Partida Rol por web

Boston Nocturno

Escena privada de Bart Scum

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01/06/2015, 15:38
Bart Scum

Enfrascado en la lectura casi no noto como pasan las horas, mucho menos puedo darme cuenta cuando la lisergia se abre camino destrozando la realidad. El estrépito de la ventana, las ramas casi pueden tocarme, me rozan ásperas primero para luego arañarme por dentro. Las ramas me desgarran, o son esos ojos los que me destrozan. Las miradas me saborean el alma y hacen girones con mi mente. Cuando logro reaccionar el cuerpo me tiembla y estoy recostado sobre mi propio vómito.

He probado drogas, naturales y sintéticas, ilegales y de receta, he aspirado, bebido, fumado, tragado y pinchado todo lo que he encontrado. Mi mente ha explorado cientos de formas de delirio e irrealidad, pero nunca en mi vida estuve siquiera algo cerca de lo que acabo de vivir. Entre aterrado y estimulado, junto coraje suficiente para retomar aquel libro de pesadillas. El final es más suave, como la resaca de cualquier droga, y me deja la misma sensación de rechazo y deseo.

Es un hecho que  los rituales tienen un calendario bien rígido, y Vagish ya me ha dicho cuando se espera el próximo. Pienso en Patty, luego en el final de Ceniza. No tengo opción. La mañana antes de la noche señalada preparo mi ropa de abrigo, linterna y algo de provisiones, también consigo un revolver, es un .22 algo viejo pero que aún tira plomo. Con los últimos billetes compro los pasajes para estar en el bosque para el anochecer.

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09/06/2015, 14:58
Director

Los días pasaron lentos como tortugas, incluso con los preparativos y el viaje, algo en su interior estaba ansioso porque llegase la noche del ritual. A un nivel inconsciente sentía que ese momento sería el cúlmen de su vida y el tiempo que le separaba de él había quedado reducido a un mero trámite de espera hasta ese instante, algo incordioso que se interponía entre él y su destino.

Las horas de viaje en autobús se le hicieron eternas y aún más el largo paseo hasta el bosque; llegó a creer que no llegaría a tiempo, cuando la noche se le echó encima sin haber llegado a la zona del ritual. Había traído con ella el miedo, el desconcierto y los nervios. La zona parecía cambiada, había tomado nota mental de cómo podía llegar hasta su viejo campamento y desde él hasta la piedra que servía de altar dónde había tenido sus visiones – o alucinaciones – pero todo parecía cambiado. El bosque más denso, los árboles retorcidos, el suelo más cubierto de materia vegetal en descomposición y todo se aliaba para confundirle, perderle y retrasarle.

Por si fuera poco los sonidos del bosque… no estaban, ni pájaros, ni insectos, ni pequeños animales escurriéndose a su paso o ante el haz de su linterna. Y, sin embargo, se sentía observado, creía haber visto a un árbol moverse de forma antinatural, como si avanzara; y, en silencio absoluto, sombras indefinibles parecían saltar entre los árboles dónde él no podía verlas.

Su reloj marcaba las 11 cuando encontró por fin los restos de su campamento. No había dejado mucho allí, pero un animal grande, tal vez un oso, parecía haberse dedicado a rebuscar y registrarlo con una meticulosidad antinatural pero un salvajismo muy propio de las bestias. Al menos, desde allí sólo le quedaban veinte o veinticinco minutos de paseo en la oscuridad.

Pero el bosque estaba cambiado. Árboles que antes no estaban o se habían retorcido y muros de vegetación oleosa, con olor a podredumbre pero tan densa que parecía crecer por segundos tapiaban el acceso al altar. Por dos veces le pareció ver una masa enorme moverse hacia él, algo con un áura de terror tan fuerte que le hizo correr sin control durante minutos, pero su voluntad de saber, de conocer y de rescatar a su amiga fue más fuerte y volvió de nuevo a la zona.

Su reloj se acercaba a la media noche y estaba seguro de que el muro repugnante y aterrador de materia vegetal cercaba por completo el acceso al altar. Entonces dos sucesos, casi simultáneos le dijeron que debía decidir ya: O se arriesgaba a saltar el muro y entrar en lo que prometía ser un mundo de terror sobrenatural o volvía a casa inmediatamente, derrotado y aterrado pero vivo y entero, de cuerpo… y de mente:

Por un lado un cántico se había alzado procedente del interior, no hacía falta ser un genio para saber que el ritual se había iniciado. Voces profundas, femeninas y masculinas mezcladas y con un coro de rugidos y aullidos entonaban una letanía que mezclaba palabras indescifrables en lenguas desconocidas con otras en inglés sonaba algo así como: 'Ia Ia Madre de los Bosques Ia Ia Shub por los Hijos Ia Ia Tekelili Tekeli Ia Ia Acudid a Nig Ia Ia Tekeli Madre de los Bosques Ia Ia'.

A la vez, al otro lado de la barrera, apenas audibles a pesar de hablar en voz normal, pudo escuchar dos voces. Una masculina, profunda, gutural, poderosa, como de un gigante; la segunda la reconoció de inmediato, era a la de Meera, la nativa americana que conoció en su anterior visita.

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09/06/2015, 15:01
Meeree "Gris"

 

-“Hay Chupasangres vigilando los alrededores y un humano que huele a ellos cerca, ataquemos a todos los sirvientes del Wyrm. ¡Ya!” – la voz masculina era insistente y fue coreada por varios gruñidos animales y humanos más.

La voz de Meeree era más reposada, pero acerada y seria.

-“Si los Danzantes invocan otro hijo de la desolación, tendrán fuerza para manifestar la fuente del Wyrm que llaman Madre y será el fin de todo y de todos. Hay prioridades: atacaremos el ritual, ni el humano ni los Chupasangres son nuestro enemigo hoy.”

 

Notas de juego

Pensaba seguir un poco más pero creo que así tiene más fuerza dramática, te da pie a narrar la vivencia de Bart paso a paso de todo esto y, que narices, te da libertad para jugar como mejor veas, no necesariamente como de más fuerza a la historia, que es un juego, no una novela :) Si quieres que Bart se retire o haga lo quieras, adelante, vemos cómo evoluciona la historia desde ahí.

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09/06/2015, 16:14
Bart Scum

El consiente e inconsciente, la mente y la realidad están reñidas en mi interior. Primero desvanecerme en el bosque en medio de alucinaciones y ese sentimiento de haber salvado la vida por poco. Luego lo más extraño, los ojos de Vagish, esos ojos encendidos, nublándome los pensamientos para dar paso a lo inexplicable. La experiencia narcótico alucinatoria del libro fue como un último round en el que por poco pude llegar a la campana final. Me siento al borde de la locura, tantas veces la busqué en sustancias, acciones extremas y malas decisiones. “No se vuelve loco el que quiere, sino el que puede”, me dijo un linyera una noche de tragos, y ahora que necesito estar lúcido para ayudar a Patty no estoy seguro de estar totalmente cuerdo.

El miedo crece conforme me voy acercando a mi destino. El bosque está increíblemente silencioso y no deja de entorpecer mi camino. No sé si ya estoy chiflado o las sombras me siguen y la vegetación intenta evitar que llegue al altar. Me arrepiento de no haber traído un bidón de nafta como había planeado inicialmente, aunque la caminata hubiese sido insoportable.

Por fin me encuentro bastante cerca y ahora el paso ya es imposible. Doy algunas vueltas pero no hay manera, tendré que saltar este cerco natural. Detrás de esa barrera puede esperarme algo definitivo, como la muerte o algo peor. Pero mis oídos me tren a la realidad una vez más. ¿Realidad? Los cánticos se elevan feroces desde el otro lado, imagino a Patty, acosada, atacada, devorada. Mierda debo apurarme, tengo la decisión tomada, pero un par de voces apena audibles me detienen. ¿De qué hablan? ¿¿Humano?? El diálogo me parece surrealista, pero el final al menos me dice que estamos del mismo lado. “Atacaremos el ritual…”, bien, todos hemos venido a lo mismo. No hay más tiempo para pensar. Patty. Dispuesto a ganarme unos cuantos raspones atravieso el cerco, intento hacerlo distante de Meeree y el hombre dispuesto a atacarlo todo. 

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10/06/2015, 15:07
Director

Mientras escalaba, Bart sentía que la vegetación oleosa trataba de agarrarle, ramas como tentáculos parecían moverse haciendole trastabillar en cada intento y alguna vez se encontró con que la mano que había puesto sobre la rama estaba debajo de otra. El pánico hizo presa en él cuando, del otro lado del muro, le llegó un aullido de lobo. Saltando desde arriba, presa del pánico, consiguió llegar al otro lado para ver el resplandor de una gran hoguera, tal vez a cincuenta metros, la distancia que le separaría del altar.

El se apresuro a correr hacia allí, oía carreras y gritos, consiguió ver a Meeree delante suyo, le había sacado unos cuarenta metros a pesar de desde el aullido hasta el fin de su escalada no habían pasado más de cinco segundos. Pero apenas pudo reaccionar, porque a su lado corría un monstruo de pesadilla, una criatura peluda, un híbrido entre un lobo gigante y un hombre que medía tres metros de alto y tan musculoso como un matón de gimnasio de arrabal. Tenía pellejo marrón, aunque toda la espalda era de pelo plateado. Sus garras y colmillos iban a la par de la figura.

Bart sentía su mente perderse, romperse en pedazos al ver aquella cosa imposible. Ni siquiera procesó que, en otras partes del bosque que confluía al claro del altar sombras sigilosas tan grandes como el monstruo se movían convergiendo. Meeree se estaba desnudando mientras corría a toda prisa, lo que no costó mucho porque bajo su ropa amplia no llevaba ropa interior pero al terminar de hacerlo su cuerpo curvilíneo y musculoso se fue transformando, acumulando pelo, creciendo y sus piernas doblandose al revés hasta convertirse en una gemela femenina de la cosa que corría a su lado.

Paralizado durante un momento, que se volvió eterno, apenas pudo entender lo que sus sentidos decían a su cerebro: en el claro, realizando el ritual cuyos cantos escuchó, había una mezcla de más de aquellos híbridos aberrantes sólo que estos eran negros como pozos de brea y con ojos rojos como ascuas, junto ellos compartían danzas y orgías lobos gigantescos de metro y medio en la cruz con pelajes no menos oscuros y humanos de ambos sexos desnudos que parecían llevar la voz cantante en los salmos e invocaciones. 

Sus piernas se negaban a obedecer, si no era para darse la vuelta y salir corriendo. Cn los ojos como platos, su burbuja de cristal de terror y parálisis, se rompió cuando distinguió, apenas, sobre el altar la figura desnuda, amordazada y atada, de Patty, la reconoció por la forma de su cabello, su maraña pajiza con algunas canas prematuras fruto de la mala y dura vida que ahora era blanco como nieve. Tenía unos ojos enloquecidos que supo eran reflejo de los suyos. Al verla allí, indefensa y enloquecida de terror, el tiempo volvió a la realidad y a su velocidad normal.

Notas de juego

Paramos otra vez, para que puedas narrar tu perspectiva y tomar tu decisión final :).

Las cosas híbridas que hacen el ritual junto a human@s y lobos gigantes:

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En lo que se convierte Meeree y lo que va con ella:

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11/06/2015, 16:44
Bart Scum

Trepo apurado y desesperado, sé que al otro lado me espera un mundo de misterios y secretos. Entiendo que puedo ser testigo de un ritual brutal, de la locura y el horror del que es capaz el hombre. Estoy preparado para hundirme en la oscuridad. O creo que estoy preparado, porque la primera imagen que me espera al otro lado no sólo confirma que no lo estoy, está a punto de volarme la cabeza.

No he salido de mi asombro, aún no he entrado en el pánico que lo seguirá, cuando Meeree, como en una escena surrealista, comienza a desvestirse. No llego a unir ni un solo cabo antes de que ella misma comience una transformación bestial sacada de mis peores pesadillas. Aún tengo tiempo de equivocarme una vez más, cuando creo que lo que he visto es imposible y que me he vuelto loco, levanto la mirada hacia el ritual. Allí mi pesadilla se multiplica, me siento en una de esas películas de horror tan de moda por estos tiempos. Muchos más de estos seres medio lobos, lobos gigantes, hombres y mujeres cebados entre bailes y cánticos; y en el medio de todo ello, perdida en el pánico se encuentra Patty.

He estado congelado una verdadera eternidad observando la escena, atónito. Cuando todo vuelve a moverse al ritmo habitual (me niego a usar la palabra “normal” en todo esto) sólo la imagen de Patty me deja un hilo de cordura para actuar. Está claro que hay poco que pueda hacer yo y mi humilde calibre .22 contra una multitud de bestias dantescas. Cuento con mi astucia, en cambio. Si he entendido bien, Meeree y lo que la acompaña atacarán al ritual, intentaré ocultarme, arma en mano, a la espera de ver cómo se desarrolla el combate. Nunca pierdo de vista a Patty, pues al primer intento de dañarla voy a empezar a los tiros.

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12/06/2015, 17:54
Director

Recuperado el control de su cuerpo mediante pura fuerza de voluntad de proteger a la gente que le importaba, Bart pudo percibir durante escasos segundos la presencia de más seres en los alrededores.

Pronto había una batalla campal, los últimos humanos que quedaban dirigiendo el ritual orgiástico habían mutado en aberraciones híbridos o lobos gigantes de pelaje negro. Dos docenas de bestias entre los negros y los marrones de espalda plateada luchaban en una batalla campal sangrienta y brutal que arrasaba el bosque con la fuerza de un tornado en una cacofonía de ruido e imagen ininteligible.

Bart pensó que había vuelto a quedarse paralizado, pero él se movió normal para acercarse al altar: eran aquellos seres de pesadilla los que se movían como flashes, tan rápido que no podía captar con sus ojos sus movimientos. En un segundo dos híbridos se enfrentaban junto a un árbol, parpadeaba y el árbol estaba arrancado en manos de uno y del otro no había rastro, volvía a parpadear y no quedaba nadie frente a sus ojos, otro parpadeo y medio lobo cruzaba por delante de sus ojos seguido de una estela de plata y marrón, otro parpadeo y la estela se convertía en dos híbridos el plateado, ¿podía ser Meeree? estirando del cuello al otro como si pretendiera arrancarle la cabeza de cuajo, los músculos de ambos tensos como cuerdas de acero de un puente. A la vez desde detrás del altar llegaba más ruido de pelea, con siseos, quejidos y… ¿hasta algún jadeo orgiástico podía haber sido eso?

Parecía un momento perfecto, con todos batallando en una lucha de titanes que él no podía ni ver, para entrar sigiloso y llevarse a Patty, que permanecía en el altar con ojos inmutables de terror y la boca en un rictus que evidenciaba que la mujer había abandonado su mente para esconderse de aquella experiencia traumática en lo más profundo de su psique. Se preguntó si se recuperaría o la catatonia sería permanente pero si no la liberaba mientras pudiera, cuando acabara la guerra, sin duda, no saldría bien parada.

Estaba en lo alto de la peña, a unos metros de Patty, en el mismo lugar dónde tuvo la visión – después de aquella noche no podía seguir pensando en ellas como alucinaciones – de la sombra de Ceniza liberando ramas sobre él y mostrándole detalles de su muerte. Un escalofrío le recorrió al recordar aquello y tuvo una sensación de deja-vú.

Se giró lentamente, como hizo cuando vio a su amigo, o su sombra tras él en el altar y estuvo a punto de chillar de terror al comprender que aquello no fue sólo una historia de su muerte, sino una advertencia, una visión de futuro.

Frente a él se erguía un árbol que antes no estaba allí, o algo que podría haber sido un árbol en la mente enferma de un dios aberrante e inhumano. Se sostenía sobre tres troncos que semejaban patas de elefante, más alto aún que los híbridos de hombre y lobo; era una maraña de ramas sin hojas que se movía como tentáculos de un calamar gigante de forma antinatural y evidenciando que la mente que lo había creado no entendía el concepto de árbol. Bocas hambrientas, de lamprea, se abrían en varias de sus ramas repugnantes y también en la masa que formaban sus bases y hacía de tronco.

Como en su visión, las ramas volaron hacia él; el dolor esta vez fue intenso y físico y el tiempo volvió a ralentizarse mientras el viento zumbaba en sus oídos al volar por los aires, libre como un pájaro. Ya no sentía dolor, se extrañó cuando el vuelo se detuvo bruscamente, con un gran temblor y mucha tierra volando alrededor: no había sentido el golpe, ni el dolor.

La cosa sin nombre, se asomó por el borde del altar, no podía ver qué había sido de Patty. Se acercaba lenta pero segura, con sus bocas babeando de ansia por su sangre, por su vida. Acabaría como Ceniza si no se alejaba de inmediato. Su cuerpo no respondió.

El ser de pesadilla y terror puro se cernía sobre él, y no pudo mover ni un músculo. Al borde de la ruina mental, entendió que se había quedado tetrapléjico cuando no pudo, casi, ni girar la cabeza. Daba todo por perdido cuando escuchó la voz del viejo Vagish:

 

Notas de juego

Paro otra vez aquí para que puedas dar tu visión de todo esto y la perspectiva de Bart.

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12/06/2015, 17:55
Vagish

-“Bart, insensato y cabezota botarate. ¿Qué haces tú aquí? Te dije que esto te venía grande” –

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16/06/2015, 15:13
Bart Scum

La batalla está desatada como lo esperaba, no logro entender nada de lo que sucede. Parece que hay dos bandos claros, pero no tengo chances de saber quién va ganando. No puedo esperar a ver qué pasa, nadie parece ponerme atención. Me deslizo por entre el enfrentamiento más confiado en no parecer una amenaza para nadie que en no ser visto aunque siempre he sido bastante escurridizo.

El entorno es de locura. Todo se mueve a una velocidad que me deja afuera del desarrollo. Para mi suerte no tengo tiempo de reflexionar sobre estas bestias infernales y este ritual de locura. Pronto estoy a apenas un salto de Patty, si consigo llegar a ella y liberarla podremos salir de allí antes de que todo termine.

Un escalofrío que recorre toda mi espina dorsal es la primera señal de que algo no anda bien. Apenas una centésima de segundo después mi cabeza procesa la imagen y para mi horror es una que ya he visto. Quedo paralizado, no sólo por la criatura incomprensible que se cierne sobre mí, sino más bien por tener la certeza de saber cómo termina esta escena. Antes de que pueda hacer nada la criatura-árbol me levanta por los aires. Desde el suelo puedo ver cómo se acerca a mí, que al mismo tiempo soy Ceniza. Creo que alcanzo a disparar una o dos veces sin ningún resultado. Estoy congelado sin poder escapar.

¿Y esa voz? ¿Es posible que sea Vagish? Debe ser, nadie más usa la palabra “botarate”. Quisiera responder, pero debe ser parte de mi delirio.

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17/06/2015, 16:08
Director

El árbol andante parecía lo único que se movía a la velocidad que su ojo percibía. Descendió sobre él, con las ramas acercándose sedientas, sus bocas rezumando lodo negro. 

En ese momento Vagish se adelantó haciéndose real fuera de sus delirios agonizantes al entrar en su visión desde detrás de su cabeza inmóvil hasta posicionarse frente a él, interponiéndose en el camino del monstruo aberrante mientras hacía gestos con las manos.

El ser comenzó a moverse en zig-zag, como si atravesara un laberinto inexistente en su dirección incapaz de ver a la pareja que estaba a unos metros. Apenas dio unos pasos vacilantes cuando desde los árboles le llovió, justo en el límite de su reducida visión, un aluvión de… cosas… Eran cuatro humanos, pero tenían medio esqueleto por fuera, como una armadura de huesos, con los dedos descarnados para formar afiladas garras y sólo dos dientes que parecían hechos mezclando todos que una persona tendría en la boca.

Los monstruos y la aberración se enzarzaron en una pelea rápida en la que algunas ramas cayeron pero los seres de pesadilla eran aplastados, troceados o desecados como uvas pasas en segundos. Pero la distracción que proporcionaron fue aprovechada por dos mujeres: la chica que había visto salir de la tienda de Vagish hacía unas noches, con la misma gabardina larga de cuero sobre la extraña ropa de piel de serpiente y otra mujer, también joven, un poco rubicunda y pelirroja, con el cuerpo definido y fuerte de quien combina el ejercicio físico con el cuidado del aspecto. Esta última vestía unas mallas de deporte rojas con top deportivo a juego y una cazadora de cuero de rockera por encima.

La chica de pelo rojo se movía tan rápido como los lupinos, a duras penas conseguía percibirla con claridad y golpeaba al árbol con puños con guantes de pinchos propios de los heavys, pero que parecían hechos de plata. La otra mujer se unió al club de los raritos cuando extendió una lengua de medio metro, igual que la de una serpiente, que con un sonoro latigazo cortó la rama que trataba de alcanzarla como si fuera una barra de pan.

Un nuevo combate atroz se desarrolló ante la mirada indefensa de Bart, la chica de la ropa de serpiente salió volando fuera de su visión tras un golpe brutal como el que recibió él, sólo para volver de nuevo mientras su pierna, rota por tres partes, se recomponía por el camino. La otra muchacha acabó por ser atrapada, pero el mismo esfuerzo que había permitido al árbol trocear los monstruos de hueso como muñecas de trapo no sirvió con la aparentemente más frágil mujer, a la que sólo consiguió arrancar un brazo.

Cuando su cuerpo cayó al suelo, delante de Bart, Vagish dirigió a ella sus gestos. El joven inmovilizado pudo ver claramente que la chica exhalaba su último suspiro y quedaba muy quieta. El árbol la ignoró para centrase en la otra; pero la chica muerta rieló como si fuera una imagen artificial al levantarse y el cadáver se deshizo en una neblina mientras ella se alzaba, dolorida pero perfectamente viva.

La mente de Bart se apagó cuando la vio recolocarse el brazo amputado y que éste empezaba a unirse de nuevo al cuerpo mientras la otra mujer se soltaba de la presa que la retenía transformándose en la cobra más gruesa y grande que había visto nunca.

No supo cuanto tiempo estuvo en la oscuridad. Una oscuridad plagada de frases sueltas, inconexas, de voces desconocidas entre las que sólo reconocía la de Vagish.

-“…Debemos irnos ahora…”

-“…Los lobos están terminando…”

-“…No le dejaré aquí… por él hemos llegado… habrían perdido sin nosotros…” – ese era Vagish

-“…Perdido… roto… incapaz…”

-“…Abrazo… Beso…” – no sabía qué decía el viejo, pero era él.

-“…Imposible, no saldrá bien…”

-“…Desperdicio de vitae…”

-“…Ternura mal entendida…”

-“…Mi derecho, mi recompensa, mi decisión…” – la voz del anciano, pero la terrible que le había asustado, no la de gitano vendedor.

-“…Vienen los lobos, anciano…”

-“…Ocúltanos…”

¿Cuanto pasó así, en la oscuridad y el silencio? No lo sabía. Sólo sabía que, de repente, el cuello dolía, dolía mucho, oía a alguien tragar con fruición junto a su oreja, sólo podía estar comiéndosele a él, pero sólo notaba un pinchazo en el cuello. ¿Sería el árbol? ¿Habría ganado a las mujeres y a Vagish? ¿Acabaría como Ceniza?

Pero entonces el dolor acabó, Bart notó una sensación de placer como ninguna previa que se extendió desde su cuello por cada nervio que no estaba muerto, si hubiera podido moverse seguramente habría estallado en espasmos orgiásticos. Abrió los ojos de nuevo, presa de la adrenalina y distinguió las caras ceñudas y vigilantes de las dos chicas encima de él. Vagish, o alguien con su turbante estaba sobre él, como si le abrazase y ¿le chupaba en el cuello? Poco a poco perdió fuerza de nuevo, estaba agotado, el placer extremo era irresistible y veía borroso. Una parte muy pequeña de su mente le dijo que estaba muriendo, un ligero olor a sangre le dio la pista: Vagish le estaba desangrando, el sonido de succión era su vida saliendo de su cuello a la boca del anciano en forma de sangre. De toda su sangre.

Notas de juego

La chica-serpiente ya la viste en su momento, en la tienda de Vagish. Te refresco su imagen, por si el futuro y te muestro la otra por lo mismo:

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19/06/2015, 15:33
Bart Scum

Reconozco que siempre tuve en la cabeza que el misterioso Vagish estuviera aquí. Nuestra despedida no podía ser definitiva, tenía que estar presente para demostrar que los últimos meses de mi vida no fueron un delirio alucinatorio. Llega en el momento en que todo estaba perdido para mí, nunca olvidaré este momento.

A partir de entonces ya no consigo comprender nada de lo que ocurre, seres descarnados, mujeres guerreras, no olvidemos el ya amenazante árbol imposible. Desmembramientos, muerte y resurrección. ¿Esa mujer es en realidad una serpiente gigante? El dolor me confunde, realidad y locura, la última escena es demasiado para mi frágil cordura, apagón primero, luego idas y vueltas entre palabras confusas. En las palabras sueltas percibo dudas, miedo, rechazo, pero también aprecio y preocupación por mí.

Un dolor intenso me trae de vuelta a la conciencia, pincha, arde como brasas en mi cuello. Siento que me ha llegado la hora, este dolor me arrastrará, espero que al menos Patty lo haya conseguido. Lentamente me despido de la vida, estoy aun confuso y sin ver cuando el éxtasis me invade repentino. Tanto placer duele. Me he pasado la vida buscando sensaciones extremas y nunca estuve siquiera cerca de las oleadas deliciosas que entran en mi cuerpo, ¿Entran… o salen?

Consigo abrir los ojos, las mujeres siguen allí, serias; el placer sigue allí, desbordante; y también allí, inclinado sobre mí, provocando mi dolor y posiblemente también mi gozo, está Vagish. Siento que muero, el viejo me desangra. ¿Fue todo un engaño? El hombre que me protegía ahora ocupa el lugar del árbol imposible y me devora.

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22/06/2015, 16:32
Director

El mundo volvió a apagarse, tras convertirse en una nube difusa de placer, fue diluyéndose en neblina y al final… la nada. Lo siguiente que supo es que tragaba, algo atorado en la garganta exigía que lo deglutiera y así lo hizo. Una masa pastosa, viscosa de sabor dulzón y ferroso.

Lo más delicioso que había probado nunca, un manjar exquisito de sabor indefinible que no podía dejar de tomar. Incluso cuando otros sentidos, a parte del gusto, volvieron les hizo de lado: escuchaba voces de mujer decían cosas a las que no prestó atención salvo para gruñir en desacuerdo con el contenido: criticaban su alimentación; olía a sangre, a mucha sangre, una cantidad peligrosa de ella y, por algún motivo, le aumentaba el apetito; agarraba algo, la fuente de la ambrosia con que se deleitaba, sin prestar atención a que se suponía que no podía mover los brazos desde la caída; no veía, pero era porque no podía abrir los ojos, del placer que aquella delicia culinaria le provocaba.

Y, entonces, de repente, la fuente de maná le fue retirada, bruscamente, con fuerza y contundencia. Se oyó gruñir y se lanzó como una serpiente detrás, decidido a pasar el resto de su vida sorbiendo que aquello. Aunque el no había sucumbido demasiado a los vicios adictivos que estaban detrás de la mayoría de las historias de sus vecinos y compañeros, había visto a gente destrozada por las adiciones, humillarse, matar y vender hasta su alma por otro gramo de coca o una botella de licor barato. Ahora entendía mejor que nadie cómo se sentían, habría dado todo por otro trago de aquello, descubrir que podía moverse, alzarse, incluso ponerse de pie cuando se creía tetrapléjico no importaba lo más mínimo; no sabía dónde estaba ni qué había alrededor, pero le daba igual. Ni siquiera era consciente del todo de que lo perseguía para devorarlo con saña era el brazo de Vagish, pálido hasta el extremo.

Entonces cayó al suelo violentamente, cuando las dos mujeres de antes le agarraron de ambos brazos y le sujetaron con la fuerza de un toro cada una.

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22/06/2015, 16:33
Vagish

Vagish se irguió sobre él.

-“Calmate, o éstas mujeres te destruirán antes de que tengas tiempo de completar la transformación” –

Aquello era más fácil de decir que de hacer, el hambre era atroz como si no hubiera comido nada en una semana, pero a la vez, algo que no entendía en su interior se rompía con sólo la idea de hacer que Vagish se sintiera mal o se enfadara con él de una forma que Bart no había sentido ni cuando era un bebé por su madre.

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24/06/2015, 15:09
Bart Scum

Rígido y con los ojos clavados en el viejo Vagish, no soy capaz de emitir ni una palabra. Siento el impulso de ponerme de pie, saltar en una búsqueda desesperada de comida. Sin embargo la sensación de no desear perturbar al hombre es muy fuerte y me mantengo sin moverme. Las miradas de las mujeres me resultan amenazadoras y desconfiadas. Ninguna de las dos aprueba lo que está ocurriendo, y yo ni siquiera logro comprenderlo.

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24/06/2015, 15:58
Ellia Sergovna

La mujer pelirroja pareció relajarse y con actitud matonesca pero estilosa a la vez, se alejó unos metros de Bart dándole la espalda, mientras mascullaba.

-"Joder, ¡como odio la parte que viene ahora! Es asqueroso. Mejor me alejo, éstas botas valen 200$." - la chica llevaba unas botas estilo militar de puntera de hierro, salvo porque eran de caña alta, con muy buena pinta.

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24/06/2015, 16:05
Amûnet Sun-Nuk

Por su parte la otra mujer, la que le había parecido ver con lengua de serpiente y convertida en una, se había limitado a cambiar la mirada, hacer un leve asentimiento satisfecho y alejarse unos pasos, aunque sin dejar de mirarle fijamente; pero, eso sí, más relajada.

De hecho dirigió su mirada más bien a Vagish, con una gesta enarcada en un gesto que, en su rostro serio y frío, debía ser lo más parecido a una sonrisa que solía verse.

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24/06/2015, 16:07
Vagish

Casi como si respondiera al gesto de la mujer morena, el viejo se acercó a él y le puso una mano en el hombro empujando para que se sentara, con firmeza pero sin obligar.

-"Sería mejor que te sientes, o te pongas de rodillas, muchacho botarate. Esto se va a poner complicado."

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25/06/2015, 14:50
Bart Scum

Las mujeres realmente me atemorizan. Vagish continúa con su tono amable y firme. De no ser por el respeto y cariño que siento por el hombre intentaría salir corriendo del lugar - ¿Qué lugar es este? – Me incorporo hasta quedar sentado, muy confundido y murando a todos lados en busca de una explicación.

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25/06/2015, 22:00
Director

Bart se sentía muy extraño. Por un lado estaba el hecho de que podía moverse, perfectamente, como si nunca le hubieran roto la espalda, era más no sentía el más mínimo dolor; de hecho no se había sentido así de bien... tal vez nunca, al menos desde que vivía en la calle. Hasta el punto de que no sentía el frío en absoluto, a pesar de que seguía en el bosque y seguía siendo de noche, no estaban bajo el altar, pero tampoco debían estar muy lejos porque el sobrenatural silencio sepulcral en los ruidos nocturnos que se había producido con el ritual seguía pesando, ominosamente, sobre el ambiente.

Fue entonces cuando se dio cuenta que, desde que se había erguido, suspirando por más alimento, hacía varios minutos no había respirado. Trató de hacerlo, asustado, temiendo ahogarse, aunque no había notado el más mínimo inconveniente hasta caer en ello y no pudo, se atragantó, pero no consiguió toser tampoco. Poco le duró el pánico, ni siquiera lo suficiente para ponerse en pie, cosa para la que, a pesar de estar asfixiandose, tenía fuerzas de sobra, porque su estómago se volvió del revés, en el retortijón más fuerte que pudiera imaginar. Pensó que el golpe del árbol aberrante le había reventado las tripas, pero enseguida cayó de rodillas y empezó a vomitar. 

De su boca brotó un torrente de materia negruzca y rojiza, hedionda y viscosa, sentía que vomitaba las tripas por la boca y, si se habían licuado y medio podrido, bien podía ser así. Estuvo generando esa masa en descomposición varios minutos antes de que las convulsiones cesaran y le dejaran rendido en el suelo, más hambriento de lo que había estado nunca, más incluso que aquella semana que no podía andar y no pudo salir a buscar comida en varios días.

Algo dentro de él gemía y ansiaba por ser alimentado y pedía sangre. Vagish arrojó tres bolsas de sangre como las que ponían a los enfermos en los hospitales delante de él. Jamás había visto en su vida algo más apetecible, ni siquiera en los anuncios de televisión o los carteles de los restaurantes caros. La cosa negra que gemía dentro de él le exigió que lo bebiera de inmediato, exigía que le permitiera tomar el control y beberlo de inmediato, beberse también a aquellas mujeres y, sí, que demonios, también a Vagish.

Notas de juego

Por supuesto no tienes por qué hacer caso a la "voz" en todo, pero para no hacerlo a tomar la sangre, tendrías que tirar conciencia (4 dados) mientras saques algún 7, puedes controlarte un asalto y seguir tirando, hasta que sumes 5 7s en total o hagas una tirada sin ningún 7. En el segundo caso pierdes el control, te lanzas sobre la sangre y luego... bueno ahí paras porque pasa algo que aún no sabes.

Esto es lo que en vampiro se llama resistir un frenesí. Algunas cosas, como tener Hambre y ver sangre, un ataque, la humillación o los insultos pueden hacer que un vampiro pierda el control y ataque furiosamente a la fuente de sus problemas, sea quien le insulta o ataca o el que tiene sangre que él quiere. En ese caso tiene bonificaciones a la violencia, pero es un monstruo con poco raciocinio y ningún control. Podría matar a su madre y beberse hasta la última gota de sangre, incluso si mantiene su humanidad intacta todavía. Ya Vagish se lo explicará a Bart en partida con más detalle; por ahora para que tú entiendas lo que pasa es suficiente. 

Por supuesto si cedes voluntariamente a la tentación de tomar la sangre embolsada, de momento, no necesitas resistir el frenesí (aunque sí te haría falta para parar y beberte sólo una, por ejemplo)

 

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14/07/2015, 13:38
Bart Scum

Envuelto en una ensoñación vuelvo a mover espalda y piernas. ¿Se tratará de algún hechizo del viejo Vagish? Quizás sólo ocurre en mi mente. La desesperación por no poder respirar me invade y mientras intento tomar bocanadas como un pescado recién sacado del río, miro a los testigos con los ojos desorbitados en busca de explicaciones. No llegan a tiempo, ya mi cuerpo se revuelve y retuerce. Saco de mis entrañas mucho más de lo que he tragado en estos días, saco cosas putrefactas que no sabía que tenía dentro. La mujer de rojo ya sabía que esto pasaría, se preocupó por sus botas. ¿Seré parte de un ritual de estos tres personajes?

Una vez terminado el espectáculo urbano punk de mi vómito, el hambre se me sale de adentro para afuera, un imulso de llenar todo el vacío de mis tripas. Y aquellas bolsas de sangre que aparecen elevan mi ansiedad hasta tensar todos mis músculos. Sin embargo mi mente se resiste, he hecho cosas asquerosas, pero alguna parte de mi cerebro intenta resistir el impulso. Es en vano, antes de darme cuenta estoy arrodillado sobre la sangre, destrozando aquellos paquetes para llenarme del rojo líquido.

- Tiradas (1)

Motivo: Conciencia

Dificultad: 7

Tirada (4 dados): 5, 4, 2, 4

Éxitos: 0 Fallo