Partida Rol por web

Asintió agradecido a Max y Dim, contento de que no sólo todos estuvieran de acuerdo si no en que fueran a acompañarle por lo que pudiera pasar. Gestos como aquellos eran los que le hacían recordar muy claramente por qué había llevado tanto tiempo aquel parche a la espalda y por qué nada, ni siquiera Raven, había sido capaz de arrancárselo por la fuerza.

- Sí, muchas gr... - el cadáver comenzó a retorcerse y a desintegrarse en ceniza, convirtiéndose en nada en un santiamén. El ghoul se llevó un buen susto, así como el resto de sus compañeros. - ¡Joder! -

Tragó saliva acercándose un poco a donde estaba el cadáver pero poco más quedaba de utilidad. - Es ella... tiene que ser ella. Esta cosa no era humana y si no es Jim, tiene que ser esa puta cría. - primero Anthony... y ahora Maeves. No parecía que los garou estuviesen implicados y aunque la niña no debía ser tan importante para Raven como su Sire aquello iba a traer cola

Los members hicieron algunas preguntas obvias, pero pronto estuvieron de nuevo en el Club donde el resto de supervivientes esperaban las nuevas como agua de Mayo. Salieron a recibirles, pero antes de que pudiesen decir nada Darryl ya había cogido la moto y, escoltado por Dimitri y Maxwell, salieron en dirección a Tucson sin una idea muy clara sobre qué hacer. Se plantaron allí en poco, rodeando la parte de la ciudad frecuentada por los Ogden sin mucho éxito. Todo parecía tan normal como cualquier Jueves noche ya de madrugada: poco tráfico y algún que otro bar todavía abierto.

Sin mucho que perder, aparcaron al cabo de un rato junto al Iridium. No había ningún coche referente por la zona, pero aun así les pidió que mantuviesen los ojos abiertos por si acaso. Con todo su coraje, el ghoul se adentró de nuevo en el bar intentando buscar pistas sobre lo que estaba ocurriendo y dónde estaba Raven. No lo había dicho (y no hacía falta decirlo), pero pensar que algo le podía haber pasado le revolvía el estómago de una forma totalmente nueva.

Ella le vio antes, de modo que cuando pasó la vista por el local se topó con una pícara sonrisa bastante familiar. Y no era el momento para aquello, ni para las excusas ni para las explicaciones.

-Vaya, señor Emerson. No le esperaba a estas horas por el Iridium.

No era su turno. ¿Qué demonios hacía allí?

Entró en el lugar casi desesperado por encontrar a cualquiera de las personas que podían saber algo de aquello. Realmente incluso Cassidy podría haberle servido si con ello descubriera algo más. Pero lo que se encontró fue únicamente a la pelirroja que fue como la bofetada kármica que llegaba en el peor momento posible.

- Oh, Rose... - lo único bueno que tenía lo anormal de su presencia allí es que no tenía que fingir sorpresa por verla - Yo tampoco esperaba encontrarte a ti a estas horas. -

Le sonrió todo lo sinceramente que pudo, pero no podía quitarle la mueca tensa que se le había quedado marcada ante la idea de que aquello pudiese ser todo lo grave que se imaginaba. Entonces se dió cuenta de algo... y frunció el ceño para dar un paso hacia ella. - ¿Podemos hablar en privado un momento? Por favor, es muy importante. De verdad. -

Era demasiado lista como para no darse cuenta de la situación. Borró la sonrisa y asintió con brevedad mirando por encima de su hombro para asegurarse de que no había nadie más esperando.

-Estoy en mi lugar de trabajo. Dos minutos -apremió, dándose la vuelta y guiándole hacia el más que conocido pasillo que llevaba a los Reservados. Tras cruzarlo se volvió hacia él y asintió, como si le diese permiso para hablar.

- Ha pasado algo muy grave y es posible que Roxane esté en peligro. Llamé antes a Drew por si estaba aquí pero me dijo que todavía no había vuelto. ¿Sabes si usa teléfono propio al que pueda llamarla? No puedo darte los detalles, pero... si no la encuentro podría pasarle lo mismo que a Anthony. Por favor, si se te ocurre alguna manera de que pueda encontrarla tienes que decírmela. - le dijo muy seriamente con gesto torcido, sin nadie más allí ella y Drew eran su única esperanza para encontrar a Raven y descubrir si alguien estaba tras ella y el resto de vampiros

Rose asintió conforme hablaba y percibió la gravedad de sus palabras. El miedo hizo su entrada, pero no se dejó dominar por él. Al contrario: asintió y actuó con rapidez.

-Déjame ir a buscar a Drew. Yo no tengo su teléfono personal, pero él sí. Espera un momento.

Al salir, le dio un suave apretón en el brazo.

El joven camarero llegó poco después. Le dedicó una breve sonrisa y se puso el teléfono a la oreja posando la mirada en la nada.

-A ver si contesta... -comentó con algo de nerviosismo al ver que tardaba, pero finalmente alguien lo hizo-. Lamento molestarla, pero tengo aquí a Darryl Emerson que insiste en hablar contigo. Te lo paso.

-¿Darryl? ¿Qué pasa?

Escuchar su voz al otro lado fue casi como una catarsis y cerró los ojos para inspirar aire y exhalarlo, lleno de alivio. Estaba bien. Estaba viva... y aunque la situación era jodidamente grave en aquel momento nada le importaba más que saber que estaba bien. Miró a Drew agradecido en lo más profundo de su corazón y se puso de lado para hablar con Raven. Drew era su secretario y si tanto parecía confiar ella en él parecía que podía hablar de aquello allí, aunque no iba a dar muchos detalles por teléfono.

- Ra...Roxane, ¿dónde estás? Ha ocurrido algo muy grave y tengo que hablar contigo. - Maeves era para ellos Maeves Ogden y decir que había muerto directamente podía ser demasiada información para el secretario

Se escuchaba el sonido de un coche de fondo y algo de música country.

-Estoy con Al en las afueras. Imagino que estás en el Iridium. Vamos ya para allá. ¿Puedes concretar algo más?

Le dio miedo preguntar, pero al final lo hizo.

Apretó un poco el teléfono en su mano, pero si le estaba preguntando supuso que podía decirlo. - Maeves... - murmuró - Te esperaré fuera, traigo a dos miembros conmigo. Hasta ahora. -

Y colgó directamente, entregándole el teléfono de vuelta a Drew. - Muchas gracias, Drew. ¿Podrías hacerme un favor? Dile a Rose también que muchas gracias y que la compensaré, ¿podrías? - le dijo con una sonrisa, algo más calmado por saber que Raven estaba bien, aunque algo pitaba en su cabeza desde que su antigua domitora le dijo que estaba junto a Al.

El rostro de Drew aguantó el embite a duras penas.

-Claro, no se preocupe. Pueden esperar dentro si lo prefieren: el Reservado está libre en estos momentos. Estoy seguro de que a la señorita Ogden no le importará.

- Prefiero esperar fuera, Drew... necesito tomar un poco el aire, gracias. - volvió a decir, dándole una palmada en el hombro mientras salía hacia afuera con rapidez. El ghoul quería estar fuera y ver como Raven llegaba con Al, a salvo. Si tardaban más de lo normal pensaba cover la moto y dar vueltas a Tucson hasta que apareciera... y pobre de Al como diera con ellos.

El ghoul se reunió con sus compañeros fuera, donde la tensión se podía palpar perfectamente. Vigilaban ambos flancos de la calle esperando lo peor, y es que sin esperarlo ya lo habían obtenido, así que tenían motivos de sobra para andarse con cuidado. Sin embargo, la preocupación de Darryl se disipó brevemente tras algo más de cinco minutos cuando un sport dobló la esquina y aparcó junto al local. De él bajaron Raven y Al, ambos en buen estado pero claramente preocupados. La primera fue directa hacia Darryl mientras que Al se quedó varios pasos más atrás intercambiando largas miradas con los otros dos members.

-¿Dónde está Maeve?

Sus ojos se clavaron en su rostro como cuchillas afiladas, y aunque en el fondo se temía lo peor, todavía le quedaba un último despojo de esperanza por la vida de la vástago.

Aunque sus hombros se relajaron un tanto cuando vió el coche llegar y a ambos vampiros bajar del mismo sanos y salvos... la noticia todavía estaba por golpear a Raven como una bola de demolición, y de algún modo y remotamente sintió pena por un instante por aquella cría que parecía no mentir cuando le dijo lo importante que era para ella Roxane Ogden.

- No ha sobrevivido... lo siento. - dijo en el tono más conciliador que pudo y en aquel momento lamentó profundamente que Doggy y Dim estuviesen presentes. Posiblemente la vampiro taparía aquel dolor con otra capa de hielo que resquebrajaría más su interior - Os lo explicaremos dentro... pero no hubo nada que pudiéramos hacer por ella. -

La mirada de Raven se quedó fija en él, helada ante una realidad que se volvía más presente, antes de volverla hacia la nada al tiempo que se llevaba las manos al pelo asiendo los dedos al cabello. Pero el primero en reaccionar realmente fue su compañero.

-No... -musitó Al, sacando las manos de los bolsillos y acercándose hacia ella. Olvidó a Darryl y a los members poniendo toda su atención en quien era su líder. Si estaba fingiendo, lo hacía muy bien. Le pasó una mano por los hombros, pero Raven hizo un movimiento brusco zafándose de él. Sin embargo, no se dio por vencido y la atrapó en un abrazo al que al final se rindió. -Roxy. Roxy, escúchame. Estoy contigo y vamos a solucionar esto, ¿vale?

-Maeves no... Le dije que se quedara en el refugio -sollozó, aunque con el rostro hundido en el hombro de Al poco se la entendía.

Este le pasaba la mano por el pelo y dejó un beso en su sien de una forma un tanto personal.

-Lo sé, lo sé. Sea lo que sea, no ha sido culpa tuya. Vamos dentro.

-Sí que lo es -Se separó de él interponiendo las manos en su pecho-. Era su hija y está muerta. Muerta, Al. Están los dos muertos, ¿y ahora qué?

Ronal la cogió por los hombros, haciendo gestos para que bajase la voz.

-Nada de eso es culpa tuya, Rox. Vamos dentro, por favor. Darryl -el vampiro le miró buscando su apoyo.

Al podría estar siendo sincero, pero nunca le había parecido un tipo especialmente dado a las emociones y aquella reacción no le gustaba nada. No sabía si alguno de aquellos vampiros estaba implicado, pero de ser así y con Maeves muerta el círculo se estrechaba más y más. Si la amenaza no venía de fuera... era o Cassidy o él. Además, no podía evitar sentirse molesto por aquella cercanía entre ambos... o más bien del vampiro hacia ella.

- Raven. - la llamó, inmóvil en el sitio y con los brazos tensos - Vamos dentro, por favor. Si realmente ella se quedó en vuestro refugio puede que ya no sea un lugar seguro. Os explicaré todo lo que vimos. -

Roxane levantó la cabeza, aunque no miró a nadie específico. Se quedó un momento parada y después se acercó a la puerta que daba a las cocinas para no enturbiar el ambiente del local.

-Llévalos al despacho -le dijo a Ronal tras un profundo suspiro mientras sacaba el teléfono aguardando todavía en la puerta.

El vástago asintió, le devolvió una mirada breve a Darryl junto con un asentimiento y se volvió hacia los members para invitarles a seguirle. Sin embargo, el motero se mantuvo en su sitio.

Aunque la vampiro tenía el móvil en la mano, Darryl se acercó lentamente a ella sin dejar de mirarla, resoplando por la nariz. Toda la alegría del trato se había esfumado en un instante y aunque las cosas parecían estar mejor de lo que se había imaginado al principio... no podía dejar de temer por Raven. Buscó darle un abrazo poco intrusivo, únicamente para hacerle sentir su presencia junto a ella y dejar un beso en su pelo. -  Me quedaré contigo a partir de ahora, si quieres. No pienso dar la oportunidad de que nadie te ponga un dedo encima. - la miró a los ojos, con el gesto torcido - ¿A quién vas a llamar? -