Partida Rol por web

La Mujer parece encantada con el acercamiento de Nathaniel, permitiendo de muy buena gana que tome su mano

- Oh por favor, Nathaniel, después de Barcelona... es mi deber poner mi experiencia a disposición de la Camarilla. Como Príncipe de la ciudad condal se me negaron refuerzos en su momento, se muy bien lo frustrante que puede ser tener que abandonar la ciudad a las garras de esos desalmados por falta de efectivos... 

Se acerca, del brazo de Nathaniel, con el que venía teniendo una agradable conversación acompañada también por Mesud. Tras el frío saludo de Nat a Jake, desvía la mirada hacia Cass, luego a Garnet y se limita a sonreír con disimulo para finalmente devolver la mirada a Nathaniel.

- ¿Algún problema si nos escoltan un par de vehículos con mis chicos, querido? - a Nathaniel -  Tendré que trasladarlos en todo caso... pero quizá fuera conveniente solicitar autorización del Príncipe local para los efectivos armados ¿Hay comunicaciones seguras para aclarar este asunto antes de partir?

Suspiró con fuerza levantándose el flequillo con el aire que expulsaba. Volvía a estar rodeada de un montón de gente, que no paraban de hablar y agobiarla. Logró esquivar con sutileza el abrazo triple con que Lila pretendía emboscarla y acabó acercándose a Nathaniel y a "La Mujer".

-Bueno...todas mis cosas están ya en la moto...bueno siempre están ahí así que no tengo nada que recoger...solo un par de llamadas para avisar de que no estaré en la ciudad...y no tengo mucho mas que hacer...-musitó metiéndose una mano en bolsillo y despeinándose, de nuevo, el cogote.

Al igual que antes del discurso, los cainitas volvieron a amontonarse alrededor de Jake para acosarle a las dudas que había ocasionado la participación, esperando impaciente su turno mientras acariciaba sutilmente con la yema de los dedos la cintura de su chica.

Ladeó la cabeza ante la respuesta de su sire, un poco desilusionada por no tenerle junto a ella en el campo de batalla. No había nada más emocionante que luchar junto a tus camaradas hombro con hombro, sabiendo que podías desproteger la espalda sin problema. Sin embargo sólo hacía falta echar un vistazo alrededor para ver que Nueva York también necesitaría protección. Todos tan trajeados, cuidando su imagen, ¿serían capaces de romperse las uñas por luchar con los suyos? Soltó una sonora carcajada al imaginarse aquella imagen.

- Te traeré un recuerdo de Boston, jefe.- Le guiñó un ojo y volvió a soltar otra carcajada. Cortó la risa al ver acercarse a Nathaniel, dejando solo una amplia sonrisa y escuchando su charla aunque sin hacer mucho caso al tema del equipaje, ya que ella apenas llevaría lo indispensable.

Mientras el resto respondía, no pudo evitar fijarse en el agobio de Johanna ante toda la multitud. Le dio un beso en la sien a Garnet antes de soltarla y acercarse a la motera, pasando el brazo por sus hombros para atraerla hacia ella y revolviéndole el pelo, como si tratara como un chiquillo con máxima confianza.

- ¿Todo bien? – Le susurró a su amiga antes de soltarla con una amplia y bobalicona sonrisa.

Se separó del grupo acerándose de improviso a Cass, lo cual la hizo sentirse algo mas aliviada, atreviendose a rodearla también por los hombros en un gesto de camaradería:

-Si...si, ya sabes...las multitudes y yo...sobretodo entre tanta gente bien vestida...parece que todos me miran por encima del hombro jaja...- le respondió también en un susurro más tranquilo-  espero que Garnet no me esté mirando mal por estar aquí cuchicheando.

Nathaniel responde a las dudas de "La Mujer" con su característico tono de hablar de todo como si fuese un chascarrillo que no conllevase mayor preocupación.

-Existen métodos querida, pero no hay que abusar de ellos, un pajarito no llama la atención de nadie, pero una bandada alerta a quienes están atentos...
No creo que haya pegas a tu requerimiento, aunque preferiría que viajen por su cuenta.
Las bandadas, ya sabes.

Acaba con una cautivadora sonrisa que da el tema por zanjado.

Alzó una ceja, como si no entendiera a qué se refería exactamente Johanna, intercalando la mirada entre la muchacha y la pelirroja. Abrió la boca a los pocos segundos y empezó a reír, dándole una palma en la espalda a Johanna.

- ¿Bromeas? Mi chica sabe que estoy loquita por ella. Es de mi de quién tendrías que preocuparte en todo caso si fuera al revés.- Le guiñó un ojo sin borrar esa sorna con la que hablaba, todavía susurrando.- Sabes mejor que nadie que un león tiene que dejar claro lo que es suyo.- Había una leve punzada de amenaza velada en sus palabras, no hacía su interlocutora sino hacía la sociedad en general. – Y no te preocupes por los pijos, no dejaré que te menosprecien.- Cerró un puño para crujirse los nudillos, guiñando de nuevo el ojo antes de apartarse para volver a la conversación inicial, hablando ya con el tono normal.

- Nosotras iremos en coche y tenemos sitio de sobra. Quién le guste la velocidad y la música rock, es bienvenido.- Dejó la pregunta en el aire, por si alguien quería unirse.

Estaba algo incomoda cuando escuché del mismo Caledros que era Nathaniel quien se encargaba del transporte. Inconscientemente me refugié un poco, levemente en Cass, sin que llegara a notarlo, mientras escuchaba como Jake respondía algunas dudas.

Lila se mostraba amable al querer compartir con nosotros el trayecto de su mudanza para transportar el exceso de equipaje que llevaramos. - Gracias Lila, - dije con una sonrisa sincera - pero Cass y yo lo que tenemos está en el maletero del coche, aunque la mayor parte del equipaje sea mio - Como no teniendo encuenta que para Cass sus puños y yo somos el indispensable equipaje para ella. - Era una fortuna tener amigas tan amables como ella, y realmente le pediría de salir para beber de lo nerviosa que me encontraba, aunque no lo dejara ver, al ver venir a Nathaniel con aquella mujer

Johanna, por otro lado, parecía algo sobrecogida entre tantos cainitas y eso hizo que Cass fuera con ella para tranquilizarla. Le sonreí en respuesta a su beso y yo aproveché para acercarme a Lila y tratar de evitar las miradas fulminadoras de mi sire al haber actuado en contra de su consejo. - Realmente necesito una copa... después de estos últimos minutos... - Le susurré a Lila un tanto desesperada mientras el resto hablaba - Menos mal que iremos juntas. - Le sonreí a mi querida amiga al ver que no iba a ser la única chica no brusca en el grupo - Así podemos encontrar apoyo la una en la otra, e igual nos podemos ayudar - realmente estaba agradecida de tener a Cass, aunque fuera a cuidarla yo, y a Lila.

Entonces Nathaniel habló sobre el equipaje y que podríamos llevar hasta dos camiones - Menudo equipaje ligero - Y Cass como no mencionó el coche. Es cierto que era espacioso, pero ella era un tanto exagerada con la música - Oye, rompetimpanos - dije a modo broma cariñosa a mi amada - Si vamos con compañía el volumen lo controlas ¿Eh? Por cierto, os apuntais a venir con nosotras ¿No? - Le pregunté a Johanna y Lila, aunque supuse que Johanna iría en su moto. - Pero antes de salir tenemos que hacernos una foto de grupo - traté también de romper la tensión que tenía con mi otra pasión además de Cass. Aún tenía la polaroid en el coche, ya que no ví correcto meterla aquí.

Nathaniel se mantiene sereno, aunque es fácilmente perceptible que está algo frustrado por no hacerse entender.

-Queridas, no será necesario, efectivamente todos viajareis juntos, en uno de los camiones, durante el día...
Quienes están en la cúspide de esta operación lo han designado así, seréis dos grupos, no podemos permitirnos que los refuerzos lleguen desperdigados y sin control alguno.
Esto son órdenes de arriba.

Si sabe cuan arriba no lo dice.

Acaricia de forma discreta el brazo del hombre que le acompaña, buscando aliviar su frustración.

- Estará bien... - murmura casi inaudible ¿quizá refiriéndose a su chiquilla? Capaz de hacernos viajar juntos para no dejarla a solas con su chica...

Viajar de día, menos preocupaciones... pasará lo que tenga que pasar

- Ya que parece que vamos a viajar de día - haciendo referencia al comentario anterior - quizá sería bueno tener una breve reunión privada para conocernos mejor, después de todo nuestras no-vidas van a dependen de los compañeros... - eso último no lo dice con especial entusiasmo - y el viaje no dará para mucho

Se vuelve hacia Nathaniel

- ¿No te importa, verdad, querido? Me tienes al teléfono para cualquier detalle de última hora... - abandona el brazo del elegante hombre que le había acompañado hasta allí y hace un gesto de mano hacia la sala continua invitando a los que viajaran a Boston a que la acompañen

El viejo guerreo se giro hacia Nath. 

-Vaya,  veo que están haciendo bien su trabajo. Siempre esta bien eso, viajar juntos evitara problemas. Si la ciudad esta en guerra llegar por su cuenta seria ponerse en peligro. Y supongo el príncipe solo puede garantizar la seguridad de los refuerzos de los que pueda tener constancia. Sera todo mas fácil así.-dijo rumiando un poco para si. 

-¿Hay algún arconte designado en la defensa de la ciudad?-preguntó algo interesado. Si se trataba de algo oficial quizás habían enviado a la caballería. 

Despues vio como La mujer marchaba hacia otra sala, y la acompaño esperando que alguien mas se uniera.

Viendo la situacion, Joan penso que la idea de "La Mujer" no era tan descabellada y les hizo un gesto a Cass y Garnet:

-Va, no me dejeis sola ahi dentro, tendremos que saber quienes somos todos no?- les susurro antes de separarse del todo y fue detras de Mesud.

Observo al hombre antes de hablar, por fin parecía arrancar a hablar y por suerte lo que decía parecía sensato.

-En realidad lo desconozco, no tan siquiera sé el número de efectivos del otro grupo, todo se ha organizado muy rápido, esto no es una jugada maestra planificada durante años, es un movimiento estipulado por los planes de contingencia, pero no detallado al milímetro. Supongo que os informarán una vez lleguéis allí.

Viendo que los voluntarios iban a tener una reunión "de equipo" el hombre se disculpa.

-Si me disculpan, tengo algunos detalles que afinar.
Garnet, querría hablar contigo en privado unos momentos.

Esperaba librarse de alguna manera de viajar en el mismo camión, simulando la típica excursión de colegio con sus respectivas canciones infantiles, pero si las órdenes venían de los estratos superiores no podía hacer nada, no ahora. Se encogió de hombros dejando de lado el tema del transporte, sin darle apenas más importancia de la que merecía.

Con las manos en los bolsillos traseros, escuchó la sugerencia de “La Mujer” de conocerse más, estando de acuerdo en su visión. Era bueno saber los puntos flacos y fuertes de cada uno para armar buenas estrategias, saber en quién debería confiar dependiendo qué situación… Cogió la mano de Garnet para ir juntas a la improvisada reunión cuando Nathaniel requirió a la pelirroja en privado, cortando en seco su paso.

Lanzó una fulminante mirada a Nathaniel como respuesta muda antes de susurrar a Garnet, apretándole la mano.

- Tienes 5 minutos.- La soltó para caminar un par de pasos de espaldas, todavía mirando al sire y a la cainita, antes de girarse con los puños tensamente cerrados y encaminarse a la reunión junto a Johanna.

Suspiré ante la idea de ir encerrada en un camión, pero supuse que no era una elección, era nuestro transporte, no teniamos forma de librarnos, pero al menos iriamos todas juntas y nos lo pasariamos bien durante el viaje.

Cuando la mujer dijo de reunirnos todos para conocernos mejor lo ví una buena idea, aunque aquella mujer me escamaba de alguna forma, tratando así a Nathaniel... No me importaba que fuera así pero... parecía como muy manipuladora, muy hipocrita. Pero no podía juzgar un libro por su tapa, ni una foto por su filtro.

Lo que más me sorprendió fue la llamada de Nathaniel para hablar en privado, ante lo cual apreté con fuerza la mano de Cass, pero al mismo tiempo, ella se alejó diciendo que tenía 5 minutos para volver... Asentí con la cabeza triste, realmente no quería quedarme sola porque me imaginaba lo que se me venía encima. Me acerqué entonces a Nathaniel y sin poder mirarle a la cara le dije por lo bajo - Tu diras - a modo de que empezara a decirme lo que tenia que decirme

El apuesto caballero toma del brazo a su chiquilla y sonríe triunfante hacia Cassandra, para alejarse en dirección contraria a la sala común.

Una vez alejados de oídos indiscretos el Toreador comienza a hablar.

-Niña, se que deseas ir con tu amiguita, otro no te conviene, en realidad es ella quien no te conviene...
Está bien para un juego durante la paz, es guapa, no lo negaré, pero es estúpida, tanto como su sire, y solo te va a traer desgracias a la larga, o ya, dada la situación...
Garnet, ella va a morir, no se da cuenta, pero la guerra con el sabbat no es una pelea de bar, con mortales de esas que le gustan, hay monstruos ahí fuera...

Para cuando acaba te está mirando intensamente a los ojos.

-Solo dilo, hablaré con Caledros y los primogénitos, pediré favores, pero podrás quedarte, en el fondo el príncipe solo quería que saliesen 5, solo ha permitido el sexto porque era el assamita y nunca se ha acabado de fiar de él.

Espera a que todos hayan entrado a la sala (Garnet incluída*) y cierra la puerta para tener algo más de privacidad

- Bueno chicas... - mira a Mesud - y caballero - añade - nos hemos aventurado todos en algo que podría acabar muy mal, que posiblemente acabe muy mal... y si ni siquiera nos conocemos: no tenemos oportunidad alguna. No sabemos que nos encontraremos en Boston, pero los vástagos locales es de esperar que tengan lazos entre ellos y por tanto podemos verlos como aliados pero nunca serán nuestros compañeros, porque si deben escoger... salvaran a los suyos a nuestra costa. No les critico, yo también lo haría, no somos hermanitas de la caridad después de todo. 

Se adentra un poco más en la sala, apartándose de la puerta con paso decidido y elegante, sus tacones ayudan a dibujar su figura: espectacular. 

- Empezaré yo misma - se ofrece, por eso de dar ejemplo - Clan Ventrue, por supuesto, muchos quizá ya empecéis a mirarme mal solo por ello - asume - pese a mis muchos nombres, suelen referirse a mi por mi alias profesional: "La Mujer", trabajo principalmente como Dominatrix. Entre mis clientes se encuentran mortales de elevado estatus social y económico, puntualmente también algún vástago. Por otro lado, tengo lazos con una empresa de seguridad e intervención que cuenta con hombres bien entrenados y armados, intentaré trasladar a Boston buena parte de ellos pues si bien contra el Sabbat no tengan mucha utilidad en una batalla abierta... podrían solucionarnos algunos problemas durante el transcurso de las horas de sol. 

Se lleva las manos a la espalda, mientras os repasa uno a uno con la mirada en busca de pequeños detalles que le ayuden a conoceros mejor

- Recientemente participé de forma muy activa en la conquista de la ciudad de Barcelona, cabe decir con éxito y fui Príncipe de la misma hasta que la escasez de efectivos y la falta de refuerzos me obligaron a abandonar la ciudad. Humillante, pero al fin y al cabo el motivo por el que me he ofrecido para hacer este viaje: no querría que nadie tuviera que pasar por lo mismo y porque no reconocerlo... me encantaría volver a darle una lección a esos fanáticos. Cuando terminemos las presentaciones os daré más detalles con respecto a nuestro enemigo. - queriendo evitar ahora ese tipo de preguntas

Mira a los demás

- ¿Siguiente? 

Enfadada e indignada, escuché todas y cada una de las palabras de mi sire al cual, si bien le tenía respeto y le quería como un miembro de mi familia, me empezó a hacer daño intentando que me olvidara de Cass. Parece que cual padre con su hija, intentaba protegerme y era algo que agradecía, pero no podía soportar que no entendiera que no era algo pasajero. Cass, era el amor de mi vida, y no-vida.

-No puedo creer lo que escucho. No puedo creer que ni siquera lo entiendas. Mi amiguita, como bien dices, es el amor de mi vida, como eres capaz de compararlo a lo que sería un amor de verano. Sé como es, la conozco mejor que tu Nathaniel. Sé que es impulsiva, competitiva y a veces eso la lleva a hacer estupideces, pero yo siempre estoy ahí con ella por que la amo. Es la única persona a la que he querido tanto como para querer matar por ella, o incluso para querer morir por protegerla. - Hice una pausa para mirarla con amor en la mirada mientras seguía explicandole a Nathaniel lo que no parecía entender.

-Desde la primera vez que la vi... me supuso una cainita totalmente diferente a las que ya conocía, incluso a los varones. También puedes incluir a cualquier ser humano. Al contrario que todos, ella es diferente... no he tenido que camelarmela, no he tenido que usar mis habilidades como cainita, no me ha hecho falta ni siquera fingir que soy otra cosa para que ella se fuera fijando poco a poco en mi. Y bien sabes que estuve dandole largas mucho tiempo, pero... había algo en ella que me hacía querer seguir relacionandome, hasta que surgió. Las peleas no son para mi, lo reconozco, pero me gusta verla pelear, es cierto que hemos tenido algún que otro traspies, pero juntas hemos conseguido mantenernos en pie. Joder, - dije con una sonrisa ironica - es la única que me ha hecho sentirme viva, incluso en la no-vida Nathaniel. Con ella, siento que todo es posible, y si dejo que se suicide... acabaré teniendo el mismo destino que si voy con ella a Boston - Negué con la cabeza antes de terminar la frase - No, si voy con ella se que volveremos, quizás no sanos y salvos, pero volveremos. - Y entonces volví a mirar a Nathaniel a los ojos, tan profundamente como el me miraba e indicandole tanto con mi mirada como con mis palabras que lo que decía era en serio.

-Todos tenemos a alguien por el cual moririamos por el, y para mi, esa es Cass. ¿Lo entiendes ahora Nathaniel? - Esperé unos segundos y lo siguiente se lo dije con el carió que le tenía a él - Sé que me quieres, que soy tu chiquilla y que me ves como alguien a quien proteger entre tus brazos - le puse mi mano en su pecho para mostrar más veracidad en mis palabras - y mostrarme ese aprecio que me tienes, y creeme, yo también te quiero muchisimo, no solo porque seas mi sire y me hayas concedido todo esto - hice un gesto con la mano libre para mostrarle donde estabamos haciendo referecia a mi no-vida - también porque eres parte de mi familia, como un padre... pero si no me dejas ir con Cass y las demás, para asegurar de que no haga nada muy estupido, acabaré mucho peor que si voy a Boston. Por supuesto, no pienso morir allí Nathaniel, y Cass tampoco me dejará morir. Confía en nosotros y deja esos favores a un lado. ¿Vale? Prometemelo. - deslicé la mano hasta su cara para tratar de tranquilizarlo por si se enfadaba tras las duras palabras que le había dicho, pero realmente... si no tenía la seguirdad de que Cass no iria a suicidarse, no estaría tranquila

Tu sire te mira con una mezcla de ira y pena en los ojos. Te permite que mantengas tu mano en su rostro pero lo notas frío.

-Si quisiera impedirlo por la fuerza lo haría y ten claro que te quedarías encantada de la vida, pero no quiero eso para tí, sin embargo me apena profundamente lo inocente que eres, unos años para ti son ahora unos días de tu no-vida, nada es duradero, nada perdura, excepto la sangre.

Toma aliento de forma teatral porque necesitarlo no lo necesita, y retirar tu mano manteniéndola entre sus dos manos.

-No creo que sobrevivais, ella por estúpida y tu por seguirla, para mi eres como una hija, pero supongo que las hijas acaban por rebelarse y hacer lo contrario a lo que dicen sus padres...
Haz lo que quieras, solo espero que vivas lo suficiente para darte cuenta de que tenía razón.

Suelta tu mano y se yergue adoptando un tono digno que no solía utilizar contigo.

-Ve si es lo que deseas, pero ve sabiendo que no tienes mi bendición para esto.