Partida Rol por web

Blancanieves y sus pupilos

Capítulo I: Una por la pena, Dos por la alegría

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21/05/2018, 20:23
Kyran Ó Conaill

Una parte de Kyran sintió una pizca de alivio al escuchar que el viaje tendría que posponerse. Quería llevar a Gwyneth al Ensueño, sí, pero la cosa había echado a rodar muy rápido y tenía que pensar en el otro Ensueño, al menos para asegurarse de que seguiría en pie cuando volviesen. Además, tenía algunas otras cosas que valorar.

También se sintió algo frustrado por tener que aplazar una excursión excitante que sin duda habría estimulado todos sus sentidos. Pero en cuanto Orsi siguió explicando el contenido de aquella carta su ceño se frunció y su mirada se volvió sombría con la mención a los Thallain. 

Dedicó sólo un breve vistazo a la agitada pooka mientras hablaba y asintió con la cabeza a su pregunta. 

Te acompañaremos, viejo —aseguró después, volviendo a mirar al boggan—. ¿Pero dónde nos convoca la baronesa? ¿Cómo podemos ayudar?

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22/05/2018, 18:16
Neakail

Para el Nocker, la inesperada vuelta de tuerca dada por Lady Ban hace unos años, fue una sorpresa que le generó sentimientos encontrados. Le generaban cierta zozobra el recelo de los secretos que desconocía y la fresca frustración que sentía por el rechazado de ella a ser responsable de su educación, pese a las muestras de aprecio más que evidentes y pese a que poco tiempo después ella fundara su propia escuela. Seguramente todo tenía su motivo, pero el Rebelde vestía pieles adolescentes que hacían de su cabeza una marea convulsa de pensamientos y sentimientos.  

Durante todos estos años, nueve ya, se refugiaban en él miles de cuestiones que desearía hacerle. Dada su niñez, al principio descartó abordar nada al no encontrar las palabras debido a los efectos de la corta edad. Ahora, recién cumplida la mayoría de edad, las ansias de respuestas despertaban de su letargo, pero se encontraban con la notable ausencia de Lady Ban por ocupaciones políticas de las él desconocía todo detalle. 

Pese a todo, Neakail albergaba un profundo cariño hacia la Shide. Una especie de lealtad no escrita, innata, como si hubiera estado ahí desde siempre. Tan sólida como la que sentía por Orsi.  

- Podría ocuparme de las armas, aunque no sé si tenemos tiempo para eso... – le dijo al grupo, con decisión - Y creo que Orsi, amigo, deberías quedarte. Sé que esto es importante para ti, pero si la cosa va mal las consecuencias que sufrirías serían terribles... - le miró con preocupación, olvidándose por momentos de su porte de ogro. - Ir la cuadrilla, en tu nombre, Lady Ban lo entendería. - igual que él mismo esperaba que entendiera su preocupación y no lo tomara como una ofensa.  

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22/05/2018, 20:52
Leonore Walsh

Escucho eso de las pupilas desaparecidas y eso causa en mí curiosidad. Mucha curiosidad. Intercambio miradas con Ayla, porque ella sabe qué estoy pensando: “tenemos que saber más”. También quiero saber más sobre esa baronesa, porque me parece que la información que tengo no era suficiente. Nunca lo es.

¿Dónde habrán ido? ¿Se las habrán llevado? ¿Llevarían provisiones? Quizás haya que llevarles galletas si llevan mucho sin comer.

-Claro que tenemos que ir y ahora mismo- confirmo mi asistencia. Adelantamos la excursión y hacemos todo a la vez- acabo mi taza de té y me levanto. Dejo con cuidado a Ayla sobre la silla donde estaba sentada y abro una de las servilletas, de las exquisitas servilletas que Orsi nos pone junto con tan copiosas comidas. Voy metiendo dentro pastitas y galletitas. –Hay que llevar provisiones- informo al resto y coloco todas las galletitas con minucioso cuidado. Las chicas iban a necesitar galletitas, o cualquier tipo de comida dulce. El azúcar es muy bueno para el cerebro, todo el mundo lo sabe.

Inclino ligeramente la cabeza cuando Neakail le dice a Orsi de quedarse. Orsi era el único que podía guiarnos si teníamos que pasearnos por el Ensueño o por territorios extraños. Aunque Kyran también era un chico grande y sabía cosas. Seguro que encontraba a las chicas rápido, se le daba bien encontrar chicas.

-¿Y quién nos va a guiar? Yo no sé dónde ir… Además que Orsi conocerá a mucha gente y nosotros no, quizás Kyran que es viejo, el resto no… Bueno, los gatos saben muchas cosas porque van a muchos sitios y ven cosas… Y yo he leído- digo pensativa. Seguro que tú no conoces a nadie, Neakail. Así no podemos ir…

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23/05/2018, 02:17
D'Orsigny

-Por supuesto que debemos ir- dice el Boggan, recomponiéndose un poco. -¿Que donde?- pregunta un poco descompuesto, alternando la mirada entre Kyran y Deanna. -¡A la baronía Goldtree, desde luego!- dice, como si fuese lo más natural del mundo, y en realidad tenía algo de sentido. La baronía era el feudo de la baronesa, en donde estaba aquella escuela, aquel en el que su palabra era tan suprema como la del mismísimo duque.

Levanta sus pobladas cejas cuando el Nocker habla. -En el depósito están vuestras armas.- dice. Pero antes de continuar, la siguiente sugerencia parece descolocarlo. Al principio parece que su orgullo está herido, pero hay algo más en su mirada, algo que podéis leer como temor. El mosquetero era el más valiente de los changelings que habéis conocido, pero incluso él no puede ignorar aquel desasosiego que sólo el toque de la banalidad puede traer a cualquier changelings. El saber que su alma descansará hasta su próxima vida, y que deberá olvidar por el resto de lo que le queda su verdadera identidad, su linaje, sus aventuras, su historia. Parece incluso más viejo que hace unos instantes.

-Yo... yo- dice el viejo, intentando encontrar las palabras, y retirando la mirada del Nocker. Los susurros de Leonore parecen darle un empujón. -Cierto, temo por vosotros, sois novatos y faltos de experiencia. Y los Thallain son enemigos formidables, aún el más valiente de los caballeros de la corte del archiduque se lo pensaría dos veces. Sería de cobardes abandonaros ahora...- dice, pero sus palabras surgen lentamente. Parece debatirse entre el fuego de su valentía, aquel que le ha llevado a las aventuras, y a la oscuridad que atenaza su corazón, a la terrible banalidad cristalizada que por momentos, le hacía olvidar quien era y de qué era capaz, como si le torturase antes de venir a reclamar su memoria. Aquel era el destino de todos los changelings, aquel era el precio que pagaban cada reencarnación para poder seguir existiendo en el mundo otoñal.

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25/05/2018, 19:22
Neakail

No preguntó por el "donde", porque para él era evidente. Ya había estado allí, hace muchos años, casi una década ya, a menos que hubiera cambiado la ubicación. Iba a ser muy extraño volver después de todo. Ha cambiado mucho, física y psicológicamente, y la sensación temporal se parece más a lo que dura un siglo. 

Observo la reacción de Orsi, albergando el temor de que estalle en ira o algo similar. Todos conocían el ímpetu del que había gozado y de su valentía, pero ya no se tragaba de valor. Se trataba de supervivencia y era evidente que faltaba poco para que su alma feérica se perdiera entre la bruma del olvido otoñal, para vivir el resto de sus días enquistado en un cuerpo mortal.  

- Y nosotros tememos por ti. No nos abandonas, no se trata de cobardía. Se trata de que esto puede tener consecuencias fatales para ti Orsi, y lo sabes. - añade con decisión. - Es mejor que vaya solo la cuadrilla.  

Asesinó a la Sluagh con la mirada. 

- Y si sé donde ir, si no ha cambiado de lugar.  - entrecierra los ojos.

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25/05/2018, 19:47
Leonore Walsh

Neakail sigue insistiendo en cosas que no sabe. Nunca pensé que los nocker además de gruñones fueran cabezones. Era imposible que supiera tantas cosas, no leía libros, solo se pasaba todo el día encerrado en su taller lleno de cachivaches. Era como esos humanos que inventaban cosas electrónicas, como el tipo ese de las gafas que hacía cosas con una manzana mordida. Menuda estupidez una manzana mordida, nadie quería comerse una manzana que alguien había probado y declarado como suya.

-No, no, no, es una aventura y Orsi no se puede perder una aventura. El águila con aspiraciones de pavo real no venía a nombre de Neakailes gruñones, venía a buscar a Orsi. Tiene que venir- insisto y cierro mi atado de galletitas. Vámonos cuanto antes, esas chicas tendrán hambre. Yo tendría mucha hambre. ¿Cómo se llamarán las chicas? ¿Viene en la carta? ¿Puedo echarle un ojo?- señalo el rollo de papel que traía el pájaro para Orsi.

Echarle un ojo estaría bien, solo uno pequeño. Todo por saber a qué nos enfrentábamos, claro. Nada de ser metomentodo, esa gente no solía caer bien. Yo todo lo hacía por el saber y por si había información oculta que yo podría averiguar. A veces la forma de escribir a mano de la gente decía muchas cosas. O eso decía la grafología, que bonita ciencia que servía para leer diarios y saber cosas extra de la gente. Lo más interesante a veces era lo que no se escribía.

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26/05/2018, 20:07
Deanna O'Connor

¿Pero a ti qué te pasa?-bufó, tras escuchar a Neakail- Orsi no va a sentarse aquí, a esperar a que la Banalidad se lo lleve. Esta puede ser la última vez que...-dijo, interrumpiéndose de pronto, cerrando los ojos heterocromos con fuerza, durante un instante, antes de abrirlos, girándose, para no mirar de frente al Boggan, para no ser, quizá, testigo de la inseguridad que surgía en él- ¡Que pueda realizar todas las cortesías que le de la gana en un sitio como al que vamos!- espetó, cruzándose de brazos, mientras apretaba los labios y sus orejas se ponían tiesas, meneándose su cola, nerviosa, tomando su garganta un hondo y tembloroso suspiro- Puede ser la última, ¿lo entendéis? Y a él las cortesías le encantan. ¡Lo sabéis!

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26/05/2018, 21:36
Kyran Ó Conaill

Kyran alzó las cejas en un gesto de divertida protesta por el calificativo que Leonore le había adjudicado. 

—¡Oye! ¿Cómo que viejo? Me queda mucha diversión por vivir antes de ser un sátiro gruñón, entérate, enana. 

Pero lo cierto era que la preocupación de Orsi se le contagiaba y la sola mención a los Thallain hacía que sus ojos tomasen un brillo distinto al habitual, dándole un aire peligroso. Sus ojos ambarinos observaron a Neakail y después a las dos chicas, pero al final fue en el anciano donde se detuvieron. 

—Tú decides, viejo —le dijo, meneando la cabeza. Para el sátiro era él el único que podía elegir su propio camino—. Si prefieres quedarte y enviarnos a nosotros, iremos de buena gana en tu nombre. Pero si quieres venir, te vienes. —Su mano se movió horizontalmente como diciendo «fin»—. Te cubriremos las espaldas, eso no lo dudes. 

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26/05/2018, 23:13
D'Orsigny

Orsi duda, las palabras de Neakail calan profundamente. Pero antes de que el asunto escalará asintió -Lady Deanna, Leonore, por favor- dice recomponiéndose, como si su función de mentor hubiese llegado de repente. -Neakail sólo ha enunciado pensamientos que también están en mi mente. Esto es más que una aventura, y si las sospechas de la baronesa son ciertas, podría ser peligroso...- observó entonces al Nocker y negó con la cabeza. -Pero hay una pequeña que podría estar a punto de encontrar su identidad feérica. ¡Que me parta un mal rayo si ahora flaquearán mis piernas y castañetearán mis dientes! Os he visto crecer y madurar, y sé que mi corazón se partiría de haberos perdidos cuando estábais en aquel momento tan vulnerable- dice mirando ahora a Kyran. -¡Os acompañaré!- sentencia finalmente, ahora con más seguridad en su voz.

-¡Preparad vuestras armas!- dice finalmente. -Si hay Thallain de por medio, Mordedora buscará de nuevo acabar con su maldita estirpe. 5 minutos, tomaremos un taxi e iremos a la baronía Goldtree de inmediato. Cada minuto desperdiciado, es un minuto valioso para encontrar a la pequeña- exclama el Boggan mientras él mismo se prepara. Aunque hay un depósito, Mordedora siempre duerme en la cabecera de su cama, por si alguna quimera traicionera decidiese a atacarle en sus propios aposentos. "A vosotros quizás os parezca raro, pero ha debido pasar demasiadas veces en otras vidas como para que no tenga mi fiel espada a la mano a todas horas" era lo que siempre os decía, seguido del relato de como algún traicionero kithain, alguna sombra proveniente de los rincones de las pesadillas del Ensueño, o incluso su propio ligue intentaba atacarle y cómo él, siempre había reaccionado con una milésima de segundo de ventaja, desenvainado su estoque e iniciado una lucha allí mismo, cruzando aceros, garras, colmillos o cualquier cosa similar.

-Pediré el taxi desde mi móvil.- dice corriendo hacia su habitación, dejando que su voz inunde el lugar por un momento, y aunque suena extraño proviniendo de su anciano aspecto, Orsi es después de todo un adulto joven en el mundo mortal y estas cosas no le son raras, aunque sus arrugas y blancos cabellos y cejas de Boggan Gruñón diesen esa impresión de que ha vivido durante siglos, cosa que era cierta y no lo era al mismo tiempo. -Despachad al ave, responded que iremos de inmediato- dice desde donde está, mientras el alado mensajero, que se ha quedado quieto como una estatua, tan sólo lo ha seguido con la mirada, y ahora se queda observando por el pasillo que ha desaparecido, sin cambiar de posición.

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26/05/2018, 23:49
Ayla

-Tsk, eso parece peligroso- dice Ayla finalmente, en un hilito de voz desde su posición. -Tsk, con mucho gusto cuidaré yo la casa y guardaré la comida para cuando volváis. Tsk, tsk.- comienza a decir mientras trepa hasta quedar en el espaldar de la silla en la que estaba la Sluagh.

-Tsk, y me contaréis luego como os va, que me encantan vuestras historias, tsk, tsk- dice, y aunque tiene ocho ojos verdes, brillantes y curiosos, de alguna manera pareciera evitar la mirada de todos los presentes.

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29/05/2018, 17:42
Leonore Walsh

Arrugo ligeramente la nariz cuando Orsi llama al orden. Yo en realidad más que reprender a Neakail quería buscar una forma de leer esa carta, quizás así sacaría más información sobre lo pasado y podría ayudar mejor. Cuando se tiene toda la información es más fácil ayudar, creo firmemente en ello. Porque a veces pasaba que si solo conocías una versión de los hechos, podías perjudicar a quien no lo merecía. Como cuando alguien te decía que no había probado el pastel, para que le des el último trozo, pero ya se comió dos y nadie lo vio hacerlo. Son debates complicados.

-Nuestras armas…- digo para mí, porque no me acostumbraba a cargar algo que pudiera herir a alguien. Al menos no por ahora y eso que había leído muchos libros sobre posibles peligros, como el monstruo que te come los pies por la noche cuando bajas de la cama y no enciendes la luz. Vive entre las pelusas que hay bajo la cama y solo sale cuando sabe que te puede pillar desprevenido. Sí, un poco raro, pero se hará lo necesario- añado a lo que dice nuestro mentor.

Me guardo bien las galletitas en un bolsillo y hago una pequeña reverencia al ave. No sabía muy bien cómo se respondían estas invitaciones, pero mejor ser cortés. –Que la baronesa sepa que iremos enseguida- le digo y limpio un poco las miguitas que quedaron en mi silla, barriéndolas con una mano y usando la otra como un recogedor improvisado. Dudo un poco antes de tirar las miguitas y se las ofrezco al ave antes de irse. A los pájaros del jardín les gustaban las miguitas de pan que sobraban de comer, también los trozos que quedaban duros y secos si los ablandaba antes con agua.

Acaricio a Ayla, que decide quedarse cuidando la casa. Qué valiente es.

-Te contaré las mías cuando me cuentes las tuyas, hoy no has contado nada- le saco la lengua a modo burla. -Nunca sabrás a quién expulsaron esta semana del instituto.

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29/05/2018, 20:30
Neakail

El nocker bufó con la actitud de Deanna y Leonore. A su parecer, no tenían idea de lo que estaban hablando, de lo que podría suceder si las cosas se tuercen. No estaban viendo la realidad y el riesgo real que existía para Orsi. ¿Qué habían aprendido hasta ahora? ¿A merendar y golfear? ¿Dónde tenían la cabeza aparte de en eso?   

Les diría sapos y culebras, blasfemaría hasta que se quedara seco de palabras y frustración, pero el respeto a Orsi tenía más peso en esa balanza y calló. Él interviene y llama a la calma, no desea que peleen.No obstante, su malestar era más que evidente en su lenguaje no verbal.  

El sátiro parecía tener algo de más cabeza en la situación, pero al final acaba haciendo un movimiento de mierda, en el que solo invitaba a nuestro mentor a dudar más.  

¿¡Cómo podían ser tan estúpidos!? ¡Acarrearían con la culpa si le pasa algo! 

No fue capaz de mirar a Orsi cuando este tomó su decisión. Tampoco podía atarle con un grillete para evitárselo, aunque le gustaría poder hacerlo. Miró con aire ausente hacia la mesa y se limitó a levantarse cuando todo el mundo se movilizó de alguna forma. No dijo más, limitándose a ir por las armas al depósito. Estaba profundamente preocupado y quería masticarlo solo... Que ellos se ocuparan de la maldita ave y de responder tanto que comprendían.

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30/05/2018, 00:59
Deanna O'Connor

Deanna suspiró, tras escuchar a Orsi, y dejó que Leonore hiciera los honores con el ave, así como Neakail iba a buscar las armas al depósito, cruzando los brazos bajo el pecho mientras miraba hacia un lado y otro y finalmente apretaba ligeramente los labios, sintiéndose de pronto desubicada y nerviosa, hasta el punto de notar cómo todo el pelaje que cubría su cuerpo se erizaba. 

- Yo... Yo iré llamando al ascensor. Sólo por si acaso, ya sabéis. No sea que se vaya a marchar.-dijo, sin más, mirando hacia la entrada, comprobando que lo llevaba todo consigo antes de salir por la puerta, tanto ella, como sus orejas tiesas. 

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30/05/2018, 01:55
Kyran Ó Conaill

El sátiro mantuvo la mirada en silencio a su mentor cuando la sintió sobre él, comprendiendo más de lo que pensaba poner palabras, y asintió con la cabeza cuando tomó su decisión, aceptándola.

Después apuró el contenido de su taza hasta el final y se puso en pie para acercarse al ave. Una media sonrisa se deslizó en sus labios al ver a Leonore dándole miguitas, pero no tardó en desviar su mirada de ella para repasar la estancia. Buscaba un bolígrafo, un lapicero tal vez, incluso una pluma y un tintero podría servirle. De encontrarlo el mensaje que escribiría en respuesta al recibido sería breve: «Salimos hacia allá».

Con mensaje o sin él, su siguiente movimiento sería hacia la araña, a la que miró con cierta sorna. 

Tsk, Lady Alya —Hizo una especie de reverencia ante ella y siguió hablando al incorporarse—. Sois muy valiente ofreciéndoos a quedaros protegiendo este lugar, que tantas veces ha sido objetivo de enemigos peligrosos y diversos. Si os sucediese algo en nuestra ausencia, no olvidaremos vuestra valentía. 

Le guiñó un ojo con descaro tras esas palabras y giró sobre sus talones para coger una manzana para el camino. Estaba listo para salir en cuanto Neakail y Orsi regresaran. 

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30/05/2018, 02:46
Narración

Os movéis de prisa. La pronta reacción de Kyran obtiene una réplica del ave, quien aunque parecía inicialmente hostil, recibe el mensaje. Una vez está lista, abre las alas con gran fuerza, creando una persistente corriente de aire frío y se impulsa con varios aleteos para salir por el balcón, dejando tras de sí pequeñas motas de escarcha quimérica que se derriten con gran rapidez. Un último chillido es su despedida, y como una ventisca en invierno, su purpúreo cuerpo se pierde entre las sendas del Ensueño.

Ayla se queda en su sitio, y da la impresión de que sus ojos os siguen a todos y cada uno. No responde sin más, pero susurra por momentos -Tsk, tened cuidado con eso. Tsk, que sois lo más interesante que hay, tsk- y cuando Kyran se despide la araña sólo responde -Tsk, enemigos peligrosos, tsk- murmura de mala gana.

El departamento de Orsi ahora tiene vuestro movimiento. Neakail os trae las armas y reparte pronto el arco de Kyran, la navaja de Leonore y el Estilete de Deanna. Él mismo toma su espada y la cuelga al cinto, mientras Orsi reaparece por el pasillo con su uniforme completo. Su amplio sombrero de pluma, sus botas hasta la rodilla, sus guantes, su elegante uniforme negro junto con su capa, y en su cinto, Mordedora a la derecha y su pistola de chispa del otro. Observándole, no parecía el mismo kithain Gruñón luchando contra la Banalidad, sino un mosquetero veterano de cientos de guerras. No sonríe, pues la ocasión no lo amerita todavía.

-¿Estáis listos, chicos?- dice, pero hace una pausa un momento. Parece que fuese a decir algo, pero al final se decide por avanzar, y vosotros detrás de él. Toman al final dos taxis, para dividirse. En uno va él mismo, acompañado de Leonore y Deanna, en el otro Kyran y Neakail. De cerca, los vehículos recorren el camino hacia las afueras, hacia el este de Glasgow, mientras cada taxista, ajeno a vuestros aspectos, a vuestras intenciones o a vuestra naturaleza, oscila entre la conversación monótona o dejar solamente la música en el radio.

Pronto llegáis al sitio. Siguiendo un sendero agradable que asciende sobre una levemente empinada colina verde, hay una amplia casona de dos pisos que tiene de fondo un bosquecillo de las afueras. El lugar central es amplio y blanco, con un techo rústico y una chimenea cilíndrica; y la estructura se extiende en porciones que parecen alas añadidas posteriormente. Está rodeada de capullos de flores, algunos cerrados y otros florecientes, que comienzan a pintarrajear de diversas tonalidades el lugar, sin llegar a su clímax, que os podéis imaginar debería ser magnífico. Aquel amplio edificio, la baronía Goldtree parecía un gigantesco pastel con glaseado blanco y muchísimas decoraciones en las ventanas y en el techo. Justamente, cerca al andén, hay un letrero enorme en un bloque de piedra que reza en letras doradas.

"Instituto Educativo para Niños Goldtree"

Podéis sentir el influjo de Glamour alrededor del lugar, y claramente, más allá de los aspectos mundanos, podéis ver a los enormes guardianes apostados a lado y lado del sendero: dos estatuas de oso en tamaño real, doradas y brillantes como el sol, cuyos ojos sin pupilas os han observado desde el primer momento. Ni el más talentoso escultor mortal podría emular todos los detalles de aquellos centinelas, que sólo existían como criaturas quiméricas, pero cuya hostilidad inmediata os fue evidente. Una vez pagos los taxis, es Orsi, quien se gira y os dice con su tono amable.

-Muy bien, mis estimados compañeros...- no había dicho pupilos, estudiantes o aprendices, como solía decirlo -... recordad que la baronesa es regente suprema en su feudo. Seguramente ahora no tenga en mente estas cosas, pero os quiero recordar que debéis comportaros de la mejor manera que os sea posible. Hay una pequeña de por medio, y si no faltase más, los ojos de todos los Changelings de Glasgow estarán sobre nosotros durante esta crisis...- dice y sin esperar respuesta, se gira y comienza a caminar hacia los guardianes de la entrada.

Notas de juego

Avanzo, dejándoos la oportunidad de conversar por vuestro lado un poco si queréis. Si queréis deciros cosas sólo entre los de cada taxi, marcad apropiadamente los destinatarios.

Os he narrado las armas que creo que quedaban definitivamente, pero no os cortéis para pedirme correcciones al final.

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30/05/2018, 03:18
Narración

La baronía ha cambiado un poco con los años, ciertamente. Ahora es mucho más grande, las nuevas alas no estaban allí, y el letrero ciertamente no existía. Conserva obviamente aquel aire nostálgico de la primera vez que le visitases en los brazos de Lady Bán, pero ahora el mismo sitio ha crecido y seguramente más sorpresas os deparen dentro. Sin embargo, los dos guardianes sí que parecen iguales, quizás menos gigantes e imponentes que cuando estabas pasando por tu Crisálida, pero siguen siendo tan intimidantes como aquella vez.

-Son los guardianes de mi casa, Neakail. Mientras seas mi invitado, no pueden hacerte nada. Te lo prometo- había dicho aquella vez Lady Bán, la ahora baronesa -Ellos nos protegerán esta noche. Y si mañana les llevas una manzana, seguro que serán más amables- aquellas quimeras parecían la primera línea de defensa del Feudo, y ciertamente tendrían todas las razones del mundo para estar en alerta...

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02/06/2018, 15:43
Leonore Walsh

Sonrío al ver a Orsi bien equipado de pies a cabeza y me guardo mi navaja en el bolsillo. No era mucho, pero era útil, que es lo que buscaba sobre todo. La navaja cabe en mi bolsillo y ahí la guardo.

Ayla tiene envidia y sé que quiere venir, pero lo mejor es que se quede porque alguien tiene que cuidar de todo. No podía estar en todos sitios aunque le gustara. Ya le contaría lo pasado al volver y ella me contaría que había pasado aquí.

Asiento ante las palabras de nuestro mentor y subo con él en el taxi. Si el taxista decide darnos conversación, aunque para él sea monótona no lo es para mí. Le hablo sobre la cría de mulas y caballos especializada tras la edad media, para alquilar a modo de taxi. Centrándose sobre todo en Londres y París, notándose lo avanzados que iban a ser económicamente ambos países. Le hago una leve evolución de los taxis durante el tiempo, recalcando que los taxis negros ingleses eran mucho más elegantes que los amarillos americanos. Termino el viaje con una leve mención a la película taxi driver, que podríamos encadenar con la guerra de Vietnam pero que dejo la conversación para otro momento.

Al llegar quedo satisfecha con la agradable conversación que hemos mantenido y espero a mis compañeros para marchar por aquel sendero. Abro ligeramente los ojos al ver el precioso edificio.

Una pena no estudiar en un sitio así, aunque seguro que es muy caro… Y no tendrán tiempo libre para ir a la biblioteca. Quizás hasta tengan que llevar aburridos uniformes, todos iguales.

-Es un sitio muy bonito- asiento dándole la razón, sobre tener el mejor comportamiento posible. Ser maleducado no era una opción. –Haremos lo mejor posible, Orsi. Recuperaremos a esas estudiantes y les daremos merienda para que no pasen hambre. Luego las traeremos a casa.

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02/06/2018, 16:19
Neakail

Orsi parecía otro con su equipación. Por momentos, ¿quién no pensaría que toda esta historia de su tormento es una mera pesadilla de la que acabamos de despertar?. No dice nada al verle así, no está de humor y se limitó a repartir las armas, aunque sin mirar a la cara a nadie. Tenía muchas cosas que reprochar pero distaba mucho de ser el mejor momento para eso. Eso si, si a Orsi le pasaba algo, parte de la culpa sería de ellos, por inconscientes. O así era según el parecer del nocker.  

El viaje en taxi fue silencioso, al menos por su parte. No tenía ganas de hablar ¿para qué?. Miró furibundo a través de los cristales del taxi, mientras el taxista les deleitaba con alguna charla anodina o la radio vomitaba música de calidad cuestionable. El semblante de Neakail cambió cuando tuvieron frente a sus ojos la boronia. Se incorporó un poco del asiento, atento, dejando que sus ojos notaran las diferencias existentes entre lo que veía ahora y lo que recordaba de aquel lugar. Habían cambiado muchas cosas, aunque el espíritu se mantenía intacto. Se sintió nostálgico y miles de recuerdos se agolparon en su cabeza. Olvida por momentos qué hace allí, sintiéndose de nuevo en la piel del niño que fue no hace tanto tiempo. 

Baja en cuanto pude del taxi, recomponiéndose. Lo que primero mira en ese momento son los guardianes. No parecían tan fieros como entonces, pero no les subestimaba. ¿Se acordarían de él? Se acercó entonces a Orsi:

Los guardines ¿nos dejarán pasar? - le pregunta con dudas - Lady Ban me dijo que no hacen nada a sus invitados y son más amables cuando les dan manzanas...

Se tiene que volver entonces ante el comentario de Leonore.

No creo que esas niñas estén pensando en merienda, zoquete. - niega.

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03/06/2018, 23:17
Deanna O'Connor

Deanna dedicó a Orsi un vistazo cargado de admiración, y una franca sonrisa, a pesar de su mirada inquieta y el movimiento nervioso y oscilante de su cola. Se acercó a su mentor, a su querido mosquetero extraordinario, y colocó el ala de su sombrero, de la manera en que recordaba que debía oscilar, tal y como lo había vislumbrado en aquellos tiempos en los que el mundo comenzaba a recuperar el brillo, sin perder sus matices oscuros.

Suspiró, profundamente, y con un impulso que no supo explicarse muy bien, se abrazó al Boggan gruñón, y besó su mejilla, para retirarse apresuradamente y subirse al taxi, junto al propio Orsi y a Leonore, cruzando las piernas en cuanto se acomodó en su asiento, pensando, involuntariamente, en mantas cálidas frente al fuego, y en estampados de flores primaverales. En libros. En cuentos. Demonios... ¿Habían hecho bien realmente permitiendo que Orsi viniera? Y por otro lado, ¿quiénes eran ellos para impedírselo? Y... Bella... ¿Qué habría hecho en su lugar?

Miró por la ventana, permaneciendo callada, más tiempo del que solía acostumbrar. Lo cual venía a significar poco en cantidad a fin de cuentas, pues después de todo, su inquietud se hizo patente a modo de ensalzamiento de la conversación que mantenía Leonore con el taxista, que de pronto se vio salpicada de curiosas e increíbles anécdotas y hechos profundamente verídicos e irrefutables que de seguro había leído en alguna parte. 

En cualquier caso, no volvió a callar, hasta que hizo acto de presencia el sendero que llevaba a la escuela Goldtree, momento en el cual entreabrió los labios, preguntándose, sin poder evitarlo, mientras avanzaban hacia la puerta franqueada por aquellos fieros osos defensores, si su vida, su niñez, habría sido sustancialmente diferente de haber acabado en un lugar así. Un lugar en el que los niños eran quienes debían ser, y no simples estudiantes etiquetados con aquellas siglas que te obligaban a tomar unas pastillas que te ordenaban el cerebro y le quitaban el color a todo lo que era alegre. 

Olisqueó el aire, y observó con mayor detenimiento aquellas dos figuras, retrocediendo, finalmente, con el pelaje erizado- Creo que los osos y los felinos no encajamos del todo. Ya sabéis, no es que esos guardianes me den miedo ni nada... Pero va a ser mejor que paséis vosotros primero. Para no molestar a Lady Ban.- dijo, encogiéndose finalmente de hombros. 

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04/06/2018, 01:58
D'Orsigny

-Gracias Leonore- dice Orsi a la Sluagh y se voltea para mirar a Neakail. -Es posible que ni tú ni yo tengamos dificultades, pero no estamos solos- le dice al Nocker. -Y tampoco he traído manzanas. Pero esto debería bastar- dice mientras saca la carta del interior de su traje y da un paso hacia adelante. Desenrolla el pergamino y lo extiende frente a los dos guardianes, quienes observan fijamente a Orsi.

-La Baronesa Bán nos ha convocado a nosotros cinco a su feudo- dice con firmeza en la voz. -Ahora vamos a su encuentro. No tenéis razones para detenernos- dice. Los osos no responden, sino que se quedan allí, como estatuas, mirando fijamente al Boggan. Este se gira y enrolla la carta. -Está hecho. Adelante- dice mientras camina por entre ambas criaturas en sus pedestales. Estas prefieren observaros al resto. Cuando pasa Neakail, tampoco atrae su atención, pero cuando Deanna, Kyran y Leonore caminan, pueden sentir los ojos dorados y brillantes sobre ellos, y la tensión de los osos mientras sus pasos caminan junto a ellos. Las quimeras no respiran, no gruñen, pero están seguros que están siendo juzgados silenciosamente. Pero también logran pasar sin más.

Orsi os espera, y cuando estáis junto a él, le da unas palmaditas a Deanna en la espalda. El Boggan, junto a ella, es unas pulgadas más bajo -¿Lo véis lady Deanna? No hay nada que temer- dice mientras sonríe rápidamente y se dirige a la puerta. La puerta de entrada es de madera, y tallada alrededor del borde, hay lo que parece un motivo de una rama con varias hojas y frutos, y la perilla principal parece antigua aunque bien cuidada. A algo más arriba que Orsi, hay una argolla para tocar, y al lado hay un timbre que es lo que emplea el mosquetero. Un "Diiiin" similar al de una campanilla suena. Tras unos momentos un hombre delgado, de edad mediana y lentes abre la puerta.

-¿Lord D... D'Orsigny?- pregunta dubitativo y como si estuviese intimidado. Se trata de un mortal, pues su aspecto no manifiesta ninguna de las características de los linajes feéricos, es un mortal encantado, imbuido con Glamour y capaz de ver no sólo el Ensueño sino sus secretos. 

-El mismo en carne y sueño, muchacho. Y mi cuadrilla. Hemos venido tan pronto como nos ha sido posible. ¿La baronesa...?- comienza a decir el Boggan. El hombre, quien está ataviado con un traje sencillo pero formal, un pantalón marrón claro, un suéter azul y una camisa blanca, toma unos instantes mientras os observa y asiente.

-La baronesa está en su despacho. Os está esperando- dice mientras se aparta para dejaros pasar. Orsi entra y os invita a seguirle con una mirada amistosa.