Partida Rol por web

Fue hace una década o algo así. Las fechas concretas no se imrimieron tan fuertemente como los acontecimientos de aquellos días.

Todo comenzó en los albores del tercer milenio, en una época en la que muchos consideraban que el fin de los tiempo era un hecho que si no había ocurrido estaba por llegar. Sin embargo nadie lo suficientemente autorizado podía predecir o relatar cómo iba a ser y por parte de quien. Nada se veía sobre que clase de fin era. Y para muchos eso significaba la esperanza de que no hubiera fin, de tener oportunidades de vivir y de triunfar en la existencia.

El periplo podía decirse que había empezado en Manchester dónde tres despertados diferentes, en vida, modos de pensar y orígenes se juntaron y se conocieron con el obetivo común de ampliar sus escasos conocimientos y hacer de ello algo bueno para el mundo; no estaban de acuerdo, necezariamente, en que manera,ni como pero era un comienzo.

Trás algún tiempo deambulando por la campiña inglesa, de pueblo en pueblo y en cada ciudad buscando rastros que les indicasen un camino. Hasta que tras un pilono eclesiástico, en las tierras medias surgió un texto desvaído, en arcilla y de arcaico normando que relataba fragmentariamente la epopeya de un pequeño círculo de caballeros que poseía acceso a agrandes rollos de pergamino cuajados de textos.

No fue fácil y por el camino hicieron alguna amistad más: Etienne dela Basse, un postuniversitario, especialista en glosas medievales, Cátaros y otros herejes cristianos. resultó ser un miembros del coro celestial con conexiones masónicas muy extrañas. no se ajustaba al típico predicador o religioso, sino a un estudioso más "científico" pero creyente, casi parecía  aveces un mal remedo de budista o akháshico.

Finalmente era una tarde levemente ventosa y parisina Hacía unos pocos minutos que había teminado la hora a la que habíais quedado con Etienne para investigar sobre un caballero Gregoire, de dicha órden para avanzar en la búsqueda de los secretos que custodiaban. ciclomotores, parejas en sus mesas y toda el ambiente bucólico y romántico que asocian las películas a la calles de paris, y en sus tazas vuestros cafés se enfrían lentamente...

Asuna era apenas una joven adulta que rozaba los 20 años, llevaba el pelo largo hasta la mitad de la espalda, de color castaño claro. Al momento de la reunión en el café lo llevaba atado con un lazo azul formando un moño en su espalda, vestía con elegancia un look juvenil basado en una pollera azul con destellos blancos como si de estrellas se trataran, una camisa blanca con una cinta al rededor del cuello de color bordó y formando un lazo al frente, usaba medias blancas con dibujos de lunas en cuarto creciente y alguna ocasional estrella y zapatos marrones. Sobre el respaldo de la silla descansaba una chaqueta bordó como su lazo y una cartera pequeña de la que colgaba el peluche de un pequeño dragón verde, por pocos reconocido como Bub, el protagonista del Bubble Bobble.

Frente a ella, sobre la mesa, una porción de Lemon Pié estaba siendo finamente escrutada por su mirada inquisidora durante largos segundos antes de atravesarla con el tenedor que posteriormente llevó el bocado al interior de su boca. Sonrió y se regocijó por el agradable sabor del dulce aún con el tenedor en la boca. Dio un ligero salto sobre su asiento, sin levantarse de este, agitando sus manos de emoción, sin hacer, lo que ella consideraba, gran espamento.

Bebió un trago de su mocachino, se limpió cuidadosamente los labios y luego miró a los demás con la aprobación en su mirada que merecía la elección de su merienda mientras durara la reunión.

¿Empezamos con la reunión? ¿Tenemos algo para empezar, Etienne?

Lev observaba a la joven asiática con atención como quien observa a un cisne en su hábitat natural. Totalmente ajena a él, como la mayoría de personas con las que se cruzaba, pero en este caso frágil y delicada. La curiosidad era casi académica, apreciando cada gesto, expresión y comentario como si fuera un nuevo descubrimiento para la humanidad.

Aún así, en su mente, estaba en esa cafetería, y en Bagdad un 23 de febrero del 1877, y en una sopa de plasma cuando el tiempo apenas se podía considerar como tal, hacía 13 mil millones de años, y en un restaurante de Berlín diez años después, hablando con la misma joven, ahora convertida en una despertada poderosa y respetada, pero que le despertaba la misma curiosidad y extrañeza que en ese mismo momento.

Alemania te sienta bien. le dijo, aparentemente fuera de contexto, aunque en su hilo de pensamiento la pregunta de la joven y su comentario tenían todo el sentido del mundo. Eres feliz, aunque te veo más preocupada.

Luego, por un momento se olvidó de la joven y se quedó observando los rayos de sol que llegaban hasta la terraza, levantando la mano a contraluz, viendo como se colaban entre sus dedos. Aquella reunión era un paso más que tenía que recorrer para llegar a su piano de cola, en un salón barroco, en un museo de Amsterdam apenas iluminado, pero ese paso ya lo había recorrido un millón de veces y lo seguiría recorriendo un millón más. Ahora mismo sólo le interesaba esa partícula de luz que había tardado decenas de miles de años en salir de su cascarón en el interior de la estrella a través de sus múltiples y densas capas, golpeándose, rebotando y luchando por desprenderse de sus cadenas sólo para recorrer la distancia hasta su mano en 8 minutos una vez liberada de su cautiverio, estrellándose en su palma para dar esa ilusión de color al mundo. Decenas de miles de años de forcejeo y sólo 8 minutos para saborear su premio, dándonos en su sacrificio final el regalo divino del color. Esa partícula tenía su propia voz, su propio timbre de existencia, único aunque idéntico a las del resto de las que eran como ella.

Mil trillones de trillones de cantos a la libertad por segundo en la palma de la mano le hicieron sonreír ligeramente con tristeza.

Gracias... dijo con los ojos llorosos, totalmente ajeno a cómo le miraban y lo que debían pensar los que estaban sentados con él.

el francés llegaba en un ciclomotor de eso antiguos y recios. No paecía muy cómodo pese a su durabilidad y detrás le acompañaba un hombre de origen oriental  expresión confusa. Etienne aparcó el ciclomotor y se bajó con agilidad de él para arreglarse las ropas a continuación.

Siento muchísimo la tardanza, me surgieron complicaciones. Antes que preguntéis él es Dou-Wan, no se maneja muy bien con el idioma pero es un artesano tan capaz como nosotros. Me ha estado ayudando a ubicar alguna cosas.

Lev siempre soltaba frases, en los momentos mas extraños, que poco tenían que ver con lo que estaba sucediendo. Asuna ya había decidido que probablemente el viejo mago estaría conectado con un flujo de pensamiento distinto al que ella y los demás estaban acostumbrados a encontrar y, por tanto, simplemente divagaba de aquí para allá en un sin fin de posibilidades cambiantes. Algo así como querer formar una frase coherente cambiando la estación de radio a intervalos irregulares de manera aleatoria. ¡Le resultaba tan divertido hablar con él! Sabía que detrás de todas sus palabras, por mas alocadas que puedan sonar, guardaba una profunda sabiduría que se presentaba como un indescifrable puzzle. Casi tan complicados como los del Majora's Mask. Se detuvo un momento para pensar cuanto hacía que no jugaba un juego de Zelda y luego contestó a su compañero.

¿Alemania? Me encantaría radicarme en Japón pero está todo tan difícil allá que prefiero Europa, pero no había pensado en Alemania, tenía mas ganas de viajar a Inglaterra. Escuché de una vieja serie de televisión britanica que trata de un alienigena que viaja por el tiempo, me hizo pensar tanto en vos que pensaba ir a ver si conseguía los derechos para re transmitirla o sacar algún comic.

Pensando en aquel antiguo personaje de ficción Asuna quedó con la parte convexa del tenedor contra sus labios, en un repetitivo y suave martillar. Si pudieras elegir una frase característica, ¿Cual sería? Esta claro que un personaje basado en vos jamás podría dejar de lado su sombrero... Pero la frase...

La linea de pensamiento de Asuna se interrumpió con la llegada del frances y su acompañante Oriental.

¡Etianne, justo a tiempo! Estábamos hablando con Lev sobre alienigenas que viajan por el tiempo, ¿Iría mejor como serie televisiva o comic? ¿Que crees?

Dejó el tenedor sobre el plato y se levantó para saludar al acompañante de Etianne. Parada junto a la silla juntó sus manos a la altura de sus piernas e hizo una reverencia inclinando cabeza y parte del cuerpo. Por el aspecto y su nombre, era evidente que se trataba de un hombre de origen Chino, por lo que saludó en dicho idioma.

Buenos Días señor Dou-Wan, mi nombre es Takei, Asuna. Espero Francia sea de su agrado, por favor, siéntese y acompáñenos con una taza de café. Sonreí amablemente y me senté nuevamente en mi lugar, mirando a Etianne. ¿Y bien?

¿Extraterrestres? ¿Quien hablaba de extraterrestres?

Oír hablar en mandarín le trajo de nuevo a ese momento, aunque también le trajo recuerdos agridulces de algo que había pasado durante su estancia en el Reino Medio. Seres poderosos habitaban ese país. Antiguos y poderosos.

Se levantó con una inclinación de cabeza hacia Dou-Wan y le tendió la mano al joven francés.

Mis respetos, señor Dou-Wan. Quizás una taza de cha sea más de su agrado, aunque sí que es cierto que el café lo preparan realmente bien en esta cafetería. Dijo, incluyéndose en la conversación en un perfecto mandarín. ¿De dónde es usted exactamente? 

Millen permanecía abstraído en su plato.-Un gofre bañado en chocolate.-Al que el chico de apenas veinte primaveras le daba buena cuenta entre parpadeo y parpadeo para atender a las palabras de sus compañeros, pues si algo estaba claro para Asuna y Lev era que Millen cuando comía no hablaba y era raro sacarle alguna clase de expresión alejada de la sonrisa o el cabeceo afirmativo a algo.

Cuando terminó de comer como siempre hacía tironeó de su camisa gris para dejarla lisa y volvió a remangarse esa rebelde manga de la camisa que siempre tendía a resbalarse, como casi siempre que realizaba dicho gesto su mano se abstraía en recorrer de forma inconsciente los trazos de su basta pulsera de cuero y mas aún los del atrapa-sueños que hacía de cierre de dicho adorno pues Millen mantenía la creencia de que era capaz de cargar sus emociones en la pedrería engarzada entre los hilos del atrapa-sueños que brillaban a la luz como pequeños rubíes.-Hey lev, vuelve.-Como siempre Millen hacia las veces de piedra de toque de Lev, mas por intuición empática que por real conocimiento del poder del que disfrutaba su amigo que por suerte para ellos no era poco, cosa que Millen amante de la paz y la unión agradecía mucho.

Palpó con ambas manos el vaquero descosido que llevaba puesto, antaño.-Tal vez unos cien lavados antes.-presentaba un intenso color ébano que ahora había sido relegado a un gris ceniza peleón hasta que encontró en el bolsillo trasero lo que buscaba, su amada manía y la odiada por sus compañeros¨Verde después de comer siempre sienta bien¨pensó cuando se llevó el cigarro liado de dudoso contenido a los labios y con manos expertas recorrió el cinturón de  viejo cuero que llevaba hasta dar con el encendedor buscado bajo la hebilla del mismo.-Hola Etienne.¿Que tal?.-Saludó a este cuando se hubo encendido su preciado cigarro de la felicidad que lo transportaría a un lugar de pura concentración mágica la próxima hora.

Millen mas práctico cruzó una pierna sobre otra y esperó a que el hombre se sentara junto a ellos en la cafetería mientras él tan solo se dedicaba a sonreír y corregir los erráticos devenires de su despeinado cabello.-Hola, Millen An´yani Rivers...un placer conocerlo.-Le tendió la mano al hombre con cordialidad después de dejar el cigarro en el cenicero y cuando este le ofreció la suya se la estrechó entre sus cálidas manos con una sonrisa inocente que tenía un efecto no tan deseado por Millen en las chicas de la facultad, como era sus suspiros o acosos sexuales...a veces divertidos a veces molestos del errático Millen.

El hombre oriental se sentó dónde le indicaba Etienne mientras éste pedía para ambos. Os saludó con un lave inclinación de cabeza y cerrar de ojos. Dou-Wan, poco idioma. Britano yo ser.

Cuando volvió Etienne se sentó relajado. ¿se ha presentado ya Dou-wan?, en hongkonés, apenas habla francés y se está amoldando, pero el inglés lo habla perfectamente. Espero que os encontréis todos bien. Siento haberos hehco venir tan misteriosamente y deprisa, pero el hehco que es que me encuentro tremendamente excitado.

Hace unas semanas encontré una serie de códices que al ir a restaurarlos mostraron que tenían un capítulo pegado para que no se encontrara. El capítulo trataba de un romance medieval inocente, hasta que en las figuras descubrí demasiadas coincidencias. Por ello os he reunido; en ese libro figuraba la ubicación de la tumba de Gregoire D´antís y en su tumba, en su lápida deben estar inscritos las cosas sobre la órde y sus fuente de conocimiento.

La tumba se encuentra aqui, en Ille de France, perdón,París.

Miró con reproche a Millen en cuanto este encendió su cigarro. ¿Era necesario que lo hiciera mientras ella disfrutaba de su Lemon Pie? Le resultaba de mal gusto, sin embargo no le diría nada a su compañero, ya habían tenido discusiones similares al respecto en el pasado y Asuna había comprendido bien que él no dejaría de hacerlo. Al menos estaba agradecida de que la mesa estuviera en la calle, al aire libre, por lo que no debería de soportar el encierro y el olor a cigarrillo. Corrió su silla solo un poco para mantenerse alejada del camino que recorría el humo hacia el cielo. En medio de su hilo de pensamiento escuchó al Chino hablar en un escueto y mal pronunciado frances. ¿Porque se forzaría a hablar en un idioma que no domina cuando Lev y Asuna le habían saludado en correcto Chino? Algunas personas parecían esforzarse en demostrar sus limitaciones en lugar de explotar sus aptitudes.

Felicidades por el descubrimiento, Etienne. ¿Ya fuiste a la tumba para hacer un reconocimiento del lugar, encontraste sellos místicos que no podes abrir y nos invocaste aquí para que te ayudemos a romperlo? Algo, en el interior de Asuna, le decía que la respuesta sería una negativa. O mejor aún, ¿Ya tenes toda la información, estamos libres de toda complicación y queres compartir tu experiencia con nosotros?

Trás unas pocas presentaciones Etienne os va relatando y comentando los meses de búsqueda y traducción de diversos textos normandos del siglo IX al XII. De cómo en el lenguaje de la pequeña órdena caballeresca se mezclaban asuntos imposibles de conocer en su época y otros muy alejados en la geografía. Habían menciones a esotéricos acertijos muy simlares a koans budistas  y de como viajó de un lado a otro del sur de Francia. Srucand casas, ermitas y castillo antiguamente heréticos, hollados por los perfectos.

No ha sido sencillo, y el camino ha estado sembrado de paradojas y confusiones pero finalmen te creo haber descubiero dónde se alojó finalmente el cuerpo del caballero Gregòire en 1065; no obstante he encontrado fechas escondidas entre los documentos referentes a la orden que el caballero fue enterrad 80 años más tarde.

Por ello en un principi me asocié con Dou-Wan, conforme iba buscando de registro en registro más extrañezas encontraba y más referencias a la mística oriental. Pues bien entre ambos fuimos desgranando los numerosos acertijos y sentidos ocultos en las tumbas y los escritos, desvelamos algnos códigos estelares que sólo podrían haberse elaborado observando el cielo desde el mar de China. y Pese a todo aún tenemos algún enigma que se nos escapa.

El caballero Gregóire, el de la larga pica, fue puesto a descansar en el río de la inmundicia para que frenara con su espada la peste en los hombres. Es éste un rio oculto por cataratas de apariencia cristalina y volátil, dónde la cruz de los griegos confunde al peregrino.

 

Es su descanso el sellado bajo la rueca y sin llegar a adormecer fulmina como el rayo. Protector y protegido. Preguntar debes a su boca negra y girar si pudieres tres veces como gira el mundo frente a Febo. Entonces el caballero despertará y levantándose te indicará lo que custodia con su cuerpo.

Trás leer las palabras en una cuartilla llena de muchos otros símbllo las mayor aprte de ellos aprecen bosquejos y pruebas continúa.

Queda claro que Gregoire fue enterrado dos veces de manera que pareciera que habían relatos confusos. En una de las tumbas se encontraba vacía aunque podían leerse unas serie de pistas cifradas en el mismo sarcófago con luz negra. Según hemos visto da la impresión que la segunda tumba se encuentre en las catacumbas de por aquí. Aunque nos despistó las pistas posteriores sobre la ubicación de la misma dando instrucciones precisas de ciento cincuenta varas tomando como referencia la pirámide. Y puesto que en la época no exitía ninguna pirámide aquí pues el origen se complica.

Asuna se perdió entre las palabras de Etienne, ella poco sabía de lo que su compañero le estaba hablando y ciertamente sus intereses no estaban puestos en el pasado sino en el futuro. Probablemente Lev podía serle de ayuda, mas no ella. Luego de que Etienne acabara con toda su explicación, se expresó hacia él con duda.

No entiendo que hacemos acá, Etienne. Entiendo tu apasionante búsqueda por el conocimiento antiguo pero creo que ninguno de nosotros puede ayudarte realmente. Miró a los hombres que estaban sentados a su lado. Millen era un viajero de la Umbra que poco estaba relacionado con los sucesos que ocurrían en la Tierra y Lev era un músico de otro tiempo, probablemente de otra realidad. Quizá Lev sepa algo de lo que buscas pero no veo en que podemos ayudar Millen y yo.

No es sólo el conocimiento -hizo observar Etienne- Sino la llave a un árbol de la ciencia. Una fuente de conocimintos posibles y perdidos, o a saber...sólo podemos soñar lo que podían estar custodiando.Claro que estamos algo atascados en esos acertijos e indicaciones. Creo que sé por dónde debemos comenzar para en contra el lugar, pero no me gustaría ir sólo. Me parece egoísta.

Millen había permanecido abstraido entre estupefacientes blandos y tartas de chocolate mientras sus compañeros hablaban y era la verdad de que Millen siempre era un chico tranquilo y paciente, casi como un animal pesado y su fornido cuerpo no desentonaba con la imagen de persona tranquila y lenta.-Mis conocimientos se expanden desde lo esotérico hasta la astrología y astronomía de ambos mundos...para todo lo demás puedo intentar dar lo mejor de mi por conseguir lo que buscamos.-Sonrió a los demás con los ojos un poco velados y soltó una risa baja y sonora, pero que inevitablemente le arrancaba una sonrisa a los demás, no por la belleza de la misma sino por la paz que transmitía.

Por un momento Lev dejó de lado su flujo de pensamientos y escuchó lo que Etienne estaba diciendo.

No puedo mostraros el camino, pero os acompañaré con mucho gusto.

Durante todos aquellos años se había preocupado tanto por conocer la realidad que le rodeaba que había abandonado la búsqueda de aquella que estaba más allá. Era un observador del mundo, pero lo que estaba más allá del velo escapaba de su alcance.

Se removió inquieta en su asiento, si todos brindaban su apoyo ella debía hacer lo mismo, por mas que no estuviera en su zona de confort. Etienne tenía una manera muy particular de pedir ayuda.

En lo que pueda ayudar, cuenten conmigo.

Sonrió al tiempo que alejaba el plato, ya vacío, de ella.

Mis disculpas pero el ordenador lleva un par de días de guasa y lentísimo. Si puedo os pngo post esta noche. Y éste será borrado o lo haré mañana.