Partida Rol por web

Seguramente haya que ponerlos en el mismo orden en el que se colocan en el cuerpo. Los avalorios que van en la cabeza a un lado, los que se ponen un poco más abajo irían al centro y el último en el otro lado.

Jabien no entiende nada de lo que está pasando - ?como demonios unos abalorios de un esqueleto iban a ser la llave para entrar ene ste sitio? ¿quien demonios había perjeñado esta serie de acertijos?¿un orco? - El bardo se sentía mas intranquilo según pasaba el tiempo teniendo la sensación de ser una marioneta en algún juego macabro.

Los botones no tienen marcas de arañazos orcos, ni tienen ningún símbolo. Son tres simples botones nada más. Ahora que pensáis en ello no veis ningún signo de que orco alguno haya pasado por aquí.

Bien compañeros, no hay marcas, ni señales, ni dibujos, nada, solo son tres objetos, creo que debemos llevar a cabo el sistema de prueba y error, si, es cierto que es arriesgado, y si es cierto que no es un gran sistema, pero al menos saldremos de dudas, que por lo menos a mi, me consumen....hagamos una cosa, que cada uno diga cual es el que pulsaria el, y el que mas votos tenga, es el elegido, lo pulsamos y vemos que es lo que ocurre, no esperareis vivir una aventura sin riesgo ¿verdad? Amarth estaba cada vez mas ansioso, eso de estar ahi de brazos cruzados no era su estilo, y desde luego, no le gustaba que se prolongara mucho tiempo, en otro orden de cosas, la ausencia de orcos durante todo ese tiempo y en esa estancia, en cierto modo lo intranquilizaba, debia haber algo muy poderoso ahi para evitar que los orcos se acercaran....o la mejor no lo habian descubierto.... 

-Puez entonces no puedo menoz que aconzecadle que toque un botón, zeñó Amadth -responde el hobbit, muy digno, tras devolverle sus chismes a Rotengón y dejar via libre a la puerta- Ezcoja el que maz le gudte y dele bien fuedte. Yo mientaz tanto, idé a ver qué ze cuece en la ota libedía de ahí mizmo. Venga venga, no zean tímidoz.

Dicho lo cual, Gregori se marcha a la biblioteca de abajo a la derecha y empieza a comprobar de qué tratan los volúmenes.

Vaya, el hobbit no se da cuenta de que cada botón sencillamente abrirá una puerta.

Giroth se acerca con paso calmo y pulsa el botón del centro sin más.

Cuando antes avancemos, antes descubriremos el resto de las riquezas y como en este grupo el primero que llega es el que las gana, mejor ir en cabeza.

Tosur, que a pesar de su ausencia lectora, ha estado escuchando las palabras de sus compañeros, separa la vista del tomo que ha tomado "prestado" y espera ansioso algun tipo de consecuencia, efecto o reaccion al ver pulsar uno de esos tres botones al humano del pañuelo en la cabeza...

Rotengon mira a Giroth entendiendo que el comentario va por él .

Creo que hasta ahora lo hemos repartido todo , pero claro si lo que quiere es llevarlo usted , dice con un tono que muestra claramente el enfado que las palabras del humano han provocado , tenga guardelas . Termina arrojando los objetos al suelo dandose la vuelta para alejarse de la puerta ante la acción del impulsivo humano .

Luego busca a Gregori que parece el mas cabal de los que estan allí .

Si por aquí no entran los orcos ... ¿por donde entran? . Nos hemos dejado algo . ¿Se te ocurre algo ? . Luego baja la voz y susurra a su compañero de raza .

El hobbit susurra a Gregori .

Estos humanos son algo impulsivos vamos a observar que trampas mas chulas disparan . Va a ser divertido , ni siquiera me han dejado observar los botones para intentar averiguar algo .

(Los botones no son botones, sino tiradores de puerta, y sí tienen algo grabado. El de la derecha no tiene nada, el del centro tiene grabado un cubo "forma geométrica cúbica", y el de la izquierda tiene dos espadas cruzadas)

Justo antes de que Giroth accione el tirador del centro, los que están inspeccionando los tiradores observa que sí, bajo una gran capa de polvo parecen tener unos grabados. Os parece que los tres tiradores abren la misma puerta, que es la que da a donde deberían estar las escaleras de caracol, o al menos fue así en el primer piso.

Giroth sonríe ante la actitud del hobbit que tira su tesoro. Le recuerda a su compañero de desventuras, cuando el mal no había invadido sus tierras. Y entonces se frena. Sopla sobre la piedra para levantar el polvo que cubre los botones

Vaya, vaya. Parece que al final éstos interruptores si que tenían indicaciones. Una espada, un cubo y nada. Puede que la espada indique que si lo pulsas te apuñalará la trampa, el cubo signifique que activa la trampa con la que morirás aplastado por una piedra enorme y el botón que no tiene nada sea el que abra la puerta sin que pase nada.

El bardo se acerca a observar los cuadros repartidos por la estancia uno a uno.

Rotengon espera y si sus compañeros deciden esperar , se acerca al escritorio , que revisa y si no hay nada raro intenta abrir los cajones .

Veamos que guardabas aqui dentro , malandrin . Murmura mientras manipula las cerraduras .

-¡Giroth! ¡Le decuedo que mientaz uzté filozofa en chodadaz y loz demáz midan loz cuadoz, bien, le decuedo que el zeñó Glofindel ze eztá batiendo en duelo conta un ejécito de odcoz en popoción diez a uno! Azí que ¡Deje de peddé el tiempo de una vez, y pulze loz malditoz botonez, jodéd!

Vaya señor Gregory. El pequeño hobbit está dispuesto a sacrificar mi vida con tal de salvar la de otro. Está bien. Le propongo un trato, si el resto del grupo no consigue dar con una solución a éste enigma, pulsaré el botón que no tiene dibujo alguno, siempre y cuando esté a mi lado vigilando cualquier posible trampa que pueda activarse.

-Puez vamoz mamoncete, ya lo eztaz pulzando -dice gregori desafiante, poniéndose bien erguido al lado de Giroth, como si de un rey de los beórnidas se tratase-. Podque ya hemoz pedido demaziao tiempo y no eztamoz como pada cedid pediendo.

Si nadie en la sala lo para a tiempo. Giroth estira el dedo y pulsa el botón sin dibujo ante la mirada atónita del personal de la sala.