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Bree y las quebradas de los túmulos

Tomo 2 - Persiguiendo orcos

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16/03/2010, 20:09
Glorfindel

-No maese hobbit, no ha escapado ninguno. El primer jinete de huargo vino a auxiliar a los suyos, encontrando la muerte, y al segundo lo abatimos cuando usted lo perseguía valientemente. Espero que no le moleste que no le dejaramos cobrar su pieza.

Glorfindel contesta a Gregori, mientras avanzáis con paso lento, ya que los elfos cargan con su herido de muerte, y los demás, unos más y otros menos, tienen sus propias heridas que soportar. Pronto dejáis atrás el bosque de los trolls, para adentrarse en un escarpado valle en uno de los muchos páramos a los pies de las montañas nubladas, y camináis por un camino sinuoso, empinado y peligroso, que os lleva hasta el puente del Bruinen, muy cerca de las cascadas. Por el camino Glorfindel os cuenta:

-Hemos sido muy afortunados, en verdad, de que estuvieran allí. Hace tiempo que sabemos de esos orcos, y no es la única patrulla que nos ronda, pues sabemos a ciencia cierta que están reuniendo información para un ataque, tanto de los pueblos de los hombres, de aquí a la región de Bree, y sobre todo de Rivendel, pues en su estupidez pretenden encontrar tesoros y respuestas, en el último hogar, que no les pertenecen. Todo parte de un clan de orcos, liderados por uno que supera al resto en inteligencia y maldad, su nombre es Narghaash, y se dice que tiene mucho poder, tanto que ha unido a muchos clanes de orcos de las montañas nubladas, pues ese es su hogar, haciendo un ejército organizado, y muy peligroso.

Mientras Glorfindel habla veis la belleza de la casa de Elrond, y los rostros de los elfos se alegran, incluso el herido mortalmente se mueve, consciente del lugar al que llega.

-Hablaremos con más profundidad sobre esto cuando lleguemos, pues Elrond querrá tomar parte en la conversación.

Notas de juego

Hay otro post antes.

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16/03/2010, 20:49
Adrahil

Seguía a Glorfindel de cerca, escuchando sus palabras, la mala noticia. No era una simple patrulla de orcos sino un pequeño ejercito organizado.

No es propio de los orcos organizarse así que debes estar en lo cierto, maese Glorfindel. Ese tal Narghaash debe superar a los de su raza en muchas cosas para lograr tal hazaña —reflexioné mientras caminábamos hacia Rivendel.

En lontananza ya se veía la gran casa de Elrond, resplandeciente en el horizonte, digna de todas las historias que cuentan de ella.

Maese Jabien, muchas son las historias que se cuentan de este lugar pero hasta ahora ninguna le hace justicia. Contempla la bella ciudadela y seguro que pronto oiremos esas canciones de tu boca. No hay palabras en lengua humana que puedan describir tanta belleza —dije siempre mirando hacia adelante.

Glorfindel había mencionado al señor Elrond y su simple mención me estremeció. También son muchas las historias que se cantan del gran señor de Rivendel y todas ellas le muestran infinito respeto.

Señor Glorfindel, ¿qué se espera de nosotros ahora? No se si el honor de ayudar en esa causa nos pertenece.

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16/03/2010, 21:30
Glorfindel

-Oh no, no. De ustedes no se espera nada, salvo lo que han hecho, y el traerles a Rivendel no es sino una muestra de agradecimiento por su ayuda. En la casa de Elrond encontrarán sólo paz, descanso y amistad, y el destino de ustedes sólo a ustedes pertenece.

 

Dice el elfo con sinceridad.

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16/03/2010, 23:05
Aboldir

 

-Agradecemos el honor que nos hacen, al recibirnos en esta magnífica ciudad. Lamento avisar de que no sólo somos portadores de muerte para nuestros enemigos comunes, si no que también somos portadores de un aciago mensaje, de peligros y muerte venideros.

Comenta Aboldir desde su meara admirando la magnificencia de la ciudad de los elfos.

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17/03/2010, 00:32
Amarth

Tanto la paz y la templanza que emanaba de aquellos elfos como la belleza de sus ciudad hicieron permanecer callado y pensativo a Amarth durante mucho rato, reflexionando sobre lo lamentable y aciago que seria que dicho reino cayera bajo el yugo de aquellas bestias. Como bien decian los elfos el destino de aquellos hombres y era solo de ellos y no estaba ligado al de los elfos, mas no podia dejar de pensar que seria una lastima y una cobardia abandonarlos a su suerte en estos momentos. 

Notas de juego

 

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17/03/2010, 07:33
Jabien

La visión de Rivendel hace que Jabien se quede sin palabras, y eso no es nada fácil. No es de extrañar que se cuenten y canten tantas historias de este lugar. No solo la belleza artística del paisaje que se tiende ante él impresiona al bardo, sino la belleza arquitectónica de sus construcciones y el ambiente que se siente.

- Creo que podría quedarme aquí a vivir - dijo Jabien sin pensar en quien le estaba escuchando ... pero ninguna de las canciones que conocía le acertaron a salir por la boca pues ninguna le hacía justicia.

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17/03/2010, 08:23
Rotengon Bribón

Rotengon no es inmune a la belleza que le sorprende al llegar al hogar de los elfos , pero tampoco lo es a las tentaciones que se le muestran y al oir la palabra tesoros su codicia por un instante le ha hecho brillar los ojos . Pero en un acto extraño en el pequeño hobbit se obliga a prometerse a si mismo no agenciarse nada que no sea suyo en ese lugar , ya ha podido ver como son de certeras las flechas y las miradas de los elfos .

Es un honor señor que nos brinde su hospitalidad , dice al elfo cuando este les ofrece su paz y descanso , igual aquí el pobre rastrojo engorda algo . Murmura al observar los verdes prados donde va a pastar su pony .

Luego piensa en que tanta paz y descanso seguro que es aburrido y ademas poco rentable al oir como el bardo expresa su intención de quedarse a vivir allí , joder espero que no , el descanso y la paz estan bien , pero yo no he salido de casa para descansar sino para hacer fortuna y vivir aventuras , así que espero que en un par de días nos marchemos en busca de algo mas de emoción .

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17/03/2010, 10:53
Tosur, el Mezquino

Tosur camina lenta y pesadamente por un lado maravillado por el espectaculo visual que le aporte tan bello enclave, pero por otro algo sorprendido, algo que no entiende...

- Torcal, eleva esos animos, hombre!!! Seguro que en esta hermosa ciudad nos dan de comer algun rico venado, quizas papas con exquisitas salsa, y mucha cerveza!!!!Jajajaja!!! ... dice con algo de sarcasmo... Me apuesto a que estos orejas picudas no saben lo que ni la cerveza ni la deliciosa hierba de la comarca!!!

Tosur observa con detenimiento cada detalle de la hermosa y reluciente ciudad elfica, comparandolo todo con la austera morada de los enanos, austera pero robusta y segura mina de Nogrod... Sigue sin entender algo.... Como mascullando entre dientes, hablando para si mismo comienza a preguntarse....

- Siglos y siglos de guerra, Elfos y humanos contra las huestes de mordor, y jamas han logrado sobrepasar y tomar Rivendel.... no lo entiendo... tan solo esta rodeado de un rio y las construcciones son todas de madera vieja y seca... las casas son los arboles, y no la dura e irrompible roca... como puede ser esto?

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17/03/2010, 20:48
Glorfindel

El camino ha sido duro, y os encontráis cansados, pero el ánimo se levanta al contemplar la preciosa Rivendel, oculta en el valle, entre los brazos norte y sur del río Bruinen. Glorfindel os guía, y contempláis su magnificencia. es alto más de dos metros y erguido, el cabello de oro resplandeciente, la cara joven y hermosa, libre de temores; los ojos brillantes y vivos y la voz como una música; hay sabiduría en esa frente y fuerza en esa mano.

Cruzáis el estrecho puente, y así entráis en el último hogar, que tan oculta está a los ojos no deseados. Os preguntáis el por qué, pues aunque está situado en un lugar remoto y escondido, no debería ser difícil de encontrar, para alguien que realmente lo busque. Y pensando en eso hacéis el camino de entrada, viendo una gran casa al fondo, la casa de Elrond, y algunas edificaciones más en las cercanías, entre las que se pueden distinguir unos talleres, establos, viñedos, un campo de juegos y alguna otra edificación.

Por el camino veis algunos elfos, entre los que Narmo distingue diferentes razas: Noldor, morenos, de gran estatura y portento físico, y con un aura de sabiduría y hermosura impactante; Sindar, también de gran nobleza, aunque menos altos y luminosos que los noldor ya que no han conocido la luz de Aman, y con el pelo de tonos pajizos; y silvanos, con ropas de colores y aspecto despreocupado, menos altos y de menos nobleza que el resto.

Pronto uno de los silvanos se hace cargo de las monturas y las lleva al establo, mientras vosotros sois llevados a la entrada de la casa principal, donde el mismo Elrond acude a recibiros.

El rostro de Elrond no tiene edad; no es ni joven ni viejo, aunque uno puede leer en él el recuerdo de muchas cosas, felices y tristes. Tiene el cabello oscuro como las sombras del atardecer y ceñido por una diadema de plata; los ojos son  grises como la claridad de la noche y en ellos hay una luz semejante a la luz de las estrellas. Parece venerable como un rey coronado por muchos inviernos y vigoroso sin embargo como un guerrero probado en la plenitud de sus fuerzas. Es el Señor de Rivendel, poderoso tanto entre los elfos como entre los hombres. Elrond os examina sin decir nada, y Glorfindel habla:

 


Encontramos a los orcos, eran una treintena, y decidí hacerles frente y acabar con su amenaza, para lo que ideé una estrategia. Los emboscamos en un claro, y desde colinas cercanas y ocultos en la arboleda comenzamos a disparar sobre ellos, separandonos en dos grupos y haciendo que nos siguieran. La estratagema funcionó, y Gildor comandó un grupo y yo otro, y acabamos con muchos, pero quizás hubiéramos tenido menos suerte si estos amigos no hubieran intevenido en el momento justo, luchando ellos contra una decena de orcos. Yo y dos elfos conseguimos acabar con casi todos los nuestros, pero al fin nos dieron caza, y en combate cuerpo a cuerpo Eleysha fue herido de muerte, y hubiera sido peor, si no nos hubiera ayudado el valiente elfo Narmo, que aquí nos acompaña. Sus disparos certeros acabaron con dos orcos, y con su ayuda nos deshicimos de la amenaza. Dejé a Verener a cargo de Eleysha y corrí en busca de Gildor, pues aunque su grupo era más numeroso temía por ellos, y crucé el valle hasta donde Gildor y los suyos luchaban contra los orcos que restaban, y uno de los caciques que montaba a un huargo. Acabamos con ellos con fiereza, y acudimos a la ayuda de nuestros inesperados amigos, cuando vimos que ya ellos habían dado buena cuenta del resto de enemigos. Estimé buena idea traer a tan valientes guerreros a la casa de Elrond, donde puedan curar sus heridas y encontrar algo de paz.

 

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17/03/2010, 21:28
Elrond

Mientras Glorfindel habla, el elfo malherido ya es llevado a estancias interiores, no sin antes recibir una mirada de Elrond, que al terminar su congénere contesta:

-Y obraste bien, al traerlos, y yo no puedo sino agradecer a nuestros invitados su ayuda -os mira a todos uno por uno, con una sonrisa tenue, pero amable y sincera- Yo soy Elrond, y esta es mi casa, donde sois bien recibidos. Presentaos ante nosotros, para que conozcamos el nombre de los valientes a los que debemos tanto.

Notas de juego

Apuntaos todos 1 punto más de fama.

 

Apuntaos todos el siguiente Karma en Rivendel:

Aboldir: +5

Adrahil: +6

Amarth: +5

Gregori: +5

Jabien: +5

Narmo: +8

Rotengon: +5

Tórcal: +5

Tosur: +5

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17/03/2010, 21:35
Director

Notas de juego

Puntos de experiencia para grupo por enemigos:

Puntos por interpretación y éxitos menores:

 

Adrahil Giroth Gregori Jabien Narmo Tosur Rotengon Aboldir Amarth Tórcal
85   50 95 20 55 50 15 35 20

Totales:

Adrahil Giroth Gregori Jabien Narmo Tosur Rotengon Aboldir Amarth Tórcal
6145 4635 5395 5835 5835 5640 5145 5685 4965 4780

Adrahil: LEVEL UP

 

Puntos de experiencia por consecución de misiones específicas: Encontrar Rivendel 9000 pxs (1000 para cada uno)

 

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17/03/2010, 22:01
Aboldir

-Yo soy Aboldir, hijo de Armenodir y jinete de Argento y Scarto. No puedo aceptar su deuda pues no nos deben nada, lo que hicimos fue seguir a nuestras conciencias y librar al mundo de la amenaza de esas criaturas oscuras.

Dice Aboldir, presentándose.

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18/03/2010, 08:29
Rotengon Bribón

Rotengon se presenta de modo escueto :

Soy Rotengon , un humilde hobbit , buscador de aventuras .

Luego busca esconderse entre sus compañeros , lo mejor es siempre pasar desapercibido tanto en la lucha como en los salones reales .

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18/03/2010, 08:30
Narmo

La entrada a la mágica Rivendel fue majestuosa, todo allí irradiaba una especie de aura positiva que hacía que la pena y el cansancio por la reciente batalla, desapareciera de golpe. Narmo miraba en todas las direcciones, sus aventuras lo habían llevado a un lugar mítico, no sólo para los de su raza, sino para absolutamente todos los habitantes de la tierra media.

Nada más llegar, Glorfindel los llevo ante Elrond, el más celebre y poderoso de los elfos, su presencia intimidó un poco al joven Narmo al principio, pero a medida que el señor elfo hablaba, ese sentimiento se fué convirtiendo en un sincero y profundo respeto. Cuando el nombre del montaraz apareció, Narmo dió un paso adelante e hizo una pequeña reverencia -Señor, es un honor ser recibido así en la eterna Rivendel y poder contribuir a acabar con sus amenazas... soy Narmo, de Lorien, miembro de la guardia de la gran dama Galadriel- dijo sabiendo con seguridad que ambos se conocian bien.

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18/03/2010, 09:03
Adrahil

Interpreté una decorada reverencia para el señor Elrond y acto seguido saludé también con los honores pertinentes a Glorfindel.

La lucha de los pueblos libres contra la sombra es cuestión de todos, mi señor. Así pues, Aboldir dice lo correcto, nada se nos debe. La simple presencia en este lugar pagaría todo acto de buen hombre. Mi nombre es Adrahil, hijo de Armenthil, montaraz de los bosques de Ithilien.

Miraba al suelo mientras hablaba, como si temiera la mirada de Elrond.

La deuda es mía con vos, mi señor.

Iba a preguntarle por los ataques de los orcos pues andaba impaciente por esa causa pero temí hablar fuera de lugar. Todo a su debido tiempo, decía mi padre.

Notas de juego

¡Yuju! Por fin una subida de nivel.

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18/03/2010, 15:41
Jabien

- Mi nombre es Jabien - dijo el bardo - contador de historias e intérprete de cantares - se intentaba dar algo de importancia pues realmente sabía que se encontraba ante un rey entre los elfos, alguien del que había relatado gestas en multitud de ocasiones. Sin embargo, al mirar a los ojos de Elrond, Jabien rebajó sus pretendiones ajustandose un poco mejor a la realidad. - o como dicemos en mi tierra, allá en Bree, un bardo cuyo único objetivo es hacer pasar un buen rato al que me quiera escuchar.

En cualquier caso, Jabien se desenvolvía bien en estas situaciones. Se encontraba cómodo ... por ello se atrevió a continuar:

- Me siento honrado por haber tenido la oportunidad de ver la tantas veces mencionada en cantares, ciudad de los elfos de Rivendel.

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18/03/2010, 15:59
Tosur, el Mezquino

Tosur levanta altanero su gran testa y con orgullo le dice al gran Elrond...

- Tosur el Mezquino me llaman, señor Elfo, hijo de Tebur, descendiente de Telchar, el Gran Herrero Enano! Y procedente de Nogrod en su lengua, Morada de los Enanos, ciudad situada en la parte central de las Montañas Azules, al sur del Monte Dolmed.

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18/03/2010, 16:49
Amarth

Me alegra poder ver esta magnifica ciudad y ser huesped de vuestro señor, pues vuestra casa es conocida en todos los confines de la tierra media, y es un orgullo y una alegria para mi poder estar aqui, mi nombre es Amarth, y soy un jinete de Rohan, como mi compañero Aboldir, y al igual que todos mis compañeros no creo que tengais una deuda con nosotros, hicimos lo que creimos justo, pues se aproximan dias osucros y duros por el horizonte, patrullas de orcos atemorizan a los granjeros y atacan pequeñas poblaciones destrozando todo a su paso, y temimos que fueran a informar a un contingente mayor para partir hacia esta vuestra casa, ya que las informaciones que manejabamos asi lo indicaban, ya que los orcos a su paso por las granjas hacian preguntas sobre esta noble ciudad. Debeis prepararos para lo peor, y eso podria ser un ataque frontal a este emplazamiento....

La voz de Amarth suena tranquilo y profunda, se le ve cansado, casi exhausto pero sereno. 

Notas de juego

 

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18/03/2010, 17:16
Gregori

-Y yo Gdégodi, Dégodi, digo Gregori, zeñó -responde el pequeño Hobbit cuando asume que le llega el turno, sintiéndose un tanto intimidado por la presencia del que parece una especie de rey de los elfos-.

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19/03/2010, 12:16
Tórcal

-Tórcal

 

Dice el enano, serio y escueto.