Partida Rol por web

 - Qué hermosa relación parecen tener: me alegro por ustedes - respondería el hombre con esa sonrisa cálida en el rostro, antes de mostrarse sorprendido e interesado durante algunos instantes al escuchar lo del cumpleaños de Sora y su mayoría de edad. -. ¿De verdad? ¡Felicidades! Me aseguraré de hacer llegar algún presente a su hogar. Adicionalmente... - dando pasos rápidos pero muy delicados y precisos, Agravain acortaría distancias con la chica para sacar de uno de sus bolsillos lo que parecía ser su tarjeta de presentación: minimalista de color totalmente blanco, con letras negras y lo que parecía una pequeña salpicadura de vino como parte del diseño. -. Ese es mi número. Puedes llamarme si algún día necesitas asesoría legal con algún asunto, o si simplemente quieres acordar un encuentro para cenar y pasar una noche agradable en algún restaurante...

 - ¡Agravain-san! - esta vez el abuelo fue más directo en intentar pararle los pies al hombre, no siendo capaz de evitar que le entregase el número pero si de acercarse para sujetarlo suavemente y apartarlo un poco, mientras el abogado continuaba con su sonrisa encantadora. -. Muy bien... Si estas aquí es que el resto ya debe estar reunido... Vámonos en mi auto - dicho eso, Noritaka voltearía a ver a su nieta. -. Lo lamento, Sora-chan: me gustaría pasar el resto de la noche contigo, pero tengo una reunión de viejos amigos a la que debo asistir. ¿Tienes dinero para el taxi? - la respuesta era obvia.

 De ese modo, parecía que la tarde con su abuelo iba llegando a su fin, siendo que si no había nada más que decir ambos adultos se dirigirían al auto para que el chofer los llevase a donde debía. Mordred se despediría de su nieta con un buen abrazo, y una vez en el asiento trasero del vehículo Agravain bajaría la ventanilla para hacerle a Sora un gesto de "llámame", gesto del que el abuelo se daría cuenta y por el cual se lanzaría sobre el hombre para hacerle bajar la mano mientras el auto finalmente partía.

 - Entonces ese era el abogado del que me habló Battler-san... - concluiría Keitaro, quién había permanecido un tanto apartado de toda la situación mientras se despedían. -. ¿Puedo intentar persuadirte, o ya tienes pensado cuando llamarlo...?

¡Doki!

Pescó la tarjeta y casualmente la guardó de manera inmediata, No quería disgustar a su abuelo, que parecía sumamente estresado.

-¡Agravain-san! Por la reacción de mi abuelo, parece que el trato con usted son puros problemas. Me voy ya, no es mi intención hacerle mala sangre a mi abuelo. ¡Trátelo bien! -no demoró a ambos mucho más, y le costó un poco hacerse la desentendida hasta que el anciano se fue con el hombre. Ella misma llamó a un taxi con su celular, y miró a Battler con una mirada diciente en cuanto a encontrar aquello divertido.

-Oh, deberías dejarme disfrutar el momento. Lamentablemente no me hago ilusiones, ¡debe tener esposa! Pero apreciar la belleza ajena es algo que puede hacerse inofensivamente.  ¡Aunque  me gusta su arrojo! De todas formas no te preocupes, ya eres muy apuesto por tu cuenta, Kei-kun. Seguro a su edad lo superas según mis cálculos. Pero, ¿qué tanto se dice de él y hace con el abuelo?

 - Ara~ Ara... Y pensar que un amigo de confianza dañaría de esa forma mi imagen... Pero puedo asegurarte, pequeño sol, que no hay problema que un buen abogado no pueda resolver: y se da la casualidad de que conozco a uno bastante bueno - respondería el hombre con una de sus sonrisas, sin querer hacer aquella noche más complicada para Mordred cooperando en retirarse pronto del sitio, dejando así a la chica con su novio y mayordomo.

 - Qué sea tan arrojado es lo que me preocupa, no que yo pueda ser más o menos atractivo: tengo la seguridad de que en unos años no me podrás quitar los ojos de encima - un comentario que de cierta manera dejaba en evidencia que de hecho sí, la forma en la que Sora quedó atrapada por la belleza del adulto le había afectado, pues realmente Keitaro no era de presumir de su propio atractivo. -. A ver... - para responder a su pregunta, el chico inicialmente sacaría su teléfono para poder respaldar todo. -. En general no sé mucho que el resto no sepa. Es un abogado con un historial impecable de juicios ganados: hasta los juicios que apuntaban totalmente a acabar con el acusado en la cárcel daban una vuelta de 180° cuando él es el abogado o quien lo aconseja. Para misterio de nadie, es muy famoso entre el público femenino, y de hecho hay mercancía promocional de él: claramente no limita su obtención de dinero a evitar que gente vaya a la cárcel... - mientras revisaba el celular, Keitaro guardaría silencio durante algunos segundos, pensativo. -. Por supuesto, que un Héroe Abogado se relacione tan bien con uno de los mayores villanos del país hace evidente que no tiene las manos tan limpias como aparenta, pero al menos no parecen haber rastros de acusaciones de ningún tipo hacia él: esta completamente limpio... Y soltero - confirmaría enseñando el teléfono a Sora para que viese un poco más de información del hombre. Nada que no se pudiese encontrar fácilmente con una búsqueda, siendo que se hablaba de su gran reputación como abogado, asesor y empresario comercial, sin ninguna mancha incriminatoria en su historial. -. Realmente desconozco que negocios o pasatiempos tiene con Himeko-sama, pero que compartan títulos de caballeros no me parece coincidencia... En fin: ¿Tienes planes para esta noche? - y así sin más, intentó cambiar de tema: para nada le había afectado el atractivo implacable de Agravain...

-Kei-kun. -dijo con tono de regaño- No tienes nada de que estar preocupado, si es el caso. Eres mi novio, y la primera persona que me aceptó como soy.

Se reclinó.

-Sin embargo, sabes desde el comienzo que elegí una forma de vida poliamorosa, persiguiendo todo aquello que es bello para mi, y tú estás incluido en ello: eres una persona bella en un cuerpo apuesto.

Sora se tomó un momento para inspirar el aire de la noche en la espera, y soltarlo lentamente.

-Y solo aquellos que puedan aceptar mi estilo de vida, pueden estar cómodamente a mi lado. -puso las manos en la espalda, y le observó con aire tranquilo y una leve sonrisa- Sin embargo, si esto te hace daño, soy la primera en animarte a que busques a alguien con más decencia. Quiero que priorices tu felicidad antes que todo, ¿lo entiendes, verdad? Si es conmigo, debes saber que jamás te desplazará nadie del presente o el futuro. Y si es con alguien más, estaré contenta por ti. ¿Entiendes?

Inclinó levemente la cabeza antes de atender su pregunta.

-Llegaré y me cambiaré para ir a la sala de ejercicios hasta que me sienta como para dormir. Eres libre de unirte a la sesión o descansar. -carraspeó- Sobre Agravain...y si, sobre otros, hay muchos nombres cercanos al abuelo que son sospechosamente relacionados en mitología. Es una coincidencia extraña, o no es una coincidencia. Quizá todos ellos conduzcan ilegalidades en privado...pero siento que podría ir más allá de eso. Pero sobre él en particular, ¡no sé si pueda esperar que me tome muy en serio! Pero me gustan las personas con clase y audaces. ¡Y creo que los trajes formales son lo mejor que puede pasar al aspecto de un hombre!

 Ante la respuesta de Sora, el chico guardaría silencio mientras mantenía su vista en ella. En su mirada se podía notar que no disfrutaba de escuchar a la chica decirle algo como aquello, no era su intención que pensase que estaba en contra de su forma de amar, y mucho menos que le hacía daño, y fue algo que quiso dejar claro mientras se mostraba arrepentido.

 - No es nada de eso, Sora-san, yo solo... Me preocupo por ti. No tengo problemas conque ames a otras personas, pero temo que puedas llegar a tomar una mala decisión de la que no te puedas arrepentir - dicho eso, Kei alcanzaría a tomar suavemente la mano de la chicas, mirándola a los ojos con una decisión que le faltaba hace unos minutos. - Pero aún si llegas a ese punto... Seguiré contigo.

 Una vez Sora le explico sus planes para la noche, el chico confirmaría que se quedaría con ella hasta que fuese a dormir, momento para el cual el taxi que pidió Sora ya se asomaba en la esquina de la calle.

 - Pensé en algo similar luego de ver a Bedivere en la television...  Desconozco que tanto sea solo una coincidencia, pero todo apunta a que hay relacion entre los que portan esos títulos... 

 Una vez en el taxi, podrían dejar esos temas complicados y disfrutar de un agradable viaje nocturno de regreso a la mansión. Keitaro se adelantó al gimnasio para preparar las cosas, de modo que cuando Sora regresase tuviese todo lo necesario para hacer su rutina.

-Nadie sabe que decisiones van a ser malas o no. Ayer por ejemplo, crucé una línea que nunca hubiera querido cruzar, gente murió gritando por mi Sol Negro. Necesito...algo de tiempo para procesarlo. Decirme que era inevitable me calma hasta cierto punto, decirme que las cosas no van a cambiar jugando limpio también. -examinó sus pensamientos al respecto, con gesto preocupado- Si hay una mala decisión de la que no me pueda arrepentir, es esa. En el final del camino, que pueda vivir conmigo misma o no con esto y lo que siga será lo que me indique si valió la pena.

Le sonrió, dando el tema por cerrado.

-Pero por ahora puedo ser indulgente conmigo misma para poder dormir tranquila. Lo ideal es que me quite la sensibilidad de a poco, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Pero me ayuda tenerte cerca.

Pidió al taxi hacer una ruta escénica, bordeando la costa. Sencillamente disfrutó del paseo en silencio, acurrucada junto a Keitaro. De vuelta al hogar, y en la ausencia de Mordred, comentó de vuelta, ya al trote sobre una caminadora.

-¡Seguramente tengan su reunión de caballeros malignos! Después de todo aunque el abuelo tiene muchos negocios legales y franquicias, también se por encima que tiene sus asuntos sombríos. ¡Después de todo, todos mis documentos falsos y los suyos no se consiguen en la tienda!

Estuvo unos momentos tonteando con el teléfono para guardar el número de la tarjeta en el mismo. Estuvo unos momentos escribiendo y borrando, hasta que al final quitó algunos emoticones y y envió:

¡Hey, señor Inukami! 

Sora aquí, este es mi número ❤️

No hay llamada aún, además de que imagino que tratan temas importantes.

¿Supongo que no puede darme alguna migaja de lo que está pasando?

 Al escuchar a Sora, Keitaro se percató de que había ignorado como se sentía la chica luego de lo sucedido recientemente: sabía que era de las que decía una cosa pero en el fondo pensaba otras, al menos hasta cierto punto.

 - Sora-san, que te preocupes tanto por esas cosas son la evidencia que necesitas para saber que sigues del lado correcto. Tienes razón al decir que nadie sabe cual decisión será mala o no: lo importante es saber vivir con ello, ¿no? - desde ese momento, supo que tenía que hacer algo para ayudar a la chica a despejar su mente.

 Correspondiendo con una ligera sonrisa, el chico cerraría el tema con un abrazo a la peli-rosa antes de subir al taxi, donde disfrutaría del viaje nocturno con ella hasta regresar a la mansión, donde compartirían entrenamiento nocturno en el gimnasio de la familia.

 - Seria mucha coincidencia que todos los que tengan nombre de caballeros estén relacionados entre sí, ¿no...? Una cosa es tú familia, pero el resto... - pensándolo un poco, el mayordomo no terminaba de descartar la idea, pensando que si Mordred conocía a un abogado con aquel título, también podía conocer a otros... -. Nah, no es posible... - concluiría antes de bajar de la barra: para ser alguien físicamente delgado, lo compensaba con músculos entrenados y muy buena técnica acrobática.

 Serian luego de poco menos de un minuto que el celular de Sora le notificaría de haber recibido un mensaje de vuelta. Más específicamente, una imagen adjunta al mensaje.

 La selfie, tomada por el dueño del teléfono, lo mostraba a él mismo y sus acompañantes en una especie de restaurante subterráneo donde compartían una única mesa redonda. El hombre miraba a la cámara con una de sus amables sonrisas y uno de sus ojos ligeramente abiertos con sutil tono malicioso. A su lado, Yoishiro Hanamune, a quién también se conocía como Bedivere, posaba con una sonrisa de confianza y un gesto de paz con una de sus manos. De tercero estaba un hombre de cabello largos y cuerpo tatuado, quién disfrutaba de un puro mientras apenas dedicaba una mirada de reojo al teléfono... Y de fondo estaba Noritaka con un aura de ira y pánico a partes iguales al ver que Agravain se había puesto a tomar fotos de ellos en una situación donde naturalmente no debería estar dando migajas...

Aún faltan algunos por llegar, pero esos no serán tan colaborativos para posar a la cámara.

No te dejes llevar por la codicia, darling ❤️

Sora casi se tropezó con sus pies el ver la respuesta, pero manejo sostener el paso y el móvil.

¡Me hiere que guardases semejante secreto, abuelo!

En breves estaba haciendo zoom en cada presente buscando detalles.

Delicado y elegante...¡que rostro definido! Y...oh, hello señor tatuado que no se ve tan mayor. No me gusta el aroma a cigarrillo pero haría una excepción, he escuchado que los puros valenloque valen porque no poseen las porquerías de los baratos.

¡Es difícil! Pero haré lo posible.

¡De nuevo, trata bien a mi abuelo!

¡Ahhh! ¡Quiero estar ahí! ¡Realmente quiero! Guh...necesito comenzar a insistir al abuelo de que me lleve a reuniones de negocios de la tentativa mesa redonda del mal. ¡Hasta encajo temáticamente! No me importaría recoger el nombre de nuevo si me da entrada.

Luego de esto se dedicó a correr a más velocidad para agotarse más rápido.

Energía casi completa ¡check! Me caería bien algo de comida real...

Trató de enfocarse en otras cosas. Ella era (casi) y adulta. Ella. No. Rogaría. Esa. Ubicación.

 Evidentemente el mal movimiento de pies de Sora no pasaría desapercibido para Keitaro, pero el chico se limitaría a enarcar una ceja y restarle importancia deduciendo que había decidido escribir al amigo de su abuelo, y este superó sus expectativas con la respuesta.

 - Quieres pedir la ubicación de la reunión, ¿cierto? - no obstante, habría acabado acercándose por detrás de la chica para ver desde un costado el teléfono y la imagen. -. Se que Himeko-sama nunca te ha negado nada, pero veo complicado que acepte fácilmente en que te relaciones con Agravain y alguien de seguridad pública... Para empezar, no me pareció verlo muy entusiasmado de tener que ir él - por otro lado, sabía que el abuelo era débil a las insistencias de su nieta. La pregunta era: ¿realmente no rogaría por asistir a próximas reuniones?

 Luego de una rutina de entrenamiento nocturno, les esperaba una agradable y completa cena en el comedor. Desde el último mensaje no hubo más respuestas por parte de Agravain, por lo que Sora tendría que conformarse con la foto y resistir los muchos pensamientos que pasaban por su cabeza al respecto.

 - Me adelantaré a prepararte el baño... - diría entonces Keitaro tras terminar de comer, despidiéndose con una reverencia propia de un mayordomo antes de dirigirse hacia la habitación de Sora. Aquello era cuanto menos inusual, siendo que como novio y más como mayordomo no solía dejar a la chica comiendo sola, por más que le faltase poco para terminar o tuviese cosas que preparar.

 La ex-idol podría terminar de disfrutar los deliciosos platillos que los cocineros habían preparado esa noche, antes de volver a su habitación esperando encontrarse a su chico terminando de haber preparado una tina caliente con sus preferencias para terminar la noche, y si bien encontraría el resultado de los preparativos del chico para que pudiese relajarse, no había rastros el propio Keitaro.

 Seguramente se estaría bañando en su habitación para luego poder terminar de pasar la noche con ella, pensaría naturalmente, decidiendo disfrutar de la tina caliente el tiempo que fuese necesario antes de salir y prepararse para dormir, solo que para entonces tampoco se encontraba presente el mayordomo.

Estando a solas, Sora descubrió que su mente volvía muy rápido al tema de lo hecho. Por lo cual en breves la habitación fue llenada con el sonido de reproducciones aleatorias desde la televisión, para hacerle compañía. Les daba poca importancia mientras trataba de resolver sus sentimientos de forma convincente.

Creo que estoy en proceso de deshacerme de cargas emocionales. Si lo ignoro lo suficiente, probablemente lo normalice. No ha habido muchos grandes cambios en el mundo sin algo de violencia, después de todo. Por ahora...

Se dedicó un poco más a consentirse para ensordecer su moral, buscó algunos bocadillos empaquetados para llenarse al punto de que le doliera el estómago, se dedicó a algunos juegos, y solo cuando se sorprendió cabeceando sobre el colchón se fue a dormir, para asegurarse de ir directo a la tierra de los sueños sin desvíos. Verdaderamente, una forma decadente de hedonismo pero efectiva.

 Luego de una noche pesada, la luz de un nuevo día se filtraría a través de las cortinas de la habitación. La calidez del sol traía consigo un despertar con muchos pensamientos, pero Sora ya tendría tiempo para eso luego de prepararse para un nuevo día.

 A diferencia de anteriores noches, esta vez no llegaría nadie a despertarle, aunque junto a su cama ya se encontraba un carrito con el desayuno preparado.

 Después de asearse y alistarse para ver que le deparaba el destino ese día, la línea de eventos comenzaría con una reunión con su abuelo en el patio de la mansión, un amplio espacio decorado por abundantes flores de colores y fuentes de agua cristalina, donde bajo un pequeño techo con cristales el hombre en bata disfrutaba de un té caliente, todo mientras revisaba algunas noticias en su laptop.

 - Oh, Sora-chan, buenos días - le saludaría al verla aparecer, con una de sus radiantes sonrisas. -. ¿Cómo pasaste la noche?

 El día anterior se habían separado por la reunión secreta de Mordred con sus amigos, aunque esta no debió haber durado hasta altas horas de la madrugada si el señor se veía tan fresco por la mañana.

 - ¿Tienes planes para hoy? Pensé que podríamos dar otro paseo como el de ayer, si no tienes nada en mente.

-¡Buenos días! ¿Has visto a Kei-kun? Usualmente se hace ver. -Sora se acercó aún un tanto despeinada de la noche, parecía ser una mañana perezosa para ella. Se había puesto una bata encima, la cual no dudo en desprender en el sol para revelar pantaloncillos cortos de pijama y un top corto a juego, con pequeños periquitos de colores estampados.

-Aún me conviene tener la cabeza un tanto baja luego de lo de anteayer. Pero, ¡más importante que eso! -le miró con tono alegre pero exigente, siendo que ayer algo había capturado su atención- ¡Dime de la reunión! ¡Me estabas escondiendo que tenías tantos amigos interesantes! 

Por un lado, le partía un poco el corazón ver a algunos de los presentes en reuniones Sombrías por la noche con villanos famosos, pero siendo parte de lo malo en la sociedad ahora, no podía quejarse mucho.

-¿Es muy confidencial? ¡Quizá puedas llevarme a la próxima!

 - Al parecer, Nakamura-san tuvo que ir a atender unos asuntos esta mañana, pero dijo que no se tardaría - respondería el hombre antes de tomar lentamente de su té, escuchando lo que decía su nieta hasta que de golpe mostró su curiosidad por lo sucedido anoche, provocando que Mordred escupiese la bebida: en su mirada se podía leer "¡AGRAVAIN!", pero tras suspirar decidiría dar a la chica las respuestas que buscaba, al menos las suficientes para medio satisfacer su interés. -. Bueno, amigos... La mayoría solo somos compañeros de trabajo, aunque supongo que todos nos llevamos bien... - aclararía antes que nada, sin poder evitar una leve risa por el entusiasmo de Sora por participar. -. No se si estás lista para sentarte en la mesa de los caballeros, aunque definitivamente serias bienvenida en ella como Gawain, o tomando mi lugar como Mordred: ya me estoy haciéndome algo viejo para esto de las reuniones secretas, ¡Ha, ha!

 - Por la foto que tomó Agravain-san ayer deberías hacerte una idea: somos un grupo formado por distintos "poderes" de la sociedad. Héroes, villanos, vigilantes, fuerzas de la ley, políticos... Personas que no nos dejamos llevar por lo que los roles significan para la sociedad, y que sabemos que existen fuerzas detrás de todo creando una imagen falsa para la gente... Intentamos luchar contra ese control sin romper con la paz con la que viven las personas, mientras nos preparamos para algún día sacar todo a la luz y crear una sociedad donde las personas paguen por sus actos... - incapaz de disimular una furia latente, Noritaka apretaría el puño sobre la mesa, evidentemente con su motivo personal impulsándole a formar parte de todo aquello más allá de su deseo fallido de crear un mundo mejor para todos como héroe... -. No es justo que mientras algunos hacemos las cosas siendo conscientes de las opiniones que recibiremos de la sociedad, otros hagan actos peores cubriéndose bajo títulos heroicos... El mundo solo necesita más transparencia, y seguramente todos entenderán que hay cosas necesarias cuando alguien dé la cara por ello.

 Sin darse cuenta, su mirada se había vuelto inusualmente seria, de esa que solo ponía cuando la situación tocaba asuntos muy importantes para él, como la familia, pero al percatarse de ello no tardó en volver a su agradable sonrisa.

 - ¡En todo caso! Creo que aún eres muy joven para unirte a una mesa de viejos como la nuestra: ¡disfruta la juventud, Sora-chan!

-Varias personas ahí no eran tan viejas...

Sora protestó un poco esto. Por lo demás, le fue un poco amargo ver qué héroes y villanos en el final del día parecían poder codearse en secreto de esa forma. Se alejaba bastante de su admiración temprana por los héroes, y le hacía desencantarse a cada segundo que lo contemplaba. Había mucha gente ahí afuera esforzándose por la carrera de Héroe, la cual perdía significado con una revelación así.

-Si acomodas mi estancia en una de esas reuniones no me quejaría. Podría dedicarme a pensar qué hacemos para mí cumpleaños...pero, quiero mostrarte algo que conseguí de todo ese asunto del hospital. Mejor toma asiento, traeré la laptop.

En lo que conseguía la misma y se traía algo del desayuno (lo había saltado en su fanatismo por verle), le enseñó la curiosa información conseguida.

-Parecr que finalmente hay algo sólido, pero está enterrado en capas y capas de metal y cemento.

  Ese "varias personas no eran tan viejas" silenciosamente se sintió como una puntada para el hombre, quien sabía que los que aparecieron en la foto eran algunos de los mas adultos del grupo, pero sobre todo que él era el más viejo de entre todos...

 En todo caso, Mordred no rechazaría directamente la idea de llevar a la chica a alguna próxima reunión, aunque definitivamente le daría vueltas antes de decidirse si era lo mejor, pero todo eso quedaría en segundo plano cuando Sora fue y vino para enseñarle la información que obtuvo la última vez.

 Al ver el video y las fotos, Noritaka mantendría su vista fija en la laptop, con el ceño ligeramente fruncido.

 - Bedivere-san nunca mencionó nada de esto... Supongo que alguien le hizo un gran favor si pudo hacerle confesar esta información... - concluiría, pensando profundamente sobre el contenido de la laptop y los verdaderos objetivos del caballero verde. -. Ya sabía que seguridad pública tuvo algo que ver, pero tener la identidad del culpable directo es... un gran avance.

 Por unos momentos, la mirada del hombre se mantuvo apagada, recordando amargos momentos que desataron la peor parte de sí y terminaron por convertirlo en lo que era hoy, pero rápidamente supo sobreponerse a esas emociones y volver a dedicar una sonrisa a su nieta.

 - En todo caso, si fuiste capaz de conseguir algo como esto, entonces no tengo como debatir que tal vez estés lista para conocer a mis compañeros - reconocería, siendo que si bien en el fondo le preocupaba en lo que estuviese metida Sora para haber conseguido información de Bedivere, incluso por un intermediario, al final estaba orgulloso de la dedicación de su nieta.

 Justo entonces hizo acto de presencia en el jardín aquel chico que había desaparecido durante la mañana, vistiendo unas ropas bastante casuales y de calle contrario a lo que solía vestir en la mansión, demostrando que recién iba llegando de su salida madrugadora: más precisamente, usaba una chaqueta sobre una camiseta, unos pantalones rasgados, zapatos deportivos y una gorra hacia adelante, completando todo con un tapabocas negro.

 - Himeko-sama, Sora-san - pese a todo, no rompería con las formalidades de su trabajo, saludando con unas ligeras reverencias, retirándose entonces el tapabocas para dedicar una sutil sonrisa a la chica. -. Lamento la ausencia: ya estoy de vuelta.

-¿Se conocen hace tiempo y no te dijo esto? -torció la cabeza, confusa- ¿Ni sospechas? No lo hace verse bien. Pero sigo teniendo desilusiones estos días. Espero que no sea tendencia de gente con buenos rostros, o tendré que incinerar al próximo para descargar un poco de frustración.

Puso una mano pequeña sobre el amplio hombro.

-Quizá vaya llegando la hora de que veas completadas tus ambiciones. Al menos, hay un paso grande más cerca. -sonrió con aire entusiasta, para carraspear y tomar el tono algo más maduro y carácter más elegante con el que había alternado- Pero bien, continuaré haciendo progresos. El el final del día, solo nos tenemos a nosotros. Por lo demás, no creo que podamos hacer mucho ruido en mi día. Quisiera que compartiéramos una docena de estas donas Krispy Kreme de las que vengo oyendo, son de otro país así que deberías hacerlas traer, ese mismo día para que estén frescas por supuesto. Escuché que tienen diamantes comestibles dentro. No lo imagino, así que quiero probar. Por lo demás, como platillo principal, me gustaría sushi de salmón.

Con estás expectativas expresadas, sonrió al ver a Keitaro aparecerse.

-Parece que alguien salió para trabajo discreto. Me alegra verte llegar sano en esta ocasión. ¿Te gustaría desayunar?

 - Apenas le conozco de unos años, pero ha demostrado estar también en contra de Seguridad Pública: no sospecho de sus objetivos con el grupo, pero que se haya guardado esa información... Bedivere-san realmente es un hombre de misterios - concluiría, suspirando pesadamente.

 Ante el gesto y palabras de su nieta, Noritaka sonreiría, descartando uno de sus comentarios con un gesto de mano.

 - No tenemos porque cortarnos para celebrar tu cumpleaños, tengo los contactos para que pasemos desapercibidos, pero si quieres algo más tranquilo y disfrutar luego de tu regalo sin mucho más, que así sea - asentiría entonces a las indicaciones sobre la orden, visiblemente ilusionado por pasar el día especial de su nieta junto a ella. Tras la llegada del joven mayordomo, le recibiría con una de sus agradables sonrisas.

 - Solo fui a hacer unas compras - aseguraría, mostrándose de acuerdo con la idea de compartir desayuno con un movimiento de cabeza. -. Antes de eso, debería avisarte que Gabriel me volvió a escribir, esta vez pidiendo que volviéramos cuando pudiésemos: dice que no es una emergencia, pero parece que tiene algo que hablar con el grupo.

 Mientras tanto, los sirvientes de la mansión ya empezaban a movilizarse hacia el jardín con los carritos del desayuno, preparando todo para que los tres disfrutasen de un buen inicio de día.

-Entonces, ¡quiero ir a el mejor restaurante de sushi! De esos que hacen delante tuyo las piezas y puedes pedirles específicos. Quizá a este paso, la pandilla de Gabriel termine viniendo. No es que pueda invitar a Miki y los demás de la escuela.

Se puso de pie, entonces. El sol y esas ideas le hacían sentir tremendamente energizada. Ese día, parecía estar en un estado mental capaz de afrontar cualquier cosa que le lanzarse el mundo. Miró a Keitaro, con ojos chispeantes.

-¡Pero por hoy, pide Shawarma a la cocina! Quiero algo exótico. Y papas rizadas, ensalada...y mochi, ¡mucho! Saldremos luego de eso a ese sitio, no olvides ir preparado.

 - ¡A donde sea por mi pequeña! Estaría contento de conocer a ese grupo que ha llamado tanto tu atención: solo espero que no coman mucho, ¡o la cuenta sera enorme! - se reiria a carcajadas el hombre.

 Ante las órdenes, Keitaro asentiria y no tardaría en indicar a otro sirviente que llevase el pedido, mismo que sería traído luego por otros varios con los carritos, atendiendo a los antojos de la chica número uno de la mansión.

 - Me cambiare antes de salir. Ahora disfrutemos del desayuno.

 De ese modo, Sora podría pasar un agradable momento junto a dos de las personas más importantes en su vida, antes de tener que ir a arreglarse y partir llena de energía y optimismo.

 Hoy definitivamente era un día radiante.