Partida Rol por web

 Luego de observar un poco el sitio en general, el vampiro se acercaría a Zeus al borde del techo para mirar aquel lugar que parecía ser su objetivo. Se trataba de un viejo hospital que, si bien no estaba fuera de servicio, estaba lejos de ser el primer sitio en el que alguien pensaba al momento de ir a atenderse: no solo estaba casi a las afueras de la ciudad, sino que desde que empezaron a surgir rumores sobre la ética de sus doctores las personas empezaron a ignorar su existencia.

 - ¿El laboratorio es un hospital? - preguntaría Angelo.

 - El hospital es una fachada: el verdadero laboratorio se encuentra debajo - respondería Zeus, añadiendo entonces. - No se preocupen: actualmente casi no hay pacientes, e incluso entre los pocos que hay realmente varios son parte del proyecto que buscan ayudar a la farsa, al igual que la mayoría de trabajadores.

 El hospital constaba de una entrada principal por el frente, así como una secundaria a un costado donde se encontraba también el estacionamiento, ambos también contando con entradas de emergencia: el caso es que en este último lado podían ver como varios médicos estaban cargando unas carretillas cubiertas con mantas a unas ambulancias.

 -Trabajan rápido... Deben estar por trasladar muestras de Void para continuar con el proyecto si pierden este laboratorio: una decisión inteligente -deduciría el enmascarado, volteando entonces a verlos a todos. -. Es momento de distribuirnos: Sayomi y Jess deben llegar al laboratorio para encontrar lo que buscan, por lo que ellas irán adentro conmigo. Aoi, Sora, Angelo: ¿Les importaría impedir que aquella ambulancia salga del estacionamiento, y retener a la mayor cantidad de personas posibles dentro del hospital?

 El enmascarado introduciría una mano en su traje para sacar un pequeño objeto que entonces ofrecería a los últimos tres: un silbato negro cuyo diseño, si bien era simple, resultaba cuanto menos interesante: no parecía ser el típico silbato que se conseguía en cualquier parte, era uno con un diseño único, tal vez mandado a hacer personalmente.

 -Es de un solo uso, pero llegaré de inmediato si lo utilizan -mientras esperaba que alguno de los tres decidiese tomar el silbato.

No sabía que Gabriel nos había ayudado a escapar, realmente me pilló por sorpresa esa noticia... aunque realmente no recordaba demasiado de como fue la fuga, solo que la gente con bata que no era Sayomi no quería que nos marchásemos de allí. No entendí muy bien la explicación de Zeus sobre porque no salvó a Kurai y Void... En mi inocencia, yo pensaba que si podía hacer algo para salvar a mis amigos, lo debía de hacer y no quedarme quieta sin hacer nada...

De todas formas, luego de eso me quedaría junto con Sayomi tomada de la mano... Antes de ver confusa como salíamos a donde no había nada... hasta que... -¡Señor Zeus flotar!- comentaría sorprendida cuando se subió. Luego de eso, iría acompañando a Sayomi a su lado... Y entonces vi como lo que sea que estábamos flotaba... ¡Volábamos sin hacer nada! La doctora me sujetaba, por lo tanto me quedé sentada a su lado mientras miraba debajo -¿Porque poder volar sobre nada sin nosotros mover? Jess deber mover brazos para volar... ¿Y porque nada ser dura y poder sentar sobre nada? ¿Ser nada mágica?- preguntaría con curiosidad, queriendo saber que era eso... ¿Era magia? Lo parecía.

Y al final... llegamos al techo.

Miraría el sitio cogida de la mano de Sayomi, escuchando a Zeus aunque de nuevo no entendiera gran cosa de lo que decía a los demás respondiendo a Angelo. Al parecer iba a comenzar a repartirnos, y yo al parecer estaría con Zeus y con Sayomi -¡Jess estar Sayomi!- obviamente me gustaba estar siempre con ella, haciéndome abrazarla mientras continuaba escuchando -¿Que buscar? ¡Jess buscar mucho y encontrar!- diría... ¡Que misterioso eso que tenía que buscar, no me imaginaba que sería!

Cuando viera el silbato que Zeus les iba a dar a los demás, no pude evitar iluminar mi mirada queriendo ir a cogerlo... ¡Un pito, eso hace mucho ruido gracioso al pitar en la boca! Quise ir a por él para jugar con él... Pero Sayomi no me soltó la mano y no parecía que me dejase ir a por él y cogerlo -Jo... Jess querer pito...- supliqué un poquito... pero si Sayomi decía que no, pues entonces no. En fin... ¡Yo estaba lista para cuando dijeran! ¡Quería salvar a mis amigos!

El modo de transporte le pareció sin duda increíble, aunque nada más escuchar los primeros truenos que precedían la lluvia se preocupó bastante aunque no dijo nada pues parecía que el tiempo se estaba controlando... Debían ser rápidos si no querían que al salir la lluvia los pillase desprevenidos. 

Un hospital, ¿Estaría vacío, no? Bueno, la respuesta de Zeus era clara. Su sonrisa típica iba calmándose a medida que se hablaba de lo que debían hacer y de hecho, en cuanto le dieron una petición directa sobre lo que debían hacer. Aoi volvió a tener esa expresión neutra y fría que asentía a lo que le decían. Era como encontrarse con otra persona, algo en su cabeza parecía hacer click y cambiaba casi por completo. -Bien. Bajaría de la plataforma en ese momento, sabiendo que debían darse prisa si no querían que esas ambulancias se marchasen. -¿Restricciones al daño que se pueda causar? Miró a Zeus con seriedad cuando hacía esta pregunta pues según la respuesta su manera de actuar sería diferente. Dejaría que Sora tuviera el silbato, le parecía mejor opción que llevarlo el o Angelo. Una vez lo tuvieran claro, esperaría a sus compañeros y el siguiente paso debería ser... bueno, bajar de la azotea para ir a por las ambulancias.

-Ahaha, ¡ahora, esto tiene algo de estilo!

Sora no estaba tan temeraria cómo para ir al borde, pero  se veía disfrutando del viaje, de pie. Sayomi estaba actuando como una mamá por más que gruñera ante este título, y Anhelo estaba actuando dentro de lo esperado de lo poco que tenía visto.

-¿En el final del día me recuerdas de dónde saliste? Si venías tan casualmente, quizá esto sea un poco demasiado. ¿O eres de esos que salta a cualquier oportunidad de vandalismo?

Por lo demás, puso las manos en la cintura observando a Aoi torciendo un poco la cabeza. Era curiosa su forma de proceder para ella.

-Mientras que haces apuntes lógicos pareces totalmente dentro de toda esta causa. Pero voy a preguntar mejor cuando estemos de regreso con la comida fría. Por ahora...hm.

Pensó un momento.

-¿Generas agua, absorbes agua, manioulas agua? ¿Todo junto? Diría que es algo temprano para revelar específicas de quirks, pero por un lado es una emergencia, y por otro no me asusta en absoluto. Llámame petulante pero mi quirk es bastante potente, todas las cualidades destructivas del Sol que llevamos batallando como especie y al día de hoy seguimos sin ganar están aquí. Rayos gamma, rayos x, radiaciones solares varias, calor, luz. ¡Destrucción, esencialmente, fuahaha! Y una de sus mayores desventajas ya fue neutralizada con un matrimonio de quirk. ¡Puntos extra si adivinas cuál era! Pero, el punto es que si que nuestra compatibilidad es terrible, pero si generas la suficiente agua podemos abusar un poco de física básica variada.

Cruzó los brazos, mirando hacia el objetivo ya no tan lejano.

-Creo que lo ideal es que inicie yo ahí abajo, haré un despliegue que deje las ruedas, el asfalto o ambos. Pero si tienen dos dedos en la frente, habrá gente que pueda defender las ambulancias o ayudarlas a continuar ruta si sus ruedas quedan obsoletas. Luego de lo inicial trataré de mantener el calor al mínimo pero, no puedes pedirle al sol que sea frío. Mínimamente se sentirá como una noche de verano, cómo pasó anoche. Con esto, ¿estamos preparados?

 -Qué va, qué va: no perdería mi tiempo en cualquier pleito callejero. Lo de ustedes parece algo grande, ¿como pasar una oportunidad así? -respondería Angelo a las preguntas de Sora. -. El sitio de donde salí no es importante: considérame un vagabundo de las calles nocturnas.

 -Son cosas de su poder: simplemente es así -le explicaría Sayomi de forma vaga a Jess, siendo que era otra de esas cosas que sabía eran muy complicadas para explicarle a la pequeña.

  Una vez en el tejado, irían comentado sus planes de acción y la manera en la que se organizarían, especialmente Aoi y Sora que sabían tenían unos quirks tan poco compatibles como potencialmente devastadores si se usaban en conjunto con cabeza. El cambio de rostro de Aoi provocaría una ligera sonrisa por parte del vampiro, quién cruzado de brazos esperaría la respuesta de Zeus.

 -Son libres de reducir el hospital a cenizas -declararía con seguridad.

 Naturalmente, Sayomi negaría a Jess que siquiera tocase el silbato que ofrecía Zeus, siendo Sora quién se lo quedaría por preferencia de Aoi y Angelo, momento en el que Zeus caminaría más allá del borde del edificio empezando a descender por el aire a través de unas escaleras invisibles: parecían formadas del mismo quirk que los llevó hasta ahí, solo que en lugar de una sola plataforma que bajaba parecía crear varias bajo sus pies según iba andando. Sorprendido como antes, Angelo se dispondría a seguirlo, confirmando que ustedes también podían ir bajando los escalones invisibles sin temor a caer al vacío.

 Una vez en el suelo, el grupo se dividiría como se habían organizado, dando marcha al plan de rescate y destrucción...

 Junto a Sayomi y Zeus llegarías al interior del hospital desde la entrada principal. El recibidor era como cabía esperar de un sitio como ese, con múltiples asientos juntos en medio de la sala frente a la barra de atención, con varios pasillos que daban con varias puertas.

 Al otro lado de la barra había un hombre con ropas que recordaban más a un oficinas que a un médico, aunque conservaba los colores que identificaban a los de su oficio. Al principio estaba sumido mirando su teléfono, pero según se fueron acercando alzaría la vista con expresión vaga.

 -¿Necesitan alg...? 

 El hombre se quedó de piedra nada más verles, siendo que Zeus no le daría tiempo a reaccionar antes de extender una mano hacia él para sujetarlo de la cabeza y estamparlo contra la mesa, haciendo que cayese K.O. antes de deslizarse al suelo, luego de haber dejado una mancha roja sobre toda la mesa.

 -Continuemos -diría Zeus empezando a caminar por uno de los pasillos, siendo seguido por ambas.

 Básicamente todas las puertas de camino estaban cerradas, siendo que no se desviarían del pasillo hasta pasar una puerta con las palabras "solo personal del hospital", siendo que nada más entrar darían con una sala con varios doctores y enfermeros, así como varias camillas pegadas a las paredes.

 -¿Qué rayos? ¿¡Quienes son ustedes!? -preguntaría uno de ellos, ignorante de sus identidades.

 -¡Maldición! -gritaría otro que parecía más enterado de los asuntos del hospital, alcanzando a destapar una de las sabanas de la camilla para tomar de ella una ametralladora.

 -Stop -Sayomi se adelantaría a que pudiese tirar el gatillo, extendiendo una mano hacia él mientras mantenía la vista fija, usando su otra mano para ir sacando la pistola y apuntarle.

 Por otro lado, de la docena restante la mayoría de mostraron atemorizados, pero tres de ellos demostraron agresividad al revelar sus quirks: uno haciendo aparecer largas cuchillas de hueso de sus antebrazos, otro creando chispas en sus manos, y el último aumentando su musculatura considerablemente, al punto de rasgar su uniforme.

 -Jess, es momento de acabar con los hombres malos: luego nos ayudarás a encontrar lo que venimos a buscar -te diría Zeus con un tono amable y motivador, bloqueando la puerta por la que entraron con una de sus paredes invisibles.

 Gracias a la ayuda de Zeus, llegaron con rapidez y seguridad al estacionamiento. Una vez ahí, podrían ver como terminaban de cargar una de las ambulancias, preparada para partir cuanto antes. En el tiempo que estuvieron observándolos pudieron identificar a 4 enfermeros que iban y venían con las carretas, yendo de dos en dos, así como dos guardias de seguridad vigilando las ambulancias y otro par de enfermeros esperando para arrancar. Ninguno parecía tener un quirk visible a simple vista, por lo que podían descartar las mutaciones comunes.

 -Parece que aún no nos ven... Creo que es un para evitar que puedan mover las ambulancias por formas comunes para luego acabar con todos ellos -propondría Angelo, tomando en cuenta lo que habían comentado anteriormente. -. También parece que no está el héroe a la vista, así que tenemos suerte por ese lado...

 -¿Cuantas más de esas faltan? -preguntaría uno de los guardias a uno de los enfermeros de las carretas.

 -Luego de que se lleven estas tendremos preparadas más: no podemos correr el riesgo de perder material -le explicaría el trabajador.

 Tenían el factor sorpresa de su lado, con varios de los trabajadores juntitos y distraídos en lo suyo.

Todas las palabras de Sora... me confundieron muchísimo, por lo que en el fondo me alegré de separarme... porque esperaba que no haber entendido todo lo que dijeron supusiera un problema si estaba con ellos, y así no les molestaría. Es que hablaba mucho, era muy difícil entender todo lo que decía. Señor Zeus, Doc Sayomi y yo nos fuimos por nuestro lado, bajando por esas escaleras raras invisibles... Las cuales realmente eran muy poco prácticas... ¿No sería muy fácil tropezarte si no veías el suelo?

Entramos por la puerta grande... Y Señor Zeus no tardó en golpear a la primera persona que nos encontramos. Me pegaría a Sayomi al lado contrario alejado de ese hombre... sobre todo de la mancha de jarabe rojo, pues su olor ya me estaba llegando y haciendo sentir cosas raras. El lugar... aunque no fuera igual, me estaba haciendo recordar cosas, sobre todo al ver a tanta gente con bata... ¡La única persona buena con bata era Doc Sayomi, y también Kurai!

Miraría como Sayomi usaría su poder... ¡Tenía un poder muy chulo con el que paraba todo de golpe! ¡Cogía el tiempo y le hacía "Estop" y nada avanzaba y se quedaba congelado! Zeus dijo que era momento de acabar con los hombres malos de bata... Y aunque hablara con ese tono, yo miraría a Sayomi para ver si él confirmaba aquella orden. Y cuando ella lo hiciera, asentiría -Vale, Jess enfrentar hombres malos- diría asintiendo, quitándome el gorro y desatando la coleta... Porque se me podía romper y me gustaban mucho.

Entonces... me concentraría. Mi pelo crecería un poco más y despeinaría algo más asalvajado, de mis cabellos salieron un par de orejas de oso, mis ojos serían más animalescos, mi boca adquirió levemente la forma de un hocico con los colmillos creciéndome, en mis manos iban saliendo almohadillas de animal, de mis dedos salían zarpas y mi cuerpo y músculos crecieron de tamaño un poco igual al hombre de bata que se le rompía la boca... por suerte mi ropa no se iba a romper porque a mí mi mama me consiguió ropa holgada y amplia -¡POYOGROAAAAR!- rugiría de forma fiera y adorable a la vez... ¡Poderes de oso activados! -¡Jess defender mami y señor Zeus! ¡Groaaaar!- y así, empezaría a correr como un animal a cuatro patas, acercándome al hombre de músculos grandes para pelear con él... En parte parecía que bailaría, pero de forma más animal y salvaje... Lanzando zarpazos y patadas al ritmo de una música en mi cabeza.

Menos mal que se sentía más descansado gracias a la cena de Sora y al rato en el parque con Jess, no sabía qué habría podido hacer de lo contrario pues acabó agotado tras el atraco del banco. Asintió a Zeus por la afirmación sobre lo que podían hacer con el hospital y entonces seguiría a los demás hasta el estacionamiento. Posicionándose tras Angelo. 

Podía ver a unos cinco metros toda la estantería de bombonas de oxígeno colocaditas, al lado de las ambulancias y la entrada*, se giró a Sora y susurró. - Puedo tirar las bombonas de oxígeno, tengo claro que mínimo los enfermeros irán a colocarlas porque será peligroso que se queden tiradas. Como mínimo irán a ver y los guardias se girarán momentáneamente por el estruendo... Sacaría un cuchillo de combate escondido en el interior de su chaleco. -En ese momento podemos reventar las ruedas de todas las ambulancias si tenemos el suficiente sigilo como para evadir a los dos guardias. Luego, se perderá el factor sorpresa pero al menos habremos evitado lo principal. Miraría con suma seriedad a Sora. - Eso sí, evita usar tu fuego cerca de las bombonas de oxigeno, no causarán una explosión pero sí que avivarán muy rápido las llamas. Todos tenían métodos para dejar inservibles las ambulancias por lo que... bueno, no debería ser complicado. -Ah, habrá que priorizar el acabar con los guardias después de provocar tal estruendo, está claro. Miraría entonces a Angelo. - Te he visto, eres fuerte y rápido. ¿podrías ayudar con eso?  

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Si los dos estaban deacuerdo con el plan de acción, no dudaría en hacer salir finos hilos de agua casi imperceptibles de su mochila para que estos se afianzasen en la estantería, tirando de estos hacia atrás, haciéndola caer con todas las bombonas y causando un enorme estruendo en el lugar. Momento en el que desharía los hilos rápidamente y estos volverían a su mochila. 

-¡Llamar fuego a energía solar concentrada es como decirle choza a una mansión! -replicó levemente ofendida, pero asintió prestando oído- Pero, démosle un intento a tu propuesta.

Espero de modo atento al movimiento de Aoi, para levantar calor a su lado. La sensación era como estar muy cerca de un fuego, pero tomó dos pasos de distancia para no ser particularmente abrumadora en cuanto a temperatura. Esperó a que el "vampiro" diera señas de estar preparado, entonces.

Y emergió de la cobertura, apuntando con ambas manos, mas bien con dos dedos. Casi parecía que emulaba el gesto de tener un arma, pero lo cierto es que estaba tratando de emitir solo de los dos dedos extendidos para reducir lo más posible los efectos y repartir minúsculas ediciones entre las ruedas. Debería estar bien si ponchaba al menos 3 de cada vehículo.

-Les aseguro, mañana esto será como un Sueño de una Noche de Verano. -dijo esto con calma, casi con aire consolador, antes de reír y continuar las descargas- ¡Fuahahaha!

 Si bien la atención de sus enemigos estaba centrada mayormente en Zeus y Sayomi, ver como adoptabas una forma más amenazante hizo que te tomasen más en cuenta, siendo que aquel hombre de grandes músculos se prepararía para enfrentarse a ti corriendo en tu dirección para atacarte y a la vez defenderse de tus zarpas, pero no contaba conque tu quirk te permitiese atravesar fácilmente su piel abriéndote paso a través de él con múltiples heridas que lo acabarían tirando al suelo.

 Aquellos veloces ataques bañarían tus manos en aquel liquido rojizo, mismo que también saldría volando hacia todas partes mientras tus garras terminaban de inmovilizar a aquel hombre.

Pum pum...

 Mientras tanto, Sayomi habría apuntado con su pistola al hombre que antes había intentado usar un arma contra ustedes, disparándole en la cabeza con frialdad mientras Zeus se hacía cargo de reunir a los asustadizos en un rincón.

 -¡Malditos! -naturalmente, al par restante no les hacía absoluta gracia lo que estaba sucediendo, lanzándose aquel de las cuchillas de hueso hacia ti para atacarte por un costado mientras continuabas entretenida con el cuerpo del otro.

 Por otro lado, el médico de las chispas pondría toda su atención en la doctora, lanzándole un rayo de electricidad desde sus manos que volaría a toda velocidad hacia ella como un destello, impactando contra una nueva pared invisible justo entre ella y el hombre.

 -De nada -diría Zeus con confianza.

 -Púdrete -la mujer no perdería tiempo y clavaría ahora su mirada en el hombre eléctrico, dejándole paralizado en la nada.

 -Solo espero que esa mansión no nos acabe calcinando a todos -añadiría Angelo con una leve risa, asintiendo a escuchar el plan de Aoi y sin ninguna complicación aceptar llevarlo a cabo.

 Una vez todos coordinados, esperaría con Sora a que Aoi hiciese su movida, alcanzando la pila de bombonas con sus hilos y provocando que estas cayesen una tras otras luego de mover una de ellas, provocando un estruendo que haría a todos los presentes voltear a ver lo que sucedió.

 -¿Qué rayos? -se preguntaría un guardia. -. ¡Ey! ¡Coloquen esas cosas bien la próxima vez!

 Seria entonces que el par de médicos presentes se detendrían para acercarse a la zona de las bombonas con el fin de recogerla, dándoles la oportunidad que esperaban.

 -¡Ahora! -diría Angelo antes de salir disparado de su escondite.

 Los rayos ardientes de Sora golpearían directamente las ruedas de los vehículos, provocando que más que pincharse se derritiesen perdiendo la forma, siendo que fácilmente habrían atravesado incluso al mecanismo interno que movía las ruedas.

 -¡Maldición, están aquí! -se sobresaltarían entonces los guardias, siendo que ambos apuntarían a Sora momentos antes de que Angelo taclease a ambos de forma brutal, haciéndoles atravesar la pared del hospital a uno de forma más brusca que el otro, siendo que mientras uno de los guardias cayó muerto casi al instante el otro tuvo la fortuna de no recibir un impacto particularmente fuerte, dándole tiempo a apuntarle al vampiro y vaciar el cargador sobre él.

 -¡Wooh! -naturalmente, un arma de fuego lo tenía complicado para impactar en él, pero no tanto para llenar de agujeros las bombonas que estaban más atrás. -. Oh, mierda...

 Las chispas provocadas por el propio impacto de la bala en las bombonas serian suficientes para convertirlas en unos lanzallamas descontrolados. Los médicos que estaban cerca tuvieron el desafortunado destino de ser alcanzados por el fuego, ardiendo entre gritos de forma descontrolada mientras se tiraban al suelo en un intento de apagarse. El propio vampiro también vio sus ropas alcanzadas por el fuego, pero pudo apagarlas con rápidas palmadas mientras el primero de los guardias aprovechaba para huir por la sala en la que había caído.

 La entrada del estacionamiento al hospital ahora se encontraba siendo devorada por las llamas, mismas que gracias al gas de las bombonas, ahora rodantes por la presión de las llamas saliendo disparadas de ellas, empezaba a expandirse también hacia afuera, donde estaban estacionadas y ahora estancadas las ambulancias...

 Sobraba decir que los médicos que harían de conductores no se lo pensaron dos veces antes de alejarse de los vehículos y empezar a correr lejos de ahí.

Sora se vio un tanto...no muy feliz de ver lo rápido que aquello pasaba a dejar actualmente gente muerta. Hizo algo de mala cara, y miró a otro lado con un suspiro antes de abordar charla.

-Hey, igual te pasas un poco... -dijo, observando a Angelo- Aunque también es cierto que no dudaron en vaciar un cargador. Pero no me siento del todo bien con esto...en fin.

Miró al guardia.

-Deberías quedarte quieto y esperar a que pase la noche, ¿sabes? Apuesto a que no te pagan lo suficiente para tirar tu vida por lealtad. ¿Qué tal suena que te encerremos en una ambulancia?

Y hablando de las mismas, se aproximó a husmear el contenido de las mismas. ¿Qué era tan importante para no dejar salir...?

El hombre grande de músculos grandes no pudo ni reaccionar... no tendría problemas pues mis golpes y zarpazos eran muy poyotásticos. Continuaría golpeando con mis zarpas hasta que el hombre quedase incapaz de seguir, pudiendo atacar más de una vez antes de que reaccionase... pero entonces me di cuenta de... que en mis manos tenía jarabe rojo...

Pum pum...

Me iba sintiendo más ansiosa y rara... se que no era bueno, por algo mami no me dejaba mirarla o estar tan cerca durante mucho rato. Estuve... a punto de llevarme la zarpa a la boca... Y saborear. Pero no, me sacudí la cabeza y aparté mis manos de mi... ¡No lo podía hacer, mami se enfadaría!

El de las cuchillas de hueso se lanzó a atacarme... pero aunque yo también estuviera más grande, seguía siendo muy esquivosa con mis movimientos, y no tuve problemas en evitar que me golpease -¡Mami!- y luego viera que el hombre que lanzaba chispas intentó atacar a Sayomi... pero por suerte Zeus bloqueó el ataque -¡Nadie intentar hacer pupa mami! ¡Poyogroaaaaar!- corriendo como un animal cuadrúpedo, ignoraría al hombre de los huesos para atacar al que estaba paralizado en el tiempo, antes de saltar sobre él y cubrirle de zarpazos y golpes fuertes... ¡A Sayomi no se le toca!

Atacaría con bastante violencia y enfado seguramente por eso mismo, por atacarla... Tanta que puede que me pasé, y por eso luego me lanzaría contra el de los huesos de un salto, como un gato que salta de mueble en mueble... atacándolo también...

Pum pum...

Cada vez sintiéndome más... rara, pero intentando aguantar.

Todo iba según el plan, bombonas abajo, Angelo encargándose de los guardias, Sora de las rued... No. NONONONONONONO. Las putas bombonas no. Su mirada asesina se posó sobre Angelo y esa falta de previsión por su parte antes de correr hacia el exterior del parking. - ¡Hay que sacar ya mismo lo que hay dentro de las ambulancias, podría ser Void por lo que dijo Zeus! Mientras hablaba no paraba de mirar hacia arriba a todos lados buscando algo en concreto hasta que lo encontró allí, asomando en la azotea. El tanque de agua en el que se había fijado antes de bajar. Tragó saliva, hacer lo que iba a hacer sabía perfectamente el riesgo que conllevaba para el pero... Si no hacía nada, las llamas no solo consumirían rápidamente las ambulancias si no que llamarían demasiado la atención. Había que sofocarlas como fuera. Alzó las manos apuntando hacia donde recordaba que estaba la llave del agua, viendo a penas la mitad del tanque y sus hilos volvieron a brotar desde el contenedor de su mochila. 

Abrió la llave y en cuanto eso sucedió, trenzó todos los hilos en la salida del agua para que esta bajase a presión por los mismos hacia el. Antes de que llegasen las primeras gotas a tocar su mano, corrió hasta estar frente al fuego y dejar que el agua a gran velocidad y presión bajase y no solo lo empapase a si mismo si no a las llamas, para sofocarlas lo más rápido posible. Sabía lo que estaba por suceder, su rostro era de pura frustración pero el plan iba primero.

 Ver como saltabas a por aquel hombre sin darle posibilidades de hacer nada permitiría a Sayomi fijarse en que claramente aquel enfrentamiento empezaba a afectarte: la adrenalina del combate facilitaba que te distrajeses y no pensases en el instinto primario de perseguir la sangre sin más, pero sabía que tarde o temprano esa sensación podría doblegar tu voluntad...

 - ¡ARGH...! - el hombre de los rayos caería ante tus garras sin oportunidad de defenderse gracias al quirk de Sayomi, dándote la oportunidad para saltar de inmediato por el sujeto de las cuchillas alcanzándolo con tus zarpas.

 Aprovechando la oportunidad, Sayomi no dudaría en apuntar para disparar al hombre y darte apoyo, evitando hacer uso de su quirk primeramente para evitar atraparte en él, y también por evitar forzar su vista nada más haber llegado a aquel sitio, disparando pero fallando por muy poco debido a la movilidad que provocabas sobre el hombre al estar básicamente encima de él.

 El caso de Zeus seria diferente, apretando el puño derecho antes de saltar de forma lateral para pasar junto a ti y el médico con la intención de tener una abertura limpia detrás de él, y entonces hundirle el puño en la espalda provocando el ruido de la columna quebrándose. Naturalmente, el hombre caería al suelo tras volar unos metros, momento en el que el enmascarado simplemente agitaría su mano como gesto de relajación.

 - Excelente: prosigamos.

 Ignorando la presencia del resto de trabajadores, los cuales ante tal masacre solo gritaban y lloraban de miedo en una esquina, Zeus se colocaría delante de ti notando en tu mirada como el color rojizo de la sangre y su olor empezaban a calar en tu mente, oportunidad que el hombre no pensaba desperdiciar.

 - Jess, huele esto - indicaría mientras de uno de sus dedos empezaba a gotear aquella sustancia negra. -. En alguna parte de este hospital debe haber más de esto... Encuéntralo, y podrás saciar ese hambre que tienes...

 La mirada de Sayomi era de total desaprobación y odio al enmascarado, pero el hecho de que no hiciese nada para impedirlo significaba que estaba de acuerdo hasta cierto punto con aquella medida.

 En todo caso, el olor de aquella sustancia te resultaba similar al de la sangre, siendo el principal olor que desprendía Zeus en sí, pero también notabas una mezcla de distintos olores en su interior, tantos que era imposible identificarlos todos, y eso solo lo hacía más único...

 Ante el comentario de Sora, el vampiro haría cierta expresión de confusión antes de suspirar levemente.

 - Oye, nunca sabes cuando alguien pueda tener un quirk de bomba nuclear, y nada te asegura que él tenga la misma amabilidad contigo - se excusaría el chico, haciendo un gesto de sutil desinterés con los hombros pese a que su expresión era más de "mí culpa".

 Por otro lado, el guardia causante de aquel incendio no se tomaría de la misma forma la propuesta de la chica.

 - ¡Jodanse! - fueron sus palabras antes de huir hacia el interior del hospital.

 - ¿Lo ves? - señalaría el vampiro para Sora, recalcando que igual haberlo matado hubiera sido lo mejor desde su punto de vista.

 En todo caso, la atención ahora estaba en las bombonas ardiendo. La mirada asesina de Aoi haría que Angelo hiciese otro gesto de "mí culpa" antes de mostrarse confundido por su declaración.

 - Espera, ¿cómo va a estar alguien en una de esas carretillas? - se preguntaría el vampiro.

 Seria entonces que Sora, llevada por la curiosidad y confiando en que alguien sin quirk ígneo pudiese hacerse cargo de las llamas, se acercaría para revisar el cargamento que los médicos momentos atrás estaban subiendo a las ambulancias.

 Deben estar por trasladar muestras de Void para continuar con el proyecto si pierden este laboratorio: una decisión inteligente

 Zeus y Aoi parecían estar en lo cierto, siendo que al destapar las sábanas la chica encontraría varios frascos de gran tamaño conteniendo en su interior unas masas celestes y semi-trasparentes que se meneaban al más ligero movimiento cual gelatina. En cada carretilla iban seis frascos,  todos con muestras de tamaños casi idénticos pero formas aleatorias, y había un par de ellas en cada ambulancia.

 - Anda... - sin esperar a procesar su sorpresa, Angelo se dispondría a ayudar a Sora a sacar las carretillas de los vehículos, todo mientras Aoi se hacía cargo de las llamas.

 Haciendo uso de su quirk, el chico no solo alcanzó a abrir un tanque de emergencia en la cima del hospital, sino que a través de sus hilos guio el camino que el agua seguiría para caer desde el techo y acabar bañando las  bombonas. Naturalmente, al estar cerca Aoi también terminaría empapado de pies a cabeza, siendo que mientras el agua aún caía se podría observar como sus prendas de la cintura para abajo empezaban a rasgarse a la vez que sus piernas se unían: sus rasgos cambiaban a unos más finos y brillantes bajo las aguas, haciéndole aparecer una gran cola de escamas azules donde antes tenía las piernas. De sus prendas, el chico solo llegó a conservar lo que llevaba de la cintura para arriba.

 Tras quedarse unos segundos apreciando la escena, Angelo simplemente aplaudiría al chico.

 - ¡Nada mal, chico tritón! - felicitaría con optimismo, viendo que su error había sido corregido en cuestión de segundos.

-¿Hey, alguien va a atrapar a ese suj...?

Sora giró la cabeza diciendo esto y pestañeo una, dos veces.

-¿Hah...? Oh...hermoso. -dijo esto, con aire confundido, pero complacido- Parece que el manejo de agua es solo una parte de tu quirk. Pero...

Ella miró a un lado y a otro, cómo queriendo señalar algo pero sin saber por dónde. Tras un momento, carraspeó y volvió a la tarea, con una sonrisilla mientras decía algo, muy casualmente:

-No irás a necesitar arrastrarte por el próximo rato debido a no tener piernas, ¿verdad? Algo hermoso pero que es inconveniente derrota algún que otro propósito. Aunque yo particularmente apoyo el estilo por encima de la practicidad, hehe...oh, ¿te importaría una foto? Soy bastante familiar con que se haga rudamente y sin consultar, por mi anterior línea de trabajo, así que prefiero no perpetuar lo mismo.

Recompuso su foco en breves, y dió un vistazo a los frascos.

-Hey...ese chico Void no se veía particularmente robusto, y estos frascos no son particularmente poco numerosos o pequeños. ¿No sé siente que estás muestras son más de lo que su masa corporal sería? O cuánto menos algo equivalente...¿que le hicieron...?

Las facciones de Aoi eran sumamente delicadas en esa forma, las escamas brillaban con el agua de manera iridiscente mientras las aletas parecían seda caída. A su espalda también tenía unas grandes aletas caídas y pegadas a la columna. Posiblemente en el agua fuera realmente hermoso verlo desplegarlas y ondear en el líquido transparente que le daba vida. las bránquas se encontraban entre las costillas, se podían ver pero sorpresivamente no eran desagradables a la vista ( No son como las de acuaman en la serie The Boys)

El fuego se apagó en cuestión de segundos gracias a la gran masa de agua que dejó caer a través de sus hilos y cuerpo, con el resultado esperado y nada gratificante para el. Suspiró pesadamente mientras veía a Angelo y a Sora con cara de no querer ni un comentario sobre su estado. Agarró con la mano la pistola del pantalón ahora roto en el suelo, viendo como la chica se dedicaba a pedirle fotos. 

-Si me traéis unos pantalones y tú me secas con tu calor no voy a tener problemas en que me hagas una foto. Siempre y cuando no la difundas. Parecía serio ante aquello, en su mente aún estaban de misión por lo que seguía enfocado en lo que debían hacer. -Angelo, destapa todos los contenedores. Si Void es fuerte, debería poder salir por si solo de ahí. Dijo que era un slime, no debería costarle volver a su forma. A el solo le quedaba esperar a que Sora le ayudase a volver a tener piernas humanas y un pantalón a su disposición, aunque no perdía el tiempo y de mientras, apuntaba con su pistola hacia la entrada del hospital que tenían en el garaje, estando también atento al boquete en la pared desde donde había sido asesinado uno de los guardias. Desde luego por allí no lo tomarían por sorpresa. 

Cuando Zeus le pegó al médico, saltaría para quitarme de encima y alejarme de su impacto y así no salir herida. Al ver que el combate parecía acabar, jadeando un poco mientras recuperaba poco a poco mi aspecto habitual, desinflándome y perdiendo los rasgos animalescos hasta quedar como siempre. Quería intentar no centrarme en la sangre... y limpiarme las manos sobre todo para no estar tentada de lamerla.

Cogería una de las sábanas limpiándome las manos, quedándome al lado de Sayomi... hasta que Zeus se puso delante de mi diciéndome que oliera algo -¿Jess deber oler algo?- preguntaría... viendo esa cosa negra que goteaba. Al principio empezaría a olfatear... pero los pelos se me pusieron de punta y volví a sentirme turbada por aquello -¡Ser jarabe rojo negro!- diría alejándome un paso y tomando la mano de Sayomi... alterada y asustada -¿Porque Señor Zeus poner oler jarabe rojo negro? ¡Jess no deber oler tanto jarabe rojo!- le preguntaría... ¡Hasta Sayomi puso mala cara a Zeus! Pero tampoco dijo nada...

Si ella no decía nada... tendría que hacerlo, aunque se notase en mi cara mi incomodidad -¿Porque haber jarabe rojo negro de Señor Zeus en hospital...?- no pude evitar preguntar... pensaba que la sangre estaba dentro de las personas, no fuera. El olor me alteraba... pero era fácil de reconocer... Así que intentando aguantar las sensaciones raras, empezaría a seguir el olor si localizaba el rastro... Olfateando el ambiente como un perro para encontrar lo que decía.