Partida Rol por web

La biblioteca estaba terriblemente abarrotada esa tarde. Con los exámenes y las fechas de entrega de los trabajos trimestrales tan cercanas todo el mundo buscaba un espacio en el que estudiar. Eso parecía pero mas de cerca se apreciaba que en realidad muchos simplemente se reunían para conversar y que la mayor parte del trabajo grupal avanzaba muy lentamente. Las salas de estudio donde había mucha mas tranquilidad también estaban todas ocupadas.

Lucy informo a Giselle que quizás pudiera compartirla con un chico que estaba solo. Era probable que no le importara, y si ella lo necesitaba tanto. Le indico que la sala en cuestión era la 609.

August estaba en esa sala tratando de preparar un examen. Tenia los libros, tenia los apuntes, pero... ¿Conseguiría estudiar?

August llegó temprano a por error, ya que equivocadamente creía que era viernes pero era jueves y su examen de Historia Animal del mundo I sería otro día. Entonces sin tener más que hacer decide entrar para intentar estudiar para el examen algo ya que igual y no sabia nada y este día "extra" le daría tiempo para estudiar.

Desde temprano se metió a uno de los cuartos de estudio con varios libros para intentar comprender y ordenar las ideas en su cabeza por que no tenía nada claro. Posiblemente cuando abrieran la puerta para entrar, August estaría golpeándose la cabeza contra la mesa, que estaría toda llena de libros sobre historia a medio leer.

Miro a Lucy con gesto divertido. ¿Acaso estás intentando emparejarme? le digo bromeando. De acuerdo, a ver que me encuentro en ese reservado.

Una vez delante de la puerta del reservado toco con suavidad para luego abrir la puerta. Perdona, todas las salas están ocupadas y me dijo Lucy, la bibliotecaria, que igual no te importaría si estudio contigo. ¿Te molesta? Prometo no molestarte.

Ese día iba con el pelo pintado de morado, destacando contra los mechones blancos en mi melena libre. Con ropa de tipo casual que tapa aunque no del todo mis curvas, una camiseta de un grupo musical y unos vaqueros, completa el look un conjunto de libros que llevo bajo el brazo. Permanezco en la puerta esperando una confirmación que no molesto.

-Pase....- responde lamentándose, sin fijarse bien que la chica seguía hablando. Al escuchar la voz -Sí pasa!...- alza la voz y para cuando ella abre la puerta el caballo alzaba la cabeza y la apoyaba con ambas manos, aún lamentándose. -Si, no hay problema... aunque no sé si lo que hago es estudiar...- baja sus manos desganadamente, eran enormes y él era fuerte por lo que la mesa suena aunque no hiciera fuerza con ese gesto. -Por cierto soy August.- alza su vista y se queda pasmado ante la vista de una chica tan fina y hermosa. Simplón como era hasta se sonroja mientras se queda mirándola.

Por su parte August llevaba una sudadera de la escuela y unos pantalones cortos. La sudadera la llevaba remangada mostrando su antebrazo.

Le sonrío mientras dejo los libros en la mesa. Encantada, yo soy Giselle digo ofreciéndole mi mano. ¿Qué estás estudiando? pregunto mirando curiosa el libro, a mí se me dan bien los estudios e igual te puedo hacer alguna indicación o responderte a alguna pregunta.

En cualquier caso aquí estoy si lo necesitas. Tras decir eso abro los libros para ponerme a estudiar. Aunque en algún momento que no me vea lanzo una mirada al caballo. La verdad es que parece muy mono, no tan intimidador como otros caballos que he conocido sino que, con ese tamaño algo más pequeño, se hace más cercano e incluso amigable.

Aún así decido dejar eso para concentrarme en repasar. Después de todo mis padres tienen a no tomarse bien cuando nos saco un sobresaliente y, aunque no me agraden, son los que tienen mi dinero.

Se tarda unos segundos en bajar la vista a su mano y volver a verla a los ojos. Se pone de pie de inmediato dejando ver un poco de su fornida contextura, para estrechar su mano teniendo sumo cuidado para no lastimarla. Sintiendo en esa estrechada de mano lo suave de la mano de Giselle, mientras ella podría notar su áspera y fornida mano de alguien que trabaja con las manos.

-Oh... eres muy amable! si me serviría mucho.-

Se sentarían a estudiar, August tomaría un segundo aire intentando no verse tan derrotado ante el estudio. Realmente lo intentaría pero no pasaría demasiado para que le tomase la palabra y se levantara. -Eh... perdona, Giselle. ¿Te puedo preguntar algo?- cuando y si es que ella aceptaba, el equino se acercaría a su asiento con el libro. Parándose detrás de ella inclinaría su escultural cuerpo hacia delante para asomarse a un lado de ella y poner el libro en frente suyo, casi como si la abrazara por detrás, sin fijarse en lo cerca que podía estar hasta que siente el aroma de los finos perfumes o shampoo de Giselle acariciando su olfato, momento en que se sonroja y nota hasta la tibieza de ella. De inmediato su cerebro detecta las feromonas femeninas y la sangre se va desviando en su cuerpo a su otra cabeza.

August hace un esfuerzo sobreanimal para concentrarse y preguntar -¿En este párrafo qué quiere decir el autor?...- tenía que leer un párrafo, estarían en esa posición un rato...

Es curioso notar en el apretón de manos del caballo esa piel áspera y rugosa de alguien acostumbrado a trabajar con las manos, así como esa potencia controlada. Realmente pese a ser más bajo que otros caballos demuestra que tiene fuerza suficiente como para no quedar empequeñecido por ellos, cosa que también demostrar con su cuerpo perfectamente formado y formido.

Me siento a estudiar matemáticas avanzadas, pero apenas estoy empezando con el cálculo diferencial cuando August llama mi atención. Claro, dime.

Claro que no me esperaba la forma en que me acerca el libro August. Una forma que me hace percibir su aroma intenso y agradable, así como el percibirá el ligero toque perfumado potenciado por mi propio olor natural. Trago saliva mientras miro el libro y repaso un par de veces el párrafo para estar completamente segura.

A ver, básicamente está explicando el proceso de como nuestros antepasados crearon la sociedad actual. Las primeras leyes, los primeros acuerdos, todas esas cosas. En este párrafo en concreto intentan comparar la actual libertad con las normas no escritas que regían en el pasado y que hacían que, por ejemplo, estuviera mal visto que un caballo estuviera cerca de una zorra. Espero que te ayude.

Se queda callado intentando concentrarse en sus palabras y evitar pensar en el dulce aroma suave que emana de la bella zorrita ártica que tiene frente a él. Cada parte suya pide que se acerque más a sentir su calor y la suavidad de su pelaje, pero seguía intentando resistirse.

-Ah... ya veo... entonces como normas tácitas...- recién se da cuenta del ejemplo que ella estaba dando y se aparta apenado de inmediato -Ah... jejeje. Sí es cierto.- retrocede y rodea la mesa -Muchas gracias.- se sienta y se pone a leer aún algo tenso y nervioso.

Menos mal que las cosas han cambiado le digo divertida cuando veo que se aleja, y ahora no está mal visto qué un caballo y una zorra estudien juntos y se ayuden en sus necesidades. No temas seguir preguntando lo que necesites.

Con esas palabras vuelvo a mis estudios mientras me río internamente por haber conseguido provocar exactamente la reacción que buscaba. Debo reconocer que August me parece bastante tierno a pesar de su tamaño y fuerza más que evidentes. Aunque como los de cualquier caballo, claro.

-Jejeje sí...- responde escuetamente, aún algo nervioso hasta que ve la leve sonrisa dibujada en los labios de Giselle, cautivado por ese gesto; pero antes de que sea evidente o incómodo que la vea así baja la vista apresurado para evitar exponerse por miedo al rechazo. Era cierto lo que decía pero había una distinción entre ellos, August podía ser algo brusco o burdo mientras Giselle destilaba elegancia.

-Muchas gracias eres muy amable.-

Termina la conversación y se quedaría callado intentando leer, pero al cabo de unos minutos se levanta -Eh... voy por algo de agua ¿Quieres que te traiga algo?-

Sigo estudiando cuando escucho que August se levanta. Ante su pregunta no lo pienso demasiado. Si puede ser un café latte, chino con un simple café con leche será suficiente respondo mientras hago algunas anotaciones de las páginas que he leído en uno de mis cuadernos.

Sin embargo cuando se gira para irse aprovecho para echarle un vistazo por detrás, así me regalo un poco la vista. Que una no es de piedra.

Cuando August vuelva, seguiré leyendo y haciendo anotaciones ocasionales mientras muevo mi cola lentamente, señal de que estoy concentrada.

Efectivamente August tenía el culo perfecto como el resto de su cuerpo, seguramente si no fuera tan bajo podría ser catalogado como un dios en tierra. El joven equino asiente y se gira sintiéndose imbécil por no invitarla a tomar un café en vez de traerle uno, en una cita.

Ya volviendo August se acerca a dejarle el café a un lado sin interrumpirla solo musita discretamente -Aquí tienes...- tras lo cual va a su asiento y se vuelve a sentar. 

Pasarían otros minutos más en los que August intentaría leer y no fantasear con follarse a la zorra ártica en la mesa, hasta que el chico se estaría atento a que Giselle haga una pausa a su lectura para hablarle -Eh... Giselle ¿te gusta mucho el café? es que conozco uno...- donde trabajó un tiempo -... no sé si luego de estudiar quieras ir a tomar uno.-

No levanto la vista de lo que estoy estudiando en ese momento y hasta parecería que ni siquiera me he enterado de que has dejado el café a mi lado, al menos hasta que extiendo la mano y tomo un sorbo.

Si permaneces un poco atento podrás ver que no paso la hoja y frunzo el ceño, intentando concentrarme. Finalmente lanzo un suspiro, cierro el libro y hago algunas anotaciones más.

Entonces te escucho y sonrío mientras sigo tomando el café. Será un placer, necesito desestresarme un poco. Esto que estoy estudiando no es sencillo y me vendrá bien relajarme un poco.

Después de eso permaneceré un rato pensativa tomando el café mientras de vez en cuando repaso a algunas de mis notas. Ya para cuando termine el café volveré a leer el libro.

-Jajaja genial.- sonríe y asiente hasta que se da cuenta de que Giselle seguiría leyendo un poco más y entonces tocaba esperar a ver cuando terminase para dejar de fingir o intentar leer su propio libro. La verdad que ya se había rendido un poco con su materia, aún tenía un examen más luego de ese.

August suspira, se estira alzando sus brazos hasta que salen unos conejos y luego sigue leyendo.

Todavía sigo un rato más hasta que dejo a un lado el libro, tomo algunos apuntes más y luego cierro el cuaderno. Lanzo un suspiro y miro al caballo que todavía está con su propio tema.

Yo ya lo voy a dejar por hoy, necesito despejarme para no aturullarme con toda la información. Pero si vas a seguir estudiando puedo ir por algo ligero para leer mientras espero.

Dentro suyo festeja al escuchar a Giselle decir esas palabras, pero claro que disimula y se hace el desentendido -Ah... oh... no no no! no te preocupes, solo andaba repasando lo que y había leído jejeje.- cierra de inmediato su libro y se pone de pie volviendo a estirarse como si hubiera pasado mucho tiempo leyendo. -Oahhhh.- bosteza y se termina de desperezar. -Bueno ¿entonces vamos a por el café, no?- va recogiendo sus cosas para dejar la sala de estudio.

Yo también me levanto para recoger mis cosas antes de mirar al caballo y afirmar. Sí, vamos por ese café. Necesito relajarme un poco y me vendrá bien tomar algo. Que igual no me pido otro café, pero me vendrá bien tomar alguna cosa.

Después de eso salgo para despedirme de la bibliotecaria, Lucy, y hacer el registro del libro que estaba leyendo antes de volver con August. Después simplemente esperaré ya que él es quién sabe dónde quiere ir.

August mira discretamente (para él) la figura de la zorrita ártica cuando se estira, sale tras de ella para dejar los libros tomados y no la hace esperar demasiado para reunirse en la entrada de la biblioteca. 

-Por cierto... en estas cafeterías, sirven uno café con helado muy rico.- comenta recordando que mencionó de tomar otra cosa, mientras comenzaban a caminar.

La verdad era que el camino se le haría corto andando con Giselle al lado. Una vez  comienzan a haber edificios comerciales, en una calle pueden ver que estaba el local tranquilo y justamente con una mesa fuera.

-Eh mira, ahí está el local.- señala mientras por un gesto de emoción le tocaría el antebrazo para llamar su atención. -Ven vamos...- comienza a andar hacia el local y se pone a ver el menú que hay escrito en la pizarra -Hmm... parece que tienen frape... hace mucho que no pido uno de esos pero con este sol sienta bien jajaja, es eso o me quito la sudadera.- Se gira a ver a Giselle ¿Entro a hacer el pedido?- pregunta por si ella había cambiado de opinión, o por si no quería esperar en la mesa mientras el volvía con los pedidos.

Salimos de la biblioteca charlando de cosas banales mientras nos dirigimos a una de las calles comerciales. Una vez llegados, en una calle apartada y tranquila que contrasta enormemente con el bullicio de la calle comercial a escasos metros, aparece el local que mencionó August.

No puedo evitar sonreír ante ese gesto ligeramente infantil pero muy tierno que tiene se acerca al local. Me acerco detrás de él caminando tranquila, casi diría quién me viera qué camino con cierto aire elegante.

Miro el cartel pensando y finalmente afirmo. Un frappé estará bien para mí, sí. Entra a hacer el pedido, yo espero en esta mesita. Me siento y aprovecho para dar un pequeño repaso a mí recién conocido amigo.

¿Amigo o algo más? Venga, Giselle, qué estás en una cita con él.

Aparto esos pensamientos de mi subconsciente. Esto solo es una forma de conocernos y de que surja una posible amistad, no es nada sinmilar a una cita.

Ya, como si no hubieras visto y disfrutado cómo te miraba en la biblioteca.

Maldita sea, al final me empezará a doler la cabeza.

August estaba emocionado, ese estado mental energético y eufórico le alejaba de las ganas que tenía de acorralar a la zorirta ártica contra alguna pared y morrearse con ella. Por lo que entra al local voluntario y comedido. Sale a los pocos minutos con las bebidas y una galleta grande de chispas de chocolate que viene en una bolsa de papel con el dibujo de esta.

Camina hacia la mesa y deja su bebida por segunda vez a un lado de ella, al notarla pensativa y mientras se sienta va dejando su propia bebida en la mesa y revelando la galleta para dejarla sobre su empaque en medio de la mesa -Sírvete si deseas...- dice  y ya una vez sentado se acomoda la ropa y pregunta -¿En qué pensabas?-