Jaycee tomó su móvil cuando a punto de apagarlo estuvo y lo apagó tras leer un mensaje entrante.

Se acercó a katherine con una sonrisa maliciosa, - el viento y el hielo juntos mmmm si tomo la primera letra de ellas EVYEHJ, resto la Y y la J de Yamamoto Jaycee, quedando Eveh, las siguientes dicen O-C-C resaltando la c, significará ¿ok? Luego la única linea con coma, nos llevan, escuchamos, mmmm interesante, bueno, es difícil buscar significado a todo jeje, pero básicamente, quieres decir que el día en que nos dejemos llevar, llamemos Eveh o Evelin a nuestra niña? Ese sería nuestro camino entrelazado e incierto al no saber si será niña? - estaba claro que buscaba sacarle un incendio al rostro de la muchacha, una broma que no le importaría cumplir. Después de todo en Japón un matrimonio con 16 años no era algo tan estrambótico.

- y si es niño? - acabó de bromear.

Katherine, aún ruborizada, escuchó a Jaycee tratando de descifrar su mensaje aunque ella no le había dotado de algún significado oculto.... hasta que él dijo.

quieres decir que el día en que nos dejemos llevar, llamemos Eveh o Evelin a nuestra niña? 

-Wait... Wait... What... WHAAAAAT???

-Pero, pero.... p-rimero d-debemos d-d-de convi-convivir más y.. y.. y...-más roja que un tomate, la inglesa continuó tartamudeando tratando de hilar sus pensamientos-.. y.. l-l-a uni-univ-universidad... Fi-First w-we most k-know our f-families and... y antes d-de tener esos pla-planes y.. y.. y..

Katherine calló dándose cuenta que le costaba hablar con claridad y agradeció que ni su hermano, ni Ilify ni Animae escucharan eso y su reacción.

Jaycee se había acercado a Katherine diciéndole algo que solo ellos dos conversaban hasta que la tranquilidad del sitio se vio interrumpida por un grito de sorpresa de la inglesa.

-Wait... Wait... What... WHAAAAAT???

Seguido de un movimiento alterado donde agitaba sus brazos al chico en ese estado de rubor rojizo extremo.

-Hola Shiro, yo soy Misaki Hikaru, la mil estrellas patea traseros de abusivos, pero llámame Hikaru, y como dices que te gusta patearle el trasero al mal considerame tu amiga. Mucho gusto- y Misaki fue saludo a Shiro en amistoso saludo de manos, y le hizo un guiño a Leticia. -... ¿Lo ves Leticia? no todos los seres humanos muerden, hehe... cuando quieras muestranos a aquellos que te quitan tu dinero y ya veras lo que les espera.-

-Sip, eh oído a los Red Stones, tocan musica muy "cool" me gustan... ¿En verdad una compañera nuestra es familiar de un miembro de la banda? "¡Eso es 20% más genial aun Shiro!" espero que podamos conocerlos en persona... ven con nosotras Lety, te hace falta convivir con otros seres humanos...-

Yo al ver el noble gesto de aquellas dos chicas hace que me sonroje... las escucho y digo con timidez y temblando un poco a todo lo que comentan... -Es-esta bien... me-me llamo Leticia...- la verdad era que mi apariencia seca, solo era una pantalla para alejar a los abusivos... en realidad yo era muy dosil... los buenos detalles sinseros... -¿Red Stones?...-

- ¿cuando voy a verles pues? Mi familia ya está enterada, puesto que está formada por dos personas, tú y yo,...

Era encantadora, esa forma de enrojecerse, de ponerse nerviosa, por un instante le pareció escuchar a Ilify diciendo "¿y tu? ¿No estas nervioso?", aunque solo era su consciencia, no pudo evitar sonreír con un nerviosismo disimulado, se sonrojó ligeramente al pensar en lo que decía.

Solo una cosa estaba clara, sabía bien lo que sentía y eso no cambiaba.

Katherine, aún ruborizada, miró a Jaycee perpleja dándose cuenta que aquellos comentarios parecían ser una broma y rió nerviosa para luego empezar a respirar hondo.

-¿Podrías venir hoy? Si quieres, claro... -entonces se dio cuenta que no conocía mucho de él. Sí, lo había visto siendo custodiado por hombres en traje de negro y que parecía ser el heredero o líder de una organización de mala reputación; pero sabía que no era malo y que pensaba cambiar las bases de dicha empresa.-¿Qué te gustaría cenar? Podríamos ir a comprar los ingredientes y preparar algo.. -recordó cuando Ilify y Animae cocinaron juntos en Hardak y su sonrisa avergonzada pasó a una más afable-Tenemos el tiempo para conocernos mejor y... Sentar las bases para una.. Fa-fam.. Fami...-suspiró otra vez y carraspeó la garganta, mejor tocaban el tema más adelante. . -¿Qué dices?

Tomó la mano del chico para irse acercando al escenario. Seguía agradeciendo esta nueva oportunidad y Katherine estaba decidida a continuar por el sacrificio de Animae. Se imaginaba a la andeliviana observándola con orgullo mientras le animaba con su habitual cálida brisa.

La sujetó con fuerza...

- solo dime que sabes cocinar mejor que Ilify y Animae, y... Que yo... Y sea lo que sea lo que hagamos acabará desapareciendo, y si no sabes mucho tampoco, pongo algunos conejillos de indias a probar lo que hagamos - la broma para enrojecer el rostro de la muchacha, no era tan ficticia, si bien había exagerado tan solo lo que sentía.

- a ser posible hoy mismo está bien, pero lejos del hospital y los bisturís, y otro día te presento a mis muchachos - dijo refiriéndose a los integrantes de la mafia heredada - dan un poco de miedo, muchos tienen rostros o físicos que asustan fácilmente, pero son grandes personas a las que las circunstancias de la sociedad les ha apartado por su "mal ver", la cultura aun mira demasiado el exterior de los demás...

Por ahí en el lado en el que jaycee y Katherine hablaban... El chico la tomó entre sus brazos...

- Que bien - sonrió ampliamente y cuando Leticia le respondió, agregó.

- ¡Son nada más y nada menos que la banda más cool jamás creada! Ellos estudiaron en este instituto y allí se conocieron. El único que no estudió aquí es el hermano de una chica inglesa. Edward... - suspiró ondamente.

- Se presentarán hoy en el instituto, según parece. Hay que llegar pronto allí o quedaremos atrás. ¿Vamos? -.

Hikari la buscó con la mirada, pero ella todavía no había llegado. Tendría que esperar un poco más. Sinembargo, las palabras de Katherine lo reconfortaron y calmaron un poco sus nervios.

-Gracias. Sí, se que ella desconfía. Así que seré cuidadoso.

-Se cocinar.... lo suficiente para sobrevivir-respondió Katherine sonriendo aun con sus mejillas sonrojadas-. Cuando acabe el concierto le avisaré a mi mamá y mi hermano que vas... así no se sorprenderán.

Mirándolo desde arriba porque Jaycee la sujetaba, la inglesa escuchó de sus guardaespaldas con atención porque detectó que aquél tema era importante para él. Los prejuicios estaban en todas partes, y ellos lo vivieron en carne propia con la guerra de sus otras vidas y en la última, con una Aberrant que quería ayudarles y la traición manipulada de Storm Angel.

-Claro, los conoceré-respondió para dar una nueva oportunidad y recibir la vida en la que Jaycee creció. Notó que no mencionó a sus padres, y se aceleró el pulso recordando la situación que ella sufrió y que, lamentablemente, se repitió en este tiempo. El divorcio de sus padres la marcó*, y sus ojos azules se apagaron. Suspiró y se movió para tocar suelo, aprovechando para abrazarlo y quedarse callada unos segundos.

-Todos merecen una segunda oportunidad.. y perdona que suene repetitiva, pero es lo que creo... Además, como te dije, quiero conocerte mejor-retiró su cabeza del pecho de él para mirarlo directamente-... Es lo que queremos, y es lo que ellos hubiesen querido-refiriéndose a Animae e Ilify, quienes lograron conocerse antes de que tuvieran que pelear-... Hay que ayudar a que Chidori se acerque a Hikaru y Umino a Leticia, pero tu y yo sabemos que Leticia querrá estar con la señorita Irisu... nos habremos librado de la guerra, pero seguimos siendo unos adolescentes-sonrió un poco con su comentario y se lamentó, muy en su interior, que sus padres siguiesen separados*. 

-Gracias, en verdad, gracias.

Sentir que sus hombros se aligeraban era satisfactorio, aunque el peso no desaparecía por completo.

Por alguna razón sentir a Mariko en su brazo le daba una nostalgia muy hermosa.

-Creo que daré una disculpa a Mariko después ¿Estas segura de que no interrumpí algo?

Le era muy grato no estar sola, pero también se sentía culpable de hacer que Mariko se involucrara en sus problemas.

Mamá, Papá, ¿estaré aun siendo una caprichosa adolescente?

Pensó eso al darse cuenta de que sonreía involuntariamente al saber que podría pasar tiempo con una amiga.

-… gracias… amiga…

Con su rostro alejado de él, sintió que el escenario se convertía en nieve, los ojos de ella habían palidecido, le preocupó ese instante de bajada anímica e imaginó aquella escena abrigado a su lado, tomando sus manos y besando su frente. No sabía si necesitaba espacio, ánimo, o un poco de ambos.

Estar con ella era viajar por el mundo sin necesidad de moverse, sus ojos eran todo un universo. Bastó ese beso en la frente para que la imaginación del muchacho cambiara de ubicación, su alrededor se volvió nocturno mientras el beso de consuelo duraba...

Pero no era suficiente, el calor desciende por la noche más que rodeados por la nieve,... Respiró su cabello, y supo que las estrellas no estaban hechas para dudar, millones de pequeños focos les miraban, con atención y a la vez con distancia, un sentimiento de atención y soledad unidos en uno. No podía evitarlo, tan solo unos centímetros más abajo... Y casi sin fijarse, sus labios acariciaron el puente de su nariz y como si acabara de cruzar el firmamento encontró un regalo aterciopelado a su eterna búsqueda de a penas unos segundos.

Cuando se cruzaron miradas, parte de la tristeza y peso con la que Katherine cargaba pareció desvanecerse. El eco de las batallas pasadas y las voces en el Gimnasio fueron apagándose mientras la atención de la ojiazul se centraba en aquella mirada rojiza que conectaba en ella. Era real, nada fue un sueño. Ellos estaban ahí a pesar de todo lo ocurrido y la vida les abría camino.

Al sentir su frente los latidos de su corazón aceleraron al mismo tiempo que sintió que su temperatura corporal aumentaba. Estaba nerviosa, ansiosa, feliz... Rememoró cuando lo conoció por primera vez en ese mismo sitio, su salida a la plaza, las pláticas y promesas hechas tanto por Animae e Ilify que fueron un regalo para ellos dos. El aire comenzaba a faltarle, olvidándose de dónde estaba en ese preciso instante. ¿Acaso importaba? No, pues Katherine Tempus podía afirmar que las espinas en su corazón podrían ser desprendidas si tenía la voluntad. 

Y cuando menos lo pensó, sus sentidos se enfocaron en una sola cosa: ese beso. Era diferente al que le dio en la mañana, pues ese cargaba melancolía y anhelo. Ahorita sus labios decían otra cosa: lo amaba. ¿Cómo era posible que a tan solo sus 17 años sabía lo que era el amor? Pues su cuerpo lo dictaba a cada pulso de su rápido corazón, la respiración al compás del suyo y sus manos abrazándolo por el cuello para atraerlo más a sí misma. Por breves momentos olvidó su nombre, su mente ocultó que estaba a punto de iniciar un concierto y que su hermano podría verlos, sus emociones agolpaban en su interior de seguir y seguir con aquella muestra de afecto que los acobijaba.

Tampoco importó cuánto tiempo estaría pasando... o quiénes los observaran. Estaban escribiendo una nueva historia juntos y aunque la compartiría con sus amigos y familia, ellos eran quienes debían tomar su pluma y realizar su prosa. Entre el bamboleo, deseó que Edward y Aimi iniciaran algo, que Chidori pudiese acercarse a Hikaru, que Umino se ganara  la confianza de Lety, que Irisu alcanzara la paz que requería, a Mamoru siendo más fuerte y que Shiro siguiera así de alegre. En otros tiempos, el amor entre ellos era un impedimento racial y político y ahora solo era una expresión genuina de sinceridad, pureza y que al final, con esfuerzo, todo era posible.

-Jay...-se interrumpió, no quería acabar con ese beso. Le faltaba el aire y lo disfrutaba, esperando que esto nunca acabara-... yo... te... a...-de nuevo calló. Por breves momentos le pareció que una cálida brisa alborotaba sus cabellos y agitaba igual los de Jaycee. Casi podría jurar que igual copos de nieve acariciaban sus mejillas... y las famosas mariposas en su estómago. Todo esto era nuevo y viejo al mismo tiempo... y de nuevo olvidó dónde estaba, tan solo deseaba seguir con este hermoso regalo.

No sabía cuanto había transcurrido, tal vez solo un instante, pero como si los orbes detuvieran el tiempo le pareció una dulce y apacible eternidad. Le miró, esos ojos eran su cielo, podía volar y perderse en ellos como si de otra dimensión se tratara.

Se sonrojó con una sonrisa y cogió aire antes de caer desfallecido por falta de este. Sin dejar de verle no quiso decir palabras semejantes a las que ella estuvo por murmurar, de algún modo le daba cierta vergüenza - creo que deberíamos acercarnos antes de que se llene de gente y tu hermano decida que mi cabeza sirve para romper guitarras,...

Cogía aire despacio y lo soltaba en pequeños suspiros, su corazón estaba acelerado, pero se debía esforzar por no aparentar ese estado de furor, quería aparentar calmado y quizás autocontagiarse un poco de esa tranquilidad, la gente llegaría y no esperaría a ver si terminaban sus juegos, sin contar que el profesorado pondría el grito en el cielo, tocaba avanzar, obviamente sin dejar su mano.

- No es una conversación que no podamos retomar después – le sonrió.

- Es una vieja amiga, así que ella lo entiende. Ahora, vamos al coliseo. De seguro que el concierto está por comenzar -.

Al escucharte, Mariko sonrió – De nada, amiga -.

Katherine no pudo evitar reír con el comentario de Jaycee, pero de nuevo le faltó el aire porque aún no se recuperaba y suspiró profundo para retomar fuerzas. Soltó una leve risa avergonzada y asintió con vehemencia a la propuesta del chico. Sus labios exigían continuar, pero su lógica le recordaba que el concierto iniciaría muy pronto.

-Sí, sí... Además, si la señorita Irisu nos ve, como la nueva Presidenta, nos daría un sermón de cuántas reglas estamos pasando por alto... Y mi hermano no te hará nada. Puedo defenderte, ¿sabes?-le miró con atención notando su esfuerzo de serenizarse y apretó su mano con fuerza para darle ánimos-. Vamos... celebremos por ellos también-Animae, Schmella, Ilify... no podía evitar pensar en ellos. Escucharles y convivir con ellos se convertía en una experiencia lejana y nostálgica al mismo tiempo-... Y deja le aviso a mamá que irás-rápidamente sacó su teléfono para enviar un texto-... De momento sin tus guardaespaldas, ¿sí? O que no estén taaaan cerca de la casa. Mamá se pondría muy nerviosa y Edward podría pensar que algún fan adinerado va tras él.

Fue acercándose al escenario junto a Jaycee disfrutando cada segundo, cada paso, su cercanía y su calidez. Era reconfortable y quería continuar así.

-Gracias, por todo-le dijo mientras acomodaba el cabello del chico.

La voz de la directora se escuchó en la megafonía del instituto.

- Por favor, todos los estudiantes diríjanse ordenadamente al gimnasio para dar inicio a nuestro evento de celebración que comenzará en unos quince minutos - la expectativa era grande, ya que para nadie era secreto qué sucedería en el gimnasio. La banda Red Stones tocaría y todos tenían grandes expectativas al respecto.

El lugar se fue llenando, aunque hubo quienes parecían haberse adelantado. Muy cerca del escenario, se encontraba Aimi Kitamura conversando con el miembro más nuevo de la banda: Edward Tempus. Acercándose, estaban Katherine Tempus y Jaycee Yamamoto que se acercaban tomados de las manos a ellos dos. El guitarrista de la banda se subió al escenario. No muy lejos de allí, la cantante Ruka estaba hablando con Koichi Kenta y Mamoru Tsukaima, al parecer dándoles una entrevista. Se despidió de ellos y se dispuso a subir al escenario también, no sin antes plantar un beso en la mejilla de Mamoru. Muchos chicos del instituto vieron la escena y protestaron, pero el rubio no parecía escuchar a nadie. Junto con Koichi, se situaron cerca del escenario igualmente. Shiro Kuroryuu se acercó a los chicos y les sonrió antes de presentarse y quedarse junto a ellos para escuchar el concierto. 

Con más despacio, se acercaron Chidori Maki y Umino Hikari. Estos parecían buscar a alguien en especial entre la multitud, así que no quedaron tan adelante, pero estaban relativamente cerca del primer grupo. Luego, apareció Irisu Dairokuten Mao con Mariko Kitsune, quien fue al frente mientras dejaba a la chica de cabello azul entre la multitud. Ella sabía que debía aparecer frente a todos antes del show, así que no podía mezclarse todavía con sus compañeros. Por último, aparecieron Shiro Kasumi, Leticia García y Hikaru Misaki en las filas de gente. Shiro y Hikaru parecían emocionadas, pero Leticia parecía más a la expectativa de lo que fuera a encontrar. ¿Tal vez no conocía la banda?

La directora del instituto subió al escenario y tomó el micrófono mientras la banda se alistaba al ver que todo el cuerpo estudiantil estaba reunido allí.

- Bienvenidos, estudiantes. Como saben, esta celebración se debe al posicionamiento de una nueva presidenta del consejo estudiantil. La señorita Irisu Dairokuten Mao - la directora señaló en dirección a Irisu y los aplausos no se hicieron esperar. La alta chica de cabello rosa subió al escenario e hizo una reverencia.

- Como saben, ella ha sido nombrada por su impecable labor durante este tiempo y sabemos que no hay mejor persona para ello. Sé que todos los estudiantes te apoyarán en todo momento - sonrió y se acercó a Irisu para colocarle un prendedor con el escudo del instituto.

- Con esto, tu nombramiento es oficial. Presidenta del consejo estudiantil Irisu Dairokuten Mao, felicidades - nuevamente los aplausos. Calurosos aplausos de aceptación por su nuevo logro. Tras esto, una muy sonriente Irisu descendió del escenario para dar paso al show, ubicándose junto a Mariko, quien alzó su mano para que la pudiera encontrar con facilidad. Afortunadamente, no tuvo que caminar demasiado.

- No quería hacer el protocolo muy largo para que tanto ella como todos ustedes pudieran disfrutar de la sorpresa de hoy. Ya los conocen, ya muchos los aman, una de las bandas más populares del momento y que, a excepción de uno de los miembros, todos fueron estudiantes de este instituto. Por eso, tenemos el honor de escucharlos en vivo y en directo. ¡LOS RED STONES! - los gritos de emoción de sus fans no se hicieron esperar mientras la directora bajaba del escenario.

La banda se preparó para tocar cuando el acto protocolario acabó.

 Ruka, radiante como siempre, tomó el micrófono con una sonrisa

Ono el baterista se sentó en su batería tranquilo, calmo, como solía ser él y alzó las baquetas y esperó a que todos estuvieran listos para comenzar.

Tenma el bajista. Un chico callado y poco extrovertido, pero amable. Acomodó su bajo y tras revisar la afinación, miró a Ono para mostrarle que estaba listo.

Takeshi el guitarrista principal y líder de la banda. Afinó su guitarra y se acomodó el cabello para dar una sonrisa coqueta a la audiencia femenina.

 Este era el segundo guitarrista y también cantante de la banda. Desconocido para la mayoría, pero suponían que era el nuevo integrante de la banda. Se colgó la guitarra y miró a Ruka.

Ruka comprendió el gesto y con su adorable sonrisa, comenzó - ¡Hola a todos! - los gritos no se hicieron esperar.

- ¡Somos los Red Stones y presentamos oficialmente a nuestro nuevo guitarrista Edward Tempus! - el guitarrista de cabello oscuro alzó la mano y sonrió mientras su fanaticada femenina le gritaba una buena multitud de piropos.

- Como saben, estamos celebrando la posesión de una nueva presidenta y Murakami-sensei nos pidió que tocáramos otra vez, ya que el último concierto quedó inconcluso por el incendio. Pero hoy sabemos que estamos a salvo y aquí presentaremos nuestra nueva canción. Espero que la disfruten - con esta última intervención, se giró hacia Ono mientras la ovación se hacía sentir. Con los cuatro golpes del baterista, el concierto comenzó.

La energía podía sentirse en el aire. El ambiente era festivo y alegre. Ruka con su dulce voz animaba a la audiencia mientras Edward le acompañaba cantando. Su toque taciturno contrastaba muy bien, lo cual complementaba la puesta en escena de maravilla. Takeshi siempre tan coqueto con las chicas se lucía con sus solos de guitarra, mientras que un enérgico Ono tocaba como si no hubiera mañana. Tenma era dulce incluso tocando, pues no era el más llamativo, pero su interpretación era impecable.

El concierto transcurrió sin imprevistos y la alegría era palpable en la habitación. Este era el comienzo de una semana más para muchos, pero el fin de un capítulo doloroso para otros tantos. El día llegaba a su fin y junto a este, solo quedaba la incertidumbre del futuro. ¿Esta paz sería duradera? Muchos solo esperaban que quienes habían perdido sus memorias, pudieran tener la vida feliz y normal que merecían.

Donde hay luz, siempre habrá oscuridad... Era la única certeza de aquellos cuyas memorias permanecían, pero no quedaba más que disfrutar ese momento de normalidad que les había sido concedido. Con el fin del concierto, se cierra el capítulo de aquella historia que quedará grabada en las arenas del tiempo.

- FIN -