Partida Rol por web

Aquella palmada habia sacado todo el aire de los pulmones del pobre Mamoru que tosia tratando de recuperar el aliento-el tipo es una bestia, uno mas de esos y me mata- Penso Mamoru angustiado. Tenia la suerte de saber recibir lo golpes gracias a sus experiencias previas, aspiro y exhalo recuperando poco a poco el aire. Lo iba a necesitar, el profesor con esteroides anabolicos habia ordenado correr unas vueltas y despues una serie de ejercicios que rayaban en una rutina de un atleta olimpico, Mamoru empezo a correr y conforme lo hacia podia recordar esas alegres persecusiones en su otra escuela, como un conejo indefenso que huia de una jauria de perros. No era un velocista pero en cierta medida estaba acostumbrado a correr y a los ejercicios. Sonrio animado y dijo:

-Esto no acabara bien, todos acabaremos agotados-Penso un poco y solo dijo-Bueno, tal vez. 

Aimi quería alcanzar a Shiro pero ante las directrices del profesor, decidió comenzar a correr tanto como pudo. Tanto era su deseo de no ser la última que incluso terminó rebasando a Kuroryuu y a Katherine con gran facilidad.

Corrió como nunca y dijo - Lo siento - a sus compañeras antes de pasarlas.

Escucho las ordenes y sin mas me pongo a ello, no era mi idea de un primer día de clases después de todo lo ocurrido, pero al menos me mantendría ocupada en no caerme.

Jaycee no podía permitir que se mostrara siquiera alguna falta de capacidad deportiva, por eso iba a poner todo de su parte para este absurdo y titánico calentamiento saliera bien, aunque era bueno en los deportes, no tenía como tanta resistencia, pero bueno, se acomodó la capucha y salió detrás de Tempus.san y Shiro.san...

Pero presentía que se cansaría al instante, su falta de forma le pasaría la cuenta de cobro.

De por si, Reimu no le gustaba nada el ejercicio, es mas si no la obligaran no haría nada de ejercicio. Como mínimo la ropa era cómoda, pero poca cosa mas. Comenzó a correr tal como dijo el profesor y a hacer la tabla de ejercicios. Esperaba no agotarse con lo primero para no quedar rendida con los demás, debía administrar sus fuerzas. Mas tarde ya se recargaría de azúcar pero por nada del mundo acabaría ultima, no señor.

La primera vuelta transcurrió tan rápidamente que pocos se dieron cuenta y no se apreciaban quiénes eran los verdaderos líderes de esta maratón. La segunda vuelta se hizo más lenta, ya que habían gastado mucha energía en la primera y se cansaron de ir tan rápido. A pesar de eso, no perdían los ánimos, ya que no continuar implicaba tener que cumplir el legendario castigo de la familia Daidouji. Si ese era el calentamiento, ¿Quién sabe cómo sería el castigo?

La tercera vuelta se hacía intensa y el gimnasio parecía hacerse cada vez más largo. A pesar de ello, nadie se rendía pero el paso y la resistencia de algunos comenzaba a imponerse, mientras que los últimos trataban de alcanzarle. Reimu iba tranquila, parecía haber medido su paso hasta ahora, seguida de Aimi quien parecía más temerosa que cansada. Así, todos los estudiantes corrían como si su vida dependiera de ello, pues nadie podía asegurarles que no era así.

Para la cuarta vuelta, las piernas comenzaban a doler y los músculos a arder, ya que la energía era menor cada vez, toda la ropa se pegaba a su piel debida al sudor y las dos rivales, Kuroryuu y Katherine, serían las siguientes en ponerse al frente del grupo, aunque el cansancio era palpable en el rostro de todos. Siguiéndolas de cerca, se encontraban el presidente Kenta y Mamoru, quienes se disputaban la delantera pero en un momento en que Mamoru por poco pierde el conocimiento, el presidente se puso unos pasos adelante. Yuuko estuvo por alcanzarlo, pero el rubio reaccionó con gran velocidad, poniéndose al frente de ella.

En la última vuelta, ya se habían decidido los líderes, pero eran los últimos quienes seguían compitiendo a muerte para no llegar en último lugar. El final de la vuelta se acercaba y Naoko sacó toda su fortaleza interior para acelerar en el último instante y hacerse con el liderazgo del lento grupo. Así, el último lugar se lo disputaron Shiro y Jaycee, quienes parecían ser los más cansados del grupo. Mientras se acercaban al final, Jaycee tropezó torpemente y cayó al suelo, golpeándose fuertemente con el suelo. Shiro aprovechó la oportunidad para pasarlo con la destreza que la caracterizaba y así terminó la carrera.

Después de la maratón, los otros ejercicios fueron agónicos pero el perdedor ya había sido decidido, así que no importaba, había que hacer el último esfuerzo. El profesor tomó por el cuello a Jaycee para levantarlo y le hizo correr otras 20 vueltas en el gimnasio mientras lo cargaba a él en la espalda.

Irisu llegó al gimnasio en ese momento, haciendo que todos la miraran mientras ella notaba el estado de todos y el castigo que el pobre Jaycee debía hacer.

Después de esto, les dijo que escogieran una actividad física que hacer: había balones de voleibol, fútbol y baloncesto. Además de ajedrez y diversos juegos de mesa. Sería una actividad relajante después de la maratón, teniendo en cuenta que apenas podían caminar y moverse.

Irisu al ver todo el ejercicio realizado por sus compañeros suspiro. Entrecruzo sus dedos en su espalda y camino.

Perdón por llegar tarde Sensei Daidouji, Sensei Setsuna requería que la ayudara.

Se compadeció del compañero que había sido blanco del profesor.

Yamamoto, tu puedes, no te rindas –le grito para darle ánimos a Jaycee.

Se acercó a Kasumi y con Naoko y Shiro Kasumi. Chicas ánimo, lo lograron, descansen.

Luego se retiró para pensar un momento sobre que tarea elegir, y al final opto por acercarse a Kenta y Yuuko.

Kitsune Sempai, Moriyama Sempai, les quería preguntar si puedo unirme al Comité Disciplinario. 

Después del ejercicio, Katherine se apoya en una de las paredes para tomar aire y descansar. El calor que invade su cuerpo la sofoca y se abanica agitando una mano hacia su rostro para sentir algo de frescura.

-The teacher is mad like a hare in March...-susurra con esfuerzo para sí misma.

Al ver a Kuroryuu levanta su pulgar en señal de aprobación y después cierra los ojos para descansar otros momentos más. Cuando recobra un poco de sus enegías mira el castigo hacia Jaycee y, al igual que Irisu, le grita sin tanta fuerza:

-¡Vamos, Jaycee!

Esboza una débil sonrisa y sin decir palabra alguna se dirige a jugar ajedrez. Prefiere dedicarse a esa actividad que a otra de índole deportivo físico. Si pudiese usar su arco lo haría sin dudar, pero las dianas no están en ese sitio y mejor reposar para distraerse con algo que requiere la mente.

-¿Alguien gusta jugar conmigo?

No podía creer que su falta de ejercicio serio le cobrase tan duramente, estaba demasiado cansado y no podría hacer nada, Shiro.san lo estaba sobre pasandp pero cuando torpezó del cansancio no pudo hacer más que dejarla ganar y tomar el castigo de Daidouji.sensei, quien se las cobró enteritas....

"Dios! cómo piensa que podré cargarlo veinte vueltas más??!!!... está acaso loco de remate!!???. Era lo único que pensaba mientras como un venado reci´´en nacido caminaba con su maestro en su espalda, era demasiado pesado, sentía que sus piernas se fracturarían, claro que los gritos de ánimo de sus compañeras le ayudaban bastante...necesitaba termonar ráído para hacer cualquier cosa qu no requiriera de esfuerzo físico alguno.

Al cabo de las veinte vueltas pensaba en qué hacer de uno de los juegos de mesa...

- alguien para jugar algo de mesa conmigo mientras me reconstruyo??? - gritó a sus compañeros tratabdo de hacer mofa de su exagerado cansancio.

Se había mantenido mejor de lo que creía, Reimu pensaba que caería con la primera vuelta, pero tanto azúcar servia para algo ya que al acabar se sentía cansada, pero ni mucho menos agotada hasta el punto de no querer moverse mas. Pobre aquel que había caído en las garras del profesor, suerte que no había sido ella, ni de broma hubiera podido aguantar a esa mole de músculos. Irisu se había librado de todo aquello, hizo un leve gesto de saludo hacia ella mientras se sentaba en la silla delante de Katherine. -No quiero moverme mas, si no te importa seré yo tu contrincante. Esto me parece mas relajado que ponerme a correr mas.

En cuanto se sentó el cuerpo se relajo por completo y suspiro tranquila, si que estaba cansada, mas de lo que creía. No tenia un cuerpo atlético y no había hecho nada para solucionarlo, suerte que estas cosas pasaban muy pocas veces.

Había quedado segunda, eso le parecía algo que no se volvería a repetir otra vez. Respiró profundamente cuando terminó el calentamiento e intentó normalizar el ritmo de su respiración. Miraba como sus compañeros que habías llegado de los últimos debían dar más vueltas - se cree que son animales o algo así, les dolerá hasta pestañear-  suspiró un poco. 

Fue hasta un balón de voley y cuando lo agarró, miró a sus compañeros - ¿le apetece a alguno hacer unos pases? - sonríe un poco tímida, no todos iban a querer hacer un partido, así que practicar un poco el pase le parecía suficiente entretenimiento. 

-!!!Cielos¡¡¡, esto es agotador.

Mamoru musito agotado, correr tantas vueltas era insufrible. Incluso por un momento casi se desmaya del esfuerzo, pero tomando coraje se recupero, ni loco queria acabar en los atroces brazos del musculoso profesor. Haciendo un gran esfuerzo Mamoru mantuvo el ritmo y así pudo terminar la maraton, una vez cruzo la meta Mamoru se puso a jadear cual perro sediento en un desierto.

Volteo la vista y vio con gran alivio que no era el ultimo, habia mantenido una buena posición. No tanto el joven pelinegro llamado Jaycee que quedo de ultimo, Mamoru vio con espanto la diabolica penalización del profesor hacer efecto sobre el, imitando a los demas Mamoru apoyo al Jaycee para que pudiera terminar. Una vez termino el castigo se dio una vuelta a su alrededor, así evitaba enfriarse demasiado rapido, noto que Irisu habia regresado, queria saludarla pero tenia sus dudas -¿seria la misma? ¿no se habra vuelto "mala" o algo así? - Mamoru nego con la cabeza , eso ya seria cosa de un anime.

Se sento en un rincón del gym con una toalla encima de a cabeza, si, esto le gustaba. Nada mejor para relajarse que descansar a solas, no estaba muy acostumbrado a socializar.

¿¡-Pero qué me pasa!?, pensó una exhausta Shiro. Falta de entrenamiento, no hay duda, esta semana me ha matado. ¡Doble entrenamiento para mañana!

Tras hacer los estiramientos necesarios después del carrerón, llegó Irusu y Jaycee se llevó el castigo, que le dio mucha pena.

- ¡¡Ánimo, estamos contigo!! - aunque lo cierto es que no se cambiaba por él.

Al rato de los estiramientos ya se sentía con ganas de más. Aimi propuso un voleibol, y le pareció estupenda idea.

- ¡Me apunto a esos pases Aimi!, vamos a la red. - dijo Shiro, calentando para el ejercicio.

Con una sonrisa amplia, asintió a Shiro. Dio una pequeña carrera hasta la red y esperó a que su compañera estuviese lista. -¡Vamos! - colocó el balón entre sus pies y calentó un poco las muñecas. 

-¿prepara? 1, 2, 3 - agarró el balón e hizo un saque desde abajo, usando parte de la muñeca. -¡Allá va!

Con tantas vueltas pensé que me iba a morir, el corazón me latía espantosamente en el pecho mientras, y por culpa de mi mala respiración, sentía la garganta seca y rasposa. Esto no era para mi, realmente no lo era, mientras avanzaba intentando no desfallecer en el intento la punzada en el costado que sentía por respirar mal se hacía más intensa, pero aun así, en el último momento saqué fuerzas para terminar de correr.

Al acabar apoyé las manos en las rodillas y respiré trabajosamente mientras intentaba tragar saliva para después desplomarme en el suelo, me dolían músculos que no sabía ni que tenía, pero me tomé un momento para quedarme ahí, despatarrada en el suelo hasta que me vi con fuerzas para volver a ponerme de pie y mirar que podía hacer.

Fue un pase fácil y enseguida se empezó a divertir. Recepcionó el pase sin problemas y se lo devolvió de forma elegante.

- ¡Empecemos poco a poco! - dedicó una sonrisa a Aimi

Katherine esbozó una sonrisa cansada a Reimu cuando se sentó para una partida amistosa de ajedrez. Lo que necesitaban ahora era descansar y, aunque muchos considerasen tedioso e incluso frustrante, en realidad para ella era un método de relajación y al mismo tiempo para mantener la mente activa. Con su palma le indicó a la chica qué color debía escoger.

-Blancas primero, negras segundo. Tu eliges.

Miró de reojo a los demás, agradeciendo en silencio que por unos momentos todos se distrajeran a pesar de lo acontecido hace unas semanas. 

Mas tranquila y sacando un regaliz del pantalón se fijo en las fichas. Hacia tiempo que no jugaba al ajedrez, pero de por si el juego le gustaba, era entretenido y sin duda en ese momento mejor que cualquiera de las demás opciones disponibles. Relajandose con el dulce en la boca atenta para que el profesor no la pilla extiende el brazo apunto de coger una ficha blanca, pero en el ultimo momento cambia de parecer y escoge el peón negro.

-Me gustan las negras, estrategia diferente. Comento Reimu mientras iba colocando las piezas en su lado del tablero. -Un día cargadito no te parece? Hemos empezado la mar de bien con esta maratón revienta piernas.

Cuando Reimu aceptó las piezas negras, Katherine asintió y comenzó a colocar las blancas en su lado del tablero. Le daba curiosidad por qué decidió por las otras de último minuto, aunque al final siempre es de gustos a gustos. La pelinegra sonrió cansada mientras paseaba con su vista el gimnasio.

-Tuvimos muchos días de vacaciones. El maestro debió querer que estuviésemos en forma... a su manera.

Agarró el Peón blanco situado al frente a la Torre de la derecha y avanzó una casilla.

-Well, today... Perdona, al menos hoy iremos al museo. Espero que podamos divertirnos.

El presidente estaba tirado en el suelo mientras Yuuko estaba de cuclillas a su lado pero cuando vio que Reimu se acercó, se sentó y dijo - Vaya, no pensé que le quedaran energías a alguien para hablar. Debo retomar mi entrenamiento - Yuuko le tendió una pequeña toalla y él secó su frente, ajustó sus lentes y miró a Irisu.

- Bueno, creo que serías una excelente incorporación, Irisu-san. Nos reunimos en las tardes después de terminadas las clases. Puedes acercarte hoy y podrás ver cómo trabajamos - sonrió y miró a Yuuko quien solamente asintió.