escuchaban a los Red Stones seguía pensando en aquella ventana del gimnasio con la cual se había distraído momentos antes, y no era para menos, porque de repente todo se volvió pesado, el ambiente había cambiado una vez más, pero esta vez era totalmente siniestro, podría casi que ver esa ...no sabía cómo explicarlo, cómo sentirlo, esa malignidad que pululaba en el entorno.

De un momento a otro ya no sentía a Tempus.san a su lado, ni siquiera a las dos Shiro y ni al chico aquel, todo se había vuelto gris, en una humareda que lo envolvía todo, na niebla que no dejaba de ser miedosa, pero que tampoco le provocaba una aventura a la deriva, se quedó allí, respirando pesadamente y tratando de saber qué era lo que estaba pasando en la academia, no era para nada normal, rápidamente se llevó la mano al cuello y la aferró a su collar, a esa llavecita pequeña que colgaba de allí, y que en estos momentos le daba seguridad, porque quisiéralo o no, estaba bastante nervioso y asustado.

Quiso buscar a Tempus.san, caminar, llamarla, pero por alguna extraña razón no salía sonido de su boca, ni escuchaba las voces de los demás, simplemente estaba allí, parado, en la nada, simplemente pensando y sintiendo cosas que quería sentir, hacía mucho tiempo que sentimientos como el temor y la inseguridad se apoderaban de su mente, casi que desde la muerte de sus padres, llevó la llave a su boca y la besó, murmuró algo, inaudible incluso para él, y trató de mirar a su alrededor, pero nada le daba señales de la vida de sus compañeros.

Así como todo había comenzado, había podido divisar a una de sus compañeras, a una muy particular, era Shiro dos, ,como la conocía para sí mismo, le era gracioso llamarlas así, por números, no se molestaban por ello, así que lo hacía en tono de romper siempre el hielo....esa pequeña chica de cabellos blancos se había acercado mucho a él, y por aquella razón podía verla, más no no podía tocarla, ya que sus músculos no le respondían, sí que era extraño todo aquello, de verdad que estaba sintiendo miedo, a pesar de su vida llena de peligro, no ver las cosas que lo tenían tan imposibilitado, le hacía temer aún más.

De repente cuando ella lo tocó, se sintió liviano, y *Qué raro!...por qué ella sí????*, ella podía moverse, podía sentirla y también podía escucharla, le decía algo que no podía entender aún, qué era todo esto. Sintió un pequeño pero intenso dolor cuando ella, sin razón alguna,le mordió un dedo y de éste comenzó a brotar la sangre, pero la sangre no parecía que fuera suya... *Qué extraño!!!!...qué pasa aquí..?*, no podía entender cómo su sangre viajaba por las líneas internas de su mano de un lado a otro formando una figura que era totalmente extraña para él.

Su mano, envuelta en rojo, le daba un mensaje que no captaba; además, no sabía por qué, no sabía cómo, podía verse a sí mismo, pero no era él...era otro ser, no podía entender nada, lo más extraño es que sabía que era él, no había duda en su interior, esto era demasiado para él, simplemente cerró sus ojos, y trató de calmarse y de pensar, pero todo de repente se volvía borroso, su cuerpo le comenzaba a arder un poco, no sabía si era dolor o qué.... *Quere hacerlo de esta manera?...qué no quieres hacer de esta manera, shiro?...ah! Qué pasa!*

Su cuerpo cuando comenzaba responderle perdía la conexion y poco a poco caía en el vacío, sí...sus ojos comenzaron a cerrarse y cientos de preguntas se crearon en su cabeza, tenía mucho qué saber, pero no sabía si podía recordarlo luego, simplemente se dejó caer y solamente pudo escuchar de la voz de la pequeña Shiro dos.

"- Perdóname, Ilify"....

Su conciencia se perdió y sus sentidos se fueron, y abruptamente su cuerpo cayó al suelo pesadamente.

Despiertas y te das cuenta que te encuentras exactamente en el mismo lugar donde caíste inconsciente, solamente que te ves rodeado de una espesa niebla y a pesar de su oscuridad, logras ver a Chidori justo a tu lado. Parece estar meditando sobre algo porque su concentración es alta.

A lo lejos, puedes sentir la presencia de Mariko, aunque parece estar estática por el momento. Aún tienes los sentidos un poco confundidos, por lo que no logras localizar al resto de tus compañeros y la niebla no lo hace más fácil, aunque esa niebla no tiene un origen humano.

Te concentras con toda la fuerza que te es posible y logras identificar dos fuentes de energía grandes: una muy oscura, malvada y escalofriante, cuya extensión en tu cabeza se asemeja a las bestias que viste antes, pero la niebla tiene un origen diferente. Un espíritu tranquilo y sereno que te genera mucha nostalgia, su sensación es familiar para ti pero no te explicas la razón.

Edwin despierta de su sueño llevándose una mano a la cabeza mientras que con la otra tienta el suelo en búsqueda de algo , su móvil . 

Su mirada pasa por la zona queriendo saber que ha pasado , y en su confusión y estupefacción logra vislumbrar unos ojos rojos entre la niebla del lugar . 

¿ Rubin * ? . 

Dice un momento en Alemán antes de darse cuenta de que se encontraba en otro país y recordar las clases que había dado sobre diversos idiomas como preparación para vivir en las embajadas junto a su padre . 

" ¿ Inglaterra , Holanda , España , Rusia ? ..... no , esto es Japón , debo hablar en Japonés " . 

¿ Que ha pasado ? . 

Dice finalmente tratando de incorporarse torpemente . 
 

La desesperación parecía hacer mella en ti mientras no encontrabas por dónde moverte. Estabas sola en un espacio desconocido para ti, donde podrías encontrar cosas terribles en cualquier momento y no te atrevías a moverte.

Por un momento, piensas que no pueden escucharte, ni serás encontrada. ¿Y si no estás en el gimnasio sino en otra parte? Miles de estos pensamientos rondan tu cabeza mientras permaneces allí y no saber qué tienes alrededor está acabando con tus nervios. 

Tratas de concentrarte, tal y como tu abuela te ha enseñado desde hace ya mucho tiempo y la presencia que viene a tu cabeza es la de una joven tímida que recuerdas haber visto en algunas ocasiones, la chica oni, aquella a la cual te acercaste hace poco.

No parece estar muy lejos y si te mueves un poco, podrías llegar a ella.

La desesperación parecía hacer mella en ti mientras no encontrabas por dónde moverte. Estabas sola en un espacio desconocido para ti, donde podrías encontrar cosas terribles en cualquier momento y no te atrevías a moverte.

Por un momento, piensas que no pueden escucharte, ni serás encontrada. ¿Y si no estás en el gimnasio sino en otra parte? Miles de estos pensamientos rondan tu cabeza mientras permaneces allí y no saber qué tienes alrededor está acabando con tus nervios. 

Te mueves a tientas, tratando de no chocar con nadie o con alguno de esos extraños zorros y con tu aguda vista, puedes distinguir una sombra cerca a ti, aunque parece estar en el suelo. Es un chico de cabellos rubios que parece no sentirse muy bien, tal vez esté nervioso pero parece que le vendría bien tu ayuda. Sabes que lo has visto antes y crees recordar que su apellido es Tsukaima pero no puedes con su nombre.

Caminas con seguridad y armándote de valor entre la espesa niebla, pero el silencio comenzaba a inquietarte, hasta que escuchaste una voz no muy lejos de donde te encontrabas...

-Hay alguien ahí! Maki!, Ibisu! Donde estáis!

Bajas el volumen de tu reproductor y sigues la voz cuando vuelves a escucharla:

-....Protegeme...Grim....

Logras acercarte y escuchas los sollozos de una chica, mas al acercarte, puedes ver que se trata de Reimu, la chica de cabello verde que tiene un muñeco un tanto perturbador entre sus manos. Parece bastante asustada y sola.

La situación era apremiante y había afectado tu estabilidad, así que te encontrabas un poco incapacitado de movimiento. Tenías conciencia de donde te encontrabas pero la niebla parecía aislar todo el sonido de los alrededores, aunque logras distinguir una figura que se acerca a ti. Su cabellera, ojos azules y rasgos occidentales te revelan su identidad, aunque no la conoces, no llegaste a hablar mucho con ella, se trata de Katherine, quien parece dirigirse hacia ti.

Dio un paso adelante, al reconocerla trato de recordar, aquella chica había menospreciado su autoridad. Irisu se detuvo pensativa, pero aquella actitud le indicaba que no parecia peligrosa y necesitaba ayuda.

¿Ella haría lo mismo por mí?

Sin darse tiempo a responder salto en pos a su encuentro. Era instintivo en ella ayudar a los demás, por su puesto directivo, por enorgullecer a sus padres y también simplemente por hacer algo.

Ya pase mucho tiempo sola sin mis papás, no me quedare sola en este lugar.

Con un salto Irisu se deja entrever en la niebla, se detiene a pocos pasos de Hakurei, se coloca las manos en las cinturas, sacude su largo cabello y la mira de frente, ambas tenían estaturas similares, aunque ella le ganaba por algunos centímetros. 

¡Hakurei-chan! ¿Cómo estás?  Es un alivio verte sana y salva. Tranquila, todo estará bien.

Con su voz llena de confianza acorta la distancia entre ellas con pasos galantes y hace un gesto para abrazarla, consolarla.

Si estas ilesa, acompáñame, debemos reunirnos con los demás, buscarlos y ayudarlos por si los ataco esa costplayer loca. Ayúdame, te prometo que saldremos, por cierto ¿Sabes algo de nuestros compañeros? Tranquila, te sacare cueste lo que cueste.

Se aleja un paso y extiende su mano galantemente para que Kakurei la siga.