Partida Rol por web

--Y van tres-- pienso mientras sigo tomando notas

...

"...?????"

¿De qué está hablando?

-...

Estaba bastante seguro de haberlo poder disimulado, incluso cuando. Uhm. Bueno. Incluso cuando. No le caía demasiado bien Ford; bueno, en cuanto a él era bastante neutral, lo que no le gustaba en realidad era su numerito, y lo que no le gustaba de su numerito era lo que simbolizaba, si tenía que ser honesto consigo mismo. Pero si lo que decía era cierto, había tratado de encubrir su reacción ante un horriblemente grotesco mutilado de guerra.

"Mierda"

Igual tenía que disculparse con él más tarde, si era lo que había pasado. No era un buen modo de agradecer a quien te había salvado la vida.

"Eh tio, perdona por dejarte colgao, es que no veas que morbo me entró con la pava esa. Luego me cuentas lo tuyo, que me interesa. ¿Colegas, no?"

-¿Mmmm? -dijo, algo distraído. Pensando- Sí, lo que sea. Okay.

Si el primogénito le había visto, ehr, "reaccionar", tenía que comprobarlo de alguna forma. Y además... sabía que podía ser la peor de las ideas... pero tenía que preguntarle algo. Así que trató de acercarse a él si se separaba del resto de los Primogénitos, pues acercarse a un grupo tal se le antojaba casi peor idea todavía. Y hoy estaba siendo el día de las grandes ideas, al parecer.
 

Todos los novatos se han ido presentando por turnos con más o menos gracia, todos reciben un gesto de asentimiento del primogenito de su respectivo clan, excepto Randy, puesto que no hay primogenito grangel y lo unico que recibe es una mirada entre la pena y la desesperacion de Denise.

Me levanto cuando los nuevos se han presentado y tomo la palabra.

-Bienvenidos a Boston, la Atenas de America.
Pese a la situación actual, esta ciudad es una de las más antiguas del continente, esto no es Oeste ni una de esas ciudades corruptas y llenas de gentuza.
Igualmente, nosotros.

Hago un gesto abarcando a toda la sala y deambulando unos pasos por el "escenario".

-Tenemos unas normas y unas formas que nos distinguen de otros grupos. En la ciudad de Boston, los dominios son otorgados a nombre de cada clan y cada clan reparte sus dominios según le convenga.
Sin embargo, igualmente, el resto de la ciudad tiene el estado de dominio público, en el que cualquier miembro reconocido de la misma puede alimentarse y poseer negocios.
Cada primogénito informará de el estad de los dominios del clan y los públicos al finalizar la reunión, a partir de ahora, yo, Michael Smith, como chiquillo del legítimo principe de Boston y primogénito Ventrue os declaro ciudadanos de Boston lo que os obliga a cumplir con las tradiciones de la Camarilla y las normas de esta ciudad.
Y ahora, una vez finalizadas las formalidades, creo que lo más urgente es atender a las noticias que traia la señorita Sullivan.

Hago un gesto hacia ella pera darle paso y me siento de nuevo.

 Me levanto y nerviosa comienzo a exponer mis noticias.

 -La mayoría estabais aquí anoche cuando llegó un vástago en el cuerpo de un niño, creo que era conocido de Andrea.

 Miro hacia la muchacha que está cerca del grupo de nuevos y seguidamente hacia el muchacho asiatico de la esquina.      
 

-Bien, salió de aquí junto a Arthit que lo acompañó hasta el barrio de Roxbury y le explicó parte de nuestras normas propias y demás, parecia interesado en instalarse y retomar su "negocio" de grafities. Sin embargo no ha aparecido esta noche, habiamos quedado para traerle y tampoco contesta al movil. 

 No sé si Andrea ha hablado con él, pero claramente me preocupa que le haya pasado algo.

 Niego con la cabeza.

 -No he sabido nada de él desde anoche. Le escribo por el foro que usabamos a ver.

 Me pongo con el movil al instante.

 Me levanto y señalo a Jack Santos, Françoise y los nuevos.

 -Tu y tu, conmigo. Si de vosotros los nuevos, alguno es útil buscando o dando hostias que se venga.

 McAllister ¿vienes?

Observo la situación con interés. Si el nene desapareció tras separarse de su guía, eso significa que el rastro aún puede ser reciente, y que probablemente esté relacionado con el Sabbath. Siga vivo o no, es un problema porqué podría haber dado ya información sobre efectivos y esas putadas.

En cualquier caso, vine a ganar renombre, y si les interesa la salud del bicho, no me queda otro que ofrecerme, mientras la muchacha forea (tengo que enterarme de su nick para trolearla un rato).

-Ya tíos, menudo melodrama. Si el chavalín mascanucas anda desaparecido, creo que os podría echar una mano con eso. Con un poco de concentración, la promesa de un beso de Denise y tal, yo creo que seguir su rastro será más fácil que encontrar nazis en el Wolfstein.

A ver, sigamos la lógica.

-El barrio ese debe ser grande, la última vez que se le vió, necesito saber el sitio exacto. A partir de ahí, si nos montamos una coteri... me niego a usar ese término tan repipi. Si algunos colegas se quieren apuntar, localizamos al chaval, le metemos un par de collejas por dejarse capturar, y damos por culo al Sabbath de turno, no sin antes arrancarles algunas respuestas, claro. Tíos, pero hay que tomar decisiones ya, el rastro aún debe estar caliente, pero se podria enfriar.

Tras mi turno, doy un paso atrás para ceder la palabra a quién quiera replicar. Eso si me lo explicó mi Sire, si. La peña quiere hablar y decir la suya, formalidades, me advirtió.

Yo de mientras aprovecho para mirar a Denise, a ver que hace (que va a hacer, aparte de escuchar, digo yo... pero joder, me he obsesionado con una Tremere, yo, un Grangrel... manda cojones).

 Agarro del brazo a Jimmy y hago un gesto a Randy.

 -Tranquilo Cage, tenemos que organizarnos. No tenemos Sheriff.

 Una punzada de dolor se adivina en mi rictus.

-Ni sabuesos*. Necesitamos una organización antes de movernos, y todo no puede caer en los hombros de la primogenitura.

 Miro a la población vampírica de la ciudad. ¿Alguien cree que podría cumplir a ocupando el puesto de sheriff?

 Aunque por lo visto parece que un voluntario tenemos.

Doy un paso adelante cuando Cage pide gente que sepa dar de ostias o seguir pistas. Caigo en ambas categorías.
Dejo tranquilamente que el rapao hable. Se nota que le gusta oírse a si mismo. Como si hubiera dicho algo de utilidad.
Miro a McAllister ante su pregunta y asiento recordando las palabras de William.
- Yo puedo cumplir - aseguro llanamente con convicción.

¡Ja!

Menos mal que hay un palurdo que ha cogido el sitio, ya me estaba preocupando por unos instantes. Una cosa es meter ostias por placer y otra por obligación. Na... si algún dia cojo un puesto en ésta ciudad, será la Primogenitura Gangrel, que te da libertad... de príncipes y senescales paso, són putas dianas de intrigas cortesanas y tienen que aguantar a la peña con sus peleas de mi vecino se ha zampado mi gallina.

Me da la sensación de que en cierto modo me estaban ofreciendo el sitio, o dándome la oportunidad de tomarlo, así que aclaro, cuando el tipo este (Jack) se ofrece:

-Por mi, todo guay, y ahora... ¿quienes se vienen a petarlos?

Carraspeo --Ummm...yo tengo ciertas habilidades de investigación, creo que podría seros de ayuda-- le digo al Nosferatu --Además, me gustaría ir siempre que a mi Primogénita le parezca bien, claro esta.--digo mirando a la Tremere mientras guardo la libreta en mi bolsa.

Cuando Ford se acerca a mí para ofrecerme hacer negocios juntos, mantengo el rostro inexpresivo:

-Claro -comienzo a decir manteniendo mi tono-, dame un dosier con tu idea de negocio, las investigaciones que has hecho, el estudio de mercado... -dejo que la última palabra se deslice suavemente en el aire mientras le miro-. Lo normal en estos casos -prosigo sonriéndole-. Le echaré un vistazo junto con mi equipo directivo y te daré una respuesta.

Tras esto doy un paso al frente.

Tras cruzar unas palabras con Ford, doy un par de pasos hacia delante:

-Si me lo permiten -digo en tono educado-, si el señor Sunrise se quiere hacer con el cargo de Sheriff, yo estoy dispuesta a ayudarle. 

Ellos están aquí enviados por diferentes arcontes, mientras que yo solo estoy aquí casi por casualidad, así que dejaré que ellos se hagan con los cargos... Al menos por el momento. 

-Si no, siempre puede ayudar al señor Cage -prosigo hablando-. El señor Corso, si confía en sus habilidades para la investigación, yo puedo cubrirle las espaldas.

Es un tremere, por lo que supongo que no será demasiado bueno combatiendo, de manera que seguro que le viene bien que le acompañe. 

--No sería yo quien se opusiera a que alguien me cubrieran las espaldas, además como Toreador quién sabe si sus habilidades perceptivas eran incluso superiores a las mias
Sonreí a la joven a modo de conformidad.
Ummm, por otro lado... ¿Sabemos el nombre del joven?

-¿ERA ESO UN CRÍO? ¿QUIÉN COÑO VAMPIRIZÓ A UN CRÍO?

 Tu y tu, conmigo. Si de vosotros los nuevos, alguno es útil buscando o dando hostias que se venga.

-Estoy con usted, señor Cage.

Ni siquiera quería pensar en la idea de que alguien hubiera podido hacer eso, así que trató de evitarla todo lo posible; igfnorar la existencia de las cosas es un gran mecanismo de defensa. ¿Pero organizar una expedición para rescatar a un niño? ¿Trampa o no trampa? Había que ser alguna clase de tipo sin alma para no reaccionar a eso.

-La clase de tipo sin alma que querría, por ejemplo, instaurar un Azote. ¿Por qué querría NADIE, NADIE instaurar JAMÁS una cosa como el Azote?

Si había algo que Antuán seguía siendo incapaz de tragar, y lo sería jamás, era un hombre designado por el estado para, literalmente, matar niños, como en una versión de pesadilla de Chitty-Chitty Bang Bang- Un Sheriff era justificable, y a poco que te pulsieras perfectamente comprensible. La idea de un Azote en cambio le retorcía las entrañas.

Me quedo callado durante unos segundos, tras escuchar las palabras de mi primogénita, tras informar que el pequeño ha desparecido. Soy consciente de que decir el pequeño puede malinterpretarse y ser erróneo, pero no voy a entrar a debatir conmigo mismo acerca de la veracidad o la corrección a la hora de referirse a un niño vampiro como pequeño. Miro a la mujer que le reía las gracias al gabacho bigotudo, y en esos momentos pienso que la belleza y la efectividad no siempre van cogidos de la mano. Luego miro a Arthit.

-Se llamaba Noah. -Añado en alto. -El chico se llamaba Noah.

Llamaba, por qué algo me decía que era en pasado.

Me llevo la mano a la frente, necesito despejar mi mente de ideas, pero no soy una persona que pueda hacerlo con facilidad, necesito ir soltando ideas que se me quedan colgando y, efectivamente, una vez tratadas ya puedo dejarlas en su segundo plano. Trabajando a una velocidad normal sin ocupar recursos. Muevo las manos, tratando de poner en orden una vorágine de ideas que apuntan en diferentes direcciones. De repente me paro y miro en derredor.

-Perdonadme, pero me gustaría llamar a la razón. -Digo, sin entonar nada parecido a una crítica, si no más bien una súplica. -Sé que estamos en guerra, que necesitamos organización y estamos necesitados, necesitados de efectivos, de información y sobretodo, de tiempo. -Hago una pequeña pausa. -Pero no creo que esta... subasta dedocrácica... de puestos dentro del Elíseo ayude a nadie. -Suspiro. -Me explico: “Aquí estamos los nuevos, no tenemos meritaje alguno para ofrecernos a ningún puesto. Tampoco sabemos quienes van a quedarse tras la guerra, y creo que los puestos del Elíseo deberían ser representados y respetados por aquellos que, finalmente, vayan a formar parte de esta pequeña familia.” Esa es mi visión sobre lo que tenemos entre manos en estos momentos. A parte, creo que le vendría muy bien a nuestro nuevo príncipe... -Miro a Smittie. -La ayuda de alguien de su completa confianza, como mano derecha. Al menos hasta que tome a un chiquillo. Esa es mi humilde opinión.

Me quedo mucho más relajado ahora que lo he dicho. No es que desconfíe del que se acaba de presentar como Sheriff, pero si viene por parte de un Arconte, quizá no sea un cainita que vaya a quedarse. Y eso generaría un problema futuro por no ser un poco estrictos a día de hoy.

Clayton escuchó, de nuevo en silencio. A unos y a otros, con paciencia. Le interesaba escuchar lo que Smith tendría que decirle al acabar la reunión... así como qué contaría cada uno de los Primogénitos a sus respectivos miembros de clan.

Carraspeó levemente para llamar la atención y pedir la vez con un leve gesto en dirección a Smith. En cuanto éste le correspondió con la mirada, el Ventrue habló.

- Admito que el asunto de la desaparición de Noah es acuciante... - Comenzó. - Más aún si existe la más mínima posibilidad de que tenga algo que ver con alguno de los Sabbat huidos. - Continuó antes de hacer una breve pausa.

- Pero seguimos teniendo pendiente que hay que intentar localizar a esos Sabbat huidos y asegurarse de que ya no están en Boston... Y seguimos teniendo pendiente el asunto del topo. No es algo que debamos olvidar. - Advirtió. Se había percatado de que, además, todos los nuevos se habían presentado voluntarios para la investigación de la desaparición de Noah. Como si fueran luciérnagas atraídas por la luz de una trampa. Todos menos Ford. El malkavian había hablado con bastante sensatez y por extraño que fuera, a Clayton no le había asombrado.

- Creo que debemos dividir nuestros esfuerzos en tres grupos de acción. Tres grupos coordinados desde aquí mismo. - Sugirió señalando aquella sala como si fuera un centro de mando improvisado. - Un grupo que investigue la desaparición de Noah. Otro que trate de dar con los Sabbat huidos. Y por último uno que investigue al topo... - Comentó levantando uno tras otro tres de sus dedos.

Que empice el tedio de la política

Miro uno a uno a todos los miembros de mi clan mientras me pregunto porque tenemos que estar aquí todos, y mas concretamente yo, perdiendo el tiempo para decidir cosas que no nos toca a nosotros decidir y mucho menos a mi.
Quisiera pedirle permiso a mi Primogénita para marcharme de aquella perdida de tiempo, pero no era ni mi primera hora en la ciudad y quizas no fuera lo más apropiado así que debía conformarme con mirarla y confiar en que ella me comprendiese.