Partida Rol por web

El lugar comienza a ponerse más frío y de repente, una congoja afecta a la titánide. Sus movimientos pierden fuerza y aquel sentimiento se apodera de ella. A pesar de eso, Aberrant ataca tomando desprevenido a Ilify, pero pierde en el último momento, no logrando impactar. Sin importar aquello y con lágrimas incontrolables saliendo de sus ojos, Aberrant continúa atacando, pero el astuto dragón ya se encuentra atento y logra desviar este primer ataque con una de sus alas saliendo ileso, lo cual hace que la titánide se impaciente un poco y ataque una vez más. El dragón logra moverse y defenderse otra vez, haciendo de los ataques de la titánide infructuosos.

Continuo atacando de la misma manera... ataco con mi arma en mano...

Relámpago oscuro avanzó con lentitud, casi parecía darle tiempo a la guerrera de actuar. A pesar de ello, Nereida no se movió y solo miró cómo su antigua compañera la atacaba. Recibió el corte de la hoz con toda su fuerza y solo podía ver atónita cómo Relámpago oscuro la atacaba sin ningún tipo de remordimiento.

La hoz de la guerrera oscura atravesó el pecho de Nereida con codicia, dejando una marca de rayos negros que se diseminaron, pero dejando la herida en el cuerpo de su amiga.

Ella era bastante rápida. Ya la había atacado dos veces. Nereida tenia que contraatacar.

-Ahora veras. Maremoto de Poseidón!

Era imposible solo esquivar, tarde o temprano le golpearía, y todo acabaría, Aberrant seguiría siendo un títere, la tierra desaparecería y la reina oscura seguiría tan ciega como siempre.

[B]- ¿a caso quieres que te mate? ¡Lucha contra el control que ejercen en ti! Dices que quieres a tu madre, pero sigues permitiendo que se haga daño a si misma, dices que me aprecias, pero me atacas, ¿odias el planeta tierra? Porque si no reaccionas, serán billones de personas quienes mueran por el capricho de tu madre, no podré pedírtelo mucho más, si dejo que me mates seré yo quien te defraude, y si te ataco te estaré defraudando igual. ¡Sé mi aliada y no defraudes a la única persona realmente importante para ti! Solo tienes que respetarte tú misma para que de igual lo que piensen los demás, a mi nunca me defraudarás, por que creo que has hecho mucho más de lo que podías, solo queda que tu misma decidas querer hacer más.[£/b]

Hizo un nuevo esfuerzo por esquivar, esperando su respuesta, y el tercer ataque en vez de esquivarlo, lo desvió para que tampoco le diera, preparándose en esta ocasión para lo que menos quería hacer, pasar al ataque era una idea desagradable, pero su sangre luchadora ardía, no le gustaría contraatacar, y una vez más se resistió a hacerlo, pero tampoco apreciaba ser una diana andante o voladora, era esa su última oportunidad de evitar que la naturaleza guerrera aflorara, pese a gélido su poder, su alma ardía en ira hacia las titánides manipuladoras.

Por fin parecía que iban a poder continuar ya que Storm se había liberado, pero emitía una sensación extraña, no parecía ser ella, y lo que hizo a continuación le sorprendió enormemente, ese poderoso ataque que lanzo contra Animae, viendo aquello da un paso hacia atrás y dice:

Pero que estás haciendo… que sucede…

Apunta con su mano y se concentra, su intención no era otra que la de controlar la gravedad para hacer que esta aumente sobre Storm Ángel y hacer que caiga al suelo inmovilizada

Por fin parecía que la guerrera peliazul estaba dispuesta a atacar. Un hondo suspiro salió de mi boca cuando la vi tomar la postura de ataque. Sin dejar de moverme, moví la hoz con la intención de desviar su ataque mágico y volver a atacarla, pero por alguna razón mis movimientos no parecían tan rápidos como momentos antes.

Storm atacó con un intenso rayo que salió desde su mano hacia Animea con tal fuerza que no parecía que fuera una treta de la guerrera. Animae pudo ser más rápida que la guerrera mágica y desplegó un fuerte viento que la defendió del impacto, mientras Platinium miraba anonadada la reacción de su amiga y, para no dañarla, decidió hacerla más lenta. Platinium movió una de sus manos y, de repente, Storm pudo sentir cómo la gravedad parecía estar impulsándola hacia la tierra. No lo suficiente para inmovilizarte, pero sí para que tu movilidad se complicara un poco.

La pelea continuaba y esta vez era la guerrera mágica quien alzaba su mano para atacar a su amiga. Después de hacer un movimiento con su mano y concentrar toda su energía en ese ataque, disparándolo con decisión hacia la guerrera corrupta, quien trata de devolverlo pero falla. A pesar de eso, el ataque se desvía de su destino original y cae contra una pared, haciendo que su huella quede en esta como un agujero enorme.

Ambas miran el hoyo y se ven intactas, aunque Nereida comienza a sentir el agotamiento resultante de ese ataque.

El dragón Ilify trataba de mantenerse calmado y tranquilo, pero el fuego de su interior ardía con gran fuerza, buscando la manera de salir, añorando la pelea. Su sangre hervía por la ira y la impotencia de no poder ayudarla, de no salvarla. Aberrant había perdido su alma y no había nada que Ilify pudiera hacer.

Aberrant siguió sus ataques sin descanso, pero el dragón estaba preparado y cuando la titánide lanzó el primer guadañazo, el dragón dio un impulso de alas que lo alejó del golpe. Aberrant era incansable y conocía su misión, por lo cual atacó una segunda vez, pero el dragón logró esquivarlo otra vez. La tercera vez Ilify casi recibe el golpe, pero se dio la vuelta en el último momento para golpear la hoz con su mano y desviar el ataque. Aberrant le miró enojada mientras veía cómo el dragón se encontraba a tan solo unos centímetros de él. Ilify pensó en atacar, su mano se movió, pero se detuvo, lo cual le dio tiempo a la titánide de alejarse con un salto lo suficiente como para generar una distancia salva entre ella y su enemigo.

De repente, de uno de los marcos de espejos que yacían en el suelo rotos, muertos y descompuestos, aparece Scarlet Bat, contemplando la pelea divertida, casi disfrutándola.

- ¡Bravo! ¡Bravo! Esto es un espectáculo digno de la Reina - rió mientras salía de este con un brinco para caer detrás de Storm Angel mientras tomaba su cintura con morbo y comenzaba a tocar todo su torso con descaro.

Miró directamente a Platinium y respondió - ¿Te preguntas qué sucede? Soy yo. Storm es mía, siempre lo ha sido y siempre lo será - dijo mientras la besaba para luego mirarla a los ojos con su siempre escalofriante sonrisa.

- La reina no quiere que pelee porque debo defenderla, pero me pidió que te ayudara - le decía a la guerrera mientras tocaba sus pechos y su vientre de manera descarada. Luego, mordió su labio inferior, tomó la sangre con su dedo pulgar y puso su mano en el suelo. Un destello de color rojo se formó cerca a Storm y del suelo, se formaron dos figuras, dos titánides con un poder muy similar al suyo. Entonces, las sirvientes decían - Scarlet-sama... - mientras la besaban y la titánide respondía a ello.

- Es hora de pelear. Su trabajo es defender a Storm. Si Storm muere, las castigaré seriamente - le guiñó un ojo a Platinium y desapareció de allí, aunque su energía aún era palpable en el ambiente. No estaba muy lejos, solo que no podían verla.

Las dos titánides las miraban con una cara aparentemente inocente, pero que mostraba la misma perversión de su maestra. Sonrieron y se pusieron en posición de guardia. Una parecía tener un látigo (izquierda) y la otra poseía una lanza un tanto extraña.

Ver a Scarlet Bat le provocó cierto recelo que cambió a furia al saber que ella estaba detrás del cambio de su compañera. Si todo eso ocurrió estando atrapada en el espejo, seguramente si ella hubiese caído ante su hermano... No, no había tiempo para eso. Optó por colocarse en posición de combate y concentrarse.

-Yo por por la de la lanza... hay que mantener a Storm así para solucionar ese problema cuando acabemos el combate. Si se nos complica a la que nos enfrentamos cambiamos de posición...

Se preguntó si sería posible combinar ataques con ella para fortalecer, pero de momento lo que quería era analizar al enemigo. Así que hizo aparecer su arco y apuntó con una flecha que al dispararla hizo aparecer una red brillante para atraparla, acto seguido hizo un disparo normal para medir sus habilidades y para finalizar, hizo el escudo de viento para evitar un ataque directo a ella.

Nereida estaba cansada, pero debía continuar.

-Eres fuerte, pero no me rendiré. Toma esto!

La situacion se complico cuando aquella titanide aparecio, aunque en parte se aclaro que era lo que estaba sucediendo y era justamente lo que Platinium sospechaba:

Asi que le habeis conseguido engañar...

Pero la cosa se puso seria cuando aparecieron esas dos sirvientas, ahora eran tres contra dos y una de ellas era Storm a la que no querian matar, solo sacar de ese trance en el que se encontraba. La situacion era realmente mala y necesitarian ayuda, Platinium usa su magia para convocar a sus sirvientes a los que ordena:

Atacad y acabad con esas titanides

Seguí con la mirada la dirección del ataque fallido. Había dejado un buen agujero en la pared. Posiblemente si me hubiera dado me habría dejado seriamente herida, pero en mi lugar había sido la pared la que había terminado destrozada. Lentamente, volví la mirada a Nereida con unos inexpresivos ojos carmesí.

- Mi turno - dije con voz lúgubre e impersonal. 

Fui caminando con pasos pesados hacia ella mientras hacia girar la hoz con una mano.

 ¿odias el planeta tierra? Porque si no reaccionas, serán billones de personas quienes mueran

Me detengo varios segundos... con lagrimas de sangre corriendo en mis mejillas... -[[...mi... vida... l-la... tierra... inocentes... mis... amigos... Jaycee... Kathy... Umino.............. Irisu... ....mi I-Iri-Chan...]]-

Pero luego levanto mi guadaña... y con voz fría le digo... -[[...Aberrant no puede oírte... le hablas a alguien, que ya no existe... ella murió, su alma se fue a un abismo asqueroso y mal oliente del que no volverá jamás...]]- Y sigo atacando... -[[No hay otro día para uno de los dos... o muero por tu mano, o tu mueres por la mía, Guerrero Dragón... Uno quedará en pie y el otro caerá...]]-

-[[Ven, pelea conmigo, para que me llene de gloria ante su Ilustrimisa la Gran Reina de las Tinieblas...]]-

-¡Storm! ¿Qué estás haciendo? ¿Qué te ocurrió?

-¿Quieres detener con aire a una maestra de las tormentas?...- Miré como me envolvían entre ventarrones y gravedad aumentada... y suavemente me desplacé fuera del alcance del ataque de aire y la gravedad... y miré a Animae... -Animae... yo soy una de los Titanes, infiltrada en Andelivian desde la antigua Guerra Santa; tuve que tenerlo en silencio. pero a estas alturas, ya no tiene sentido ocultarlo más... jugué mi alma al Diablo en un pacto de sangre, donde vendí a mi Novia y también a mi Madre, y si fuera capaz de volver a nacer, lo volvería a hacer... desde hace siglos sigo a su Ilustrimisa la Gran Reina de las Tinieblas, y le obedezco con gran devoción... y estoy convencida de que, el mundo es mejor, cuando está sumido en la oscuridad más absoluta....... la verdad del universo, es que nada es seguro Animae... no hay justicia perfecta, ni maldad perfecta, puedo hacer justicia desde la maldad; la humanidad es infame: asesinatos, violaciones y robos... merece éste juicio que se les viene encima... por lo que según veo, la Reina Oscura es justicia... ¿No estas de acuerdo... Animae?...-

-La única Guerrera que descubrió mi identidad, fue la tarada de Scarlet-Light... por lo que tuve que matarla "por accidente"... hahaha, esa pobre estupida, como la odiaba, su estupidez solo era comparada con su debilidad y su enorme boca, ella se lo buscó... sentí un gran placer cuando la destripe con mis propias manos, mientras ella trataba de salvar a Arjimae... aún la recuerdo a esa pobre perdedora mirandote a ti por última vez y declarandote su amor no correspondido, eso tiene gracia... Hahahahaha...... no no no no, y todavía ustedes me creyeron cuando les dije que maté a Arjimae por error, AAH HAHAHAHAAA...-

-¿Que puedo decir para terminar contigo?... me morí con una sonrisa de siglos en mis labios, mientras vi a tu mugroso mundo Andelivian arder en llamas... y ahora contemplaré a tu planeta Tierra transformarse en el pantano más siniestro y asqueroso... con la misma sonrisa de antes, de ayer, y de hoy... HAHAHAHAHAAAA...- Dije riendome a carcajadas...

Asi que le habeis conseguido engañar...

Por el momento, solo miré a Platinum de pies a cabeza... esbocé una leve sonrisa moviendo la cabeza en señal de negación... con ella solo suspire calmadamente, y no dije nada, salvo... -...Platinum, Chidori, por favor no me agredas, no tengo nada en tu contra... créeme.- fue todo lo que dije, y solo pasé de ella... 

- ¡Bravo! ¡Bravo! Esto es un espectáculo digno de la Reina - rió mientras salía de este con un brinco para caer detrás de Storm Angel mientras tomaba su cintura con morbo y comenzaba a tocar todo su torso con descaro.

 Storm es mía, siempre lo ha sido y siempre lo será - dijo mientras la besaba para luego mirarla a los ojos con su siempre escalofriante sonrisa.

- La reina no quiere que pelee porque debo defenderla, pero me pidió que te ayudara - le decía a la guerrera mientras tocaba sus pechos y su vientre de manera descarada.

-Me complaces entretener a nuestra Reina...- dije y me abracé a ella... -Hahaha... "Mi Amor, no" hahaha, me haces cosquillas...- reía jugueteando ante las deliciosas caricias de Scarlet-Bat... -Amor, tenemos visitas, compórtate. ¿Que van a pensar nuestras invitadas de nuestros modales?... tengo trabajo pendiente, primero tengo que matar a Animae... y ya después, tú y yo...- entrecerrando los ojos me acerco a su boca...

Y correspondo al beso de Scarlet-Bat... besandola con cariño y pasión... -Gracias por tu ayuda Amor, me hacía falta... no te fallaré... lo prometo... voy a destripar a Animae por ti...- (;? le hago un tierno guiño y la veo irse...

No pude invocar mi rayo por ahora... por lo que entonces me vuelvo hacia Animae... y digo a las Titanides... -Mátenla.-

El dragón lamentó escuchar aquello, sabía que Aberrant no había desaparecido, pero no le quedaba otra que escoger, la tristeza en su corazón era semejante a cuando creyó perder a Zmiy, una sensación de fallar y defraudarse a si mismo. Lágrimas de hielo afanaban sus mejillas como témpanos golpeando su cabeza en una caída libre, o por lo menos eso sentía su pecho cuando el gélido fuego del dragón ardía en una llovizna de ira, mezcla de tristeza y ardiente sed de combate tan comprimido en sus puños por haberlo procurado evitar por tanto tiempo que cuando sus garras atacaron lo hicieron sin piedad.

Sus garras se lanzaron a rasgar mientras que los colmillos dracónicos brillaban por sed de cumplir con su parte, debía pasar por encima de la última persona que hubiera tenido que vencer - se que sigues ahí - susurró en su ataque - lamento ser tan débil, lamento tenerte que dañar, lamento ser un fracaso incapaz de seguir negociando - entonces su voz se elevó levemente, para que le escuchara bien - pero si me veo obligado a matar a la única titan a la que hubiera deseado salvar, ten por seguro que no negociaré con una blasfema reina a la que desearé matar llevado por el amor y el pensamiento de salvar la tierra, si tu no tienes salvación ¡ninguna titánide será perdonada por mi destrozado pecho! TÚ eras lo único que me hacía pensar en hablar y perdonar a tu raza, si no estás, seré un fracaso como negociante, seré solo un sicario latente de salvación humana.

No podía perdonar a quien no quería ser perdonado, su pecho era un gélido bloque que ya nada tenía que perder, desconocía lo que había ocurrido con sus compañeras, y empezaba a pensar que tampoco importaba, no estaban ahí para salvar a quien lo merecía, a salvarla de él mismo tras ser incapaz de mantener los estribos bajo control. Nunca un fuego fue tan frío y lleno de luz y oscuridad por igual, sus buenos deseos y los malos se mezclaban en una especie de orden absoluta "salvar el planeta tierra", ni venganza, ni ira, ni desesperación, sentimientos que quedaban igualmente nublados por el amor, la esperanza y la bondad. Negados los unos a los otros para poder actuar en la única dirección que quería seguir, la salvación de billones, y si bien eso hubiera incluido a las invasoras, una ofuscada petición de pasar por encima de quien fuera nacía de una mezcla de lamento, culpa, perdón y alegría, la alegría de haber conocido a alguien que ya añoraba, en su oculto deseo de salvaguardarla.

Era un fracaso de dragón, pero llegado a ese punto su promesa de salvar el planeta chocaba con el de salvar y proteger a Aberrant, cuando las promesas chocan entre si, y las opciones de cumplir ambas se desintegran, el corazón vacío de un dragón que pensaba no poseerlo cumplía con lo que el deber le dice ser más importante, marchitando el sentimiento que pueda poseer, los sentimentalismos no tenían cabida en lo que es correcto, un hecho correcto tan repulsivo como el de fallarse a si mismo.

Su último ataque había ido a parar a una pared. Que mala suerte! Y ahora la muchacha la atacaba denuevo. Nereida intentó esquivarla una vez más, pero su velocidad era impresionante.